¡Vienen los federales!

Capítulo 4. De la Gran Colombia a la Federación 1821 / 1870

Unidad 11. Venezuela federal 1858 / 1870


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126-02La Guerra Federal, guerra larga o “guerra brava” se libra en gran parte del país. Al grito de ¡Viva la Federación! ¡Abajo el Gobierno!, los estallidos insurreccionales se suceden sin tregua a mediados de 1858. En respuesta a los agravios que han sufrido, en los valles de Aragua se alzan en armas Zoilo Medrano y Jesús González, “El Agachao”; luego Salaverría en Coro. Lo que sigue es la aparición de una diversidad de caudillos locales que con sus ejércitos particulares se levantan contra el gobierno.
En la provincia de Barcelona, los hijos de Juan Antonio Sotillo recorren las poblaciones de Santa Rosa, Santa Ana, San Joaquín y Chamariapa proclamando la Federación. El coronel José Eusebio Acosta es el jefe principal de los federales en las provincias de Cumaná y Maturín; en oriente actúa también Julio Monagas.
Las provincias de Barinas, Apure, Coro y Portuguesa son los reductos más importantes; Pedro Manuel Rojas acciona en la primera y Ezequiel Zamora, a quien el Concejo Municipal de Barinas otorga el título de “Valiente Ciudadano”, ocupa la plaza militar. La causa federal irradia a Guanare, Guanarito, Araure y pueblos circunvecinos, donde operan pequeños caudillos; a uno de ellos, Martín Espinoza, Zamora lo hace fusilar por sus crímenes. Barquisimeto, “la llave de Occidente”, es ocupada por Falcón.
A su paso por pueblos y ciudades, el ejército federal va engrosando sus filas con campesinos arruinados, libertos, bandoleros y desertores de las tropas del gobierno.
En esta etapa se libran dos grandes encuentros entre federales y constitucionales. En diciembre de 1859, en la batalla de Santa Inés, triunfan los federales; el gobierno pierde más de 800 hombres; muchos de los que se retiran a Barinas perecen en el incendio de los pastos ordenado por Zamora. El 10 de enero de 1860 Ezequiel Zamora –el más popular de los caudillos federales–, es herido mortalmente en el ataque a San Carlos. Falcón continúa el asedio hasta la rendición de la ciudad.
Una nueva concentración de federales ocurre en El Tinaco.
Las fuerzas de Juan Antonio Sotillo y Julio Monagas se suman a las de Falcón. Entre varias estrategias se impone trasladar la campaña a los llanos de Guárico. Del otro lado, el ejército del gobierno, comandado por León de Febres Cordero, avanza resuelto a enfrentar a los federales. El 17 de febrero, en la sabana de Coplé, éstos son derrotados.
Las victorias pírricas de ambos ejércitos inciden en la prolongación de la guerra.
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