De la difícil adaptación...

Capítulo II. Surgimiento de un Nuevo Mundo 1498 / 1780

Unidad 3. Tiempo de exploraciones 1498 / 1528

 
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3.15. De la difícil adaptación...

Los conquistadores encuentran en América una geografía física y humana nueva. No es fácil acostumbrarse a las tierras húmedas de los litorales costeros del Caribe y del Pacífico, o al enmarañado y húmedo delta orinoquense.
En cambio, el poblamiento prospera en las tierras altas y en los espacios cálidos y secos donde los hombres de las áridas tierras de Castilla, La Mancha, Extremadura y Andalucía, controlan mejor las asperezas del terreno. El vulcanismo, los sismos y los huracanes se agregan a las dificultades.
La dimensión de los nuevos espacios geográficos conmueve al conquistador. Nunca antes había visto un río tan caudaloso y un delta tan complejo como el del Orinoco, o un curso de agua tan ancho y ajeno como el del Amazonas.
La exuberancia de la selva tropical, con sus espacios verdes colgantes rozando el mar, lo deja perplejo, así como los manglares que forman una barrera casi inexpugnable en sectores del Caribe ístmico y continental.
Los llanos y las montañas tienen también otra dimensión, otra anchura, otros colores y alturas. Esos paisajes geográficos poseen nombres indígenas que en su mayoría son cambiados por denominaciones europeas, aunque en no pocos casos el toponímico aborigen termina triunfando. Se trata de un acto de posesión del territorio. De esta forma, aparecen la Nueva Andalucía, Vizcaya o Galicia en espacios geográficos distintos a los originarios. El acto de conquista es más evidente en el bautizo de las ciudades con nombres españoles, Barcelona, Mérida, Trujillo o Nueva Cádiz. A través de esos nombres antiguos, el conquistador intenta apropiarse rápidamente del espacio nuevo.
Igual ocurre con sus hábitos alimentarios. Al español le lleva algún tiempo asimilar en su dieta básica variedades americanas como el maíz, la yuca, la papa, los ajíes o el tomate; o digerir carne animal de tortugas arrau, manatí o chigüire. No es fácil para ellos consumir casabe de yuca, zapoaras, o chicha de maíz en lugar de pan de trigo, bacalao o vino.
Extrañaban la leche de vaca, quesos de cabra o jamones de cerdo. Estas ausencias explican por qué desde 1493 el conquistador trae consigo semillas, frutos y animales del Viejo Mundo primero, luego de África y Asia.
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