La civilización llega en ferrocarril

Capítulo 5. El guzmancismo: Un proyecto de país 1870 / 1899

Unidad 13. Autocracia y progreso 1877 / 1888


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Con Guzmán Blanco comienza en Venezuela la era del ferrocarril, sinónimo de progreso.


149-02Los proyectos ferrocarrileros son parte esencial de la política del progreso y todos los países de la época, en América y Europa, les dan algún tipo de apoyo. La exportación de capitales y tecnología para los ferrocarriles es el negocio más importante del siglo, así como la explotación del servicio. En Venezuela se han estudiado varios proyectos durante 50 años. El primer proyecto de una línea entre La Guaira y Caracas es presentado en 1824 por Robert Stephenson, hijo del inventor de la locomotora de vapor, George Stephenson, y por George Trevithick, también descendiente de uno de los creadores del ferrocarril; en los años cincuenta se presentan otros proyectos y siguen varios estudios del trazado, las rutas y los suelos en los sesenta y setenta. Pero la dificultad de conseguir inversionistas no puede ser salvada hasta los ochenta.
La línea inglesa de Tucacas-Minas de Aroa, que luego llega hasta Barquisimeto, fue la primera y es la única entonces. En 1883 se inaugura el ferrocarril La Guaira-Caracas, contratado con el norteamericano William A. Pile, que completa la línea en menos de tres años, con capital cubierto con aportes locales y una tercera parte con inversión de capital externo. Las compañías, financiera y constructora, eran inglesas. La línea atraviesa la cadena montañosa del litoral y debe vencer en un corto trayecto una altura de casi mil metros sobre el nivel del mar, por lo que se construyeron nueve puentes, ocho túneles y doscientas ochenta y siete alcantarillas. En Boquerón, los obreros trabajan suspendidos de cuerdas desde lo alto del cerro, para horadar la roca y volarla con dinamita para abrir el paso. Para cumplir con el compromiso de terminarlo para el Centenario, deben trabajar por turnos más de mil obreros simultáneamente. Es una proeza en el país. Ningún otro proyecto se completa en el Quinquenio, aunque avanzan los de Puerto Cabello-Valencia y La Ceiba-Sabana de Mendoza.
Los ferrocarriles tienen en Venezuela una significación limitada como movilizadores de la economía, aunque sus efectos han sido poco estudiados. Los medios tradicionales de transporte (mulas, carretas y coches) no desaparecen, pero quienes ganan su sustento con las anteriores formas de transporte sabotean las líneas poniendo obstáculos en las vías.
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