Significado de Sistema (Definición, Concepto, Qué es)

Sistema




Concepto de Sistema

Término proveniente del latín systema que refiere al conjunto de reglas o principios enlazados entre sí. Es un conjunto de cosas que, ordenadamente entre sí, contribuyen a determinado objeto.Todos los sistemas poseen estructura, composición y entorno. Pueden dividirse en dos tipos: los conceptuales, como por ejemplo, el sistema humano (otros: predicados, conjuntos, operadores, las proposiciones, las estructuras algebráicas, etc.) y los materiales, cosa compuesta que posee propiedades emergentes. La teoría de los sistemas se forma a causa de la necesidad de encontrar leyes generales del comportamiento del sistema de los materiales denominando dichas teorías en pensamiento sistémico o sistemismo.

L. von Bertalanffy en 1945 fue el primer hombre que propuso una Teoría General de los Sistemas con la finalidad de intentar crear una “teoría de teorías” buscando reglas de valor general que pudieran ser aplicados para cualquier sistema y cualquier nivel de la realidad. La TGS surge de una necesidad de abordar científicamente a los sistemas concretos. La misma, elabora una serie de herramientas que capacita a otras ramas de la ciencia, les brinda una sólida coherencia para que ellas estén bien fundamentadas. Por ello se dice que la TGS es una metateoría.
Varias disciplinas han utilizado el término sistema para desarrollar sus teorías y darles un marco organizador: tenemos el caso del sistema solar planteado por N. Copérnico en 1543; el sistema fagocitario mononuclear introducido por Aschoff en 1924; las teorías de la comunicación y control de sistemas de retroalimentación de R. Ashby desarrolladas entre 1948 y 1955; la teoría de las catástrofes de R. Thom y E. Zeeman; los sistemas teolológicos de Norber Wiener, fundador de la cibernética; el sistema jurídico, tanto el romano-germánico más antiguo como los que conocemos en la actualidad; el sistema nervioso en biología, entre otros.

Significado de Sistema

Un sistema es un conjunto de funciones que operan en armonía o con un mismo propósito, y que puede ser ideal o real. Por su propia naturaleza, un sistema posee reglas o normas que regulan su funcionamiento y, como tal, puede ser entendido, aprendido y enseñado. Por consiguiente, si hablamos de sistemas, podemos referirnos a cuestiones tan distintas como el funcionamiento de una nave espacial o la lógica de una lengua.
Cualquier sistema es más o menos complejo, pero debe poseer una coherencia discreta acerca de sus propiedades y operación. En general, los elementos o módulos de un sistema interactúan y se interrelacionan entre sí. En ocasiones, existen subsistemas dentro de un sistema. Este fenómeno es característico de los sistemas biológicos, en el cual variados niveles de subsistemas (células) dan lugar a un sistema de mayor envergadura (un organismo vivo). La misma consideración cabe para la ecología, en la cual distintos sistemas de menor magnitud (un charco, el subsuelo) confluyen en sistemas organizados a gran escala, como un ecosistema completo.
Así, en una clasificación de sistemas se distinguirían aquellos conceptuales o ideales, que pueden ser por ejemplo la matemática, la lógica formal o la notación musical y los reales, como un ser vivo, la Tierra, o una lengua. Estos últimos, los sistemas reales, pueden ser abiertos, cerrados o aislados. En los sistemas abiertos se verifica gran interacción con el entorno, como se describe para los seres vivientes. En cambio, los sistemas cerrados sólo tienen movimientos e interacciones en su interior, sin posibilidad de intercambio con factores exteriores.
Hay muchos tipos y ejemplos de sistemas como los políticos (un sistema democrático, monárquico, teocrático, entre otros), los tecnológicos (el sistema de funcionamiento de un automóvil o de una computadora), los financieros (sistemas de transacciones y mercado), los biológicos (como el sistema nervioso en un ser vivo), los legales (ordenamiento de leyes, decretos y otras herramientas jurídicas), los geométricos (en modelos convencionales y no convencionales), de salud (ordenamiento público, privado y de seguridad social) y otros numerosos ejemplos para cada uno de los órdenes de la vida cotidiana.
En el caso de que un sistema tenga la organización requerida para controlar su desarrollo sin que las perturbaciones del entorno superen cierto nivel, se llama “sistema autopoyético”. Los seres vivientes son considerados el paradigma de los sistemas de autopoyesis, dada su capacidad para producirse a sí mismos en el marco de su descendencia. Sin embargo, algunos investigadores proponen considerar a las sociedades como verdaderos seres vivos de un orden diferente, por lo cual podrían aplicarse estas mismas ideas y considerar a los grupos humanos como sistemas autopoyéticos. Se trata de un tema de áspero debate académico para el cual aún no se han logrado soluciones concluyentes. Por lo pronto, el ejemplo constituye una demostración cabal de la aplicabilidad de los sistemas en la descripción de diversos ámbitos, incluso a nivel general y con una teoría unificadora.
En efecto, la búsqueda de leyes generales para entender el comportamiento de los sistemas constituye la Teoría de sistemas. A su vez, la Teoría del Caos es la rama de la matemática y la física que estudia los comportamientos impredecibles de cierto tipo de sistema que puede ser inestable, estable o caótico. Un concepto típico de esta teoría es el de entropía, que estudia la tendencia natural de los sistemas a la pérdida del orden. Este principio ya ha sido aplicado por la física pura para la termodinámica y, vale decirlo, es hoy una de las herramientas más interesantes para compatibilizar el concepto de sistemas y aplicarlo a los más variados órdenes.



Última actualización de esta pagina el 14 de noviembre de 2020


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