Cataratas del Iguazú

Cataratas del Iguazú (Argentina, Brasil)


 

Reseña de esta Maravilla Natural

Estas cataratas están formadas por 275 saltos de hasta 80 m de altura de los cuales el 80% están del lado argentino, alimentados por el caudal del río Iguazú. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva semitropical. Un espectáculo aparte es su salto de mayor caudal y, con 80 m, también el más alto: la garganta del Diablo, el cual se puede disfrutar en toda su majestuosidad desde solo 50 m, recorriendo las pasarelas que parten desde Puerto Canoas, al que se llega utilizando el servicio de trenes ecológicos. Por este salto pasa la frontera entre ambos países. En el año 1542, mientras realizaba una travesía desde el océano Atlántico hasta Asunción del Paraguay, Alvar Núñez Cabeza de Vaca divisó las sorprendentes cataratas del río Iguazú y las bautizó como «saltos de Santa María», nombre que con el tiempo fue reemplazado por su primitiva denominación guaraní Iguazú (antigua ortografía de yguasu 'gran cantidad de agua', de y 'agua' y guazú 'grande'). Por entonces la región era habitada por indígenas de la etnia mbyá-guaraní, quienes alrededor de 1609 comenzaron a vivir el proceso evangelizador protagonizado por los sacerdotes jesuitas de la Compañía de Jesús, quienes desarrollaron en la región una experiencia única Latinoamérica: la conformación de un sistema reduccional que llegó a contar con 30 pueblos distribuidos en las regiones del Tapé y el Guayrá (actualmente sur de Brasil y Paraguay, toda la provincia argentina de Misiones y parte del norte de Corrientes). Por diferencias políticas y económicas con la Corona de España los jesuitas fueron expulsados de la región en 1768. La zona de las cataratas pasó así al olvido hasta junio de 1881 —poco antes de la federalización de Misiones— momento en que la provincia de Corrientes, que ejercía la jurisdicción, vende 50 leguas cuadradas de tierras sobre los ríos Paraná, Iguazú y Uruguaí a Severo Fernández y Ernesto Arnadey. Estos transfieren sus derechos en octubre de ese mismo año a Rafael Gallino quien vuelve a enajenarlos a favor de Gregorio Lezama. En diciembre de 1881 Misiones se separa de Corrientes y en 1882 asume el primer gobernador Rudecindo Roca que divide el territorio en 5 departamentos. Uno de sus comandantes, Francisco Cruz, llega hasta la confluencia de los río Paraná y río Iguazú transportando una comisión científica alemana que busca tierras para colonizar. Esta expedición era costeada por Ledesma (propietario de las tierras de Iguazú) y dirigida por el explorador Carlos Bossetti. Entre los expedicionarios se encontraba también Jordan Hummell, que años más tarde organizaría el primer viaje turístico a las Cataratas. Así las cataratas son “descubiertas” nuevamente y vuelven a ser admiradas. En 1888, Gregorio Lezama vende las «tierras del Iguazú» a Martín Erracaborde Cía. En 1902, el Ministerio del Interior de Argentina, encomendó al arquitecto paisajista Carlos Thays, realizar un estudio de las cataratas, que fue la base para la creación del Parque Nacional Iguazú, en 1934, que posee 67.620 hectáreas de selva.

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Aspectos Geográficos

Las cataratas del Iguazú (en portugués: cataratas do Iguaçu) se localizan sobre el río Iguazú, en el límite entre la provincia argentina de Misiones y el estado brasileño de Paraná. Están totalmente insertadas en áreas protegidas; el sector de la Argentina se encuentra dentro del parque nacional Iguazú, mientras que la porción del Brasil se encuentra en el parque nacional do Iguaçu. Cerca de ellas se encuentra la frontera entre Paraguay y Argentina, a sólo 13,8 km en línea recta. Fueron elegidas como una de las «Siete maravillas naturales del mundo».

Estas cataratas están formadas por 275 saltos, 80 % están del lado argentino. Un espectáculo aparte es su salto de mayor caudal y, con 80 m, también el más alto: la garganta del Diablo, el cual se puede disfrutar en toda su majestuosidad desde solo 50 m, recorriendo las pasarelas que parten desde Puerto Canoas, al que se llega utilizando el servicio de trenes ecológicos. Por este salto pasa la frontera entre ambos países. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva semitropical perteneciente al distrito fitogeográfico de las Selvas Mixtas de la provincia fitogeográfica Paranaense.

Toponimia

El nombre Iguazú proviene de dos palabras: la palabra «y» (que se lee [ɨ]) como vocal cerrada central no redondeada) y la palabra «guasú», que en lengua guaraní quieren decir 'agua' y 'grande', respectivamente. En portugués son llamadas cataratas do Iguaçu.

Historia

En el año 1542, mientras realizaba una travesía desde el océano Atlántico hasta Asunción del Paraguay, Alvar Núñez Cabeza de Vaca divisó las sorprendentes cataratas del río Iguazú y las bautizó como «saltos de Santa María», nombre que con el tiempo fue reemplazado por su primitiva denominación guaraní Iguazú (antigua ortografía de yguasu 'gran cantidad de agua', de y 'agua' y guazú 'grande').

Por entonces la región era habitada por indígenas de la etnia mbyá-guaraní, quienes alrededor de 1609 comenzaron a vivir el proceso evangelizador protagonizado por los sacerdotes jesuitas de la Compañía de Jesús, quienes desarrollaron en la región una experiencia única Latinoamérica: la conformación de un sistema reduccional que llegó a contar con 30 pueblos distribuidos en las regiones del Tapé y La Guayrá (actualmente sur de Brasil y Paraguay, toda la provincia argentina de Misiones y parte del norte de Corrientes).

Por diferencias políticas y económicas con la Corona de España los jesuitas fueron expulsados de la región en 1768. La zona de las cataratas pasó así al olvido hasta junio de 1881 —poco antes de la federalización de Misiones— momento en que la provincia de Corrientes, que ejercía la jurisdicción, vende 50 leguas cuadradas de tierras sobre los ríos Paraná, Iguazú y Uruguay a Severo Fernández y Ernesto Arnadey. Estos transfieren sus derechos en octubre de ese mismo año a Rafael Gallino quien vuelve a enajenarlos a favor de Gregorio Lezama.

En diciembre de 1881 Misiones se separa de Corrientes y en 1882 asume el primer gobernador Rudecindo Roca que divide el territorio en 5 departamentos. Uno de sus comandantes, Francisco Cruz, llega hasta la confluencia de los río Paraná y río Iguazú transportando una comisión científica alemana que buscaba tierras para colonizar. Esta expedición era costeada por Ledesma (propietario de las tierras de Iguazú) y dirigida por el explorador Carlos Bossetti. Entre los expedicionarios se encontraba también Jordan Hummell, que años más tarde organizaría el primer viaje turístico a las Cataratas. Así las cataratas son “descubiertas” nuevamente y vuelven a ser admiradas.

En 1888, Gregorio Lezama vende las «tierras del Iguazú» a Martín Erracaborde Cía.

En 1902, el Ministerio del Interior de Argentina, encomendó al arquitecto paisajista Carlos Thays, realizar un estudio de las cataratas, que fue la base para la creación del Parque Nacional Iguazú, en 1934, que posee 67.620 hectáreas de selva.

El 20 de septiembre de 1895, el gobernador Balestra divide la provincia en 14 departamentos. El departamento de Iguazú pasa a integrar el departamento Frontera junto a Manuel Belgrano, Eldorado y parte de San Pedro.

El 19 de julio de 1897, se designa juez de paz de la incipiente población de Iguazú a Alberto Mugica. Para entonces, Jordan Hummell, acompañado de los señores Nuñez y Gibaja ya habían realizado una nueva incursión hasta las Cataratas del Iguazú, pero por el lado brasileño, ya que el lado argentino la selva era impenetrable. De ese viaje llevaron al gobierno su interés en promover la llegada de turistas.

Paseos


Vista de las Cataratas desde el mirador que se encuentra en el circuito inferior.


Algunos de los saltos del lado argentino.


Cataratas del lado argentino desde el Paseo Superior.


Vista aérea.

Los paseos se encuentran mayormente en el lado argentino, aunque desde el lado brasileño se tiene una vista panorámica.
  • Paseo Inferior:
Partiendo desde el mirador, que recuerda por su figura a un faro y se destaca del entorno por su color blanco, se desciende por numerosas escalinatas (algunas fueron talladas en la misma roca) hacia el río Iguazú y se transita por un bello sendero pedestre. Rodeado por la exuberante selva podrá disfrutar de una hermosa visión de la parte inferior de los saltos.
Comenzando la visita en el salto Lanusse y pasando por el Álvar Núñez Cabeza de Vaca, llegará a un espléndido punto panorámico desde donde tendrá una primera vista de la Garganta del Diablo. Avanzando un poco más se observa la isla San Martín y a su derecha el salto homónimo. Al final del sendero se encuentra el salto Bossetti.
Si permanecemos largo tiempo terminaremos mojados, pues allí el vapor de agua producido por el choque del agua contra las rocas forma una tenue pero incesante lluvia. Descendiendo por el sendero hacia Punta Peligro podrá, si en ese momento se encuentra habilitado, navegar por el río Iguazú y cruzar a la isla San Martín. Ya de regreso se pasa por el salto Dos Hermanas, donde antes se podía gozar de un refrescante baño en la enorme pileta natural que se forma en su base, ya que ahora dicha actividad se encuentra prohibida.
  • Paseo Superior:
Partiendo desde el mismo sitio antes mencionado, recorrerá, como el nombre del paseo indica, la parte superior de las caídas de agua. El punto de observación desde un nivel más alto cambia por completo la visión del paisaje. Verá prácticamente a sus pies despeñarse las turbulentas aguas.
De esta manera visitará nuevamente el salto Dos Hermanas, el Bossetti, el Chico, que serán un pequeño adelanto de la imponente Garganta del Diablo. En este sitio, donde el agua cae desde aproximadamente 70 metros de altura, nos sorprenderá el ensordecedor bramar del agua, permanentemente cubiertas por densas columnas de vapor, que despide el choque del agua con las rocas.
  • Garganta del Diablo:
Se accede a través del Tren de las Cataratas, descendiendo en la Estación Garganta del Diablo. A partir de allí se realiza una caminata por la nueva pasarela, que serpenteando entre las islas, recorre 1100 metros hasta los amplios balcones ubicados junto al borde y frente de la Garganta del Diablo. La duración de este paseo es de 2 horas y el último tren parte a las 16:30 h.
  • Isla San Martín:
Es posible llegar a la Isla de San Martín a través del servicio de botes que salen desde el circuito inferior. Desde aquí podrán observar una vista panorámica de la Garganta del Diablo, de la Ventana (con su dormidero de jotes), y del salto San Martín.
  • Sendero Macuco:
Este sendero de treking es una de las salidas tradicionales para los amantes de la observación de la naturaleza. Una antigua picada de extracción forestal de 3600 m de longitud por ambiente selvático. Este sendero permite acceder a una cascada de 20 m en plena selva. Es una oportunidad para conocer selva, y avistar macucos, monos, coatíes, pavas de monte, un sinfín de insectos y ocasionalmente víboras de coral.
Cabe recordar que dentro del parque se encuentra el hotel Sheraton (antes: hotel Internacional Iguazú), que cuenta con una vista panorámica de la Garganta del Diablo y de los saltos brasileños.
En 1984 el sector argentino de las cataratas, el Parque Nacional Iguazú, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Posteriormente en 1986, el sector de Brasil, que se encuentra en el Parque Nacional do Iguaçu, también fue declarado Patrimonio de la Humanidad. Las cataratas lindan con Argentina y Brasil, y están a pocos kilómetros de la triple frontera con Paraguay.
Cerca de las cataratas, se encuentra Puerto Iguazú, en la confluencia de los ríos Iguazú y Paraná.
Las cataratas son el principal centro turístico del noreste de Argentina, y uno de los principales de todo el país.
Panorama de algunos de los saltos del lado argentino.

Panorama de algunos de los saltos del lado argentino.

Distribución de las Cataratas entre Argentina y Brasil

Las cataratas del Iguazú se hallan dispuestas en una forma que parece una gran "J" inversa. En la margen derecha (norte) se encuentra el territorio brasileño, el cual posee poco más de un 20 % de los saltos de dichas cataratas; y del lado izquierdo (sur) se hallan los saltos argentinos, los cuales conforman casi un 80 % de las cataratas. Para conocer completamente y apreciar del todo estas cataratas, la recomendación es visitar tanto el lado argentino como el brasileño, porque de un lado se aprecia panorámicamente el otro, y viceversa. Surge de esta distribución el dicho que “desde Brasil se ven las cataratas, y desde Argentina se viven” (desde Brasil se tiene una panorámica impactante de la mayoría de los saltos, los cuales pueden ser recorridos en vividamente del lado argentino). Sin embargo, uno se mueve entre los saltos del lado argentino, no sólo en las pasarelas que permiten casi tocar el agua, sino también en los paseos en lancha, que permiten ir hasta al lado de las impactantes caídas de agua, e incluso, se puede adentrar hasta la mismísima Garganta del Diablo, si se parte en lancha desde territorio argentino.

Las cataratas del Iguazú vistas desde el lado brasileño hacia el lado argentino.

Una de las siete maravillas naturales del mundo


Vista de las cataratas (en el centro la garganta del Diablo)

Video Clip: Vista panorámica de las cataratas.


Cataratas del Iguazú.


Vista aérea de las cataratas.

El 11 de noviembre de 2011, las cataratas del Iguazú fueron elegidas provisionalmente como una de las «Siete maravillas naturales del mundo». El 22 de febrero de 2012 la fundación New7Wonder finalmente confirmó que estas cataratas son oficialmente una de las «Siete maravillas naturales del mundo». Más de mil millones de personas en todo el mundo votaron para elegir a las Siete Maravillas. Lo hicieron por Internet por mensaje de texto. “Estas maravillas sobreviven a todas las maravillas que existen y podrán existir porque son maravillas de la naturaleza”, sostuvo el embajador brasileño Enio Cordeiro.
Para llegar a estar entre las siete maravillas, las Cataratas tuvieron que dejar atrás a 440 atractivos de 220 países.
«Nuestra visión de Iguazú como una de las 7 maravillas de la naturaleza es la promoción de las Cataratas a través de una forma de turismo que hace un impacto mínimo sobre el medio ambiente, al tiempo que ayuda a crear empleos de calidad para la población local», dijo Bernard Weber, quien agradeció a los votantes, a los Comités Oficiales de Apoyo, y a los gobiernos de Argentina y Brasil por su compromiso con el éxito de la campaña.
El pasar a ser una de las siete maravillas naturales del mundo redundó, sólo en el primer año, en un aumento en el volumen de turismo en aproximadamente 300 000 personas.