La Oración Interrogativa

Gramática Española de María Moliner

Gramática Española de María Moliner

En la oración interrogativa directa, tanto simple como compuesta, el carácter interrogativo de la frase se denota con la entonación, que consiste en la elevación del tono de voz, elevación que, en español, es muy marcada y comienza desde la primera sílaba acentuada de la frase, con lo cual se corresponde el hecho de que, en la escritura, se expresa esa entonación con dos signos (¿ ?) colocados uno al principio y otro al final de la frase con que se pregunta; esta frase consiste en la misma oración que expresa la acción, estado, etc., sobre que existe duda: '¿Vendrás esta tarde? ¿Es que no te acuerdas de mí?'. Cuando el sujeto es consabido, se omite generalmente: '¿Cuándo llega? ¿Tendréis bastante?'. La segunda persona se omite siempre: '¿Vas a acabar pronto?'. Únicamente se expresa cuando se pone énfasis en el sujeto: '¿Tú serías capaz de eso?'. El sujeto expreso puede preceder al verbo: '¿Usted es el que ha llamado antes por teléfono?'; pero, con más frecuencia, va pospuesto: '¿Es usted el que ha llamado antes por teléfono?'. Si el sujeto que inicia la interrogación es muy largo, la entonación interrogativa empieza después de él: 'Aquella casa de que me hablaste en una ocasión ¿está todavía en venta?'. No sólo el sujeto, sino también un complemento puede anteponerse al verbo: '¿Con ese traje piensas ir a la fiesta?' En esta construcción puede tratarse lo que precede al verbo como ajeno a la interrogación y empezar la entonación interrogativa en el verbo, incluso poniendo puntos suspensivos o una coma delante: 'Ese niño, [...] ¿no es el hijo de los vecinos?'.
La oración interrogativa puede tener valor de exclamación: '¡¿Cómo me podía imaginar tal cosa?!'.
La pregunta puede ir precedida de «acaso» u otro adverbio equivalente; tiene forma afirmativa cuando el que pregunta no tiene idea anticipada sobre cuál va a ser el sentido de la respuesta o la espera negativa: '¿Acaso te he ofendido en algo?'. Y tiene forma negativa cuando se espera contestación afirmativa: '¿Acaso no te encuentras a gusto a mi lado?'.
Hay algunas formas especiales de pregunta directa: 1. Anteponiendo «que»: '¿Que no lo crees?'; se emplea cuando se muestra extrañeza por el hecho de ocurrir lo que se pregunta. 2. Con «si»: '¿Si habrá llegado ya?'; se emplea cuando la pregunta se la formula el que la hace a sí mismo, solamente o a la vez que a otra persona; se emplea el condicional si la acción se refiere al pasado; el futuro compuesto de indicativo, si al pasado inmediato o al presente, y el futuro simple, si al futuro: '¿Si saldría [habría salido] ayer. Si habrá llegado hoy. Si llegará esta tarde?'. 3. Sin dar entonación interrogativa a la oración y poniendo «¿no?, ¿eh?» o «¿verdad?» al final: 'Me acompañarás ¿no?'; se emplea cuando se espera respuesta afirmativa o para incitar a ella. A veces, en lenguaje mimoso o familiar, se substituye «¿no?» por «¿sí?»: 'El nene se va a la camita ¿sí?'.
Cuando la respuesta que se pide no se reduce a «sí» o «no», sino que es una explicación, la pregunta se formula con los pronombres y adverbios interrogativos: «cuál, qué, quién; cómo, cuándo, cuánto, dónde», o con los pronombres interrogativos aplicados a un nombre: '¿En qué época? ¿A qué precio?'.
La oración interrogativa indirecta es una oración subordinada a un verbo de expresión; con «si» si enuncia una alternativa: 'Dime si vendrás por la mañana o por la tarde'. O, en otro caso, empleando como nexo un pronombre interrogativo, solo o acompañando a un nombre, o un adverbio interrogativo: 'Dime qué te pasa. Te preguntaba qué hora era. No sé cuándo vendrá'. Con los verbos «preguntar» y «decir» puede añadirse un «que» pleonástico que acentúa el carácter substantivo de la oración subordinada: 'Le pregunté que cuándo pensaba marcharse'. Se incluyen entre las oraciones interrogativas indirectas por construirse de la misma manera, las dubitativas, en que el verbo de la principal es «dudo, no sé, me pregunto», etc.: 'Estaba pensando cómo hacerlo'.
El pronombre interrogativo puede transformarse en un pronombre relativo y dar este mismo carácter a la oración interrogativa o dubitativa; en vez de 'dime cuántos pensáis venir', 'dime los que pensáis venir'; en vez de 'no sé qué hora es', 'no sé la hora que es'. Hay preguntas iniciadas con «que» que son, en realidad, subordinadas de un verbo sobreentendido; encierran generalmente cierto énfasis: '¿Que qué me has hecho...?'. (¿Te atreves a preguntar qué me has hecho cuando sabes bien que me has causado un perjuicio?) La mayor parte de las veces contienen la aseveración enfática por parte del que habla de que si alguien cree lo expresado en ellas está equivocado: '¿Que se irá sin pagarme...? ¿Que no sé lo que hago...?'.