El desastre del gobierno de Alcántara
Capítulo 5. El guzmancismo: Un proyecto de país 1870 / 1899
Unidad 13. Autocracia y progreso 1877 / 1888


¿Es esto manifestación de su arrogancia, del “nadie lo hace como yo”? Veamos. El gobierno de Francisco Linares Alcántara se inicia en marzo de 1877 y, estando Guzmán y su familia en Europa, comienza a establecer distancia con la política guzmancista: el 15 de mayo se aprueba que los estados decidan sobre cómo invertir su cuota del presupuesto de obras públicas sin injerencia del gobierno central; el 24, el llamado “Decreto de la Paz” permite regresar del exilio a los enemigos de Guzmán, entre ellos el arzobispo Silvestre Guevara y Lira; en octubre los ministros antiguzmancistas, liderados por Laureano Villanueva, mentor del presidente y adversario de Guzmán, firman un manifiesto contra la gestión del Septenio. Varias medidas de Guzmán son reversadas: el Banco de Caracas es reorganizado con nuevos accionistas, incluyendo a Linares; la deuda deja de pagarse con regularidad y las obras públicas comienzan a deteriorarse. En la prensa arrecian las acusaciones de corrupción. Linares es distinguido con el título de “Gran Demócrata”, en clara provocación a Guzmán, quien sigue los acontecimientos desde París y en febrero de 1878 publica su libro
En defensa del Septenio. La muerte repentina de Francisco Linares Alcántara, en noviembre del 1878, da fuerzas a las voces guzmancistas pero no calla a los antiguzmancistas. En diciembre el gobierno ordena demoler las estatuas de Guzmán y aprueba poner en vigencia la constitución de 1864. Mientras tanto, los guzmancistas, encabezados por Joaquín Crespo y Francisco González Guinán, preparan la “Revolución Reivindicadora” que devuelve el poder a Guzmán Blanco.
