Instituciones hispanas

Capítulo II. Surgimiento de un Nuevo Mundo 1498 / 1780

Unidad 4. La huella española 1529 / 1700


El desarrollo y estabilidad de la conquista adelantada por Castilla en el Nuevo Mundo se reglamenta en poco tiempo hasta descansar en distintas instituciones, algunas de larga data en aquel reino.
El transplante de tales instituciones llega a Venezuela y al resto de las provincias de Tierra Firme, en forma de numerosos documentos emitidos por el monarca. Vienen a bordo de las primeras naves alemanas que arriban a finales de la segunda década del siglo XVI.
Su establecimiento copia fielmente la estructura organizativa de la metrópoli y contempla las materias más importantes del Imperio, como las de orden económico, religioso, político, militar y jurídico.
El permanente crecimiento de la colonización impone el fortalecimiento y la legitimación de dichas organizaciones.

Institución Funciones
Casa de Contratación de Sevilla (1503) Actividades mercantiles de navegación
Patronato Eclesiástico (1508) Asuntos religiosos
Consejo Supremo de Indias (1524) Temas territoriales, justicia, inmigración y poblamiento
Universidad de Cargadores Representante del gremio de mercaderes. Asuntos relacionados con la navegación hacia las Indias
Real Audiencia Funciones judiciales, legislativas y ejecutivas
Gobernación y Capitanía General (1528) (Ocupados por un mismo funcionario) Administración política y de justicia; conquista y defensa
Real Hacienda (1529) Materias económicas y fiscales
Obispado (1531) Unificar y ejecutar la política de la Iglesia
Cabildo Seglar (1529) Reglamentación de la vida política, social y económica de los civiles
Cabildo Eclesiástico Administración de la justicia eclesiástica
Cabildo de Indios (segunda década del s. XVII) Creados para instruir a los indígenas en las normas castellanas
Tenientazgos Administrar justicia en los pueblos que carecían de cabildos
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Españoles, su lugar en la tierra

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Desde los primeros años del establecimiento español en Venezuela, se mantienen activas la permanente preocupación y protesta de los colonos en relación con los escasos recursos alimenticios, la inexistencia de tesoros, el limitado rescate de oro y la insuficiente mano de obra encontrada. En propiedad, esto tiene que ver con la única riqueza que hasta entonces tenía valor para ellos: los metales preciosos.
Luego de tres décadas de intensas correrías, siguiendo los cauces de los ríos, tras cruzar elevadas montañas y avanzar por extensos llanos en busca de El Dorado, los españoles desisten de aquel empeño y comienzan a desarrollar una actividad productiva basada en la agricultura y ganadería de subsistencia. Durante años tal producción apenas alcanza para el consumo interno de las localidades. Esto cambia antes de finalizar el siglo XVI y comienzos del siguiente, cuando los productos comercializados en la Provincia pasan de 28 entre artículos de recolección, producción agrícola o pecuaria y artesanales. Sobre tales condiciones, los vecinos, ahora con numerosos privilegios, no sólo comienzan a diseñar las bases de una economía estable en Venezuela, sino además, para satisfacción del Imperio, a fortalecer el Erario Real.