2 Reyes 9 a 11, Puntos sobresalientes de la Biblia

2 Reyes 9 a 11, Puntos sobresalientes de la Biblia

Puntos sobresalientes de la lectura de la Biblia: 2 Reyes 9-10-11. Información para el estudio personal

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Investigación para los Puntos sobresalientes de: 2 Reyes 9 a 11


(2 REYES 9:1)

“Y Eliseo el profeta, por su parte, llamó a uno de los hijos de los profetas y entonces le dijo: “Ciñe tus lomos y toma este frasco de aceite en tu mano y ve a Ramot-galaad.”

*** it-1 pág. 1224 Indumentaria ***
Banda, cinto o cinturón. La banda solía llevarse sobre las prendas interiores o exteriores de vestir. Cuando alguien efectuaba una actividad física o trabajo, se ‘ceñía los lomos’ con una banda, a menudo recogiendo los extremos de la vestidura entre sus piernas y metiéndolos debajo de la banda a fin de poder tener libertad de movimiento. (1Re 18:46; 2Re 4:29; 9:1.)

(2 REYES 9:5)

“Cuando entró, pues, allí estaban sentados los jefes de la fuerza militar. Él ahora dijo: “Hay una palabra que tengo para ti, oh jefe”. Ante esto, Jehú dijo: “¿Para cuál de todos nosotros?”. Entonces él dijo: “Para ti, oh jefe”.”

*** w11 15/11 pág. 3 Jehú defiende la adoración pura ***
La primera vez que leemos de Jehú en las Escrituras lo hallamos sentado con los jefes militares de Israel. Jehú era un oficial de alto rango, posiblemente el comandante del ejército que estaba luchando contra los sirios en Ramot-galaad.

*** w11 15/11 pág. 3 Jehú defiende la adoración pura ***
(2 Rey. 8:28; 9:1-10).

(2 REYES 9:8)

“Y toda la casa de Acab tiene que perecer; y tengo que cortar de la casa de Acab a cualquiera que orina contra una pared y a todo imposibilitado e inútil en Israel.”

*** it-1 pág. 801 Eliseo ***
Todavía hay un trabajo de Elías que Eliseo debe llevar a cabo: el ungimiento de Jehú como ejecutor de Dios contra la inicua casa de Acab. (2Re 9:1-10.) Lo realiza más de dieciocho años después de haberle dado Jehová el mandato a Elías. Eliseo es testigo presencial del cumplimiento de las profecías de 1 Reyes 19:15-17 y 21:21-24.

(2 REYES 9:10)

“Y a Jezabel se la comerán los perros en la porción de terreno de Jezreel, y no habrá quien la entierre’”. Con eso, abrió la puerta y echó a huir.”

*** it-2 pág. 646 Perro ***
El juicio de Jehová contra sus enemigos a veces consistía en que los perros comiesen sus cadáveres o lamiesen su sangre. Debido al proceder de absoluta infidelidad que siguieron los reyes Jeroboán, Baasá y Acab, cualquiera que perteneciese a sus respectivas casas y que muriese en la ciudad tenía que ser devorado por los perros. (1Re 14:11; 16:4; 21:24.) En cumplimiento de la palabra de Jehová, los perros lamieron la sangre de Acab y devoraron la carne de Jezabel. (1Re 21:19; 22:38; 21:23; 2Re 9:10, 35, 36.)

(2 REYES 9:11)

“En cuanto a Jehú, él salió a donde los siervos de su señor, y ellos empezaron a decirle: “¿Está todo bien? ¿Por qué entró a donde ti ese loco?”. Pero él les dijo: “Ustedes mismos bien conocen al hombre y su clase de habla”.”

*** it-2 pág. 727 Profeta ***
Puesto que estaban completamente absortos en su misión y se dedicaban a ella con celo y valor, es posible que a los demás les pareciera extraño o hasta irracional su comportamiento, como pensaron de cierto profeta unos jefes militares cuando se ungió a Jehú. Sin embargo, una vez que se dieron cuenta de que aquel hombre era un profeta, los jefes tomaron muy en serio su mensaje. (2Re 9:1-13;

(2 REYES 9:12)

“Pero ellos dijeron: “¡Eso es falso! Infórmanos, por favor”. Entonces él dijo: “Así y así fue como me habló, diciendo: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “De veras te unjo por rey sobre Israel”’”.”

*** it-2 pág. 727 Profeta ***
Puesto que estaban completamente absortos en su misión y se dedicaban a ella con celo y valor, es posible que a los demás les pareciera extraño o hasta irracional su comportamiento, como pensaron de cierto profeta unos jefes militares cuando se ungió a Jehú. Sin embargo, una vez que se dieron cuenta de que aquel hombre era un profeta, los jefes tomaron muy en serio su mensaje. (2Re 9:1-13;

(2 REYES 9:13)

“Ante eso, ellos tomaron apresuradamente cada cual su prenda de vestir y la pusieron debajo de él, sobre los escalones pelados, y se pusieron a tocar el cuerno y a decir: “¡Jehú ha llegado a ser rey!”.”

*** it-2 pág. 727 Profeta ***
Puesto que estaban completamente absortos en su misión y se dedicaban a ella con celo y valor, es posible que a los demás les pareciera extraño o hasta irracional su comportamiento, como pensaron de cierto profeta unos jefes militares cuando se ungió a Jehú. Sin embargo, una vez que se dieron cuenta de que aquel hombre era un profeta, los jefes tomaron muy en serio su mensaje. (2Re 9:1-13;

(2 REYES 9:14)

“Y Jehú hijo de Jehosafat hijo de Nimsí procedió a conspirar contra Jehoram. Y sucedía que Jehoram mismo había estado vigilando en Ramot-galaad, él con todo Israel, a causa de Hazael el rey de Siria.”

*** w11 15/11 pág. 3 Jehú defiende la adoración pura ***
Es muy probable que hubiera cierto resentimiento y oposición a la manera de gobernar de la casa real y a la influencia de Jezabel. De todos modos, Jehú no se precipitó, sino que meditó concienzudamente en la mejor manera de cumplir su misión.
El rey Jehoram había sufrido heridas en batalla y se había refugiado en la ciudad de Jezreel con la esperanza de recuperarse. Si Jehú quería lograr sus objetivos, debía asegurarse de que nadie en Jezreel conociera sus planes. “No dejen que nadie salga en escape de la ciudad para ir a dar informe en Jezreel”, ordenó (2 Rey. 9:14, 15). Esperando quizás cierta resistencia por parte de las tropas leales a Jehoram, Jehú no quiso correr ningún riesgo.

*** it-2 pág. 786 Ramot-galaad ***
Jehoram, hijo de Acab, junto con Ocozías de Judá, también luchó contra los sirios en Ramot-galaad. Segundo de los Reyes 9:14 dice: “Jehoram mismo había estado vigilando en Ramot-galaad [...] a causa de Hazael el rey de Siria”. De modo que posiblemente Jehoram ya había tomado la ciudad antes, y la estaba defendiendo (no atacando) cuando Ocozías se unió a él contra Hazael. Jehoram resultó herido en esa batalla y se retiró a Jezreel para recuperarse. (2Re 8:25-29; 9:14, 15; 2Cr 22:5-8.)
Mientras tanto, el servidor de Eliseo ungió al jefe militar Jehú en Ramot-galaad para que fuese el siguiente rey. (2Re 9:1-14.)

(2 REYES 9:15)

“Más tarde Jehoram el rey se volvió para sanarse en Jezreel de las heridas que los sirios lograron infligirle cuando peleó contra Hazael el rey de Siria. Jehú ahora dijo: “Si el alma de ustedes está de acuerdo, no dejen que nadie salga en escape de la ciudad para ir a dar informe en Jezreel”.”

*** w11 15/11 pág. 3 Jehú defiende la adoración pura ***
Es muy probable que hubiera cierto resentimiento y oposición a la manera de gobernar de la casa real y a la influencia de Jezabel. De todos modos, Jehú no se precipitó, sino que meditó concienzudamente en la mejor manera de cumplir su misión.
El rey Jehoram había sufrido heridas en batalla y se había refugiado en la ciudad de Jezreel con la esperanza de recuperarse. Si Jehú quería lograr sus objetivos, debía asegurarse de que nadie en Jezreel conociera sus planes. “No dejen que nadie salga en escape de la ciudad para ir a dar informe en Jezreel”, ordenó (2 Rey. 9:14, 15). Esperando quizás cierta resistencia por parte de las tropas leales a Jehoram, Jehú no quiso correr ningún riesgo.

(2 REYES 9:17)

“Y el atalaya estaba de pie en la torre de Jezreel, y llegó a ver la oleada en masa [de los hombres] de Jehú a medida que él venía, y en seguida dijo: “Hay una oleada en masa [de hombres] que estoy viendo”. A lo que dijo Jehoram: “Toma a un soldado de caballería y envíalo a su encuentro, y que diga: ‘¿Hay paz?’”.”

*** w11 15/11 págs. 3-4 Jehú defiende la adoración pura ***
Un vigía apostado en una torre vio acercarse a “la oleada en masa de los hombres de Jehú” (2 Rey. 9:17). Es muy probable que Jehú se hiciera acompañar de una gran fuerza militar para asegurarse de lograr su objetivo.

*** w93 15/6 págs. 6-7 ¿Es exacta la geografía de la Biblia? ***
Siglos más tarde, el rey Jehú cruzó el valle hasta la ciudad de Jezreel para ejecutar la sentencia de Jehová sobre Jezabel y la casa apóstata de Acab. En la atalaya de Jezreel debió ser fácil ver acercarse desde el este las tropas de Jehú a una distancia de 19 kilómetros. De modo que el rey Jehoram tuvo suficiente tiempo para enviar a un primer mensajero a caballo y luego a otro, y, finalmente, para que él y el rey Ocozías de Judá engancharan los caballos a sus carros y salieran al encuentro de Jehú antes de que este llegara a la ciudad de Jezreel. Jehú ejecutó enseguida a Jehoram. Ocozías huyó, pero fue herido más tarde y murió en Meguidó. (2 Reyes 9:16-27.) Con respecto a los campos de batalla como el supracitado, George Smith escribe: “Es impresionante que en ninguna de sus narraciones [...] haya una imposibilidad geográfica”.

(2 REYES 9:20)

“Y el atalaya pasó a dar informe, diciendo: “Llegó hasta ellos, pero no ha vuelto; y el guiar se parece al guiar de Jehú el nieto de Nimsí, porque es con locura como guía”.”

*** w11 15/11 pág. 4 Jehú defiende la adoración pura ***
Al darse cuenta de que el valeroso Jehú conducía uno de los carros, el vigía exclamó: “Es con locura como guía” (2 Rey. 9:20). Si la forma de guiar de Jehú era ya de por sí veloz, la premura de esta misión especial lo llevó a lanzarse en una carrera vertiginosa.

*** w05 1/8 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro de Segundo de los Reyes ***
9:20. La reputación que tenía Jehú de guiar su carruaje de forma impetuosa indica su celo por cumplir su cometido. ¿Se le conoce a usted por ser un celoso proclamador del Reino? (2 Timoteo 4:2.)

*** w98 1/1 pág. 13 párr. 8 “¿Es tu corazón recto conmigo?” ***
8 Jehú tenía la reputación de conducir su carro a gran velocidad, lo que evidenciaba su celo por cumplir su cometido (2 Reyes 9:20). De Jesús, el Jehú Mayor, se dijo que el celo ‘lo consumía’ (Salmo 69:9). No sorprende, pues, que los verdaderos cristianos se distingan hoy en día por su celo. “[Predican] la palabra [...] urgentemente en tiempo favorable, en tiempo dificultoso”, tanto en la congregación como al público (2 Timoteo 4:2).

(2 REYES 9:21)

“Ante eso, Jehoram dijo: “¡Engancha!”. De manera que su carro de guerra fue enganchado, y Jehoram el rey de Israel y Ocozías el rey de Judá salieron, cada uno en su propio carro de guerra. Continuando al encuentro de Jehú, llegaron a hallarlo en la porción de terreno de Nabot el jezreelita.”

*** w93 15/6 págs. 6-7 ¿Es exacta la geografía de la Biblia? ***
Siglos más tarde, el rey Jehú cruzó el valle hasta la ciudad de Jezreel para ejecutar la sentencia de Jehová sobre Jezabel y la casa apóstata de Acab. En la atalaya de Jezreel debió ser fácil ver acercarse desde el este las tropas de Jehú a una distancia de 19 kilómetros. De modo que el rey Jehoram tuvo suficiente tiempo para enviar a un primer mensajero a caballo y luego a otro, y, finalmente, para que él y el rey Ocozías de Judá engancharan los caballos a sus carros y salieran al encuentro de Jehú antes de que este llegara a la ciudad de Jezreel. Jehú ejecutó enseguida a Jehoram. Ocozías huyó, pero fue herido más tarde y murió en Meguidó. (2 Reyes 9:16-27.) Con respecto a los campos de batalla como el supracitado, George Smith escribe: “Es impresionante que en ninguna de sus narraciones [...] haya una imposibilidad geográfica”.

(2 REYES 9:22)

“Y aconteció que, al momento en que Jehoram vio a Jehú, en seguida dijo: “¿Hay paz, Jehú?”. Pero él dijo: “¿Qué paz podría haber mientras haya las fornicaciones de Jezabel tu madre y sus muchas hechicerías?”.”

*** Rbi8 pág. 1575 5A “Fornicación.”—Toda clase de relaciones sexuales ilegítimas ***
Además de este significado literal, en ciertos lugares de las Escrituras Griegas Cristianas por•néi•a tiene un significado simbólico. Acerca de este significado, ZorellGr, col. 1106, dice bajo por•néi•a: “apostasía de la fe verdadera, cometida o enteramente o en parte, desertar del único Dios verdadero Jahvé a dioses extranjeros [4Re 9:22; Jer 3:2, 9; Os 6:10, etc.; porque la unión de Dios con su pueblo se consideraba como cierta clase de matrimonio espiritual]: Rev 14:8; 17:2, 4; 18:3; 19:2”. (Los corchetes y letras cursivas son de él; 4Re en LXX corresponde con 2Re en M.)

(2 REYES 9:26)

“‘“Ciertamente vi ayer la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos —es la expresión de Jehová—, y yo ciertamente te lo pagaré en esta porción de terreno”, es la expresión de Jehová’. Ahora, pues, álzalo; arrójalo en la porción de terreno, conforme a la palabra de Jehová”.”

*** w14 1/2 pág. 13 Se mantuvo firme ante la injusticia ***
Es posible que Jezabel haya tramado el asesinato de los hijos de Nabot para asegurarse de que no heredaran la viña.

*** w14 1/2 pág. 13 Se mantuvo firme ante la injusticia ***
Dos “individuos que no servían para nada” declararon en falso contra Nabot, y este fue apedreado. Pero no solo eso: ¡sus hijos también fueron asesinados! (1 Reyes 21:5-14; Levítico 24:16; 2 Reyes 9:26.)

(2 REYES 9:27)

“Y Ocozías el rey de Judá mismo lo vio, y emprendió la fuga por el camino de la casa del jardín. (Más tarde Jehú se fue en seguimiento de él y dijo: “¡A él también! ¡Derríbenlo!”. De manera que lo derribaron mientras estaba en el carro, camino arriba a Gur, que está cerca de Ibleam. Y él continuó su huida hasta Meguidó y llegó a morir allí.”

*** it-2 pág. 53 Jehú ***
Al parecer, Ocozías, nieto de Acab, que había salido de la ciudad con Jehoram, intentó volver a su propia capital, Jerusalén, pero solo llegó hasta Samaria y se escondió allí. Más tarde fue capturado y llevado a la presencia de Jehú, cerca del pueblo de Ibleam, no lejos de Jezreel. Jehú ordenó a sus hombres que lo matasen en su carro de guerra. Estos lo hirieron mortalmente en camino a Gur, cerca de Ibleam, pero logró escapar y huyó a Meguidó, donde murió. Luego lo llevaron a Jerusalén para enterrarlo. (2Re 9:17-28; 2Cr 22:6-9.)

*** it-2 pág. 516 Ocozías ***
Cuando se comparan los dos relatos (2Re 9:21-28; 2Cr 22:7-9), se ve que el curso de los sucesos fue el siguiente: al acercarse a Jezreel, Jehú se encontró con Jehoram y Ocozías. Derribó a Jehoram, y Ocozías huyó. Jehú no lo persiguió inmediatamente, sino que continuó hacia Jezreel para terminar la obra de ejecución. Mientras tanto, Ocozías trató de regresar a Jerusalén; no obstante, solo llegó hasta Samaria, donde trató de esconderse. Los hombres de Jehú que lo estaban persiguiendo lo descubrieron en Samaria, lo capturaron y lo llevaron a Jehú, que estaba cerca de la ciudad de Ibleam, no lejos de Jezreel. Cuando Jehú vio a Ocozías, ordenó a sus hombres que lo mataran en su carro. Ellos lo derribaron y lo hirieron mientras iba camino de Gur, cerca de Ibleam, pero le permitieron escapar, de modo que Ocozías huyó a Meguidó, donde murió a causa de sus heridas. Luego se le llevó a Jerusalén para enterrarlo. Los relatos de su muerte son complementarios, no contradictorios.
Segundo de las Crónicas 22:7 indica que la muerte de Ocozías “provino de Dios”; por lo tanto, Jehú actuó como el ejecutor designado por Dios al matar a este hombre que se asoció con la casa condenada de Acab.

(2 REYES 9:28)

“Entonces sus siervos lo llevaron en un carro a Jerusalén, y así lo enterraron en su sepulcro con sus antepasados en la Ciudad de David.”

*** it-2 pág. 53 Jehú ***
Al parecer, Ocozías, nieto de Acab, que había salido de la ciudad con Jehoram, intentó volver a su propia capital, Jerusalén, pero solo llegó hasta Samaria y se escondió allí. Más tarde fue capturado y llevado a la presencia de Jehú, cerca del pueblo de Ibleam, no lejos de Jezreel. Jehú ordenó a sus hombres que lo matasen en su carro de guerra. Estos lo hirieron mortalmente en camino a Gur, cerca de Ibleam, pero logró escapar y huyó a Meguidó, donde murió. Luego lo llevaron a Jerusalén para enterrarlo. (2Re 9:17-28; 2Cr 22:6-9.)

(2 REYES 9:30)

“Por fin Jehú llegó a Jezreel, y Jezabel misma lo supo. Y ella procedió a pintarse los ojos con pintura negra, y a arreglarse la cabeza hermosamente, y a mirar abajo por la ventana.”

*** it-1 pág. 569 Cosméticos ***
Cuando Jehú fue a Jezreel, Jezabel “procedió a pintarse los ojos con pintura negra”, además de arreglarse la cabeza hermosamente. (2Re 9:30.) Algunas mujeres israelitas se pintaban los ojos, como era común en la antigüedad en otras tierras del Oriente Medio. (Eze 23:40.) La pintura para los ojos solía ser negra, un color que contrastaría con el blanco de los ojos y los haría parecer más grandes. (Jer 4:30.) En las Escrituras no se dice que las mujeres fieles de Israel acostumbraran a pintarse los ojos, aunque una de las hijas de Job se llamaba Querén-hapuc, que posiblemente significa “Cuerno de la Pintura (de ojos) Negra [es decir, un receptáculo de cosmética]”. (Job 42:14.)

*** it-1 pág. 947 La división del reino ***
Jezreel 2Re 9:30-37

(2 REYES 9:31)

“Y Jehú mismo entró por la puerta. Ella ahora dijo: “¿Le fue bien a Zimrí, el que mató a su señor?”.”

*** it-2 pág. 102 Jezabel ***
Desde allí saludó al conquistador en su entrada triunfal, diciendo: “¿Le fue bien a Zimrí, el que mató a su señor?”. Este sarcástico saludo probablemente era una amenaza indirecta, pues Zimrí se había suicidado a los siete días de matar a su rey y usurpar el trono cuando vio su vida amenazada. (2Re 9:30, 31; 1Re 16:10, 15, 18.)

*** it-2 pág. 1233 Zimrí ***
3. Quinto rey del reino de diez tribus de Israel. Gobernó en Tirzá durante siete días hacia el año 951 a. E.C. Anteriormente había sido jefe de la mitad de los carros del rey Elah, pero en cierta ocasión en que el ejército se había marchado a Guibetón y el rey Elah se había quedado en Tirzá, Zimrí le mató a él y también al resto de la casa de Baasá, y se hizo rey. Su gobernación fue fugaz, pues el ejército nombró rey a Omrí y regresó de inmediato para sitiar Tirzá, ante lo cual Zimrí quemó la casa del rey consigo dentro. Zimrí se destacó por hacer lo que era malo a los ojos de Jehová. (1Re 16:3, 4, 9-20.) Las últimas palabras de Jezabel recordaban cuáles habían sido las consecuencias para Zimrí. Cuando Jehú entró cabalgando triunfalmente en Jezreel, ella le dijo de modo desafiante desde la ventana: “¿Le fue bien a Zimrí, el que mató a su señor?”. (2Re 9:30, 31.)

(2 REYES 9:36)

“Cuando volvieron y se lo informaron, él pasó a decir: “Es la palabra de Jehová que él habló por medio de su siervo Elías el tisbita, cuando dijo: ‘En la porción de terreno de Jezreel los perros se comerán la carne de Jezabel.”

*** jr cap. 10 págs. 120-121 párr. 15 ¿Nos preguntamos a diario “dónde está Jehová”? ***
Jeremías escribió el relato acerca de Jezabel, la malvada consorte del rey Acab de Samaria, en el que Elías profetizó que los perros se la comerían en la parcela de Jezreel (1 Rey. 21:23). Sabemos que, en cumplimiento de esta profecía, unos catorce años después Jezabel fue echada por una ventana, hollada por las caballerías de Jehú y devorada por los perros (2 Rey. 9:31-37). Estudiar la profecía de Elías y los detalles de su cumplimiento tiene que haber fortalecido la fe de Jeremías en la palabra de Dios.

*** it-2 pág. 646 Perro ***
El juicio de Jehová contra sus enemigos a veces consistía en que los perros comiesen sus cadáveres o lamiesen su sangre. Debido al proceder de absoluta infidelidad que siguieron los reyes Jeroboán, Baasá y Acab, cualquiera que perteneciese a sus respectivas casas y que muriese en la ciudad tenía que ser devorado por los perros. (1Re 14:11; 16:4; 21:24.) En cumplimiento de la palabra de Jehová, los perros lamieron la sangre de Acab y devoraron la carne de Jezabel. (1Re 21:19; 22:38; 21:23; 2Re 9:10, 35, 36.)

(2 REYES 10:10)

“Sepan, pues, que no caerá a tierra [sin cumplirse] nada de la palabra de Jehová que Jehová ha hablado contra la casa de Acab; y Jehová mismo ha hecho lo que habló por medio de su siervo Elías”.”

*** it-1 pág. 247 Atalía ***
Una vez que Jehoás llegó a la edad de siete años, el sumo sacerdote Jehoiadá, que era temeroso de Dios, lo sacó de su escondite y lo coronó como heredero legal del trono. Al oír el tumulto, Atalía corrió hacia el templo y, cuando vio lo que sucedía, gritó: “¡Conspiración! ¡Conspiración!”. Entonces el sumo sacerdote ordenó que la sacasen fuera de los terrenos del templo, y fue ejecutada en la puerta de entrada de los caballos del palacio. Probablemente fue la última descendiente de la abominable casa de Acab. (2Re 11:1-20; 2Cr 22:1–23:21.) ¡Qué verdadera resultó ser la declaración: “No caerá a tierra sin cumplirse nada de la palabra de Jehová que Jehová ha hablado contra la casa de Acab”! (2Re 10:10, 11; 1Re 21:20-24.)

(2 REYES 10:12)

“Y procedió a levantarse y a entrar, entonces a partir para Samaria. La casa para atar de los pastores estaba en el camino.”

*** it-1 págs. 439-440 Casa para atar de los pastores ***
CASA PARA ATAR DE LOS PASTORES
Lugar ubicado en el camino que iba de Jezreel a Samaria donde Jehú encontró y mató junto a una cisterna a los hermanos del rey Ocozías de Judá. (2Re 10:12-14.) Su nombre al parecer hace referencia a una casa donde se ataba a las ovejas para facilitar el esquileo. Algunas versiones traducen behth-ʽé•qedh por “casa de reunión”, entendiendo que era una posada donde se reunían “los pastores” (ha•ro•ʽím); otras consideran que este nombre hebreo es el nombre de un pueblo, y por eso simplemente lo trasliteran. Por lo general se identifica con Beit Qad (Bet Qad), situado a unos 6 Km. al ENE. de la moderna Jenin. En ese lugar hay varias cisternas.

(2 REYES 10:15)

“Al ir pasando desde allí, llegó a encontrar a Jehonadab hijo de Recab [que venía] a su encuentro. Cuando lo bendijo, él de consiguiente le dijo: “¿Es tu corazón recto conmigo, como mi propio corazón lo es con tu corazón?”. A esto Jehonadab dijo: “Lo es”. “Si lo es, dame tu mano, sí.” De manera que él le dio la mano. Con eso, [Jehú] lo hizo subir al carro consigo.”

*** w05 1/8 pág. 11 Puntos sobresalientes del libro de Segundo de los Reyes ***
10:15. Tal como Jehonadab aceptó de buena gana la invitación que le hizo Jehú de subir al carro, la “gran muchedumbre” apoya de buena gana a Jesucristo, el Jehú moderno, y a sus seguidores ungidos (Revelación [Apocalipsis] 7:9).

*** w98 1/1 págs. 12-13 párrs. 3-6 “¿Es tu corazón recto conmigo?” ***
De camino se topó con un partidario. “Llegó a encontrar a Jehonadab hijo de Recab que venía a su encuentro. Cuando lo bendijo, él de consiguiente le dijo: ‘¿Es tu corazón recto conmigo, como mi propio corazón lo es con tu corazón?’. A esto Jehonadab dijo: ‘Lo es’. ‘Si lo es, dame tu mano, sí.’ De manera que él le dio la mano. Con eso, Jehú lo hizo subir al carro consigo. Entonces dijo: ‘Ven conmigo, sí, y ve como no tolero rivalidad respecto a Jehová’. Y lo hicieron seguir montado con él en su carro de guerra.” (2 Reyes 10:15, 16.)
4 Jehonadab (o, Jonadab) no era israelita. Sin embargo, según indica su nombre (que significa “Jehová es dispuesto”, “Jehová es noble” o “Jehová es generoso”), adoraba al Dios verdadero (Jeremías 35:6). Este hombre estaba muy interesado en ver cómo Jehú ‘no toleraba rivalidad respecto a Jehová’. ¿Cómo lo sabemos? Pues bien, su encuentro con el rey ungido de Israel no fue fortuito. Jehonadab “venía a su encuentro” cuando Jehú ya había dado muerte a Jezabel y a otros miembros de la casa de Acab. Por tanto, sabía lo que sucedía cuando Jehú lo invitó a subir al carro. Estaba incuestionablemente del lado de Jehú —y de Jehová— en este conflicto entre la religión falsa y la verdadera.
Jehú y Jehonadab en tiempos modernos
5 Hoy la situación de la humanidad pronto cambiará de manera tan radical como cambió la de Israel en 905 a.E.C. Se acerca el tiempo para que Jehová limpie la Tierra de todos los efectos nocivos de la influencia satánica, entre ellos la religión falsa. ¿Quién es Jehú en nuestro tiempo? El mismo Jesucristo, a quien se dirigieron las siguientes palabras proféticas: “Cíñete la espada sobre tu muslo, oh poderoso, con tu dignidad y tu esplendor. Y en tu esplendor sigue adelante al éxito; cabalga en la causa de la verdad y la humildad y la justicia” (Salmo 45:3, 4). “El Israel de Dios”, los cristianos ungidos que “observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús”, representa a Jesús en la Tierra (Gálatas 6:16; Revelación 12:17). Desde 1922 estos hermanos ungidos de Jesús han advertido valerosamente del venidero juicio de Jehová (Isaías 61:1, 2; Revelación 8:7–9:21; 16:2-21).
6 Los cristianos ungidos no han estado solos. Tal como Jehonadab fue al encuentro de Jehú, muchas personas han salido de las naciones para apoyar a Jesús, el Jehú Mayor, y a sus representantes terrestres en la defensa de la religión verdadera (Zacarías 8:23). Jesús las llamó sus “otras ovejas”. En 1932 se las reconoció como el equivalente moderno de Jehonadab de la antigüedad y se las invitó a ‘subir al carro’ del Jehú de tiempos modernos (Juan 10:16). ¿Cómo? ‘Observando los mandamientos de Dios’ y participando con los ungidos en “la obra de dar testimonio de Jesús”. En nuestro tiempo, lo antedicho incluye la predicación de las buenas nuevas del Reino de Dios establecido con Jesús como Rey (Marcos 13:10). En 1935 se identificó a estos “Jonadabs” con la “gran muchedumbre” de Revelación 7:9-17.

*** jv cap. 12 págs. 165-166 La gran muchedumbre, ¿vivirá en el cielo, o en la Tierra? ***
Jehová comisionó a Jehú para que fuera rey del reino de diez tribus de Israel y ejecutara la sentencia de Jehová sobre la casa inicua de Acab y Jezabel. Cuando Jehú se encaminaba a Samaria para erradicar la adoración de Baal, Jehonadab (Jonadab), el hijo de Recab, salió a su encuentro. Jehú le preguntó: “¿Es tu corazón recto para conmigo?”, a lo que Jehonadab contestó: “Lo es”. Jehú le dijo: “Dame tu mano”, y cuando Jehonadab aceptó su invitación, lo subió a su carro. Luego Jehú le instó: “Ven conmigo, sí, y ve como no tolero rivalidad respecto a Jehová”. (2 Rey. 10:15-28.) Jehonadab, aunque no era israelita, concordaba con lo que Jehú estaba haciendo; sabía que Jehová, el Dios verdadero, debía recibir devoción exclusiva. (Éxo. 20:4, 5.) Siglos más tarde los descendientes de Jehonadab seguían demostrando un espíritu que tenía la aprobación de Jehová, por lo que Él prometió: “No será cortado de Jonadab hijo de Recab un hombre que siempre esté de pie delante de mí”. (Jer. 35:19.) Por lo tanto, surgió la pregunta: ¿Hay en la Tierra hoy personas que no sean israelitas espirituales con una herencia celestial, pero que sean como Jehonadab?
La Torre del Vigía de noviembre de 1932 explicó: “Jonadab representó o prefiguró la clase de gente que está en la tierra ahora [...] [que] no está en armonía con la organización de Satanás, se declara de parte de la justicia, y será preservada por el Señor durante el tiempo del Armagedón, protegiéndola durante la tribulación, y dándole vida eterna en la tierra. Estos constituyen la clase de ‘ovejas’ la cual favorece al pueblo ungido de Dios, porque sabe que los ungidos del Señor están haciendo la obra del Señor”. A los que manifestaban ese espíritu se les invitó a llevar el mensaje del Reino a otros tal como lo hacían los ungidos. (Rev. 22:17.)
Había algunos (aunque relativamente pocos entonces) que se asociaban con los testigos de Jehová y que se daban cuenta de que el espíritu de Dios no había engendrado en ellos la esperanza de vida celestial. Se les llegó a conocer como los Jonadab, porque, al igual que el Jonadab (Jehonadab) de la antigüedad, consideraban un honor identificarse con los siervos ungidos de Jehová, y para ellos era un gozo participar de los privilegios que les hacía disponibles la Palabra de Dios.

*** it-1 pág. 926 Fianza, fiador ***
Así confirmó Jehú la respuesta afirmativa de Jehonadab a la pregunta: “¿Es tu corazón recto conmigo, como mi propio corazón lo es con tu corazón?”, pues le dijo a Jehonadab: “Si lo es, dame tu mano, sí”. (2Re 10:15.)

*** it-2 pág. 689 Posturas y ademanes ***
La cooperación o coparticipación también se indicaba con un apretón de manos o asiendo la mano de la otra persona. (2Re 10:15; Gál 2:9.)

*** si pág. 74 párr. 33 Libro bíblico número 12: 2 Reyes ***
Note que Jehonadab recibió una bendición cuando se le invitó a ir en el carro de Jehú para ver la destrucción de los adoradores de Baal. ¿Y por qué? Porque obró resueltamente al salir a saludar al celoso Jehú. (2 Rey. 10:15, 16.)

(2 REYES 10:16)

“Entonces dijo: “Ven conmigo, sí, y ve como no tolero rivalidad respecto a Jehová”. Y lo hicieron seguir montado con él en su carro de guerra.”

*** w98 1/1 págs. 12-13 párrs. 3-6 “¿Es tu corazón recto conmigo?” ***
De camino se topó con un partidario. “Llegó a encontrar a Jehonadab hijo de Recab que venía a su encuentro. Cuando lo bendijo, él de consiguiente le dijo: ‘¿Es tu corazón recto conmigo, como mi propio corazón lo es con tu corazón?’. A esto Jehonadab dijo: ‘Lo es’. ‘Si lo es, dame tu mano, sí.’ De manera que él le dio la mano. Con eso, Jehú lo hizo subir al carro consigo. Entonces dijo: ‘Ven conmigo, sí, y ve como no tolero rivalidad respecto a Jehová’. Y lo hicieron seguir montado con él en su carro de guerra.” (2 Reyes 10:15, 16.)
4 Jehonadab (o, Jonadab) no era israelita. Sin embargo, según indica su nombre (que significa “Jehová es dispuesto”, “Jehová es noble” o “Jehová es generoso”), adoraba al Dios verdadero (Jeremías 35:6). Este hombre estaba muy interesado en ver cómo Jehú ‘no toleraba rivalidad respecto a Jehová’. ¿Cómo lo sabemos? Pues bien, su encuentro con el rey ungido de Israel no fue fortuito. Jehonadab “venía a su encuentro” cuando Jehú ya había dado muerte a Jezabel y a otros miembros de la casa de Acab. Por tanto, sabía lo que sucedía cuando Jehú lo invitó a subir al carro. Estaba incuestionablemente del lado de Jehú —y de Jehová— en este conflicto entre la religión falsa y la verdadera.
Jehú y Jehonadab en tiempos modernos
5 Hoy la situación de la humanidad pronto cambiará de manera tan radical como cambió la de Israel en 905 a.E.C. Se acerca el tiempo para que Jehová limpie la Tierra de todos los efectos nocivos de la influencia satánica, entre ellos la religión falsa. ¿Quién es Jehú en nuestro tiempo? El mismo Jesucristo, a quien se dirigieron las siguientes palabras proféticas: “Cíñete la espada sobre tu muslo, oh poderoso, con tu dignidad y tu esplendor. Y en tu esplendor sigue adelante al éxito; cabalga en la causa de la verdad y la humildad y la justicia” (Salmo 45:3, 4). “El Israel de Dios”, los cristianos ungidos que “observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús”, representa a Jesús en la Tierra (Gálatas 6:16; Revelación 12:17). Desde 1922 estos hermanos ungidos de Jesús han advertido valerosamente del venidero juicio de Jehová (Isaías 61:1, 2; Revelación 8:7–9:21; 16:2-21).
6 Los cristianos ungidos no han estado solos. Tal como Jehonadab fue al encuentro de Jehú, muchas personas han salido de las naciones para apoyar a Jesús, el Jehú Mayor, y a sus representantes terrestres en la defensa de la religión verdadera (Zacarías 8:23). Jesús las llamó sus “otras ovejas”. En 1932 se las reconoció como el equivalente moderno de Jehonadab de la antigüedad y se las invitó a ‘subir al carro’ del Jehú de tiempos modernos (Juan 10:16). ¿Cómo? ‘Observando los mandamientos de Dios’ y participando con los ungidos en “la obra de dar testimonio de Jesús”. En nuestro tiempo, lo antedicho incluye la predicación de las buenas nuevas del Reino de Dios establecido con Jesús como Rey (Marcos 13:10). En 1935 se identificó a estos “Jonadabs” con la “gran muchedumbre” de Revelación 7:9-17.

(2 REYES 10:19)

“Así es que ahora llamen a mí a todos los profetas de Baal, a todos sus adoradores y a todos sus sacerdotes. Que no falte ni uno solo, porque tengo un gran sacrificio para Baal. Quienquiera que falte no seguirá viviendo”. En cuanto a Jehú, él actuó con astucia engañadora, con el propósito de destruir a los adoradores de Baal.”

*** w11 15/11 pág. 5 Jehú defiende la adoración pura ***
Jehú anunció que iba a hacer “un gran sacrificio” a Baal (2 Rey. 10:18, 19). Cierto biblista comenta: “Empleó un juego de palabras muy ingenioso”. Aunque el término utilizado aquí “generalmente significa ‘sacrificio’, también se usa para referirse a la ‘matanza’ de apóstatas”.

(2 REYES 10:20)

“Y Jehú pasó a decir: “Santifiquen una asamblea solemne para Baal”. Por consiguiente, la proclamaron.”

*** w89 15/3 pág. 25 ¡Informe exacto de un testigo ocular! ***
¡Informe exacto de un testigo ocular!
Un texto ugarítico publicado recientemente (KTU 1.161) confirma la confiabilidad de 2 Reyes 10:19, 20. Para destruir a los adoradores de Baal, el rey Jehú dio este mandato: “Santifiquen una asamblea solemne para Baal [un dios falso, posiblemente representado por la estatuilla que se ve a la izquierda]”. Según Vetus Testamentum, revista publicada en los Países Bajos, esta expresión es “cananeo genuino” y significa “‘un círculo cerrado’: a todo extraño se le podía castigar con una maldición”. “Ahora vemos que evidentemente el autor del pasaje de 2 Reyes tenía buen conocimiento de la terminología religiosa cananea”, comenta Vetus Testamentum.
[Reconocimiento en la página 25]
Museo del Louvre, París

(2 REYES 10:25)

“Y aconteció que tan pronto como acabó de ofrecer la ofrenda quemada, Jehú inmediatamente dijo a los corredores y a los adjutores: “¡Entren, derríbenlos! No dejen salir ni uno solo”. Y los corredores y los adjutores empezaron a derribarlos a filo de espada y a arrojarlos afuera, y siguieron yendo hasta la ciudad de la casa de Baal.”

*** it-1 pág. 53 Adjutor ***
Por mandato de Jehú, sus corredores y adjutores, entre ellos probablemente Bidqar, derribaron a los adoradores de Baal. (2Re 9:25; 10:25.)

(2 REYES 10:26)

“Entonces sacaron las columnas sagradas de la casa de Baal y quemaron cada una [de ellas].”

*** it-1 pág. 512 Columna sagrada ***
Antes de que entraran en la Tierra Prometida, a los israelitas se les ordenó que no erigiesen ninguna columna sagrada y que hiciesen añicos o pedazos las que habían levantado los cananeos. (Éx 34:13; Le 26:1; Dt 12:3; 16:22.) La manera como había que destruirlas indica que probablemente estaban hechas de piedra. Sin embargo, en 2 Reyes 10:26 se habla de quemar las columnas sagradas, lo que da a entender que algunas eran de madera. Puede que en este caso se haga referencia al poste sagrado o aserá. (Véase POSTE SAGRADO.)

(2 REYES 10:29)

“Fue solamente de seguir los pecados de Jeroboán hijo de Nebat, con que él hizo pecar a Israel, de lo que Jehú no se apartó, [es decir,] los becerros de oro de los cuales uno estaba en Betel y uno en Dan.”

*** w11 15/11 pág. 5 Jehú defiende la adoración pura ***
El final de esta historia contiene una señal de advertencia. Jehú “no se apartó” de seguir tras “los becerros de oro” que estaban en Betel y Dan (2 Rey. 10:29). ¿Cómo es posible que alguien que parecía tan celoso por la adoración pura cayera en la idolatría?
Quizá Jehú creía que para que Israel se mantuviera independiente de Judá se necesitaba una separación religiosa entre ambos reinos y por eso, como los anteriores reyes de Israel, tratara de mantenerlos separados perpetuando el culto a becerros. Pero aquello sería una falta de confianza en Jehová, quien lo había hecho rey.

*** it-1 pág. 947 La división del reino ***
Dan 2Re 10:29

(2 REYES 10:31)

“Y Jehú mismo no puso cuidado en andar en la ley de Jehová el Dios de Israel con todo su corazón. No se apartó de los pecados de Jeroboán, con que él hizo pecar a Israel.”

*** it-1 pág. 297 Becerro ***
hasta el rey Jehú, que erradicó de Israel la adoración de Baal, dejó que siguiese, probablemente con el fin de mantener separado al reino de diez tribus del reino de Judá. (2Re 10:29-31.)

(2 REYES 11:1)

“Ahora bien, en cuanto a Atalía la madre de Ocozías, ella vio que su hijo había muerto. De manera que se levantó y destruyó a toda la prole del reino.”

*** it-2 pág. 808 Reino ***
A los hijos del rey se les llama a veces “la prole del reino”. (2Re 11:1.)

(2 REYES 11:2)

“Sin embargo, Jehoseba hija del rey Jehoram, la hermana de Ocozías, tomó a Jehoás hijo de Ocozías y lo hurtó de entre los hijos del rey a quienes iban a dar muerte, aun a él y su nodriza, [y lo metió] dentro del cuarto interior para los lechos, y lo mantuvieron ocultado del rostro de Atalía, y no fue muerto.”

*** it-2 pág. 179 Ladrón ***
La tía del jovencito Jehoás le salvó la vida ‘hurtándole de entre sus hermanos’ para que no muriese como ellos a manos de la inicua Atalía. (2Re 11:1, 2; 2Cr 22:11.)

(2 REYES 11:4)

“Y al año séptimo Jehoiadá envió y entonces tomó a los jefes de centenas de la guardia de corps caria y de los corredores, y los trajo a sí a la casa de Jehová y celebró con ellos un pacto y los hizo jurar en la casa de Jehová, después de lo cual les mostró al hijo del rey.”

*** it-1 pág. 1052 Guardia de corps caria ***
GUARDIA DE CORPS CARIA
Cuerpo de soldados que colaboró con Jehoiadá en derrocar a Atalía y proclamar a Jehoás rey de Judá. (2Re 11:4, 13-16, 19.)
Muchos eruditos creen que la guardia de corps caria no era más que otro nombre que se daba a los keretitas, que se dice que servían en las fuerzas militares de David y Salomón. También, según opinión de algunos eruditos, los keretitas constituían la guardia personal de estos reyes. (2Sa 8:18; 1Re 1:38; 1Cr 18:17.) Esta identificación de la guardia de corps caria con los keretitas se basa además en el texto masorético, que en 2 Samuel 20:23 emplea la expresión “guardia de corps caria” y en la nota marginal, tal como se hace en otros manuscritos hebreos, emplea la palabra “keretitas”.
Al SO. de Asia Menor existía un antiguo distrito al que se denominaba Caria. El hecho de que en Ezequiel 25:16 y Sofonías 2:5 se relacione a los keretitas con los filisteos, y que además en la Versión de los Setenta griega se traduzcan estos textos por “cretenses” en vez de keretitas, ha llevado a algunos a la conclusión de que el distrito de Caria mencionado podría ser el lugar de donde procedieran los miembros de esta guardia de corps.

(2 REYES 11:6)

“y una tercera parte estará a la Puerta del Fundamento, y una tercera parte estará a la puerta detrás de los corredores; y ustedes tienen que guardar la casa bajo rigurosa vigilancia por turnos.”

*** it-2 pág. 762 Puerta, paso de entrada ***
Puerta del Fundamento. Puerta del templo cuya ubicación es incierta. (2Re 11:6; 2Cr 23:5.)

(2 REYES 11:12)

“Entonces él sacó al hijo del rey y puso sobre él la diadema y el Testimonio; y así lo hicieron rey y lo ungieron. Y se pusieron a batir las manos y a decir: “¡Viva el rey!”.”

*** w91 1/2 pág. 31 “La diadema y el Testimonio” ***
“La diadema y el Testimonio”
“ENTONCES [Jehoiadá el sacerdote] sacó al hijo del rey y puso sobre él la diadema y el Testimonio; y así lo hicieron rey y lo ungieron.” (2 Reyes 11:12.) Así describe el libro de los Reyes la coronación del rey Jehoás. ¿Notó usted que además de “la diadema” o corona real Jehoiadá también puso “el Testimonio” sobre el joven rey? ¿Qué era el Testimonio? ¿Y por qué era parte de aquella ceremonia de coronación?
La palabra hebrea que se traduce aquí “Testimonio” suele referirse a los Diez Mandamientos o a la Ley de Dios en general. (Éxodo 31:18; Salmo 78:5, Franquesa-Solé.) En conformidad con esto, en su versión de la Biblia Serafín de Ausejo habla en 2 Reyes 11:12 y en el relato paralelo de 2 Crónicas 23:11 de ‘ponerle (colocarle) la corona (la diadema) y el libro de la ley’. Sin embargo, en 2 Reyes 11:12 tanto Nácar-Colunga como Cantera-Iglesias usan, en lugar de la expresión “el Testimonio” o “la ley” la frase “los brazaletes”, aunque en ambos versículos (2 Reyes 11:12 y 2 Crónicas 23:11) aparece la misma palabra hebrea. ¿Por qué?
Un conocido comentario alemán de la Biblia, Herders Bibelkommentar, explica que algunos traductores no pueden imaginarse que el rey se pusiera la Ley sobre la cabeza o en el brazo. Y puesto que en 2 Samuel 1:10, en una referencia al rey Saúl, se menciona un brazalete junto con la diadema que él usaba, ellos creen que 2 Reyes 11:12 tiene que haber dicho originalmente “la diadema y los brazaletes”. Pero eso es simple conjetura. El sustituir “el Testimonio” con “los brazaletes” representa un cambio textual de importancia.
La versión bíblica de Sigal dice en 2 Reyes 11:12: “Puso sobre él la diadema real, y entregándole el libro del testimonio”. Pero ¿entregó Jehoiadá a Jehoás “el Testimonio”? Es cierto que la palabra hebrea que se traduce “puso” también puede traducirse “entregó”. Pero tanto en Reyes como en Crónicas esa palabra aparece una sola vez, con referencia tanto a la diadema como al Testimonio. Además, va seguida inmediatamente de la palabra hebrea para “sobre”. Por lo tanto, “puso sobre” tiene que ser la traducción correcta. Tanto la diadema como el Testimonio fueron ‘puestos sobre’ el joven rey Jehoás, como indica la Traducción del Nuevo Mundo.
Entonces, ¿por qué y cómo “puso” el Testimonio sobre el joven rey el sumo sacerdote? Considere la observación del erudito alemán Otto Thenius: “La Ley, libro en que estaban registrados los decretos de Moisés. Este se sostenía simbólicamente sobre la cabeza del rey después que se le había adornado con la diadema” (Die Bücher der Könige). De igual manera, el profesor Ernst Bertheau dice: “El colocar la Ley [sobre el rey] ciertamente tenía un significado simbólico, a saber, que el rey estaba obligado a gobernar con arreglo a ella” (Die Bücher der Chronik).
Dios mandó que cuando el rey se sentara en el trono tenía que escribir para sí una copia de la Ley y estudiarla y aplicarla durante toda su vida. (Deuteronomio 17:18-20.) El poner “el Testimonio” sobre el nuevo rey puede haber sido un breve ademán simbólico que ilustrara que aunque ahora él era rey no estaba por encima de la Ley de Jehová. Lamentablemente, después de la muerte del sumo sacerdote Jehoiadá el rey Jehoás olvidó esta importantísima lección y gradualmente se apartó de la adoración de Jehová, y con el tiempo murió a manos de asesinos. (2 Crónicas 24:17-25.)

(2 REYES 11:16)

“De manera que le echaron manos, y ella vino por el camino de la entrada de los caballos de la casa del rey, y allí le dieron muerte.”

*** it-2 pág. 761 Puerta, paso de entrada ***
Algunos creen que la Puerta de los Caballos comunicaba las dos partes del recinto del templo-palacio. Llegan a esta conclusión debido a que en el relato de la ejecución de Atalía se dice que cuando los soldados la sacaron del templo, “ella llegó a la entrada de la puerta de los caballos de la casa del rey”. (2Cr 23:15; 2Re 11:16.) Sin embargo, probablemente esta no era más que una entrada a los recintos del palacio real y no la Puerta de los Caballos por la que los caballos entraban y salían de la ciudad.

(2 REYES 11:19)

“Además, tomó a los jefes de centenas y a la guardia de corps caria y a los corredores y a toda la gente de la tierra, para que hicieran bajar al rey de la casa de Jehová; y ellos vinieron paulatinamente por el camino de la puerta de los corredores a la casa del rey; y él empezó a sentarse sobre el trono de los reyes.”

*** it-1 pág. 1052 Guardia de corps caria ***
GUARDIA DE CORPS CARIA
Cuerpo de soldados que colaboró con Jehoiadá en derrocar a Atalía y proclamar a Jehoás rey de Judá. (2Re 11:4, 13-16, 19.)
Muchos eruditos creen que la guardia de corps caria no era más que otro nombre que se daba a los keretitas, que se dice que servían en las fuerzas militares de David y Salomón. También, según opinión de algunos eruditos, los keretitas constituían la guardia personal de estos reyes. (2Sa 8:18; 1Re 1:38; 1Cr 18:17.) Esta identificación de la guardia de corps caria con los keretitas se basa además en el texto masorético, que en 2 Samuel 20:23 emplea la expresión “guardia de corps caria” y en la nota marginal, tal como se hace en otros manuscritos hebreos, emplea la palabra “keretitas”.
Al SO. de Asia Menor existía un antiguo distrito al que se denominaba Caria. El hecho de que en Ezequiel 25:16 y Sofonías 2:5 se relacione a los keretitas con los filisteos, y que además en la Versión de los Setenta griega se traduzcan estos textos por “cretenses” en vez de keretitas, ha llevado a algunos a la conclusión de que el distrito de Caria mencionado podría ser el lugar de donde procedieran los miembros de esta guardia de corps.

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