La Composición Léxica

Gramática Española de María Moliner

Gramática Española de María Moliner

a) Debe considerarse compuesta una expresión cuando en ella se reúnen, para designar un objeto único, dos o más palabras entre las cuales no hay relación gramatical adjetival ni, en la forma (aunque puede haberla ideológicamente), de régimen; son expresiones compuestas «carricoche, coche-cama» o «pájaro mosca»; en cambio, no lo son «color malva» (en que «malva» hace oficio de adjetivo) ni «pata de gallo» (expresión en que existe un régimen normal); hay, sin embargo, expresiones con dependencia gramatical normal en que la fusión de los elementos ha llegado a ser tan íntima que se pronuncian y escriben en una sola palabra y constituyen, por tanto, expresiones compuestas; como «camposanto» o «milenrama».
b) Los elementos componentes de una expresión pueden estar en la escritura reunidos en una sola palabra, unidos por guión o separados: «manirroto, antero-posterior, ave lira». La primera forma ha sido hasta ahora utilizada en el D. R. A. E. para todas las palabras compuestas en que el primer elemento componente sufre alguna alteración y para otras en que la unión se realiza sin alteración de los componentes, que el uso y el D. R. A. E. han consagrado en esa forma. De la mayor parte de ellas figura también en el D. R. A. E. la escritura en palabras separadas («avemaría [ave María], enhorabuena [en hora buena], dondiego [don Diego], deprisa [de prisa]»); pero no de todas, pues de «Nochebuena» no hay más que esta forma. En la unión de dos palabras la segunda de las cuales empieza por «e», esta letra es absorbida por la vocal final del primer elemento («arteriosclerosis, metomentodo»); pero no, si esta vocal es «a» («paraestatal»).
c) La escritura de palabras compuestas con guión había estado hasta ahora desechada en el D. R. A. E.; no existían en este diccionario palabras con guión como figuran en el francés («oiseau-lyre, papier- monnaie, pare-brise»), en el inglés («free-thinker, wage-earner, sidewalk»), etc. Pero ese uso estaba autorizado tanto en el D. R. A. E. como en la G. R. A., pues al tratar de «guión», se dice en uno y otra que se emplea también para unir los elementos de las palabras compuestas, y se dan como ejemplos «ovado-lanceolada» y «cólera- morbo», ejemplos de los que, por cierto, el primero no figura en el diccionario y el segundo figura en dos palabras sin guión. En las «Nuevas Normas de Prosodia y Ortografía» publicadas por la Academia se hace preceptivo el uso de guión en la unión de adjetivos, como «teórico-práctico» o «técnico-administrativo». Por otro lado, recientemente ha aprobado la Academia para su inclusión en el D. R. A. E. la palabra «coche-cama» y, según las referencias periodísticas, en esa forma; si, efectivamente, se incluye así, será el primer caso de palabra con guión en el léxico oficial. Es interesante esta cuestión porque se trata del caso de composición que con más frecuencia se usa acomodaticiamente, y conviene saber que son legítimas expresiones como «sombrilla-paraguas» o «interrogativo-exclamativas», escritas en esta forma.
No se dice nada en las «Normas» de si podría también escribirse «corre-ve-y-dile» y, en la misma forma, otras expresiones formadas por verbos, ni si el guión es también aplicable al caso de unión de palabras de distinta clase, como «anti-natural, cari-rredondo» o «saca-clavos»; las palabras formadas con el prefijo «ex» y, más raramente, las formadas con «infra», se escriben a veces con guión: «ex-alumno, infrarrojo»; pero, en general, los prefijos van soldados al segundo elemento.
d) En la fusión de dos nombres, en general el primero acaba en una «i» que puede representar la transformación de la conjunción «y» («capisayo, carricoche») o de la preposición «de» («coliflor, colipavo»); pero también puede quedar el primero invariable («balompié, compraventa»); incluso si entre los dos elementos existe ideológicamente régimen («bocamanga, bocateja»; este último ejemplo, con inversión del orden lógico). Los nombres de esta clase no se forman acomodaticiamente, y todos los usables están en el diccionario.
e) En la fusión de un nombre y un adjetivo que no se refiere a él, el nombre precede al adjetivo, con la terminación «i» (posiblemente del genitivo latino), aun en el caso de que el nombre sea naturalmente plural («ojituerto, pelirrojo; cejijunto, manirroto»). Este tipo de palabra compuesta es muy frecuente y no está descartada la posibilidad de formarlas acomodaticiamente a semejanza de otras existentes, diciendo, por ejemplo, «pelicastaño».
Cuando el adjetivo se refiere al nombre, le precede; «mediodía, salvoconducto».
Hay un caso particular de palabra compuesta de nombre y adjetivo, que es «troncocónico»; es el resultado de convertir en adjetivo la expresión «tronco de cono» suprimiendo la preposición y aplicando la terminación adjetival al nombre regido; esta palabra no figura en el D. R. A. E., pero está suficientemente sancionada por el uso, y la manera de formarse parece natural y aplicable a cualquier otro caso semejante.
f) En la unión de un verbo con un nombre, aquél se pone siempre en tercera persona del singular del presente («rompecabezas saltabardales»). También son abundantes estas palabras compuestas, y de formación acomodaticia más fácil que las del grupo anterior; palabras como «atraviesamuros, destapabotellas» o «sacaclavos» no sonarían extrañas siempre que, como estos ejemplos, estuviesen objetivamente justificadas. (La última, por cierto, acaba de ser aprobada para su inclusión en el D. R. A. E.).
g) Otro grupo de palabras compuestas lo forman las constituidas por dos o más adjetivos. A ellas se refiere la nueva norma dictada por la Academia de que se habla en el punto (c), que dispone que los adjetivos que componen estas expresiones se unan mediante guión, con la excepción que se consigna más adelante. El adjetivo o los adjetivos que no son el último acaban generalmente en «o» («antero-posterior, buco-faringeo, histórico-descriptiva, otorrino-laringólogo»). El grupo más numeroso de este tipo de palabras compuestas lo forman los adjetivos de naturaleza o geográficos. En el diccionario solamente figuran los que corresponden a nombres geográficos también compuestos («austrohúngaro, checoslovaco»); pero pueden formarse acomodaticiamente («afro-asiático, luso-hispano, ruso-japonesa»). Respecto de estos adjetivos, las «Nuevas Normas» de la Academia disponen: «Cuando los gentilicios de dos pueblos o territorios formen un compuesto aplicable a una tercera entidad geográfica o política en la que se han fundido los caracteres de ambos pueblos o territorios, dicho compuesto se escribirá sin separación de sus elementos: 'hispanoamericano, checoslovaco'. En los demás casos, es decir, cuando no hay fusión, sino oposición o contraste entre los elementos componentes, se unirán estos con guión: 'franco-prusiano, germano- soviético'». (Conviene tener en cuenta que no es preciso que haya contraste u oposición entre los elementos relacionados, ya que, en otro lugar de las mismas Normas, se dan como ejemplos «hispano-belga» y «anglo-soviético»; basta con que no haya fusión de caracteres.) En otros adjetivos compuestos hay una «i», persistencia de la conjunción «y», como vocal de unión: 'anchicorto, blanquinegro, tontiloco'; y no habría inconveniente en formar otros de significado semejante al de éstos, como «rojiblanco»; estas expresiones se escriben siempre en una sola palabra.
No se forman adjetivos compuestos con los de una sola terminación; no es admitido, por ejemplo, «útil-grato» o «grato-útil».
h) Hay, aparte de los casos generales anteriores, ejemplos singulares de formación de palabras por fusión, como «sabelotodo, correveidile», que figuran en el D. R. A. E.
i) Hay multitud de expresiones formadas por dos nombres, que son verdaderos nombres compuestos; unos figuran en el D. R. A. E., como «ave lira» o «pájaro mosca», y otras no, como «coche restaurante, cuarto tocador, falda pantalón, mesa camilla, mueble [sofá] cama» o «sobre carta». Ya se ha dicho que en el D. R. A. E. no hay expresiones compuestas unidas por guión, de modo que las de esta clase incluidas en él lo están en dos palabras independientes; pero, como ya se ha dicho también, la forma con guión está autorizada y no hay inconveniente en escribir, por ejemplo, «mesa-camilla» o «sofá-cama».