Bolívar en Caracas

Capítulo 4. De la Gran Colombia a la Federación 1821 / 1870

Unidad 9. La Gran Colombia 1821 / 1830


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La ciudad que todavía conserva las ruinas del terremoto de 1812 y la destrucción de la guerra reciente, recibe a su hijo preclaro el 10 de enero de 1827. El camino de Antímano se ve cruzado por la comisión de la municipalidad y numerosas personas que se dirigen a recibirlo. En la entrada de Caracas, Bolívar deja el caballo y sube a un coche adornado. La multitud lo recibe con palmas y flores.
Un tedéum de acción de gracias en la Catedral es su primera estación en la ciudad que lo vio nacer.
En la casa que le prepara su familia recibe el homenaje de 15 jóvenes que le ofrecen estandartes de las repúblicas liberadas por su espada: Bolivia, Colombia y Perú. También banderolas con alusiones a las virtudes de los héroes; para él se reserva la constancia; para Caracas la generosidad; el valor para Páez; el desinterés para Rodríguez del Toro; la probidad a Mendoza y la justicia, la magnanimidad y la gloria para sus otros amigos. Dos coronas de laurel en alusión a sus triunfos y poder son lanzadas al soberano. El jolgorio continúa en la noche con un “ambigú” ofrecido por la municipalidad y a los tres días un convite de 200 cubiertos. El general Rodríguez del Toro le ofrece un banquete en la quinta Anauco.
Sus parientes, los Palacios, lo agasajan con un baile. El comercio de Caracas sobresale con un elegante baile y un banquete de 600 personas.
El Libertador fija su residencia en la hacienda Ibarra, hermoso lugar ubicado en los terrenos que ocupa actualmente la UCV. Se dedica a resolver problemas familiares, su herencia y el futuro de sus sobrinos y del Estado: reorganiza la administración pública, crea la Dirección de Manumisión con el fin de acelerar la libertad de los esclavos, da impulso a la instrucción pública y especialmente a la Universidad.
Con José María Vargas y José Rafael Revenga, el 24 de julio redacta los Estatutos Republicanos de la Universidad de Caracas, que la dotan de plena autonomía, rentas y democracia.
Próximo a partir se despide de sus amigos y familiares, expresa su deseo de regresar y se embarca el 5 de julio por La Guaira, vía Cartagena, donde es recibido el 9 con grandes manifestaciones de júbilo.
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Con la esperanza de apaciguar los ánimos divisionistas, en 1827 el Libertador visita por última vez su ciudad natal