El Nombre o Sustantivo

Gramática Española de María Moliner

Gramática Española de María Moliner

Constituye, junto con el verbo, el par de palabras básicas del lenguaje. Como un dato curioso a tener en cuenta en la relación comparativa de ambas, puede hacerse la observación de que son muchas las páginas de un diccionario-léxico en que no figura un solo verbo y, en cambio, en todas hay múltiples nombres.

El artículo es una palabra cuyo papel exclusivo es el de acompañante del nombre, y a todos los nombres se les puede aplicar; circunstancia ésta que proporciona una regla práctica para reconocer con facilidad si una palabra es o no nombre. A veces, como ocurre con los nombres usados partitivamente, el artículo se omite. Otra palabra cuyo papel es el de acompañante del nombre y que sirve para especificarlo es el adjetivo; la unión del nombre y el adjetivo se realiza mediante concordancia, o sea, acuerdo de sus accidentes gramaticales. También puede especificar al nombre otro nombre que se le una en aposición: 'Ciudad satélite, casa palacio. Su hijo el médico'; este es el caso siempre que un nombre genérico se particulariza mediante un nombre propio: 'Mi hermano Juan. El río Ebro'; hay que advertir que, en este caso, con ciertos nombres genéricos se intercala «de» entre ellos y el nombre propio: 'la calle de Alcalá, la ciudad de Roma'. (Estos casos se anotan en el nombre genérico correspondiente.) Y, por fin, el nombre puede ser especificado mediante complementos constituidos por otro nombre, unidos con régimen, o sea, mediante preposición; en la mayoría de los casos esta preposición es «de»: 'Cosas de otros tiempos'; pero puede ser cualquier preposición exigida por la naturaleza de la relación entre los dos nombres: 'Una casa sin escalera. La altura sobre el nivel del mar', o bien, exigida por el nombre regente o el regido: 'Un informe acerca de la producción de aceite. Unos impresos según modelo'. No es preciso que la especificación unida por preposición sea siempre un nombre; puede ser también un verbo en infinitivo o un adverbio de los llamados pronominales: 'Es hora de marcharnos. El periódico de ayer'.

El uso autoriza la supresión de la preposición «de» en algunos casos; y el nombre, que puede ser llamado cuando se usa en esta forma «nombre especificativo», queda directamente unido en aposición al nombre especificado como si fuera un adjetivo: 'color naranja, amarillo limón'.

Elipsis del nombre. 

-Es frecuentísima la elipsis del nombre, cuando puede sobreentenderse, entre el artículo y el adjetivo o una expresión calificativa o determinativa; con esta supresión del nombre, queda el artículo convertido prácticamente en pronombre: 'La tela que más me gusta es la (tela) azul. Los (niños) de la primera fila. Los (alumnos) que quieran venir'. Cuando la expresión determinativa que se suprime es de relativo y éste va precedido de una preposición que no sea «de» o «en», la reunión del artículo, la preposición y el relativo al suprimir el nombre resulta malsonante: 'Este hotel es el a que suele venir el'. Se puede, para evitarla, substituir «que» por «aquél»: 'aquél a que suele venir él'; pero esta construcción resulta, al menos en lenguaje hablado, artificiosa. Por eso, lo mejor es cambiar la forma de la frase: 'Este es el hotel a que suele venir él'. La oración de relativo se presta, especialmente en lenguaje hablado, a la elipsis del nombre antecedente: 'Ya hemos hablado con quién tú nos recomendaste'(con la persona a quien...). Casos de elipsis de nombre antes usuales, como 'lo firmo y sello con el (sello) de esta oficina', en que el nombre suprimido no es repetición más que conceptualmente de otro anterior, no son ahora admitidas.