Puntos Sobresalientes de Génesis 11 a 16

Puntos Sobresalientes de Génesis 11 a 16


Lectura de la Biblia: Génesis 11 a 16

w04 15/1 pág. 27 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)

Respuestas a preguntas bíblicas:

12:1-3. ¿Cuándo entró en vigor el pacto abrahámico, y por cuánto tiempo? El pacto que hizo Jehová con Abrán de que “se bendecir[ían] por medio de [él] todas las familias del suelo” entró en vigor, al parecer, cuando Abrán cruzó el Éufrates de camino a Canaán el 14 de Nisán del año 1943 a.E.C., esto es, cuatrocientos treinta años antes de que se liberara a Israel de Egipto (Éxodo 12:2, 6, 7, 40, 41). El pacto abrahámico es “un pacto hasta tiempo indefinido”. Sus términos exigen que se extienda hasta que se haya consu-mado la destrucción de todos los enemigos de Dios y la bendición de las familias de la Tierra (Génesis 17:7; 1 Corintios 15:23-26).
15:13. ¿Cuándo se cumplieron los predichos cuatrocientos años de aflicción de la prole de Abrán? Este período de aflicción comenzó en 1913 a.E.C., en el día en que su hijo Isaac fue destetado a la edad de cinco años y su medio hermano Ismael, de 19 años, ‘se burló’ de él (Génesis 21:8-14; Gálatas 4:29). Acabó en 1513 a.E.C., con la liberación de los israelitas del yugo egipcio.
16:2. ¿Estuvo bien que Sarai ofreciera a su sirvienta Agar para que fuera esposa de Abrán? Aquello era la costumbre de la época: la esposa estéril estaba obligada a dar una concubina a su marido con el fin de producir herederos. La práctica de la poligamia surgió por primera vez entre los descendientes de Caín. Poco a poco se convirtió en una costumbre que acabaron aceptando algunos siervos de Jehová (Génesis 4:17-19; 16:1-3; 29:21-28). No obstante, Dios nunca cambió su norma original, a saber: la monogamia (Génesis 2:21, 22). Noé y sus hijos, a quienes se les reiteró el mandato de ‘ser fructíferos y llenar la tierra’, eran monógamos (Génesis 7:7; 9:1; 2 Pedro 2:5). Más adelante, Jesu-cristo confirmó esta norma original (Mateo 19:4-8; 1 Timoteo 3:2, 12).

Lecciones para nosotros:

13:8, 9. Tenemos en Abrahán un magnífico ejemplo a la hora de zanjar diferencias. Nunca debemos sacrificar las buenas relaciones con los demás por motivos económicos, preferencias personales u orgullo.
15:5, 6. Al ver que envejecía y todavía no había engendrado un hijo, Abrahán habló de ello con su Dios, quien entonces lo confortó. En consecuencia, Abrahán “puso fe en Jehová”. Si le abrimos nuestro corazón a Jehová en oración, aceptamos el consuelo que nos da mediante la Biblia y le obedecemos, nuestra fe se fortalecerá.
15:16. ¿Por qué se retuvo Jehová de ejecutar sentencia sobre los amorreos (o cana-neos) durante cuatro generaciones? Porque es paciente. Esperó hasta que no hubo nin-guna posibilidad de mejora. Como Jehová, nosotros también hemos de ser pacientes.


Puntos Sobresalientes de Génesis 11


it-1 pág. 1015 Génesis, Libro de
Durante la segunda generación postdiluviana, la gente empieza a edificar una torre en abierto desafío al propósito de Dios de dispersarlos; Jehová confunde sus lenguas y los dispersa

w12 1/3 pág. 19 "Las cosas anteriores no serán recordadas"
¿Qué es la nueva tierra? Examinemos dos detalles que nos llevan a la conclusión correcta. Para empezar, cuando la Biblia utiliza el término tierra, a veces se refiere a la gente, no al planeta (Salmo 96:1; Génesis 11:1). Además, las Escrituras predicen que bajo el Reino de Dios, todos aprenderán a ser justos y reinará la justicia (Isaías 26:9). La nueva tierra, por tanto, se refiere a una sociedad formada por personas que aceptan el gobierno de Dios y obedecen sus justas normas.

Jueves, 19 de agosto 2010 Toda la tierra continuaba siendo de un solo lenguaje y de un solo conjunto de palabras (Gén. 11:1).
Cuando Jehová creó a Adán, no solo le concedió la capacidad de hablar, sino también la de formar nuevas palabras que ampliaran su vocabulario (Gén. 2:19, 20, 23). ¡Qué regalo tan maravilloso! Gracias a él podemos comunicarnos incluso con nuestro Padre celestial y alabar su glorioso nombre. Durante los primeros diecisiete siglos de existencia humana, se hablaba una sola lengua, "un solo conjunto de palabras". Pero las cosas cambiaron cuando estalló la rebelión de los días de Nemrod. Desobedeciendo las órdenes de Jehová, un grupo de personas se reunió en lo que más tarde se conocería como Babel con la firme intención de quedarse a vivir allí. Emprendieron la construcción de una enorme torre, pero no para darle gloria a Dios, sino para hacerse "un nombre célebre". Por eso, Jehová los confundió haciendo que hablaran idiomas distintos y así los obligó a diseminarse por toda la Tierra (Gén. 11:4-8). (w08 15/8 pág. 21)

w13 15/2 pág. 7 párr. 20 Esta es nuestra herencia espiritual
20 Nemrod controlaba Babel y otras ciudades situadas entre los ríos Tigris y Éufrates (Gén. 10:10). Posiblemente, él dirigió la construcción de Babel y su torre alrededor del año 2269 antes de nuestra era. Con el claro objetivo de ir en contra del propósito de Jehová —que la humanidad se extendiera por toda la Tierra—, los edificadores decían: "¡Vamos! Edifiquémonos una ciudad y también una torre con su cúspide en los cielos, y hagámonos un nombre célebre, por temor de que seamos esparcidos por toda la superficie de la tierra". Pero ese acto de rebelión no tuvo éxito porque "allí había confundido Jehová el lenguaje" de la gente, y los que pretendían construir la torre fueron "esparcidos por toda la superficie de la tierra" (Gén. 11:1-4, 8, 9). Si lo que Satanás quería era crear una religión para que todos lo adoraran a él, su plan fue un auténtico fracaso. A lo largo de la historia, la adoración a Jehová ha salido vencedora, y en nuestros días sigue aumentando más y más.

¡Vamos! Edifiquémonos una ciudad y también una torre con su cúspide en los cielos, y hagámonos un nombre célebre (Gén. 11:4)
Al fundar la ciudad de Babel, y edificar una torre que Nemrod dio inicio, según la tradición, sufrió una muerte violenta. Era de esperarse que después de su muerte los babilonios lo tuvieran en gran estima por haber sido el fundador, edificador y
primer rey de la ciudad. Como al dios Marduk (Merodac) se le consideraba el fundador de Babilonia y varios reyes babilonios tomaron de él su nombre, algunos eruditos piensan que Marduk era Nemrod deificado (2 Rey.25:27; Isa.39:1; Jer. 50:2). En tal caso, la idea de que el hombre tiene un alma que pervive después de la muerte debe haber sido común al menos para el tiempo en que murió Nemrod. De cualquier modo, las páginas de la historia revelan que, después del Diluvio, la enseñanza de la inmortalidad del alma nació en Babel, o Babilonia. w 1/4/99 11, 12

w11 15/9 pág. 27 párr. 9 ¿Me conoce Jehová?
9 Si queremos que Jehová nos conozca como siervos aprobados, sería insensato tratar de satisfacer esos deseos yendo en contra de su voluntad. Algunos caen en este error al elegir tratamientos médicos contrarios a los principios bíblicos. Otros lo hacen al aceptar empleos que no les dejan tiempo para su familia o les hacen perder reuniones de la congregación. Y hay quienes cometen esa equivocación al cultivar relaciones románticas con quienes no comparten su fe. ¿De verdad aprecian su relación con Jehová los cristianos que actúan de estas maneras? Pensemos en el caso de Abrahán. Si se hubiera cansado de esperar a que se cumplieran las promesas divinas y hubiera decidido mejorar su situación por su cuenta, tal vez volviendo a tener un domicilio fijo y haciéndose famoso entre la gente, ¿qué habría pensado Jehová? (Compárese con Génesis 11:4.) ¿Le habría seguido concediendo su favor?

w13 1/9 pág. 12 ¿Realmente surgieron los idiomas en la torre de Babel?
Según la Biblia, Jehová hizo que la gente empezara a hablar en idiomas distintos debido a que se rebelaron contra él (Génesis 11:4-7). Sin embargo, ha prometido dar "a pueblos el cambio a un lenguaje puro, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para servirle hombro a hombro" (Sofonías 3:9). Dicho "lenguaje puro", la verdad de su Palabra, está uniendo a gente de todo el planeta. Es lógico pensar, pues, que en el futuro, Jehová unirá aún más a la humanidad entera dándole un solo idioma, tal como antes de la torre de Babel.

w08 1/7 pág. 12 ¿Toma usted en cuenta el propósito de Dios al planear el
futuro?
¿Qué decidió hacer Dios con los rebeldes de Babel? Hizo que empezaran a hablar en idiomas distintos para que no pudieran comunicarse. Y después "los esparció desde allí sobre toda la superficie de la tierra" (Génesis 11:5-8). Aquellos hombres aprendieron por las malas una importante lección: siempre que los planes humanos entran en conflicto con el propósito divino, lo que triunfa es la voluntad de Dios. La Biblia lo deja bien claro al decir: "El consejo de Jehová es lo que subsistirá" (Proverbios 19:21). ¿Tomará usted en cuenta estas lecciones del pasado?

w08 15/6 pág. 9 párr. 10 ¿De qué cosas debemos huir los cristianos?
10 Hoy en día, miles de millones de personas pertenecen a una multitud de religiones cuyas prácticas se originaron en la antigua Babilonia (Gén. 11:6-9). En su conjunto, a estas religiones se les llama "Babilonia la Grande, la madre de las rameras y de las cosas repugnantes de la tierra" (Rev. 17:5). A lo largo de la historia, la religión falsa ha apoyado a los líderes políticos de este mundo. Entre las cosas repugnantes de las cuales es responsable, están las numerosas guerras en las que cientos de millones de personas han perdido la vida (Rev. 18:24). A esto hay que agregar el abuso de menores y otros actos de inmoralidad sexual cometidos por clérigos y tolerados por las autoridades eclesiásticas. ¿Verdad que no nos extraña que Jehová vaya a eliminar pronto a la religión falsa? (Rev. 18:8.)

w04 1/1 pág. 31 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 1)
9:1; 11:9. Ninguna treta ni esfuerzo humano puede frustrar el propósito de Jehová.

w09 15/8 pág. 3 párr. 3 La vida eterna en la Tierra: una esperanza que Dios
nos ha dado
La duración de la vida se hacía cada vez más corta. Aunque Adán vivió 930 años, Sem, que sobrevivió al Diluvio, solo vivió 600, y su hijo Arpaksad, 438. Taré, el padre de Abrahán, vivió 205 años; Abrahán, 175; Isaac, 180, y Jacob, 147 (Gén. 5:5; 11:10-13, 32; 25:7; 35:28; 47:28). La gente debió de entender lo que esto significaba: la esperanza de vivir para siempre se había perdido. ¿Había alguna razón para creer que dicha esperanza se podía recuperar?

w12 1/1 pág. 3 ¿Quién fue Abrahán?
Abrahán nació en el año 2018 antes de nuestra era y creció en la grande y próspera ciudad de Ur (Génesis 11:27-31). Allí era muy común adorar ídolos. Parece que hasta su propio padre, Taré, lo hacía (Josué 24:2). Pero Abrahán, en vez de rendir culto a las imágenes inertes de otros dioses, prefirió adorar únicamente a Jehová.
¿Qué lo llevó a tomar esa decisión? Sabemos que fue contemporáneo de Sem — un hijo de Noé— durante ciento cincuenta años, así que es posible que se conocieran y pasaran tiempo juntos. Si ese fue el caso, puede que el anciano Sem le contara cómo sobrevivió al diluvio universal y que le hiciera comprender la importancia de adorar a Jehová, el Dios que los había conservado con vida a él y su familia.
Sea que Abrahán haya conocido al Dios verdadero por Sem o por cualquier otro medio, la cuestión es que lo que aprendió dejó huella en él. Y cuando Jehová —"el examinador de los corazones"— vio sus buenas cualidades, lo ayudó a potenciarlas (Proverbios 17:3; 2 Crónicas 16:9).

w07 15/8 págs. 12-13 'Oh Jehová, ponme a prueba'
Las situaciones que ponen a prueba nuestra fe y nuestras motivaciones no son una novedad para los siervos de Jehová. Pensemos en el patriarca Abrahán. La Biblia explica que "el Dios verdadero puso a prueba a Abrahán" (Génesis 22:1). En realidad, su fe en Dios ya había sido puesta a prueba anteriormente. Décadas atrás, Jehová le había pedido que se mudara con su familia desde la próspera ciudad de Ur hasta una tierra desconocida (Génesis 11:31; Hechos 7:2-4). Este hombre —que debía de poseer su propia casa en Ur— no adquirió ninguna residencia permanente en Canaán, donde vivió durante unos cien años (Hebreos 11:9). La vida nómada de Abrahán y su familia los exponía al hambre y al ataque de saqueadores armados, así como a peligros relacionados con los gobernantes paganos de la región. Durante todo aquel período, Abrahán demostró que su fe era de una calidad extraordinaria.

g05 8/6 pág. 12 ¿Es malo ser ambicioso?
Por causa de su devoción a Dios, Abrahán dejó lo que a todas luces constituía una vida cómoda y próspera en Ur (Génesis 11:31). Más tarde, a fin de conservar la paz, estuvo dispuesto a ceder poder y autoridad cuando le ofreció a su sobrino Lot la mejor parte de la tierra para que viviera en ella (Génesis 13:8, 9). No hay nada en la Biblia que dé la imagen de Abrahán como un hombre ambicioso. Al contrario, su fe, obediencia y humildad hicieron que Dios lo considerara un "amigo" verdadero (Isaías 41:8).

w01 15/8 pág. 16 párr. 8 Abrahán, un ejemplo de fe
8 ¿Qué fue de la familia más cercana de Abrán? Es evidente que la fe y convicción del patriarca tuvieron un efecto palpable en ellos, pues tanto su esposa, Sarai, como su sobrino huérfano, Lot, se sintieron impulsados a obedecer las instrucciones de Dios y dejar Ur. Su hermano, Nacor, y algunos de los descendientes de este se fueron más tarde de Ur y fijaron su residencia en Harán, donde adoraron a Jehová (Génesis 24:1-4, 10, 31; 27:43; 29:4, 5). Hasta su padre, Taré, decidió irse con su hijo. Por ello, la Biblia le atribuye a él, el cabeza de familia, la marcha a Canaán (Génesis 11:31). ¿Obtendríamos nosotros buenos resultados si diéramos testimonio con tacto a nuestros parientes?

km 7/01 pág. 4 párrs. 2-3 ¿Puede servir donde hay más necesidad?
2 Se precisan fe y confianza. Por indicación divina, Abrán salió de su ciudad natal, Ur, y recorrió 1.000 kilómetros hasta Harán junto con su esposa, su sobrino y su envejecido padre, Taré (Gén. 11:31, 32; Neh. 9:7). Tras la muerte de este último, Jehová ordenó a Abrán, entonces de 75 años, que dejara a sus parientes en Harán y se fuera al país que le mostraría. Abrán, Sarai y Lot "procedieron a salir" (Gén. 12:1, 4, 5). Claro está, Abrán no fue a servir a donde había más necesidad de ministros. No obstante, para obedecer a Dios, debía tener algo. ¿De qué se trataba?
3 Necesitó fe y confianza para embarcarse en aquella empresa. Tuvo que cambiar la manera de pensar y de vivir, y dejar la seguridad que le proporcionaban sus parientes. No obstante, confió en que Jehová cuidaría de él y de su casa. Muchos cristianos han demostrado su confianza en Jehová de un modo parecido.

wt cap. 6 págs. 54-55 párr. 10 La cuestión que todos debemos afrontar
10 Abrahán y Sara fueron también buenos ejemplos en lo que respecta a apoyar la soberanía de Jehová, pues hicieron todo lo que él les mandó. El matrimonio vivía en la próspera ciudad de Ur de los caldeos, pero cuando Jehová le dijo a Abrahán que se trasladara a un país que no conocía, "se fue tal como le había hablado Jehová". Sara llevaba, sin duda, una vida cómoda en Ur, pues tenía un hogar, amigos y familiares. No obstante, fue sumisa a Dios y a su esposo, y se marchó a la tierra de Canaán, aunque no sabía con qué condiciones se encontraría allí (Génesis 11:31-12:4; Hechos 7:2-4).


Puntos Sobresalientes de Génesis 12


it-1 pág. 1015 Génesis, Libro de Jehová se relaciona con Abrahán (11:10-25:26)
Abrán, descendiente de Sem, abandona Ur en obediencia a la llamada de Dios
Abrán recibe en Canaán la promesa de que su descendencia heredará aquella tierra

Martes 18 de noviembre 2014
Vete de tu país y de tus parientes [...] al país que yo te mostraré (Gén.
12:1).
Podemos hacernos una idea de cómo se sintió Abrahán, que aún se llamaba Abrán, cuando Jehová le dijo lo que leemos en el texto de hoy. Si aquel hombre fiel sintió algún temor, sin duda se le disipó al oír lo que Jehová siguió diciéndole: "Haré de ti una nación grande y te bendeciré [...], y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré" (Gén. 12:2, 3). Con esas palabras, Jehová se comprometió a ser un refugio seguro para Abrahán y sus descendientes (Gén. 26:1-6). Y cumplió su promesa. Por ejemplo, impidió que el faraón de Egipto y el rey de Guerar, Abimélec, violaran a Sara y mataran a Abrahán. También protegió a Isaac y Rebeca de un modo parecido (Gén. 12:14-20; 20:1-14; 26:6-11). Y "no permitió que ningún humano los defraudara, antes bien, a causa de ellos censuró a reyes, diciendo: 'No toquen ustedes a mis ungidos, y a mis profetas no hagan nada malo'" (Sal. 105:14, 15). w13 15/3 4:4, 5

Martes, 11 de noviembre 2008 Vete de tu país y de tus parientes y de la casa de tu padre al país que yo te
mostraré (Gén. 12:1).
Abrahán tenía unos 75 años cuando Dios le dijo lo que leemos en el texto de hoy. Imaginese que a usted le mandaran dejar su casa, sus amigos, su país y la seguridad que le proporcionan sus numerosos parientes para ir a vivir a una tierra que no conoce. A Abrahán se le mandó hacer precisamente eso. ¿Y qué hizo? "Se fue tal como le había hablado Jehová", y durante el resto de su vida moró en tiendas de campaña como extranjero y nómada en la tierra de Canaán (Gén. 12:4; Heb. 11:8, 9). Aunque Jehová le había prometido que llegaría a ser "una nación grande", Abrahán murió mucho antes de que su descendencia se hiciera numerosa (Gén.12:2). Sara, su esposa, no le dio más que un hijo, Isaac, y este nació cuando Abrahán ya llevaba veinticinco años recorriendo la tierra de la promesa (Gén. 21:2, 5). Aun así, Abrahán no se cansó ni regresó a Ur, la ciudad de la que había salido. ¡Qué ejemplo de fe y aguante! w07 1/6 2:5, 6

w07 1/8 pág. 25 párr. 17 "Guárdense de toda suerte de codicia"
17 Cifrar nuestra esperanza en las riquezas no es una buena idea, ya que estas son "inseguras". El patriarca Job, por ejemplo, era muy rico. Pero cuando las desgracias le sobrevinieron súbitamente, sus riquezas no le sirvieron de nada, pues lo perdió todo de la noche a la mañana. Más bien, fue su fuerte relación con Dios lo que lo sostuvo a través de todas sus pruebas y aflicciones (Job 1:1, 3, 20-22). Abrahán, por su parte, no dejó que sus numerosos bienes le impidieran aceptar una difícil comisión de Jehová. Y como recompensa, llegó a ser "padre de una muchedumbre de naciones" (Génesis 12:1, 4; 17:4-6). Ambos hombres —como muchos otros— son ejemplos dignos de imitar. Así pues, seamos jóvenes o mayores, todos debemos examinarnos para ver a qué concedemos verdadera importancia en nuestra vida y en qué ciframos nuestra esperanza (Efesios 5:10; Filipenses 1:10).

w03 1/11 pág. 17 Las cristianas fieles: valiosas adoradoras de Dios
¿Le gustaría analizar más ejemplos de mujeres fieles mencionadas en la Biblia? En tal caso, lea los siguientes pasajes bíblicos. Al meditar en cada uno de estos casos, trate de captar algunos principios que pueda aplicar más de lleno en su vida (Romanos 15:4).
♦ Sara: Génesis 12:1, 5; 13:18a; 21:9-12; 1 Pedro 3:5, 6.

w07 15/2 pág. 21 párr. 16 Esposas, respeten profundamente a sus esposos
16 El apóstol Pedro escribió: "Así [... ] se adornaban en otros tiempos las mujeres santas que esperaban en Dios, sujetándose a sus propios esposos" (1 Pedro 3:5). Estas mujeres comprendían que si prestaban atención a los consejos de Jehová y los ponían en práctica, tendrían una familia feliz y la recompensa de la vida eterna. Pedro mencionó a Sara, la hermosa esposa de Abrahán, y destacó que "obedecía [a su esposo], llamándolo 'señor'". Abrahán fue un fiel siervo de Dios que recibió la asignación divina de mudarse a una tierra distante. Sara lo apoyó en todo momento, aun cuando esto implicara renunciar a algunas comodidades y poner en peligro su propia vida (Génesis 12:1, 10-13). Por eso, el apóstol puso a Sara como ejemplo y encomió su valentía al decir: "Ustedes han llegado a ser hijas de ella, con tal que sigan haciendo el bien y no teman a ninguna causa de terror" (1 Pedro 3:6).

w00 1/9 págs. 19-20 párr. 5 ¿Qué significa para nosotros nuestra valiosa
herencia?
5 En el cumplimiento de su propósito para con la Tierra, Jehová trató de manera especial con Abrahán. Dijo a ese hombre fiel que se marchara de su país y se mudara a la tierra que él mismo le mostraría. Abrahán obedeció de buena gana. Cuando llegó, Jehová le dijo que serían sus descendientes quienes heredarían la tierra, no él mismo (Génesis 12:1, 2, 7). ¿Cómo reaccionó Abrahán? Estuvo dispuesto a servir a Jehová donde y como él indicara para que sus descendientes pudieran recibir la herencia. Sirvió a Jehová durante cien años en una tierra que no era suya, hasta su muerte (Génesis 12:4; 25:8-10). ¿Lo hubiéramos hecho nosotros? Jehová dijo que Abrahán era su "amigo" (Isaías 41:8).

w04 15/1 pág. 27 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
12:1-3. ¿Cuándo entró en vigor el pacto abrahámico, y por cuánto tiempo? El pacto que hizo Jehová con Abrán de que "se bendecir[ían] por medio de [él] todas las familias del suelo" entró en vigor, al parecer, cuando Abrán cruzó el Éufrates de camino a Canaán el 14 de Nisán del año 1943 a.E.C., esto es, cuatrocientos treinta años antes de que se liberara a Israel de Egipto (Éxodo 12:2, 6, 7, 40, 41). El pacto abrahámico es "un pacto hasta tiempo indefinido". Sus términos exigen que se extienda hasta que se haya consumado la destrucción de todos los enemigos de Dios y la bendición de las familias de la Tierra (Génesis 17:7; 1 Corintios 15:23-26).

g01 8/5 pág. 21 ¿Era Jehová el Dios tribal de los judíos?
El pacto de Jehová con Abrahán —que entró en vigor siglos antes de la era cristiana— prometía bendiciones para la gente de todas las naciones, lo que puso de manifiesto el interés de Dios por toda la humanidad (Génesis 12:1-3; Hechos 10:34, 35; 11:18).

w02 1/6 págs. 16-17 párr. 15 Deleitémonos en la justicia de Jehová
15 Además, la condición de justo en el hombre está íntimamente relacionada con lo que hay en su corazón —fe en Jehová y sus promesas, así como gratitud y amor por él y sus futuras bendiciones— y no solo con cumplir los requisitos de Dios. Las Escrituras afirman que Abrahán "puso fe en Jehová; y él procedió a contárselo por justicia" (Génesis 15:6). Abrahán no tenía fe únicamente en la existencia de Dios, sino también en la promesa de la "descendencia" (Génesis 3:15; 12:2; 15:5; 22:18). Basándose en esa clase de fe y las consiguientes obras, Jehová inició una relación con Abrahán y otros siervos fieles, y los bendijo a pesar de que eran imperfectos (Salmo 36:10; Romanos 4:20¬22).

W01 1/11 págs. 27-28 "La bendición de Jehová... eso es lo que enriquece"
Abrahán también poseía cualidades que agradaban a Jehová. La principal era la fe (Hebreos 11:8-10). Dejó una vida cómoda en Ur y posteriormente en Harán porque tenía fe en la promesa divina de que su descendencia se multiplicaría y resultaría ser una bendición para todas las naciones (Génesis 12:2, 3). A pesar de muchos años de pruebas, vio recompensada su fe cuando nació su hijo Isaac, mediante quien llegó a ser el antepasado de la nación escogida de Dios, Israel, y finalmente del Mesías (Romanos 4:19-21). Además, Abrahán es "el padre de todos los que tienen fe" y vino a ser llamado "amigo de Jehová" (Romanos 4:11; Santiago 2:23; Gálatas 3:7, 29). ¡Cuánto sentido tuvo su vida, y de qué abundantes bendiciones disfrutó!

w12 1/1 pág. 11 Abrahán: un hombre de amor
Siempre que Jehová le mandaba algo, él obedecía de inmediato (Génesis 12:4; 17:22, 23; 21:12-14; 22:1-3). No importaba que la tarea fuera difícil o la razón por la que Dios quería que la realizara. Eso era lo de menos para Abrahán. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que Dios le pidiera; para él era la oportunidad de demostrar el amor que le tenía.
¿QUÉ NOS ENSEÑA SU EJEMPLO? Que debemos manifestar cariño y afecto por otros, sobre todo si son parte de la familia. No queremos que las inquietudes de la vida nos absorban tanto que apenas dediquemos tiempo a nuestros seres más queridos.
Otra cosa que aprendemos es que necesitamos cultivar amor sincero por Jehová. Ese amor puede ejercer una gran influencia en nuestra vida. Puede impulsarnos a hacer cambios en nuestra actitud, conducta y forma de hablar con tal de agradar a Dios (1 Pedro 1:14-16).

w06 1/2 pág. 5 Prosperidad auténtica en el nuevo mundo de Dios
Entre los fieles siervos de Dios se destaca Abrahán, quien tenía muchas riquezas en ganado, plata y oro, así como centenares de siervos (Génesis 12:5; 13:2, 6, 7). El justo Job también poseía muchos bienes: ganado, siervos, oro y plata (Job 1:3; 42:11, 12). Estos hombres fueron ricos incluso según los criterios actuales, pero, sobre todo, fueron ricos para con Dios.

Jueves, 11 de marzo 2010 A tu descendencia voy a dar esta tierra (Gén. 12:7).
De niño, cuando vivía en Egipto, Josué tuvo que haberse enterado de que Jehová había prometido a los israelitas que tendrían su propia tierra (Gén. 50:24, 25; Éxo. 3:8). Ya de adulto, vio cómo Jehová empezó a cumplir aquella promesa enviando las diez plagas contra Egipto y obligando al obstinado faraón a dejar que Israel se marchara. Josué estuvo entre los israelitas que cruzaron el mar Rojo y vio cómo las aguas se tragaban al faraón y su ejército. Durante un largo viaje por el desierto de Sinaí, un "desierto grande e inspirador de temor", Josué vio que Jehová proporcionó a los israelitas todo lo necesario: ni uno solo de ellos murió de hambre o de sed (Deu. 8:3-5, 14-16; Jos. 24:5-7). Cuando llegó el momento para conquistar a las poderosas naciones cananeas y tomar posesión de la Tierra Prometida, Josué también fue testigo presencial de que el Dios a quien los israelitas adoraban los estaba apoyando (Jos. 10:14,42). w08 15/5 4:5

T-72 págs. 4-5 El nombre más grande
Las Santas Escrituras dicen: "Todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo" (Romanos 10:13). Nuestra salvación en el día del juicio estará relacionada con nuestro conocimiento del nombre de Dios, lo cual implica aprender cuáles son sus atributos, obras y propósitos, así como vivir en conformidad con sus elevados principios. Por ejemplo, Abrahán conocía e invocaba el nombre divino, y por esta causa gozó de una buena relación con Dios, puso fe en él, confió en él y le obedeció. Así se hizo su amigo. De la misma forma, conocer el nombre de Dios nos acerca a él y nos ayuda a cultivar una relación personal con él, lo cual nos asegura su amor (Génesis 12:8; Salmo 9:10; Proverbios 18:10; Juan 17:26; Santiago 2:23).

w12 15/10 págs. 7-8 párrs. 3-5 Afrontemos con valentía los golpes de la vida
3 Aunque los problemas afectan hoy día a más gente que nunca, lo cierto es que existen desde hace milenios. Veamos cómo lograron afrontar los golpes de la vida
algunos siervos de Dios de tiempos bíblicos (Rom. 15:4).
5 Pensemos ahora en Abrahán y Sara. Ambos vivieron la mayor parte de su vida como extranjeros en tiendas de campaña. Y aunque las cosas a veces se ponían difíciles, encararon con decisión problemas como el hambre y los conflictos con naciones vecinas (Gén. 12:10; 14:14-16). ¿Cómo lo lograron? La Palabra de Dios señala que Abrahán "esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios" (Heb. 11:8-10). En lugar de dejarse arrastrar por el mundo que los rodeaba, los dos se concentraron en el futuro.

W12 1/1 pág. 8 Abrahán: un hombre valiente
Ahora bien, otra notable lección que tal vez podemos aprender de Sara es que nunca permitió que su belleza física se le subiera a la cabeza (Génesis 12:10-13). Siempre apoyó con humildad a Abrahán en las buenas y en las malas. Es obvio que Abrahán y Sara fueron una pareja fiel, humilde y amorosa, y su matrimonio resultó ser una bendición para ambos.

w13 15/5 pág. 17 párr. 11 Fortalezca su matrimonio con buena comunicación
11 Hasta el más feliz de los matrimonios es imperfecto, así que dos personas que se aman no siempre están de acuerdo. Eso es lo que les ocurrió a Abrahán y Sara (Gén. 21:9-11). Ahora bien, sus diferencias no abrieron una brecha en su unión. ¿Por qué? Porque se trataron con dignidad y respeto. Por ejemplo, Abrahán le dijo a Sara "por favor" (Gén. 12:11, 13). Y ella le obedecía y lo consideraba su "señor" (Gén. 18:12). La falta de respeto en la pareja suele manifestarse en la forma de hablar y en el tono de voz (Prov. 12:18). Si no resuelven el problema de fondo, su matrimonio podría acabar siendo un desastre (lea Santiago 3:7-10, 17, 18).

w01 15/8 pág. 20 párr. 3 Tengamos fe como la de Abrahán
3 Abrán le pidió a su esposa que utilizaran el ardid que habían acordado y que consistía en decir que ella era su hermana. Notemos que aun poseyendo autoridad patriarcal, no abusó de su posición, sino que buscó la colaboración y el apoyo de su cónyuge (Génesis 12:11-13; 20:13). Abrán dio así un buen ejemplo a los esposos, para que ejerzan su autoridad con amor, mientras que Sarai dejó un modelo para las esposas de la actualidad al demostrar sujeción (Efesios 5:23-28; Colosenses 4:6).

g 1/08 pág. 6 ¿Cómo ven Dios y Cristo a la mujer?
El interés de Jehová por el bienestar femenino se hace patente en las múltiples ocasiones en que él actuó a favor de sus siervas. Por ejemplo, dos veces impidió que violaran a Sara, la bella esposa de Abrahán (Génesis 12:14-20; 20:1-7).

Puntos Sobresalientes de Génesis 13


it-1 pág. 1015 Génesis, Libro de
Lot se separa de su tío Abrán y fija su residencia cerca de Sodoma

w01 15/8 pág. 21 párr. 9 Tengamos fe como la de Abrahán
9 Una vez que obviamente había terminado la hambruna en Canaán, "Abrán subió de Egipto —él y su esposa y todo cuanto tenía, y Lot con él— al Négueb [la región semidesértica que hay al sur de las montañas de Judá]. Y Abrán tenía gran cantidad de manadas y plata y oro" (Génesis 13:1, 2). Por consiguiente, los residentes del país debieron de considerarlo un hombre poderoso e influyente, un gran principal (Génesis 23:6). Abrán no quería echar raíces en Canaán ni involucrarse en la política de la región, de modo que "siguió adelante de campamento en campamento desde el Négueb hasta Betel, al lugar donde primero había estado su tienda entre Betel y Hai". Como siempre había hecho, dio prioridad a la adoración a Jehová en todo lugar donde estuvo (Génesis 13:3, 4).

w01 15/8 págs. 26-27 párr. 6 No desistamos de hacer lo que es excelente
6 La mayoría de las pruebas a las que hoy hacemos frente tienen que ver con las inquietudes normales de la vida. Abrahán mismo tuvo que soportar las tensiones entre sus manaderos y los de su sobrino Lot (Génesis 13:5-7). De modo similar, las diferencias de personalidad y los celos mezquinos pueden someter a tensión las relaciones entre los hermanos y hasta poner en peligro la paz de la congregación. "Donde hay celos y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil." (Santiago 3:16.) ¡Qué importante es que no desistamos, sino que antepongamos la paz al orgullo personal, como hizo Abrahán, y busquemos el interés de los demás! (1 Corintios 13:5; Santiago 3:17.)

km 8/02 pág. 6 Repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático ***
El ejemplo que dio Abrahán al ceder ante un conflicto nos anima a no permitir que una preferencia personal o el orgullo acaben con la preciosa relación que tenemos con nuestros hermanos (Gén. 13:5-12) [w00-S 15/8 pág. 24 §3, 4].

w03 15/01 pág. 19 párr. 6 ¿Es fuerte su fe?
16 Tal como la fe nos permite llevar a cabo labores difíciles en el servicio a Dios, así también promueve la paz y la armonía. El envejecido Abrahán dejó que su sobrino Lot, más joven que él, escogiera los mejores pastos cuando ambos tuvieron que separarse a causa de las peleas entre sus manaderos (Génesis 13:7-12). Abrahán seguramente oró con fe para que Dios lo ayudara a solucionar el problema. En vez de anteponer sus propios intereses, resolvió la cuestión de forma pacífica. Si alguna vez nos vemos en una disputa con un hermano cristiano, oremos con fe y 'busquemos la paz', teniendo presente el ejemplo de consideración amorosa que dio Abrahán (1 Pedro 3:10-12).

w06 1/3 pág. 22 párrs. 1-2 "Mantengan completamente su juicio"
CUANDO Abrahán dio a escoger a Lot una porción de tierra, este dirigió la vista a una región bien regada que era "como el jardín de Jehová". Pensando seguramente que era el sitio ideal para establecer a su familia, Lot "escogió para sí todo el Distrito del Jordán" y asentó su campamento cerca de la ciudad de Sodoma. No obstante, las apariencias lo engañaron, pues "los hombres de Sodoma eran malos, y eran pecadores en extremo contra Jehová" (Génesis 13:7-13). Al final, Lot y su familia sufrieron terribles pérdidas, y él y sus hijas acabaron viviendo en una cueva (Génesis 19:17, 23-26, 30). Lo que en un principio parecía tan bueno resultó ser todo lo contrario.
2 Lo que le ocurrió a Lot nos sirve de lección a los siervos de Dios. A la hora de tomar una decisión debemos prever los posibles peligros y no dejarnos engañar por las primeras impresiones. Por esta razón, la Palabra de Dios nos da este oportuno consejo: "Mantengan completamente su juicio" (1 Pedro 1:13). El término griego que aquí se traduce "mantengan su juicio" significa literalmente "sean sobrios". Según el biblista Richard Lenski, esta sobriedad es "una disposición de ánimo calmada y estable que sopesa y calcula bien los asuntos, permitiéndonos tomar la decisión acertada".

w04 15/1 pág. 27 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
13:8, 9. Tenemos en Abrahán un magnífico ejemplo a la hora de zanjar diferencias. Nunca debemos sacrificar las buenas relaciones con los demás por motivos económicos, preferencias personales u orgullo.

w06 1/2 pág. 5 Prosperidad auténtica en el nuevo mundo de Dios
El apóstol Pablo llama a Abrahán "el padre de todos los que tienen fe". Abrahán no fue tacaño ni mostró apego excesivo a sus posesiones (Romanos 4:11; Génesis 13:9; 18:1-8). Lo mismo puede decirse de Job, a quien el propio Dios llamó "hombre sin culpa y recto" (Job 1:8). Siempre estuvo dispuesto a ayudar a los pobres y a los desamparados (Job 29:12-16). Tanto Abrahán como Job confiaron en Dios más bien que en sus riquezas (Génesis 14:22-24; Job 1:21, 22; Romanos 4:9-12).

w01 15/8 págs. 22-23 párrs. 12-13 Tengamos fe como la de Abrahán
12 La Biblia dice que Lot era "justo", pero por algún motivo no respetó a Abrán en este asunto, y parece que ni siquiera le pidió consejo (2 Pedro 2:7). "Lot escogió para sí todo el Distrito del Jordán, y Lot mudó su campamento al este. Así que se separaron el uno del otro. Abrán moró en la tierra de Canaán, pero Lot moró entre las ciudades del Distrito. Por fin asentó su tienda cerca de Sodoma." (Génesis 13:11, 12.) Sodoma era una ciudad próspera que ofrecía muchas ventajas materiales (Ezequiel 16:49, 50). Vista desde esa óptica, la elección de Lot tal vez pareciera sabia; sin embargo, no lo era en sentido espiritual. ¿Por qué no? Porque, como dice Génesis 13:13, "los hombres de Sodoma eran malos, y eran pecadores en extremo contra Jehová". Esta decisión causaría con el tiempo mucho dolor a la familia de Lot.
13 En cambio, Abrán tenía fe en la promesa de Jehová de que su descendencia acabaría poseyendo toda aquella tierra, por lo que no iba a discutir por una pequeña parte de ella. Con generosidad se guió por el principio que más adelante se anotaría en 1 Corintios 10:24: "Que cada uno siga buscando, no su propia ventaja, sino la de la otra persona". Este es un buen recordatorio para quienes tengan una disputa con un hermano cristiano sobre cuestiones económicas. Algunos han llevado a sus hermanos a los tribunales en lugar de seguir el consejo de Mateo 18:15-17 (1 Corintios 6:1, 7). El ejemplo de Abrán demuestra que es preferible sufrir perjuicio económico a causar oprobio al nombre de Jehová o perturbar la paz de la congregación cristiana (Santiago 3:18).

lv cap. 12 pág. 140 Hablemos siempre de forma edificante
¿Demuestro respeto a los demás pidiendo las cosas con cortesía y dándoles las gracias? (Génesis 13:14; Juan 11:41.)

km 5/06 pág. 1 párr. 1 Mostremos interés personal siendo amables, considerados y corteses
1 Pese a ser el Soberano Universal, Jehová es amable, considerado y cortés al tratar con seres humanos imperfectos (Gén. 13:14; 19:18-21, 29). Imitando estas cualidades suyas mejoraremos nuestra forma de presentar las buenas nuevas (Col. 4:6). Claro, esto conlleva más que mostrar buenos modales y respeto en nuestras conversaciones.

Miércoles, 24 de junio 2009
Constituiré a tu descendencia como las partículas de polvo de la tierra
(Gén. 13:16).
A Abrahán se le prometió que su descendencia se multiplicaría y sería "como las estrellas de los cielos" (Gén. 22:17). Dicho de otro modo, en tiempos de Abrahán ningún ser humano tenía forma de saber exactamente cuántas personas compondrían dicha descendencia espiritual. No obstante, con el tiempo se reveló la cantidad precisa: 144.000, además de Jesús (Rev. 7:4; 14:1). La Palabra de Dios dice: "[Abrahán] puso fe en Jehová; y él procedió a contárselo por justicia" (Gén. 15:5, 6). Es verdad que ningún ser humano es totalmente justo (Sant. 3:2). Pero como Abrahán tenía tanta fe, Jehová lo consideró justo e incluso dijo que era su amigo (Isa. 41:8). Quienes componen junto con Jesús la descendencia espiritual de Abrahán también han sido declarados justos, y esto les reporta bendiciones aún mayores que las que recibió Abrahán. w08 15/1 4:6, 7

Lunes, 04 de septiembre 2006
Ve de un sitio a otro en la tierra por su largo y por su ancho (Gén. 13:17).
Dios invitó a Abrahán a ir de un sitio a otro en la tierra para conocer las características y regiones naturales de la Tierra Prometida. Aunque no sabemos cuánto del territorio exploró Abrahán antes de llegar a Hebrón, podemos estar seguros de que conocía mejor la Tierra Prometida que la mayoría de nosotros. Sin embargo, tenemos motivos para desear familiarizarnos con tales lugares. La Palabra de Dios afirma: "El corazón del entendido adquiere conocimiento, y el oído de los sabios procura hallar conocimiento" (Pro. 18:15). Hay muchos temas sobre los que uno podría aprender, pero el conocimiento exacto respecto a Jehová Dios y su trato con el hombre es de suma importancia (2 Tim. 3:16). Sin embargo, observe que también se necesita entendimiento, es decir, la capacidad de analizar un asunto, de discernir o comprender las conexiones entre sus distintas partes y la totalidad. Este es el caso de los hechos relacionados con los lugares que se mencionan en la Biblia. Por consiguiente, tenemos buenas razones para estudiar con esmero. w 15/10/04 2- 4a

Ve de un sitio a otro en la tierra por su largo y por su ancho (Gén. 13:17).
A Abrán no se le permitiría afincarse en una ciudad, con las comodidades que ello significaba; tenía que mantenerse separado de los cananeos. Del mismo modo, los cristianos de nuestros días deben permanecer separados del mundo. No se consideran superiores a sus semejantes, pero no tienen intimidad con quienes pudieran inducirlos a comportarse de manera contraria a las Escrituras (1 Ped.4:3, 4).En tiempos bíblicos, quien iba a tomar posesión de un terreno tenía el derecho a examinarlo antes. Ir de un lugar a otro de aquella tierra quizá le recordaba constantemente al patriarca que un día esta pertenecería a sus descendientes. Abrán fue obediente y "continuó viviendo en tiendas. Más tarde vino y moró entre los árboles grandes de Mamré, que están en Hebrón; y allí se puso a edificar un altar a Jehová" (Gén.13:18). Una vez más demostró que concedía la máxima prioridad a la devoción. ¿Son prioritarios en nuestro hogar el estudio y la oración en familia, y la asistencia a las reuniones? w15/8/01 14, 15ª

w06 1/4 pág. 25 párr. 17 'Vayan y hagan discípulos, bautizándolos'
17 No nos dedicamos a una causa o a una obra, sino al propio Jehová. Las tareas que Dios asigna a sus siervos cambian, pero la dedicación de ellos a él sigue siendo la misma. Por ejemplo, a Abrahán le pidió que hiciera algo muy diferente de lo que le mandó a Jeremías (Génesis 13:17, 18; Jeremías 1:6, 7). Sin embargo, ambos efectuaron las tareas específicas que se les encomendaron porque amaban a Dios y deseaban hacer fielmente su voluntad. Durante este tiempo del fin, los seguidores bautizados de Cristo nos esforzamos por cumplir el mandato que él dio de predicar las buenas nuevas del Reino y hacer discípulos (Mateo 24:14; 28:19, 20). Ejecutar esta obra con toda el alma es una manera apropiada de demostrar que amamos a nuestro Padre celestial y que en verdad estamos dedicados a él (1 Juan 5:3).


Puntos Sobresalientes de Génesis 14


Abrán rescata a Lot 14 (1-16) Melquisedec bendice a Abrán (17-24)
it-1 pág. 1015 Génesis, Libro de Lot [...] es llevado cautivo, y luego Abrán lo libera; Melquisedec bendice a Abrán

cl cap. 6 pág. 64 párr. 16 El poder destructivo: "Jehová es persona varonil
de guerra"
16 ¿Indica el empeño con que Jehová defiende su nombre que sea un Dios frío y egocéntrico? No, pues al actuar en armonía con su santidad y amor a la justicia, protege a su pueblo. Veamos el capítulo 14 de Génesis. Cuenta que cuatro reyes invasores raptaron a Lot, sobrino de Abrahán, y su familia; pero, con la ayuda divina, Abrahán logró una victoria aplastante sobre fuerzas muy superiores a las suyas. Es probable que el relato de este triunfo fuese el primero que se consignó en "el libro de las Guerras de Jehová", que al parecer también recogía batallas que no menciona la Biblia (Números 21:14).

w01 15/8 págs. 25-26 párr. 4 No desistamos de hacer lo que es excelente
4 Es indudable que la vida de Abrahán ilustra las "diversas pruebas" que pueden sufrir los cristianos hoy. Por ejemplo, el patriarca tuvo que responder al ataque de los invasores procedentes de Sinar (Génesis 14:11-16). No sorprende que Satanás siga usando los ataques frontales en forma de persecución. Desde el final de la II Guerra Mundial, decenas de gobiernos han proscrito en sus países la obra de educación cristiana de los testigos de Jehová.

w01 15/8 pág. 27 párr. 7 No desistamos de hacer lo que es excelente
7 Nos resulta difícil ser pacíficos cuando pensamos que un hermano nos ha tratado injustamente. Proverbios 12:18 dice: "Existe el que habla irreflexivamente como con las estocadas de una espada". Las palabras irreflexivas, aunque se digan sin mala intención, pueden causarnos un profundo dolor, que se intensifica si creemos que se nos ha calumniado o que hemos sido objeto de habladurías crueles (Salmo 6:6, 7). Sin embargo, los cristianos no han de permitir que los sentimientos heridos los venzan. Quien se encuentre en esa situación debe tomar la iniciativa y arreglar el problema hablando bondadosamente con quien le haya ofendido (Mateo 5:23, 24; Efesios 4:26). Debe estar dispuesto a perdonarlo (Colosenses 3:13). Si no albergamos resentimientos, conseguiremos que cicatricen las heridas emocionales y salvaremos la relación con nuestro hermano. Abrahán no guardó rencor a Lot, por el contrario, acudió a toda prisa en su ayuda y la de su familia (Génesis 14:12-16).

w01 15/8 pág. 24 párrs. 18-19 Tengamos fe como la de Abrahán
18 Abrán depositó de nuevo toda su confianza en Jehová. "En seguida juntó en formación militar a sus hombres adiestrados, trescientos dieciocho esclavos nacidos en su casa, y fue en persecución de ellos hasta Dan. Y de noche se puso a dividir sus fuerzas, él y sus esclavos, contra ellos, y así los derrotó y siguió persiguiéndolos hasta Hobá, que está al norte de Damasco. Y procedió a recobrar todos los bienes, y recobró también a Lot su hermano, y sus bienes, y también a las mujeres y a la gente." (Génesis 14:14-16.) Demostrando fe fuerte en Jehová, Abrán condujo a la victoria a sus tropas, muy inferiores en número, y rescató a Lot y su familia. Luego se encontró con Melquisedec, el rey sacerdote de Salem. "Melquisedec rey de Salem sacó pan y vino, y él era sacerdote del Dios Altísimo. Entonces lo bendijo y dijo: '¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que ha entregado a tus opresores en tu mano!'. Ante aquello, Abrán le dio el décimo de todo." (Génesis 14:18-20.)
19 En efecto, la victoria era de Jehová. Él volvió a liberar a Abrán debido a la fe de este. El pueblo de Dios de la actualidad no pelea en guerras carnales, pero se enfrenta a muchas pruebas y situaciones difíciles.

cl cap. 19 pág. 194 párr. 13 "La sabiduría de Dios en un secreto sagrado"
13 Por inspiración divina, David escribió: "La expresión de Jehová a mi Señor es: 'Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies'. Jehová ha jurado (y no sentirá pesar): '¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!'" (Salmo 110:1, 4). Estas palabras se refirieron directamente a la Descendencia prometida, el Mesías, quien no reinaría desde Jerusalén, sino desde su trono celestial, a la "diestra" del Todopoderoso (Hechos 2:35, 36). Por tanto, no solo gobernaría Israel, sino el planeta entero (Salmo 2:6-8). No obstante, el pasaje dejó ver algo más al indicar que Dios había jurado solemnemente que el Mesías sería "sacerdote [...] a la manera de Melquisedec". Al igual que este hombre, que desempeñó funciones reales y sacerdotales en tiempos de Abrahán, la venidera Descendencia recibiría del Altísimo el nombramiento directo como Rey y también como Sacerdote (Génesis 14:17-20).

Lunes 26 de mayo 2014 De veras alzo la mano en juramento a Jehová (Gén. 14:22).
Las criaturas perfectas que aman a Dios y lo imitan no necesitan jurar, pues siempre dicen la verdad y confían por completo unas en otras. Pero todo cambió cuando el ser humano cayó en el pecado y la imperfección. Con el tiempo, la mentira y el engaño se hicieron comunes entre los hombres, así que vieron necesario hacer juramentos para garantizar la veracidad de asuntos importantes. Abrahán empleó ese recurso legal al menos en tres ocasiones (Gén. 21:22-24; 24:2-4, 9). Una de ellas fue después de derrotar al rey de Elam y sus aliados (Gén. 14:17-20). Cuando el rey de Sodoma quiso recompensar a Abrahán por rescatar a su pueblo de los ejércitos invasores, Abrahán le contestó: "Desde un hilo hasta una correa de sandalia, no, no tomaré nada de lo que es tuyo, para que no digas: 'Yo fui quien enriqueció a Abrán'" (Gén. 14:21-23). w12 15/10 3:4, 5

w08 1/9 pág. 27 Nuestro
planeta tiene "fiebre": ¿Será posible detenerla?
Por otro lado, la Biblia nos asegura que el "Productor de cielo y tierra", lo que incluye "las masas de nubes", es Jehová (Génesis 14:19; Proverbios 8:28). En las Escrituras, Dios se presenta poéticamente como Aquel que puso la "sabiduría en las capas de las nubes". No hay duda de que él comprende a la perfección muchas cosas que escapan a la inteligencia humana (Job 38:36).

w12 1/1 pág. 7 Abrahán: un hombre valiente ¿CÓMO MANIFESTÓ ABRAHÁN ESTA CUALIDAD?
Estuvo dispuesto a ir contra la corriente. La sociedad en la que se crió adoraba un sinnúmero de dioses e imágenes. Pero él no dejó de hacer lo que estaba bien por miedo a lo que pensaran los demás. Con mucho valor optó por ser diferente y adorar a un solo Dios: Jehová, "el Dios Altísimo" (Génesis 14:21, 22).

w01/15/ pág.19 párr. 17 Abrahán, un ejemplo de fe
17 Dondequiera que estuviese, la adoración de Jehová siempre era prioritaria para Abrán. "Más tarde se mudó de allí a la región montañosa, al este de Betel, y asentó su tienda, con Betel al oeste y Hai al este. Entonces edificó allí un altar a Jehová y empezó a invocar el nombre de Jehová." (Génesis 12:8.) La expresión hebrea "invocar el nombre" también significa "declarar (predicar) el nombre". Seguramente el patriarca declaró con valor el nombre de Jehová entre sus vecinos cananeos (Génesis 14:22-24). Esta actitud nos recuerda que tenemos el deber de participar al mayor grado posible en hacer "declaración pública de su nombre" (Hebreos 13:15; Romanos 10:10).

Puntos Sobresalientes de Génesis 15


Viernes 20 de enero 2012 Soy para ti un escudo (Gén. 15:1).
Las palabras del texto de hoy no son palabras vacías. Pensemos, por ejemplo, en lo que sucedió en torno al año 1919 antes de nuestra era. Cuando Abrahán y su esposa Sara se fueron a vivir a Guerar por un tiempo, Abimélec, el rey de la ciudad, tomó a Sara con la intención de convertirla en su mujer, pues ignoraba que estaba casada. ¿Era esta una de las estrategias de Satanás para impedir que ella le diera un hijo a Abrahán? La Biblia no lo aclara, pero sí muestra que Dios tomó cartas en el asunto y advirtió en sueños al monarca que no la tocara (Gén. 20:1-18). Pero esta es tan solo una de las varias ocasiones en que libró del peligro al patriarca y a su familia (Gén. 12:14-20; 14:13-20; 26:26-29). Por eso, el salmista tenía toda la razón para escribir: "[Jehová] no permitió que ningún humano los defraudara [a Abrahán y sus descendientes], antes bien, a causa de ellos censuró a reyes, diciendo: 'No toquen ustedes a mis ungidos, y a mis profetas no hagan nada malo'" (Sal. 105:14, 15). w10 15/4 2:5, 6

w01 1/10 pág. 20 ¿Qué significa ser leal?
Jehová dijo a su amigo Abrahán: "Soy para ti un escudo" (Génesis 15:1; Isaías 41:8). Estas no eran simples palabras. Él protegió y liberó a Abrahán y su familia de la mano de Faraón y Abimélec. Lo ayudó a rescatar a Lot de una confederación de cuatro reyes. Restauró las facultades procreativas de Abrahán, que contaba 100 años, y las de Sara, de 90, para que la Descendencia prometida viniera por medio de ellos. Jehová se comunicó regularmente con este patriarca mediante visiones, sueños y mensajeros angélicos. En efecto, fue leal a él mientras vivía y después de que murió. A lo largo de los siglos, Jehová cumplió sus promesas a los descendientes de Abrahán —la nación de Israel—, a pesar de que eran rebeldes. La relación entre Jehová y Abrahán fue una demostración de lo que significa la lealtad verdadera, es decir, amor expresado con hechos (Génesis, capítulos 12 a 25).

w12 1/6 pág. 16 ¿Por qué debemos usar el nombre de Dios?
A todos nos gusta que nos llamen por nuestro nombre. ¿Por qué? Porque a diferencia de títulos y tratamientos de respeto como "señor" o "señora", nuestro nombre propio nos distingue de los demás. Dios también posee títulos, algunos de los cuales son "Señor Soberano", "Dios Todopoderoso" y "Magnífico Creador" (Génesis 15:2; 17:1; Eclesiastés 12:1). Pero decidió ponerse un nombre para ayudarnos a conocerlo mejor y cultivar una amistad con él. En español, ese nombre es Jehová. (Lea Isaías 42:8.)

w06 1/9 págs. 22-23 párrs. 4-5 Cómo acercarnos al "Oidor de la oración"
4 Otra condición esencial para acercarse a Dios es reconocer que todos somos pecadores. Y el pecado nos separa de Dios, como bien lo dio a entender Jeremías al escribir lo siguiente sobre el pueblo de Israel: "Nosotros mismos hemos transgredido [...]. Has obstruido el acceso a ti mismo con una masa de nubes, para que no pase la oración" (Lamentaciones 3:42, 44). A pesar de ello, a lo largo de la historia Dios se ha mostrado dispuesto a aceptar las oraciones de quienes lo buscan con fe, mantienen una actitud apropiada y guardan sus mandamientos (Salmo 119:145). ¿Qué ejemplos tenemos de ello, y qué podemos aprender de sus oraciones?
5 Un ejemplo lo tenemos en Abrahán. Dios permitió que se acercara a él, y lo llamó "mi amigo" (Isaías 41:8). ¿Qué lecciones extraemos de la manera como este fiel patriarca se acercó a Dios? En cierta ocasión le preguntó a Jehová quién iba a ser su heredero, diciendo: "¿Qué me vas a dar? Voy ya a morir sin hijos" (Génesis 15:2, 3, La Casa de la Biblia, 1969; 17:18). En otra ocasión, cuando Dios fue a destruir a las perversas ciudades de Sodoma y Gomorra, Abrahán expresó su preocupación por quiénes se salvarían (Génesis 18:23-33). Además, intercedió a favor de otras personas (Génesis 20:7, 17). Y, como en el caso de Abel, a veces se acercó a Dios haciéndole ofrendas (Génesis 22:9-14).

w12 1/1 pág. 5 Abrahán: un hombre de fe
De pie en la plácida noche, Abrahán observa el cielo estrellado. Seguramente recuerda la promesa que Dios le ha hecho de darle una descendencia tan numerosa como las estrellas (Génesis 15:5). Para él, estas no solo constituyen un recordatorio visible de esa promesa divina, sino también una garantía de que se va a cumplir. Si Jehová pudo crear el inmenso universo, ¿no va a ser capaz de darles un hijo a él y a Sara? ¡Qué buen ejemplo de fe!

be lección 47 pág. 247 párr. 2 Uso eficaz de medios visuales
Jehová enseñó lecciones valiosas mediante ayudas visuales difíciles de olvidar. Una noche llevó a Abrahán al aire libre y le dijo: "Mira hacia arriba, por favor, a los cielos, y cuenta las estrellas, si es que se te hace posible contarlas. [...] Así llegará a ser tu descendencia" (Gén. 15:5). Aun cuando la promesa parecía irrealizable desde la óptica humana, Abrahán se sintió profundamente conmovido y puso fe en Dios.

w04 15/1 págs. 27-28 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
15:5, 6. Al ver que envejecía y todavía no había engendrado un hijo, Abrahán habló de ello con su Dios, quien entonces lo confortó. En consecuencia, Abrahán "puso fe en Jehová". Si le abrimos nuestro corazón a Jehová en oración, aceptamos el consuelo que nos da mediante la Biblia y le obedecemos, nuestra fe se fortalecerá.

w03 15/1 pág. 17 párr. 8 ¿Es fuerte su fe?
8 Abrahán, Isaac y Jacob no perdieron la fe, aunque ni llegaron a poseer la Tierra Prometida ni vieron bendecirse a todas las naciones mediante la descendencia de Abrahán (Génesis 15:5-7; 22:15-18). A pesar de que 'la ciudad cuyo edificador es Dios' no llegó a ser una realidad hasta siglos después, aquellos hombres siguieron demostrando fe y paciencia a lo largo de toda su vida. Es evidente que nosotros no deberíamos hacer menos, ahora que el Reino mesiánico es una realidad en los cielos (Salmo 42:5, 11; 43:5).

w05 1/4 pág. 25 Haga de Jehová su Dios
Abrahán es la primera persona de quien la Biblia dice que puso fe en Jehová. Fue principalmente gracias a esa cualidad que este siervo de Dios se granjeó la aprobación divina. De hecho, gozó del favor de Jehová a tal grado que tiempo después el Creador se presentó a Moisés como "el Dios de Abrahán" y de su hijo y nieto, Isaac y Jacob (Génesis 15:6; Éxodo 3:6).
¿Cómo llegó a tener Abrahán esta clase de fe en Dios? En primer lugar, edificó su fe sobre un fundamento sólido. Puede que haya sido instruido en los caminos de Jehová por el hijo de Noé, Sem, quien fue testigo ocular de los actos salvadores de Dios. Sem era un testimonio vivo de que Jehová "guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con otras siete personas cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía" (2 Pedro 2:5). Es posible que, al escuchar a Sem, Abrahán aprendiera que cuando Jehová promete algo, se cumple sin falta. Sea como fuere, cuando Abrahán recibió una promesa de Dios, se regocijó e hizo que su vida girara en torno a la seguridad de que dicha promesa se cumpliría.

w04 15/1 pág. 27 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
15:13. ¿Cuándo se cumplieron los predichos cuatrocientos años de aflicción de la prole de Abrán? Este período de aflicción comenzó en 1913 a.E.C., en el día en que su hijo Isaac fue destetado a la edad de cinco años y su medio hermano Ismael, de 19 años, 'se burló' de él (Génesis 21:8-14; Gálatas 4:29). Acabó en 1513 a.E.C., con la liberación de los israelitas del yugo egipcio.

w04 15/1 pág. 28 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
15:16. ¿Por qué se retuvo Jehová de ejecutar sentencia sobre los amorreos (o cananeos) durante cuatro generaciones? Porque es paciente. Esperó hasta que no hubo ninguna posibilidad de mejora. Como Jehová, nosotros también hemos de ser pacientes.

Todavía no [había] quedado completo el error de los amorreos. (Gen.
15:16.)
En este texto, el término "amorreos" (una tribu predominante) probablemente representa a los pueblos de Canaán en conjunto. De modo que pasarían unos cuatro siglos antes de que Jehová permitiera a su pueblo conquistar Canaán. Mientras tanto, Jehová dejó que las naciones cananeas desarrollaran sus sociedades. ¿Con qué consecuencia? El Compendio manual de la Biblia, de Henry H. Halley, comenta: "La adoración de Baal, Astoret y otros dioses cananeos consistía en las orgías más extravagantes; sus templos eran centros de vicio. [...] Los cananeos, pues, adoraban cometiendo excesos inmorales [...], y luego asesinando a sus hijos primogénitos como sacrificio a estos mismos dioses. [... ] Los arqueólogos que cavan en las ruinas de las ciudades cananeas se preguntan por qué Dios no las destruyó mucho antes". (Compárese con 1 Reyes 21: 25,26.) La maldad de los amorreos había 'quedado completa'. De modo que entonces Jehová estaba totalmente justificado para exterminarlos. Hoy el mundo está plagado de violencia, inmoralidad y desprecio a las leyes de Dios. Ciertamente Jehová está ahora plenamente justificado para poner fin a este sistema inicuo, w 1/4/97 18-21a

Puntos Sobresalientes de Génesis 16


it-1 pág. 1015 Génesis, Libro de
Abrán toma a Agar por concubina y ella le da a luz a Ismael

w04 15/5 pág. 27 Usted puede imitar la fe de Abrahán y Sara
Aún no les había nacido ningún hijo, y Sara, de 75 años, había perdido la esperanza de ser madre. Por eso, ella dijo a Abrahán: "Jehová me ha excluido de dar a luz hijos. Por favor, ten relaciones con mi sierva. Quizás yo consiga hijos de ella". El patriarca tomó a Agar como esposa secundaria, tuvo relaciones sexuales con ella, y esta quedó encinta. Tan pronto Agar se enteró de que estaba embarazada, empezó a despreciar a su ama. Sara se quejó amargamente a su esposo y humilló a Agar, lo que hizo que esta huyera (Génesis 16:1-6).
Abrahán y Sara obraron de buena fe y en conformidad con costumbres que eran aceptables en aquellos tiempos. Sin embargo, no era así como Jehová produciría la descendencia de Abrahán. En nuestro caso, es posible que la cultura en la que vivimos dicte que ciertas acciones son apropiadas en algunas circunstancias, pero eso no necesariamente significa que Jehová concuerda con ellas. Su modo de ver nuestra situación pudiera ser diferente por completo. Por ello es necesario buscar la guía de Dios y pedirle que nos indique cómo quiere que obremos (Salmo 25:4, 5; 143:8, 10).

w12 1/1 págs. 9-10 Abrahán: un hombre humilde
Aceptó las sugerencias de quienes estaban a su cargo. Son muy pocas las conversaciones entre él y Sara que se registran en la Biblia. Aun así, en dos de esas ocasiones se dice que Abrahán puso en práctica las sugerencias que le hizo Sara (Génesis 16:2; 21:8-14).

w04 15/1 pág. 27 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
16:2. ¿Estuvo bien que Sarai ofreciera a su sirvienta Agar para que fuera esposa de Abrán? Aquello era la costumbre de la época: la esposa estéril estaba obligada a dar una concubina a su marido con el fin de producir herederos. La práctica de la poligamia surgió por primera vez entre los descendientes de Caín. Poco a poco se convirtió en una costumbre que acabaron aceptando algunos siervos de Jehová (Génesis 4:17-19; 16:1-3; 29:21-28). No obstante, Dios nunca cambió su norma original, a saber: la monogamia (Génesis 2:21, 22). Noé y sus hijos, a quienes se les reiteró el mandato de 'ser fructíferos y llenar la tierra', eran monógamos (Génesis 7:7; 9:1; 2 Pedro 2:5). Más adelante, Jesucristo confirmó esta norma original (Mateo 19:4-8; 1 Timoteo 3:2, 12).

w08 15/4 págs. 10-11 párrs. 14-15 Busquemos la guía de Dios en todo lo que hagamos
14 Para seguir la guía de Dios, también se necesita humildad. Así lo demuestra el ejemplo de Agar, la sierva de Sara. Cuando Sara vio que no podía tener hijos, le pidió a su esposo que tuviera relaciones con su sierva. Agar quedó encinta de Abrahán y comenzó a tratar a su ama con arrogancia. En respuesta, Sara "se puso a humillarla", y Agar huyó. Entonces, un ángel de Jehová se le apareció y le dijo: "Vuélvete a tu ama y humíllate bajo su mano" (Gén. 16:2, 6, 8, 9). Quizás Agar hubiera preferido que se le dieran otras instrucciones, pues para seguir las que el ángel acababa de darle tenía que corregir su actitud. No obstante, fue humilde y siguió la guía del ángel, gracias a lo cual su hijo, Ismael, pudo nacer en el ambiente seguro del campamento de Abrahán.
15 Es posible que también nosotros debamos humillarnos para seguir la guía divina. Pensemos en estas situaciones. Tal vez un hermano tenga que aceptar que a Jehová no le agrada cierto tipo de entretenimiento que a él le gusta. Quizás otro haya ofendido a alguien y deba disculparse, o haya cometido una equivocación y tenga que admitirla. ¿Y si un hermano comete un pecado grave? Debe humillarse y confesarlo a los ancianos. También pudiera suceder que alguien fuera expulsado. ¿Qué habría de hacer para regresar a la congregación? Arrepentirse con humildad y volverse de su mal camino. En esas situaciones y otras similares es reconfortante pensar en las palabras de Proverbios 29:23: "La mismísima altivez del hombre terrestre lo humillará, pero el que es humilde de espíritu se asirá de la gloria".

Viernes, 13 de abril 2007 Cuando [Agar] se dio cuenta de que estaba encinta, entonces su ama empezó a ser despreciada a los ojos de ella (Gen. 16:4). La actitud de Agar ocasionó tanto conflicto en la familia de Abrahán que Sara hizo que huyera. El ángel de Dios le aconsejó a Agar: "Vuélvete a tu ama y humíllate bajo su mano" (Gen. 16:9). Al parecer, ella siguió el consejo, corrigió su actitud hacia Sara y fue la antecesora de una gran multitud. El caso de Agar muestra que cuando la situación de una persona mejora, esta puede volverse altiva. La lección es que las riquezas o la autoridad pueden engreír incluso a un cristiano que haya servido a Jehová con corazón puro. También es posible que se vuelva soberbio si otros lo alaban por sus éxitos, sabiduría o capacidad. Efectivamente, el cristiano debe estar alerta para no dejar que la altivez se aloje en el corazón, sobre todo si tiene éxito en lo que hace o si se le confían más responsabilidades. w 15/10/05 16, 17

W11 1/2 pág. 7 Soluciones a los problemas más comunes
Todo esposo debe preguntarse: "¿Cuál es mi punto de vista sobre el papel del hombre en la familia y sobre las mujeres en general? ¿Les doy más peso a los principios bíblicos, o a las costumbres y opiniones típicas de mi cultura? Por ejemplo, ¿me parecería mal que una mujer no estuviera de acuerdo con su esposo y se lo expresara de manera firme pero respetuosa?". Conviene recordar el caso de Sara, la esposa de Abrahán. No hay duda de que ella respetaba profundamente a su esposo (1 Pedro 3:1, 6). Sin embargo, cuando en una ocasión se dio cuenta de que él no había visto cierto problema que amenazaba a la familia, no dudó en decírselo con franqueza (Génesis 16:5; 21:9-12).
Está claro que Abrahán no era un tirano al que Sara no se atreviera a replicarle ni una palabra. Igualmente, el esposo cristiano jamás intimida a su esposa ni le exige que lo complazca en todos sus caprichos. Más bien, se gana su respeto siendo bondadoso y ejerciendo su autoridad con cariño.

w04 15/5 pág. 27 Usted puede imitar la fe de Abrahán y Sara
Abrahán llevaba la delantera en la adoración y enseñaba a los miembros de su casa a "guard[ar] el camino de Jehová para hacer justicia y juicio" (Génesis 18:19). Los cabezas de familia cristianos de la actualidad pueden sentirse animados por el ejemplo de Abrahán, pues fue un padre que tuvo éxito en enseñar a los de su casa a confiar en Jehová y obrar con justicia. Por eso no sorprende que Agar —la sirvienta egipcia de Sara—, el siervo más viejo del patriarca e Isaac —el hijo de Abrahán— confiaran en Jehová Dios (Génesis 16:5, 13; 24:10¬14; 25:21).