Puntos Sobresalientes de Génesis 36 a 39

Puntos Sobresalientes de Génesis 36 - 37 - 38 - 39 

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Para el repaso oral: de la Escuela del Ministerio Teocrático de Marzo y Abril de 2014

1ª Pregunta.-

¿Qué ayudo a José a rechazar las proposiciones inmorales de la esposa de Potifar? (Génesis 39:7-12.)[3 de Marzo, w13 05/2 pág. 4 párr. 6; w07 15/10 pág. 23 párr. 16.]

w13 05/2 pág. 4 párr. 6 Esta es nuestra herencia espiritual
6. ¿Cuál es otra parte de nuestra herencia?
6 Otra parte de nuestra herencia es todo lo que nos enseña la Biblia sobre siervos de Dios del pasado. Algunos de estos siervos son Abrahán, Isaac y Jacob. Seguro que ellos les enseñaban a sus familias cómo agradar a Jehová. Por ejemplo, José se negó a acostarse con una mujer que no era su esposa. Sin duda, debió de ayudarle mucho lo que le había enseñado su padre, Jacob (Génesis 39:7-9). En el siglo primero, los cristianos también hablaban unos con otros de las enseñanzas de Dios. Por ejemplo, Pablo les contó a sus hermanos cristianos lo que Jesús le había revelado sobre la Cena del Señor (1 Corintios 11:2, 23). Toda esta información importante está en la Biblia para que aprendamos cómo adorar a Dios (lea Juan 4:23, 24). La Biblia beneficia a todo el mundo, pero sobre todo a quienes servimos a Jehová. Debemos estar muy agradecidos por tenerla.
w07 15/10 pág. 23 párr. 16 Escuchemos nuestra voz interior
16. ¿Qué nos enseña el relato de José sobre el asunto de educar la conciencia y obedecer sus dictados?
16 Eso es precisamente lo que había hecho José, como vemos en el pasaje que habla de su servicio en casa de Potifar. Cuando la esposa de aquel egipcio trató de seducir a José, aún no estaba escrito ningún libro de la Biblia ni se habían dado los Diez Mandamientos. No obstante, él reaccionó diciendo: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:9). El motivo principal por el que respondió así no era el deseo de complacer a sus familiares, ya que estos vivían lejos. Lo que más quería era agradar a Dios, ya que conocía la norma divina: el matrimonio es una unión en la que solo hay lugar para un hombre y una mujer que forman “una sola carne”. Además, tuvo que haberse enterado del incidente de su abuela Rebeca con Abimélec. Cuando este rey descubrió que era una mujer casada, comprendió que ningún hombre de su reino debía unirse a ella, pues quien lo hiciera cometería un pecado y acarrearía culpa a su pueblo. Y Jehová dio su bendición, lo que reveló su punto de vista acerca del adulterio. Sin duda, el conocimiento que tenía José de estos asuntos contribuyó a que la voz de su conciencia resonara aún con más fuerza y lo moviera a rechazar la inmoralidad sexual (Génesis 2:24; 12:17-19; 20:1-18; 26:7-14).

Capítulo 36:

w94 15/11 pág. 13 párr. 16 Podemos aguantar como Job
16. ¿Quiénes acudieron supuestamente a consolar a Job, pero cómo los manipuló Satanás?
16 Tres “compañeros” acudieron supuestamente a consolar a Job, pero resultó ser otro ardid satánico. Uno de ellos era Elifaz, que tal vez descendía de Abrahán por la línea de Esaú. Dado que Elifaz habló primero, debe haber sido el mayor. También estaba presente Bildad, descendiente de Súah, uno de los hijos que Queturá le dio a luz a Abrahán. El tercero era Zofar, a quien se llama el naamatita, con referencia a su familia o a su lugar de residencia, quizás en el noroeste de Arabia. (Job 2:11; Génesis 25:1, 2; 36:4, 11.) Tal como Satanás manipuló a este trío para hacer que Job admitiera que era culpable de acusaciones falsas y quebrantara su integridad, así manipula a las personas de hoy que intentan persuadir a los testigos de Jehová a abandonar a Dios.

w97 1/10 pág. 19 párr. 11 Apoyemos lealmente la Palabra inspirada de Dios
11. ¿Cómo contradicen las enseñanzas de la cristiandad lo que dice la Biblia sobre el alma y la muerte?
11 Las iglesias de la cristiandad generalmente enseñan que el alma humana es espiritual, que sale del cuerpo cuando este muere y que es imperecedera. A diferencia de esta enseñanza, las traducciones de la Biblia más antiguas en la mayoría de los idiomas dicen claramente que los seres humanos son almas, que los animales son almas y que el alma muere. (Génesis 12:5; 36:6; Números 31:28; Santiago 5:20.) Estos textos han puesto en evidencia al clero.

w86 1/3 págs. 12-13 párr. 12 ¿Por qué fue tan sobresaliente la integridad de Job?
12. a) ¿Quiénes fueron los hombres que vinieron a consolar a Job? b) ¿Cómo se valió Satanás de estos hombres para probar a Job aun más?
12 Pero Satanás aún no había terminado. Hace que vengan a Job tres hombres tenidos por sabios, que le conocían personalmente o habían oído de su reputación como “el más grande de todos los orientales”. Deben ser bastante mayores que Job. (Job 1:3; 15:10; 32:6.) Dos de estos hombres son parientes lejanos. Elifaz el temanita es descendiente de Abrahán por Temán, un nieto de Esaú, y Bildad el suhita es descendiente de Súah, un hijo de Abrahán. (Job 2:11; Génesis 36:15; 25:2.) La ascendencia de Zofar es incierta. En apariencia, estos tres hombres venían a consolar a Job, pero en realidad Satanás iba a valerse de ellos con el fin de socavar su integridad. Satanás esperaba que estos “consoladores” —como hacen los interrogadores políticos del día moderno que, simulándose amigos, socavan la lealtad de un prisionero y lo convierten en enemigo de su propio gobierno— pusieran a Job en contra de Dios. (Job 16:2, 3.)

w95 1/7 págs. 22-23 párr. 13 Moradores que viven juntos en una “tierra” restaurada
13. ¿Quiénes eran los jeques de la antigüedad?
13 Zacarías dice que el filisteo sería como un jeque en Judá. Cuando el término hebreo ʼal•lúf se traduce “jeque”, significa “caudillo de un millar” o “quiliarca”. Era un puesto muy elevado. Al parecer, la antigua nación de Edom tuvo únicamente trece jeques. (Génesis 36:15-19.) La palabra “jeque” no suele utilizarse cuando se habla de Israel, aunque aparece con frecuencia la expresión “caudillo (o jefe) de un millar”. Cuando Moisés convocó a los representantes de la nación de Israel, llamó a “los cabezas de los millares de Israel”. Había doce de ellos, y según parece solo estaban subordinados a Moisés. (Números 1:4-16.) Del mismo modo, en el ejército, solo el general o el rey eran superiores a los jefes de millares. (2 Samuel 18:1, 2; 2 Crónicas 25:5.)

Capítulo 37:

Génesis 37:2: De modo que el encubrir el mal proceder de un amigo no logra mucho bien, y además puede resultar en daño irreparable. Por eso, no es de extrañar que José se sintiera impelido a informar del mal proceder de sus hermanos. ¿Cuál es el caso de los cristianos hoy día? La Biblia exhorta: “Hermanos, aun-que un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad”. (Gálatas 6:1.) Es comprensible que pienses que no tienes las debidas cualidades espirituales para reajustar a un amigo descarriado. Pero, ¿no sería lógico que te preocupases de que se informe del asunto a alguien que sí esté capacitado para ayudar? Piénsalo, el no hacerlo ¡hasta podría convertirte en ‘partícipe de sus pecados’!


w87 1/5 pág. 12 párr. 10 Hambre mortífera en tiempo de abundancia
10. a) ¿Cómo se preparó a José para el papel de responsabilidad que había de desempeñar? b) ¿Qué cualidades desplegó él en su juventud?
10 En los días de José, ningún humano pudiera haber sabido con anterioridad lo que Jehová tenía pensado para Su pueblo. Pero para cuando se llamó a José para que desempeñara su importante papel, Jehová ya lo había adiestrado y perfeccionado en cuanto a las cualidades que lo capacitaban. Respecto a su juventud, el relato dice: “José, a los diecisiete años de edad, se hallaba cuidando ovejas con sus hermanos entre el rebaño, y, puesto que solo era un muchacho, estaba con los hijos de Bilhá y los hijos de Zilpá, las esposas de su padre. Así que José llevó un mal informe acerca de ellos a su padre”. (Génesis 37:2.) Mostró lealtad a los intereses de su padre tal como Jesús desplegó lealtad inquebrantable al dar atención al rebaño de su Padre en medio de una “generación falta de fe y aviesa”. (Mateo 17:17, 22, 23.)

w86 1/11 págs. 19-20 párrs. 14-15 Jóvenes que contribuyen a una familia unida y feliz
14, 15. a) ¿Qué experiencia tuvo José cuando joven? b) ¿Cómo fue él ‘refinado por el dicho de Jehová’?
14 A la edad de 17 años, José recibió de Dios, en un sueño, la promesa de que llegaría a ocupar un puesto prominente. Pero sus hermanos, que estaban celosos de él, ¡lo vendieron como esclavo! José fue a parar a Egipto, y más tarde se le encadenó en una mazmorra acusado falsamente de haber tratado de violar a una mujer. (Génesis 37:2, 4-11, 28; 39:20.) Este joven ejemplar y heredero de una promesa gloriosa quedó confinado a las oscuras profundidades de un calabozo. Por ser forastero en un país extranjero no tenía ningún amigo que se compadeciera de él ni que interviniera a favor suyo.
15 “Con grilletes afligieron sus pies [los de José], en hierros entró su alma; hasta el tiempo en que vino su palabra, el dicho mismo de Jehová lo refinó.” (Salmo 105:17-19.) Fue por 13 años que José sufrió como esclavo y prisionero hasta que se cumplió la promesa de Jehová. Con esta experiencia se le refinó. Aunque Jehová no produjo los problemas, los permitió con un propósito. ¿Mantendría José su esperanza en ‘el dicho de Jehová’ pese a encontrarse en el crisol de la adversidad? ¿Permitiría él que maduraran sus buenas cualidades y cultivaría la paciencia necesaria, la humildad, la fortaleza espiritual y la determinación de cumplir con una asignación difícil? Pues bien, José salió de esta experiencia como el oro que sale del fuego del refinador, más puro y aún más precioso a los ojos de Dios, quien le usó más adelante de una manera maravillosa. (Génesis 41:14, 38-41, 46; 42:6, 9.)

w11 15/8 pág. 26 párr. 15 Jehová, “el Dios que da paz”
15. ¿Por qué trataron a José con tanta hostilidad sus hermanos?
15 Jacob, uno de los hijos de Isaac, fue un hombre intachable (Gén. 25:27). Como vimos al principio del artículo, él hizo todo lo que estuvo en su mano por reconciliarse con Esaú. Sin duda, había aprendido de su padre a ser una persona pacífica. Pero ¿qué puede decirse de sus doce hijos varones? Su hijo predilecto, José, fue un joven ejemplar, que siempre le respetó, le obedeció y veló por sus intereses (Gén. 37:2, 14). Pero ¡qué diferentes eran sus hermanos mayores! Le tenían tanta envidia que ni siquiera podían hablar con él sin perder los estribos. Eran tan crueles que llegaron a venderlo como esclavo y luego le dijeron a su padre que lo había matado una fiera (Gén. 37:4, 28, 31-33).

w94 15/7 págs. 19-20 párrs. 18-19 Esfuércese por la salvación de su casa
18, 19. a) ¿Cuáles son algunos de los desafíos que afrontan las familias con hijastros? b) ¿Cómo pueden manifestar sabiduría y discernimiento los padres e hijos de una familia con hijastros?
18 Las familias con hijastros también afrontan desafíos. A menudo los padrastros encuentran que es raro recibir “amor instantáneo”. Por ejemplo, puede que los hijastros sean muy sensibles a cualquier aparente favoritismo para con los hijos biológicos. (Compárese con Génesis 37:3, 4.) De hecho, puede que los hijastros estén luchando por superar el dolor que les causa la pérdida de su padre o madre, y teman que amar al padrastro o la madrastra fuera de algún modo mostrar deslealtad a su padre o madre biológicos. Intentar darle la disciplina necesaria pudiera hacer que le recordara con furia: ‘¡Tu no eres mi padre!’.
19 Proverbios 24:3 dice: “Con sabiduría se edifica la casa, y con discernimiento resulta firmemente establecida”. Sí, para que una familia con hijastros sea feliz, se requiere que todos los miembros obren con sabiduría y discernimiento. Con el tiempo los hijos tienen que aceptar el hecho —muchas veces doloroso— de que la situación ha cambiado. Asimismo, los padrastros tal vez tengan que aprender a ser pacientes y compasivos, y a no ofenderse apresuradamente cuando crean que se les ha rechazado. (Proverbios 19:11; Eclesiastés 7:9.) Antes de empezar a disciplinar a su hijastro, procure ser su amigo. Algunos tal vez opinen que sería mejor que fuera la madre o el padre biológico quien impartiera la disciplina hasta que se establezca dicho vínculo de amistad. Procuren comunicarse cuando surjan tensiones. “Con los que consultan juntos hay sabiduría”, dice Proverbios 13:10.

w87 1/5 pág. 12 párr. 11 Hambre mortífera en tiempo de abundancia
11. a) ¿Por qué llegaron a odiar a José sus hermanos de padre? b) ¿Qué situación similar implicó a Jesús?
11 Israel, el padre de José, llegó a amarlo más que a todos sus hermanos, y lo favoreció al mandar que le hicieran una prenda de vestir larga, semejante a una camisa listada, o con rayas. Debido a esto, los hermanos de padre de José “empezaron a odiarlo, y no podían hablarle pacíficamente”. Hallaron más razón para odiarlo cuando él tuvo dos sueños que ellos interpretaron en el sentido de que él los dominaría. De manera parecida, los líderes entre los judíos llegaron a odiar a Jesús debido a su lealtad, su enseñanza persuasiva y la obvia bendición de Jehová sobre él. (Génesis 37:3-11; Juan 7:46; 8:40.)

w81 15/9 págs. 17-18 párr. 6 Sea sabio... pórtese como uno de los menores
6. ¿Cómo manifestaron que no estaban dispuestos a portarse como entre los menores (a) los medio hermanos de José? (b) Aarón y Míriam? (c) Coré, Datán y Abiram?
6 Entonces hubo el caso de los medio hermanos de José. Debido a que su padre Jacob prefería a José —por ser éste el hijo de su esposa predilecta Raquel— se llenaron de tan enconada animosidad que no descansaron sino hasta que se deshicieron de él. (Gén. 37:3-35) Andando el tiempo ellos, también, tuvieron razón para lamentarse por su modo de proceder. Años después, hasta Míriam y Aarón se rebelaron en contra de portarse como quienes fueran menores con relación a su hermano más joven, Moisés. Se quejaron así: “¿Es simplemente por Moisés solo que Jehová ha hablado? ¿No es también por nosotros que ha hablado?” Pero como el relato pasa a mostrar, Jehová Dios estaba escuchando. Le desagradó mucho la actitud mental de estos dos quejumbrosos, porque les dijo: “Oigan mis palabras, por favor. . . . mi siervo Moisés . . . [tiene] confiada a él toda mi casa. Boca a boca le hablo a él. . . . ¿Por qué, pues, no temieron hablar contra mi siervo, contra Moisés?” Jehová Dios se disgustó tanto que hirió de lepra a Míriam. Entonces hubo el caso de Coré, Datán y Abiram, cuya rebelión en contra de portarse como entre los menores fue más grave aún, y por ello sufrieron destrucción.—Núm. 12:1-15; 16:1-35; 26:9-11.

w94 1/11 pág. 19 párr. 11 Sean tiernamente compasivos
11. ¿Por qué no dejaron lugar en el corazón para la compasión los diez hermanos de José, y cuál fue el resultado?
11 Considere la situación que se desarrolló en una familia grande. Los diez hijos mayores de Jacob tenían celos de su hermano menor, José, porque era el favorito de su padre. Como consecuencia, “no podían hablarle pacíficamente”. Más tarde, José fue bendecido con sueños divinos, lo que demostró que tenía el favor de Jehová. Por lo tanto, sus hermanos “hallaron más razón para odiarlo”. Como no desarraigaron los celos de su corazón, no dejaron lugar para la compasión, y acabaron pecando gravemente. (Génesis 37:4, 5, 11.)

w01 15/10 págs. 23-24 párr. 7 Salvaguardemos el corazón
7. ¿Qué aprendemos del relato de los diez hermanos de José tocante a salvaguardar el corazón?
7 Analicemos lo que ocurrió en el seno de una gran familia. Los diez hijos mayores de Jacob “no podían hablarle pacíficamente” a José, su hermano menor, pues tenían celos de él porque era el predilecto de su padre. Tiempo después hallaron “más razón para odiarlo” cuando José recibió sueños de parte de Jehová que demostraban que contaba con su favor (Génesis 37:4, 5, 11). En un acto de crueldad, lo vendieron como esclavo. Luego, tratando de encubrir la mala acción, engañaron a su padre haciéndole pensar que un animal salvaje le había dado muerte. Ninguno de los diez salvaguardó su corazón aquella vez. Si tendemos a criticar, ¿será indicio de que albergamos envidia o celos en el corazón? Tenemos que examinar con cuidado lo que sale de nuestra boca y ser prestos en desarraigar inclinaciones indebidas.

w87 1/5 pág. 12 párr. 12 Hambre mortífera en tiempo de abundancia
12. a) ¿Por qué se preocupaba Jacob por el bienestar de sus hijos? b) ¿Qué paralelo hallamos entre el proceder de José y el de Jesús?
12 Llegó un tiempo en que los hermanos de José estuvieron atendiendo ovejas cerca de Siquem. El padre de José estaba debidamente preocupado, porque había sido allí donde Siquem había violado a Dina, por lo cual Simeón y Leví, con sus hermanos, habían matado a los hombres de aquella ciudad. Jacob le pidió a José que fuera allá y se enterara de cómo les iba y le diera un informe. A pesar de la aversión que le tenían sus hermanos, José inmediatamente salió a buscarlos. De igual manera, Jesús aceptó gustosamente la asignación que Jehová le dio aquí en la Tierra, aunque aquello significaría para él gran sufrimiento mientras se le perfeccionaba como el Agente Principal de la salvación. En su aguante, ¡qué excelente dechado llegó a ser Jesús para todos nosotros! (Génesis 34:25-27; 37:12-17; Hebreos 2:10; 12:1, 2.)

w87 1/5 págs. 12-13 párr. 13 Hambre mortífera en tiempo de abundancia
13. a) ¿Cómo mostraron su odio los hermanos de padre de José? b) ¿A qué puede compararse el dolor de Jacob?
13 Los diez hermanos de padre de José lo vieron venir desde lejos. Inmediatamente se encolerizaron contra él, y tramaron deshacerse de él. Al principio pensaron en matarlo. Pero Rubén, temiendo por motivo de su responsabilidad de primogénito, los convenció de que debían echar a José en una cisterna, con la esperanza de volver después y sacarlo de allí. Mientras tanto, sin embargo, Judá persuadió a sus hermanos de que debían venderlo como esclavo a unos ismaelitas que pasaban en una caravana. Los hermanos tomaron entonces la larga prenda de vestir de José y la metieron en la sangre de un macho cabrío y la enviaron a su padre. Cuando Jacob la examinó, exclamó: “¡Es la larga prenda de vestir de mi hijo! ¡Una feroz bestia salvaje debe de haberlo devorado! ¡De seguro ha sido despedazado José!”. Jehová debe de haber sentido un dolor semejante a ese por el sufrimiento de Jesús mientras este cumplía su asignación en la Tierra. (Génesis 37:18-35; 1 Juan 4:9, 10.)

w92 15/7 pág. 4 ¿Se contradice la Biblia? ¿Quiénes vendieron a José en manos de Egipto?
Génesis 37:27 dice que los hermanos de José decidieron venderlo a ciertos ismaelitas. Pero el versículo siguiente declara: “Ahora bien, iban pasando hombres, mercaderes madianitas. Por lo tanto [los hermanos de José] halaron y alzaron a José de la cisterna, y entonces vendieron a José a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Con el tiempo estos llevaron a José a Egipto”. ¿Lo vendieron a los ismaelitas, o a los madianitas? Pues bien, puede que los madianitas recibieran también el nombre de ismaelitas, con quienes estaban emparentados por un antepasado común: Abrahán. O puede que los mercaderes madianitas viajaran con una caravana ismaelita. Sea como fuere, los hermanos de José realizaron la venta, de modo que él pudo decirles posteriormente: “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron en manos de Egipto”. (Génesis 45:4.)

w10 15/8 pág. 15 párr. 14 Cómo nos salva el rescate
14. ¿Qué episodio de la vida de Jacob nos ayuda a entender el precio emocional que supuso para Jehová el rescate?
14 Algo que también nos ayuda a entender el precio emocional que pagó Jehová es un suceso que vivió Jacob. José era su hijo más querido, pero los demás hijos le tenían envidia y lo odiaban. Un día, el patriarca le mandó que fuera a ver cómo estaban sus hermanos, quienes pastoreaban el rebaño a unos 100 kilómetros (60 millas) al norte de su hogar en Hebrón. A pesar de los malos sentimientos que le tenían, José obedeció de buena gana. ¡Imagínese qué dolor sintió Jacob cuando ellos regresaron con la ropa del joven ensangrentada! Al verla exclamó: “¡Es la larga prenda de vestir de mi hijo! ¡Una feroz bestia salvaje debe de haberlo devorado! ¡De seguro ha sido despedazado José!”. Aquello lo dejó destrozado y estuvo de duelo muchos días (Gén. 37:33, 34). Es cierto que Jehová no reacciona igual que los seres humanos imperfectos. Pero este suceso nos permite hacernos una idea de cómo tuvo que sentirse al ver que torturaban y ejecutaban atrozmente a su amado Hijo en la Tierra.

w95 1/6 pág. 7 párrs. 6-7 Aunque estemos de duelo, no estamos sin esperanza
6, 7. ¿Cómo reaccionaron Abrahán y Jacob ante la muerte?
6 Hace casi cuatro mil años, cuando Sara murió, “Abrahán [su esposo] entró a plañir a Sara y a llorarla”. Aquel siervo fiel de Dios manifestó su profundo dolor por la muerte de su esposa amada y leal. Aunque era un valiente hombre de acción, no se avergonzó de expresar su dolor con lágrimas. (Génesis 14:11-16; 23:1, 2.)
7 A Jacob le ocurrió algo parecido. ¿Cómo reaccionó cuando le hicieron creer que a su hijo José lo había matado un animal salvaje? Génesis 37:34, 35 lee: “Con eso, Jacob rasgó sus mantos y se puso saco sobre las caderas y se dio al duelo de su hijo por muchos días. Y todos sus hijos y todas sus hijas siguieron levantándose para consolarlo, pero él siguió rehusando recibir consuelo, y diciendo: ‘¡Porque en duelo bajaré a donde mi hijo, al Seol!’. Y su padre continuó llorándolo”. Así pues, es humano y natural expresar dolor cuando muere un ser querido.

Capítulo 38:

w11 1/3 pág. 23 ¿Lo sabía?
¿En qué consistía el matrimonio de levirato?
▪ En el antiguo Israel, si un hombre moría sin hijos varones, se esperaba que su hermano se casara con la viuda a fin de darle descendientes que perpetuasen el nombre de la familia (Génesis 38:8). Esta costumbre, que fue incorporada más tarde a la Ley mosaica, se conocía como matrimonio de cuñado, o de levirato (Deuteronomio 25:5, 6). Si el fallecido no tenía más hermanos vivos, otros varones de la familia tenían que cumplir con este deber, como lo muestra el caso de Boaz, narrado en el libro bíblico de Rut (Rut 1:3, 4; 2:19, 20; 4:1-6).
En Marcos 12:20-22 leemos que unos miembros de la secta de los saduceos hicieron referencia al matrimonio de levirato, lo que indica que en los días de Jesús seguía celebrándose. ¿Cuál era el objetivo de esta práctica? Flavio Josefo, historiador judío del siglo primero, explica que no solo conservaba el nombre familiar, sino que también mantenía las propiedades en la familia y protegía a la viuda. En aquella época, la mujer no tenía derecho a heredar los bienes de su difunto esposo, mientras que el hijo nacido del matrimonio de levirato sí podía recibir las posesiones del fallecido.
La Ley permitía a los parientes negarse a “edificar la casa de su hermano” —es decir, cumplir con el matrimonio de cuñado—, pero tal actitud era considerada una deshonra (Deuteronomio 25:7-10; Rut 4:7, 8).

Génesis 38:8-10. Onán fue uno que envolvió desatención egoísta al propósito del matrimonio de cuñado no se puede usar para condenar el control de la natalidad. Es digno de notarse que la Biblia en ninguna parte considera el uso de contraceptivos o el control de la natalidad en el matrimonio. Tampoco dice que los cristianos están obligados a producir hijos. En consecuencia, tocante al control de la natalidad, los matrimonios cristianos tienen que dejar que su conciencia entre-nada en la Biblia los gobierne.
39:1-12. ¿Puede uno realmente estar seguro de que la instrucción de la Pala-bra de Dios en los primeros años benefi-ciará al niño en la vida subsecuente? Considere como ejemplo al joven hebreo José. Evidentemente su padre Jacob le enseñó acerca de Jehová y sus leyes cuando era joven. Fue el respeto y amor de José a Dios, que le habían sido incul-cados de niño, lo que lo reprimió de co-meter el mal.—Gén. 39:1-12. ¿No conviene usted en que los niños hoy necesitan esta clase de instrucción de la Palabra de Dios? El impresionar en los jóvenes los requisitos morales de Dios ciertamente les ayudará a llevar vidas rectas, felices.

w92 1/7 pág. 11 párrs. 9-10 Jehová, el imparcial “Juez de toda la tierra”
9, 10. ¿Qué ejemplos muestran que existía un sistema judicial en la sociedad patriarcal?
9 En aquellos días los cabezas de familia obraban como jueces y manejaban los problemas judiciales. Acerca de Abrahán, Jehová declaró: “He llegado a conocerlo a fin de que dé mandato a sus hijos y a su casa después de él de modo que verdaderamente guarden el camino de Jehová para hacer justicia y juicio”. (Génesis 18:19.) Abrahán manifestó altruismo y discernimiento al resolver una riña entre sus propios manaderos y los de Lot. (Génesis 13:7-11.) Judá obró como cabeza patriarcal y juez cuando condenó a su nuera Tamar a ser lapidada y quemada, por creer que era adúltera. (Génesis 38:11, 24; compárese con Josué 7:25.) No obstante, cuando conoció todos los hechos, la declaró más justa que él mismo. (Génesis 38:25, 26.) ¡Qué importante es conocer todos los hechos antes de tomar una decisión judicial!
10 El libro de Job alude a un sistema judicial y muestra lo deseable de que se juzgue con imparcialidad. (Job 13:8, 10; 31:11; 32:21.) Job mismo recuerda el tiempo en que era un juez respetado que se sentaba junto a la puerta de la ciudad para administrar justicia y defender la causa de la viuda y del huérfano de padre. (Job 29:7-16.) Por lo tanto, hay prueba de que “ancianos” obraban como jueces entre los descendientes de Abrahán en la sociedad patriarcal aun antes del Éxodo y la constitución legal que Dios suministró a la nación de Israel. (Éxodo 3:16, 18.) De hecho, Moisés presentó las condiciones del pacto de la Ley a los “ancianos” u hombres mayores de Israel, quienes representaban al pueblo. (Éxodo 19:3-7.)

w86 1/3 págs. 19-20 párr. 17 ¿Quién puede imitar la integridad de Job?
17. ¿Qué insinuaron los “consoladores” de Job, pero que dijo Job sobre su conducta moral?
17 Los falsos consoladores de Job no le acusaron directamente de inmoralidad sexual, pero insinuaron una y otra vez que era culpable de alguna falta secreta por la que Dios le estaba castigando. Al ser un hombre bien acomodado, “el mayor de todos los orientales”, sin duda Job tuvo oportunidades de cometer inmoralidad sexual. (Job 1:3; 24:15.) Otros siervos de Dios, anteriores y posteriores a Job, sucumbieron ante esta tentación. (Génesis 38:15-23; 2 Samuel 11:1-5.) Job, sin embargo, se defendió de tales insinuaciones, diciendo: “Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen? Si mi corazón se ha dejado seducir hacia una mujer, y me quedé acechando al mismo paso de entrada de mi compañero [...] eso sería conducta relajada, y eso sería un error para la atención de los jueces”. (Job 31:1, 9-11.)

w86 1/11 pág. 17 párr. 6 Jóvenes que contribuyen a una familia unida y feliz
6. a) Según Proverbios 3:3, ¿qué cualidades ayudarán a un joven a ‘hallar favor a los ojos de Dios y de los hombres’? b) ¿Cómo pueden ‘atarse alrededor de la garganta’ esas cualidades?
6 El sabio rey Salomón reflexionó sobre lo que un joven necesitaría para ‘hallar favor y buena perspicacia a los ojos de Dios y del hombre terrestre [que incluye a los padres de uno]’. ¿A qué conclusión llegó? “Hijo mío, [...] que la bondad amorosa y el apego a la verdad mismos no te dejen. Átalos alrededor de tu garganta. Escríbelos sobre la tabla de tu corazón.” (Proverbios 3:1-4.) La bondad amorosa y el apego a la verdad te acercarán más a tus padres. Pero estas cualidades tienen que llegar a ser parte integrante de tu personalidad, deben estar ‘atadas alrededor de tu garganta y escritas sobre la tabla de tu corazón’. A menudo, en tiempos bíblicos, la gente se colgaba del cuello un cordón con una sortija de sello. (Génesis 38:18.) Este anillo era de un valor incalculable, pues sin él no podía validarse ningún documento. El portador del anillo nunca lo olvidaba, y constantemente recordaba su alto valor. Por eso, debemos tener siempre presentes la bondad amorosa y el apego a la verdad, y nunca olvidar el valor que tienen. Pero, ¿cómo puedes manifestar estas cualidades?

w04 15/1 pág. 29 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
Lecciones para nosotros:
Génesis 38:26. Judá no actuó bien con Tamar, su nuera viuda. Aun así, cuando se le hizo ver que era el responsable de su embarazo, Judá admitió el error con humildad. Nosotros también debemos estar dispuestos a reconocer los errores.

Capítulo 39:

w12 15/12 págs. 9-10 párrs. 4-5 Somos mayordomos de confianza
4, 5. ¿Qué deberes tenían los mayordomos de la antigüedad? Dé ejemplos.
4 En la antigüedad, el mayordomo era un esclavo de confianza que atendía la casa o los negocios de su dueño. Por lo general gozaba de considerable autoridad, pues se le ponía al cargo de los bienes, el dinero y los demás siervos de la casa. Un ejemplo de ello fue Eliezer, al que Abrahán le confió sus muchas posesiones. Quizás fue a él a quien su amo envió a Mesopotamia con la misión trascendental de encontrarle esposa a su hijo Isaac (Gén. 13:2; 15:2; 24:2-4).
5 José, bisnieto de Abrahán, fue mayordomo de la casa de Potifar (Gén. 39:1, 2). Con el tiempo, él mismo llegó a tener un mayordomo que cuidaba de toda su casa y que, en cierta ocasión, se encargó de acoger hospitalariamente a diez hermanos de José. Y por mandato de su amo, organizó todo lo relacionado con la copa de plata supuestamente robada. Es obvio que los mayordomos ocupaban puestos de mucha confianza (Gén. 43:19-25; 44:1-12).

w02 15/5 págs. 14-16 párrs. 11-12 Beneficiémonos de la bondad amorosa de Jehová
11, 12. a) ¿Qué pruebas estaba atravesando José cuando experimentó la bondad amorosa de Jehová? b) ¿Cómo expresó Dios su bondad amorosa en el caso de José?
11 Repasemos a continuación el capítulo 39 de Génesis, el cual tiene como protagonista a José, un bisnieto de Abrahán que fue vendido como esclavo y llevado a Egipto. No obstante, “Jehová resultó estar con José” (versículos 1, 2). De hecho, hasta su amo egipcio, Potifar, llegó a la conclusión de que Jehová lo respaldaba (versículo 3). Sin embargo, José se enfrentó a pruebas muy graves. Se le acusó falsamente de agresión sexual contra la esposa de Potifar, por lo que se le encarceló (versículos 7-20). Fue en “el hoyo carcelario” donde “con grilletes afligieron sus pies, en hierros entró su alma” (Génesis 40:15; Salmo 105:18).
12 ¿Qué ocurrió durante esa prueba especialmente dura? “Jehová continuó con José y siguió extendiéndole bondad amorosa.” (Versículo 21a.) Un acto concreto de bondad amorosa dio inicio a una serie de sucesos que a la larga lo aliviaron de sus sufrimientos. Jehová le otorgó “hallar favor a los ojos del oficial principal de la casa de encierro” (versículo 21b). Como consecuencia, este funcionario le dio un puesto de responsabilidad (versículo 22). Luego, José conoció al hombre que con el tiempo hablaría de él a Faraón, el rey de Egipto (Génesis 40:1-4, 9-15; 41:9-14). Este, a su vez, lo nombró segundo gobernante del país, lo que resultó en que llevara a cabo una labor salvadora cuando el hambre azotó la tierra egipcia (Génesis 41:37-55). Los sufrimientos de José comenzaron cuando tenía 17 años, y duraron más de doce (Génesis 37:2, 4; 41:46). Pero durante todo ese período de angustia y aflicción, Jehová Dios le manifestó bondad amorosa protegiéndolo del desastre total y conservándolo con vida para que desempeñara una función privilegiada en el propósito divino.

w00 1/11 págs. 9-10 párr. 10 Veamos la pureza moral como Dios la ve
10. ¿Quién intentó seducir a José, y cuál fue su respuesta?
10 Es probable que usted esté familiarizado con el ejemplo bíblico de José, el hijo de Jacob. A los 17 años de edad se vio convertido en esclavo de Potifar, el jefe de la guardia de corps del Faraón egipcio. Jehová bendijo a José, de modo que su amo llegó a otorgarle autoridad sobre toda su casa. A los 20 años era “de hermosa figura y de hermosa apariencia”. Cuando la esposa de Potifar se fijó en él y trató de seducirlo, José dejó bien clara su postura y le explicó que si la complacía, no solo traicionaría a su dueño, sino que también ‘pecaría contra Dios’. ¿Por qué razonó así? (Génesis 39:1-9.)

w02 15/6 pág. 20 párr. 13 Aprendamos y enseñemos la moralidad cristiana
13. a) ¿Cómo nos ayuda la Biblia en cuanto a la moralidad? b) ¿Cuál es en líneas generales el consejo de 1 Tesalonicenses 4:3-7?
13 La moralidad también afecta a otros seres humanos. Se hace evidente en los ejemplos de la Palabra de Dios que ilustran el valor de seguir las normas morales de Dios y los resultados de pasarlas por alto (Génesis 39:1-9, 21; Josué 7:1-25). Hallamos asimismo consejos directos sobre la moralidad, como el siguiente: “Esto es la voluntad de Dios: la santificación de ustedes, que se abstengan de la fornicación; que cada uno de ustedes sepa tomar posesión de su propio vaso en santificación y honra, no en codicioso apetito sexual tal como el que también tienen las naciones que no conocen a Dios; que nadie llegue al punto de perjudicar y abuse de los derechos de su hermano en este asunto [...]. Porque Dios nos llamó, no con permiso para inmundicia, sino con relación a santificación” (1 Tesalonicenses 4:3-7).

w96 1/12 pág. 20 párr. 19 Jóvenes que se acuerdan de su Creador
19. ¿Cómo se acordaron de su Creador algunos jóvenes del pasado?
19 Afortunadamente, muchos jóvenes de tiempos pasados y presentes se han acordado de su Creador. El pequeño Samuel mantuvo su lealtad en el servicio del tabernáculo a pesar de la influencia inmoral de los que servían con él. (1 Samuel 2:12-26.) La esposa de Potifar, la atractiva mujer que tentó a José, no consiguió seducir a este joven a cometer fornicación. (Génesis 39:1-12.) Aunque Jeremías ‘solo era un muchacho’, predicó con valor pese a la severa oposición que afrontó. (Jeremías 1:6-8.) Una niña israelita indicó sin temor al poderoso jefe del ejército sirio que debía buscar ayuda en Israel, donde este aprendió acerca de Jehová. (2 Reyes 5:1-4.) El joven Daniel y sus compañeros mantuvieron su fe cuando se les sometió a prueba con relación a las leyes dietéticas de Dios. Y los jóvenes Sadrac, Mesac y Abednego prefirieron que se les echara a un horno ardiente antes que ser desleales a Dios e inclinarse ante una imagen para adorarla. (Daniel 1:8, 17; 3:16-18; Éxodo 20:5.)

w06 15/9 pág. 29 párrs. 18-19 “Regocíjate con la esposa de tu juventud”
18, 19. ¿Qué aprendemos de la experiencia de José y la esposa de Potifar?
18 El deseo de no perder nuestra relación pacífica con Dios es un incentivo muy poderoso. Así lo demuestra el ejemplo de José, uno de los hijos del patriarca Jacob. Él se ganó el favor de Potifar, oficial de la corte del faraón de Egipto, y llegó a tener un puesto privilegiado en su casa. Recordemos que era un joven “de hermosa figura y de hermosa apariencia”, un hecho que no le pasó inadvertido a la esposa de Potifar. Día tras día ella intentaba seducirlo, pero no logró nada. ¿Qué motivó a José a rechazar sus proposiciones inmorales? La Biblia relata: “Él rehusaba, y decía a la esposa de su amo: ‘Mira que mi amo [...] no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?’” (Génesis 39:1-12).
19 José, quien no estaba casado, es un ejemplo de castidad, pues se negó a tener relaciones con la esposa de otro hombre. A este respecto, Proverbios 5:15 dice a los esposos: “Bebe agua de tu propia cisterna, y chorrillos que salgan de en medio de tu propio pozo”. Los dos cónyuges deben tener cuidado de no desarrollar —quizá sin darse cuenta— sentimientos románticos hacia otra persona. Esfuércense por fortalecer los lazos de amor en su matrimonio, y pongan todo su empeño en resolver sus dificultades conyugales. Por encima de todo, sigan la exhortación bíblica: “Regocíjate con la esposa [o el esposo] de tu juventud” (Proverbios 5:18).

w93 15/2 pág. 21 párrs. 14-15 Cultivemos la nueva personalidad en el matrimonio
14, 15. a) ¿Cómo reaccionó José ante la tentación? b) ¿Qué ayudó a José a resistir la tentación?
14 ¿Cómo podemos hacer frente a la tentación? A este respecto, vemos una diferencia clara entre lo que hicieron José y David. Después que la esposa de Potifar intentó en repetidas ocasiones seducir al apuesto José —que probablemente estaba soltero en aquel tiempo—, él por fin le contestó: “No hay nadie mayor que yo en esta casa, y [tu esposo] no ha retenido de mí cosa alguna salvo a ti, porque eres su esposa. Así es que, ¿cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?”. (Génesis 39:6-9.)
15 ¿Qué ayudó a José a hacer lo que es correcto cuando hubiera sido tan fácil sucumbir? Una fuerza poderosa impulsaba su mente. Era muy consciente de su relación con Jehová. Sabía que cometer fornicación con esa mujer encaprichada no solo sería un pecado contra su esposo, sino que realmente, y más importante, sería un pecado contra Dios. (Génesis 39:12.)

w90 15/8 pág. 13 párr. 14 Lealtad... ¿a qué precio?
14. ¿Cómo fue sometida a prueba la lealtad de José a Jehová, y qué resultado tuvo la prueba?
14 Cuando la esposa de Potifar importunó a José para que ‘se acostara con ella’, la lealtad de él a Jehová fue sometida a prueba. ¿Qué haría? Puesto que conocía bien los principios implicados, José salió corriendo de la casa, resuelto a nunca “cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios”. La posibilidad de experimentar placer sexual no logró que José fuera desleal a su Dios, Jehová. (Génesis 39:7-9.)

w91 15/11 págs. 13-14 párr. 2 Cultivemos el fruto de autodominio
2. ¿Qué excelentes ejemplos bíblicos tenemos de humanos imperfectos que ejercieron autodominio?
2 También tenemos excelentes ejemplos bíblicos de humanos imperfectos que han ejercido autodominio. Por ejemplo, esta cualidad se manifestó durante un incidente notable en la vida de José, hijo del patriarca Jacob. ¡Qué dominio de sí mismo ejerció José cuando la esposa de Potifar trató de seducirlo! (Génesis 39:7-9.) También tenemos el excelente ejemplo de los cuatro jóvenes hebreos que supieron dominarse para no comer de los platos exquisitos del rey babilonio debido a las restricciones de la Ley de Moisés. (Daniel 1:8-17.)

w97 15/11 pág. 9 párr. 6 Manténgase firme en la fe a pesar de las pruebas
6. ¿Cómo ‘completa su obra el aguante’, y qué medidas prácticas podemos tomar cuando estamos bajo prueba?
6 “Pero —dice Santiago— que el aguante tenga completa su obra.” Si permitimos que la prueba siga su curso y no intentamos ponerle fin prematuramente por medios contrarios a las Escrituras, el aguante efectuará la “obra” de convertirnos en cristianos completos, no carentes de fe. Por supuesto, si la prueba pone de manifiesto alguna debilidad, debemos buscar la ayuda de Jehová para superarla. ¿Y si la prueba es una tentación para que cometamos un acto inmoral? Oremos acerca de este problema y luego actuemos en armonía con nuestras peticiones. Es posible que tengamos que cambiar de empleo o tomar otras medidas para mantenernos leales a Dios. (Génesis 39:7-9; 1 Corintios 10:13.)

w08 15/6 pág. 19 párr. 4 Aceptemos la autoridad de Jehová
4. ¿Qué ejemplos de las Escrituras Hebreas muestran que muchos siervos de Dios se negaron a ceder ante otras personas?
4 Muchos siervos de Dios de la era precristiana actuaron con igual resolución. Moisés “rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios”, a pesar de que eso le atrajo “la cólera del rey” (Heb. 11:24, 25, 27). José rechazó las proposiciones de la esposa de Potifar, aun sabiendo que esta podía tomar represalias contra él (Gén. 39:7-9). Y Daniel “se resolvió en su corazón a no contaminarse con los manjares exquisitos del rey”, aunque al oficial principal de la corte babilónica le costara trabajo aceptar su posición (Dan. 1:8-14). Estos casos nos muestran que en el pasado hubo siervos de Dios que adoptaron una postura firme a favor de lo que es recto, sin importar cuáles fueran las consecuencias. Ellos no cedieron ante otros seres humanos para ganarse su favor, y nosotros tampoco debemos hacerlo.

w11 15/4 pág. 26 párr. 15 ¿Permitimos que nos guíe el espíritu de Dios?
15. ¿Cómo nos protege tener una fe firme?
15 ¡Qué diferente fue José! A pesar de hallarse lejos de los suyos, se negó a acostarse con la esposa de Potifar, su amo. Y expresó la razón al decir: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Gén. 39:7-9). Efectivamente, veía a Jehová como alguien real. Si Dios es igual de real para nosotros, nos negaremos a hacer en privado cosas que le desagraden, entre ellas, entretenernos con imágenes sucias. Tendremos la misma determinación que el salmista que cantó: “Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa. No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que no sirva para nada” (Sal. 101:2, 3).

w97 15/6 pág. 16 párr. 8 “Macho y hembra los creó”
8. ¿Qué buen ejemplo de masculinidad apropiada dio José?
8 José y la esposa de Potifar suministran un fuerte contraste entre la masculinidad apropiada y la feminidad mundana. La esposa de Potifar se había encaprichado de José, un hombre atractivo, y trató de seducirlo. En aquel entonces no había ninguna ley escrita que prohibiera la fornicación o el adulterio. No obstante, José huyó de aquella mujer inmoral y demostró ser un verdadero hombre de Dios, un hombre que tenía la masculinidad que Dios aprueba. (Génesis 39:7-9, 12.)

w05 15/2 págs. 15-16 párrs. 12-13 Orgullosos de ser cristianos
12, 13. ¿Qué personajes bíblicos, por ejemplo, se enorgullecieron de su relación con Dios?
12 Una manera de reforzar nuestro sentido de identidad cristiana es estudiar e imitar la fe de los siervos leales de Dios, los cuales se enorgullecieron de su relación con él pese a las adversidades. Veamos el caso de José, el hijo de Jacob. Siendo muy joven, fue vendido traidoramente como esclavo y arrancado de su entrañable ambiente familiar para ser llevado a Egipto, a cientos de kilómetros de su devoto padre. José no contaba allí con nadie a quien dirigirse por consejo, y tuvo que enfrentarse a situaciones difíciles que pusieron a prueba sus valores morales y su confianza en Dios. Sin embargo, se esforzó concienzudamente por no perder su marcado sentido de identidad como siervo de Dios, lo que le permitió mantenerse fiel a sus principios. Consideraba un honor ser siervo de Jehová aunque se encontrara en un ambiente hostil, y nunca escondió su parecer (Génesis 39:7-10).
13 Ocho siglos después, una niña israelita que llegó a ser esclava del general sirio Naamán no olvidó que era adoradora de Jehová. Cuando se presentó la oportunidad, dio con valor un buen testimonio al decir que Eliseo era un profeta del Dios verdadero (2 Reyes 5:1-19). Años más tarde, el joven rey Josías, aunque estaba rodeado por un ambiente corrupto, promulgó profundas reformas religiosas, reparó el templo y condujo a la nación de vuelta a Jehová. Se enorgulleció de su fe y adoración (2 Crónicas, capítulos 34, 35). Daniel y sus tres compañeros hebreos tampoco olvidaron nunca su identidad como siervos de Jehová y, aun cuando soportaron presiones y tentaciones, permanecieron leales. Es obvio que se sentían orgullosos de servir a Jehová (Daniel 1:8-20).

w99 15/2 pág. 7 ¿Qué se requiere para tener éxito en el matrimonio?
¿Qué puede decirse de sus principios morales?
La sabiduría piadosa es “primeramente casta” (Santiago 3:17). ¿Está su futuro cónyuge más interesado en su propia gratificación sexual que en la posición que él y usted ocupan ante Dios? Si no procura vivir en conformidad con las normas morales de Dios ahora, ¿qué base hay para creer que lo hará cuando estén casados? (Génesis 39:7-12.)

w01 1/12 págs. 21-22 párr. 13 Temamos a Jehová y guardemos sus mandamientos
13. ¿Por qué podía decir José, con todo merecimiento, que “tem[ía] al Dios verdadero”?
13 Veamos el ejemplo de otra persona que actuó con temor de Jehová: José. Cuando era esclavo en la casa de Potifar, sufrió el acoso diario de la esposa de su amo, que lo incitaba a la fornicación. Al parecer no tenía forma de evitar a esa mujer y sus continuas proposiciones deshonestas. Cierto día “se agarró de él”, y José “echó a huir y salió afuera”. ¿Qué lo incitó a apartarse del mal en el acto? Sin duda, el factor primordial fue el temor piadoso, el deseo de no incurrir en aquella “gran maldad y realmente pecar contra Dios” (Génesis 39:7-12). Con todo merecimiento podía decir de sí mismo que “tem[ía] al Dios verdadero” (Génesis 42:18).

w04 1/12 pág. 15 párr. 11 Andemos en la senda de la integridad
11. ¿Qué nos ayudará a permanecer en la senda de la integridad?
11 El estudio regular de la Palabra de Dios y la meditación también nos ayudarán a nosotros a permanecer en la senda de la integridad. Por ejemplo, recordar que José rechazó de plano las proposiciones deshonestas de la esposa de Potifar nos animará a resistir las insinuaciones inmorales de los compañeros de trabajo o de estudios o de cualquier otra persona (Génesis 39:7-12). ¿Qué podemos hacer cuando este mundo nos tienta con oportunidades de progreso material, prominencia o poder? Repasar el ejemplo de Moisés, quien despreció las glorias de Egipto (Hebreos 11:24-26). De igual modo, tener presente el aguante de Job reafirmará nuestra decisión de mantenernos leales a Jehová pese a las enfermedades y desgracias que nos sobrevengan (Santiago 5:11). ¿Y si somos blanco de la persecución? En tal caso, nos infundirá valor la experiencia de Daniel en el foso de los leones (Daniel 6:16-22).

w08 15/6 pág. 7 párr. 1 ¿De qué cosas debemos huir los cristianos?
1. ¿Qué ejemplos da la Biblia de personas que tuvieron que salir huyendo?
¿PUEDE pensar en algún personaje bíblico que haya tenido que salir huyendo? El joven y apuesto José, por ejemplo, huyó de la esposa de Potifar cuando esta intentó obligarlo a acostarse con ella (Gén. 39:7-12). Y los primeros cristianos huyeron de Jerusalén en el año 66 de nuestra era, siguiendo este mandato de Jesús: “Cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces [...] los que estén en Judea echen a huir a las montañas, y los que estén en medio de Jerusalén retírense” (Luc. 21:20, 21).

w09 15/5 pág. 12 párr. 14 “El gran día de Jehová está cerca”: avancemos hacia la madurez
14. ¿Cómo protegió a un hermano el hecho de que fuera espiritualmente maduro?
14 Para el cristiano es una verdadera protección tener las facultades perceptivas bien entrenadas, pues estas le permiten distinguir entre lo que está bien y lo que está mal en un mundo que está “más allá de todo sentido moral” (Efe. 4:19). Por ejemplo, Jorge, un cristiano que lee regularmente las publicaciones bíblicas y valora mucho su contenido, aceptó un empleo en el que los demás trabajadores eran mujeres. Él comenta: “Muchas de mis compañeras de trabajo eran muy inmorales, y no lo escondían; en cambio, una de ellas era muy respetuosa y hasta empezó a mostrar interés en la Biblia. Sin embargo, en una ocasión en la que estábamos solos en una sala de producción, empezó a hacerme insinuaciones. Al principio pensé que estaba bromeando, pero cada vez se me acercaba más y más, y yo no sabía cómo detenerla. En ese momento recordé una experiencia de La Atalaya de un hermano que enfrentó una tentación parecida en su trabajo. El artículo mencionaba el ejemplo de José y la esposa de Potifar. Así que la aparté de mí con firmeza, de modo que desistió y se fue” (Gén. 39:7-12). Jorge se sintió aliviado porque el incidente no pasó a mayores y pudo conservar limpia su conciencia (1 Tim. 1:5).

w90 15/11 pág. 19 párr. 14 El amor verdadero es remunerador
14. ¿Cuán importantes son la oración y una buena relación con Jehová Dios?
14 ¿Disfrutamos de hablar regularmente a nuestro Padre celestial mediante ‘perseverar en la oración’? (Romanos 12:12.) ¿O sucede que con frecuencia estamos demasiado ocupados para dar a este precioso privilegio la atención que merece? ‘Orar incesantemente’ es una manera vital de fortalecer nuestra relación con Jehová Dios. (1 Tesalonicenses 5:17.) Y no hay nada como una buena relación con Jehová para ayudarnos cuando afrontamos tentaciones. ¿Qué fue lo que hizo posible que José resistiera cuando la esposa de Potifar lo tentó? ¿Por qué no cesó de orar Daniel cuando la ley de los medos y los persas le prohibió dirigir sus súplicas a Jehová? (Génesis 39:7-16; Daniel 6:4-11.) Pues, ¡una buena relación con Dios ayudó a estos hombres a salir victoriosos, tal como nos puede ayudar a nosotros a lograr lo mismo!

w01 15/3 págs. 12-13 párr. 10 Venzamos las debilidades humanas
10. ¿Qué dos ejemplos opuestos resaltan que es importante huir de la tentación?
10 Examinemos el caso del rey David de Israel. Desde la azotea de su palacio vio a una mujer hermosa bañándose, y los deseos impropios se apoderaron de su corazón. La prudencia dictaba irse de allí y huir de la tentación; en cambio, él se puso a preguntar por la mujer, Bat-seba, y las consecuencias fueron devastadoras (2 Samuel 11:1–12:23). Por otra parte, ¿cómo reaccionó José cuando la inmoral esposa de su amo lo presionó para que se acostara con ella? Dice el relato: “Al hablar ella a José día tras día, él no la escuchó para acostarse a su lado, para continuar con ella”. Pese a que todavía no se habían promulgado los mandatos de la Ley mosaica, José le respondió con las palabras: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?”. Cierto día, ella se agarró de él y le dijo: “¡Acuéstate conmigo!”. ¿Se quedó allí José tratando de razonar con ella? Ni mucho menos, sino que “echó a huir y salió afuera”; no concedió a la tentación sexual ninguna oportunidad de hacerlo pecar. ¡Salió huyendo! (Génesis 39:7-16.)

w93 1/2 pág. 18 párr. 16 Lo que la sujeción piadosa exige de nosotros
16. ¿Cómo nos ayuda el temor piadoso a sujetarnos a Dios?
16 En segundo lugar está el temor piadoso. El que temamos desagradar a Jehová Dios nos ayudará porque “significa odiar lo malo”. (Proverbios 8:13.) Sin lugar a dudas, el temor de desagradar a Jehová impedirá que transijamos por temor al hombre. También nos ayudará a obedecer las instrucciones de Dios prescindiendo de las dificultades que tengamos que superar. Además, nos protegerá de ceder ante las tentaciones o malas inclinaciones. Las Escrituras muestran que fue el temor a Jehová lo que hizo que Abrahán intentara ofrecer como sacrificio a su amado hijo Isaac, y fue el temor de desagradar a Jehová lo que ayudó a José a resistir las proposiciones inmorales de la esposa de Potifar. (Génesis 22:12; 39:9.)

w94 15/7 pág. 14 párr. 16 Haga del matrimonio una unión duradera ***
16. ¿Por qué es el adulterio algo de mucha seriedad?
16 Hebreos 13:4 dice: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y a los adúlteros”. El adulterio es un pecado contra Dios. También causa estragos en el matrimonio. (Génesis 39:9.) Un consejero matrimonial escribió: “Una vez que sale a la luz, el adulterio asesta un golpe a toda la familia como un imponente huracán, desbaratando hogares, acabando con la confianza y el amor propio, y perjudicando a los hijos”. Además, pudiera traer como resultado embarazos o enfermedades de transmisión sexual.

w04 15/1 pág. 29 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
Lecciones para nosotros:
Génesis 39:9. La respuesta que dio José a la esposa de Potifar indica que su forma de pensar se amoldaba a lo que pensaba Dios sobre la moralidad y que los principios piadosos guiaban su conciencia. ¿No deberíamos nosotros esforzarnos por lograr el mismo objetivo mientras crecemos en el conocimiento exacto de la verdad?

w99 15/12 pág. 30 ¿Recuerda usted?
¿Cómo adquirió José la fortaleza moral para rechazar a la esposa de Potifar día tras día?
José valoraba su relación con Jehová mucho más que los placeres momentáneos. Además, aunque no estaba bajo un código legal divino, entendía bien los principios morales (Génesis 39:9).—1/10, página 29.

w99 15/11 pág. 13 párr. 3 Acordémonos de nuestro Magnífico Creador
3. ¿Qué ejemplo dieron José, Samuel y David?
3 Muchos de los jóvenes que se mencionan en la Biblia son un buen ejemplo en lo que tiene que ver con recordar a su Magnífico Creador. José, el hijo de Jacob, recordó a su Creador desde su juventud. Cuando la esposa de Potifar lo tentó para que tuviera relaciones inmorales con ella, rehusó firmemente y dijo: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:9). El levita Samuel no solo se acordó de su Creador durante su niñez, sino a lo largo de toda su vida (1 Samuel 1:22-28; 2:18; 3:1-5). El joven David de Belén también tuvo presente a su Creador. Su confianza en Dios fue evidente cuando se enfrentó al gigante filisteo Goliat y declaró: “Tú vienes a mí con una espada y con una lanza y con una jabalina, pero yo voy a ti con el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de las líneas de batalla de Israel, a quien tú has desafiado con escarnio. Este día Jehová te entregará en mi mano, y yo ciertamente te derribaré y te quitaré la cabeza; [...] y personas de toda la tierra sabrán que existe un Dios que pertenece a Israel. Y toda esta congregación sabrá que ni con espada ni con lanza salva Jehová, porque a Jehová pertenece la batalla, y él tiene que darlos a ustedes en nuestra mano”. Al poco tiempo, Goliat yacía muerto y los filisteos se daban a la fuga (1 Samuel 17:45-51).

w02 15/10 pág. 12 párr. 15 “Opónganse al Diablo”
15. a) ¿Qué deseo natural usó Satanás para tentar a Jesús? b) ¿Cuál es una de las principales maquinaciones del Diablo contra los siervos de Dios hoy día, y cómo podemos oponernos a él?
15 Respecto a esta tentación, es de interés que el Diablo no procurara que Jesús cometiera un pecado de índole sexual. Parece que, en aquella ocasión, el anhelo natural provocado por el hambre era el deseo físico más intenso que podía usar para tentar a Jesús. ¿Qué tentaciones emplea hoy para atraer a los siervos de Dios? Son muchas y muy variadas, pero las relacionadas con el sexo constituyen una de sus principales maquinaciones para quebrantar la integridad de quienes adoran a Jehová. Si imitamos a Jesús, lograremos oponernos al Diablo y resistir las tentaciones. Tal como Jesús frustró los intentos de Satanás citando apropiadamente de las Escrituras, nosotros podemos mantenernos firmes recordando textos como Génesis 39:9 y 1 Corintios 6:18.

w02 15/4 págs. 20-21 párr. 10 Dirijamos nuestros pasos siguiendo los principios divinos
10. ¿Cómo revela los motivos de nuestro corazón el que nos comportemos en conformidad con los principios?
10 Es probable que hayamos conocido a personas que tienden a obedecer las leyes a regañadientes, por temor al castigo. Pues bien, el respeto a los principios impide que tengamos esa actitud. La misma naturaleza de los principios mueve a quienes están gobernados por ellos a responder desde el corazón. De hecho, la mayoría de los principios no llevan consigo un castigo inmediato para quienes no se sujetan a ellos, lo cual nos da la oportunidad de revelar por qué obedecemos a Jehová, cuáles son los motivos de nuestro corazón. Encontramos un ejemplo en José, que rechazó las proposiciones inmorales de la esposa de Potifar. Aunque Jehová no había dado todavía una ley escrita que condenara el adulterio y no había prescrito un castigo por tener relaciones con la esposa de otro hombre, José estaba al tanto de cuáles eran los principios divinos sobre la fidelidad marital (Génesis 2:24; 12:18-20). Su respuesta pone de relieve que tales pautas le influyeron sobremanera: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:9).

w04 15/1 pág. 29 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2
Lecciones para nosotros:
Génesis (39:9. La respuesta que dio José a la esposa de Potifar indica que su forma de pensar se amoldaba a lo que pensaba Dios sobre la moralidad y que los principios piadosos guiaban su conciencia. ¿No deberíamos nosotros esforzarnos por lograr el mismo objetivo mientras crecemos en el conocimiento exacto de la verdad?

w07 15/10 pág. 23 párr. 16 Escuchemos nuestra voz interior
16. ¿Qué nos enseña el relato de José sobre el asunto de educar la conciencia y obedecer sus dictados?
16 Eso es precisamente lo que había hecho José, como vemos en el pasaje que habla de su servicio en casa de Potifar. Cuando la esposa de aquel egipcio trató de seducir a José, aún no estaba escrito ningún libro de la Biblia ni se habían dado los Diez Mandamientos. No obstante, él reaccionó diciendo: “¿Cómo podría yo cometer esta gran maldad y realmente pecar contra Dios?” (Génesis 39:9). El motivo principal por el que respondió así no era el deseo de complacer a sus familiares, ya que estos vivían lejos. Lo que más quería era agradar a Dios, ya que conocía la norma divina: el matrimonio es una unión en la que solo hay lugar para un hombre y una mujer que forman “una sola carne”. Además, tuvo que haberse enterado del incidente de su abuela Rebeca con Abimélec. Cuando este rey descubrió que era una mujer casada, comprendió que ningún hombre de su reino debía unirse a ella, pues quien lo hiciera cometería un pecado y acarrearía culpa a su pueblo. Y Jehová dio su bendición, lo que reveló su punto de vista acerca del adulterio. Sin duda, el conocimiento que tenía José de estos asuntos contribuyó a que la voz de su conciencia resonara aún con más fuerza y lo moviera a rechazar la inmoralidad sexual (Génesis 2:24; 12:17-19; 20:1-18; 26:7-14).

w10 15/7 pág. 10 párr. 14 “¡Qué clase de personas deben ser ustedes[!]”
14. ¿Cómo lo anima a usted el ejemplo de José?
14 Veamos el ejemplo de José, el hijo de Jacob, quien fue vendido como esclavo por sus propios hermanos (Gén. 37:23-28; 42:21). La Biblia deja muy claro que no perdió la fe ni le reprochó a Dios que hubiera permitido esa crueldad. Y este no fue el único problema al que se enfrentó. Más tarde, lo acusaron falsamente de intento de violación y lo encarcelaron. Pero de nuevo mantuvo intacta su devoción a Jehová (Gén. 39:9-21). Las pruebas lo hicieron más fuerte, y al final recibió grandes recompensas.

w00 1/11 pág. 10 párr. 13 Veamos la pureza moral como Dios la ve
13. ¿Por qué, probablemente, no pudo José eludir a la esposa de Potifar?
13 Pero la esposa de Potifar siguió insistiendo, y “día tras día” imploraba a José que se acostara con ella. ¿Por qué no se limitó este a evitar su compañía? Pues bien, en su condición de esclavo tenía deberes que cumplir, y poco podría hacer para cambiar la situación. Los hallazgos arqueológicos indican que el diseño de las viviendas egipcias exigía atravesar las salas principales para llegar a los almacenes. Por consiguiente, puede que le resultara imposible eludir a aquella mujer (Génesis 39:10).

w00 1/11 pág. 10 párrs. 11-12 Veamos la pureza moral como Dios la ve
11, 12. ¿Por qué debió de razonar José como lo hizo aunque Dios no había promulgado todavía una ley escrita que prohibiera la fornicación y el adulterio?
11 Es patente que la decisión de José no se debió al temor a que lo descubrieran. Su familia vivía lejos, y su padre lo daba por muerto. Si cometía algún acto de inmoralidad sexual, sus parientes jamás se enterarían. Es probable que también pudiera ocultar de Potifar y los hombres de la servidumbre un pecado como aquel, pues había ocasiones en las que no se hallaban en la casa (Génesis 39:11). Sin embargo, era consciente de que no podría esconderlo de Dios.
12 José debió de razonar basándose en lo que conocía de Jehová. Sin duda sabía que en el jardín de Edén había declarado: “Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne” (Génesis 2:24). Además, probablemente estaba al tanto de lo que Jehová le había dicho al rey filisteo que pensó en seducir a Sara, la bisabuela de José: “Mira que puedes darte por muerto a causa de la mujer que has tomado, puesto que es poseída por otro dueño como esposa. [...] Yo [...] también estaba deteniéndote de pecar contra mí. Por eso no te permití tocarla” (Génesis 20:3, 6). De modo que, si bien Jehová no había promulgado todavía una ley escrita, su parecer en cuanto al matrimonio estaba claro. El sentido moral de José y su deseo de agradar a Dios lo impulsaron a rechazar la inmoralidad.

w00 1/11 pág. 10 párr. 14 Veamos la pureza moral como Dios la ve
14. a) ¿Qué le sucedió a José después de huir de la esposa de Potifar? b) ¿Cómo bendijo Jehová la fidelidad de José?
14 Llegó el día en que se hallaron solos en la casa. La esposa de Potifar se aferró a José y exclamó: “¡Acuéstate conmigo!”. Él huyó, y ella, por despecho, lo acusó de intentar violarla. ¿Qué consecuencias tuvo aquello? ¿Recompensó Jehová inmediatamente aquel proceder íntegro? No. José acabó en prisión y sujeto con grilletes (Génesis 39:12-20; Salmo 105:18). Jehová observó aquella injusticia, y con el tiempo lo ensalzó sacándolo de la cárcel para ponerlo en un palacio. José llegó a ser la segunda persona más poderosa de Egipto, y fue bendecido con una esposa y con hijos (Génesis 41:14, 15, 39-45, 50-52). Además, el relato de su integridad se puso por escrito hace tres mil quinientos años, para beneficio de los siervos de Dios que han vivido desde entonces. Su obediencia a las justas leyes divinas se vio recompensada con magníficas bendiciones. Hoy, de igual manera, no siempre veremos los beneficios inmediatos de un proceder de integridad moral, pero podemos estar seguros de que Jehová lo ve y nos bendecirá al debido tiempo (2 Crónicas 16:9).

w11 15/8 pág. 30 párr. 12 Busquemos la paz
12. ¿Qué ejemplos ilustran el peligro de emitir un juicio sobre un conflicto sin haber oído antes a todas las partes?
12 Ciertamente, formarse una opinión sin conocer antes las dos versiones es muy peligroso. Así lo demuestra el ejemplo de tres personajes bíblicos. El primero es Potifar, quien creyó a su esposa cuando esta le contó que José había intentado violarla. Se enojó tanto con él que lo encarceló injustamente (Gén. 39:19, 20). El segundo es el rey David. Cuando Zibá aseguró que su amo, Mefibóset, se había pasado al enemigo, David no comprobó si era cierto. Simplemente le dijo: “¡Mira! Tuyo es todo lo que pertenece a Mefibóset” (2 Sam. 16:4; 19:25-27). El tercero es Artajerjes, rey de Persia. En cierta ocasión recibió un informe de que los judíos estaban reedificando las murallas de Jerusalén e iban a rebelarse contra él. La acusación era falsa, pero el monarca la dio por verdadera y ordenó paralizar todas las obras. Como consecuencia, se detuvo la reconstrucción del templo de Dios (Esd. 4:11-13, 23, 24). Estos casos contienen una importante lección para los ancianos: antes de emitir cualquier juicio, deben informarse bien y, como aconsejó Pablo, evitar a toda costa el favoritismo (léase 1 Timoteo 5:21).

w04 15/7 pág. 13 párr. 16 ¿Nos deleitamos en “la ley de Jehová”?
16. ¿Por qué y en qué sentido ‘tiene éxito todo lo que hacemos’?
16 Cuando somos íntegros, Jehová nos ayuda a soportar la presión de las pruebas y dificultades, y nos sentimos felices de llevar fruto en su servicio (Mateo 13:23; Lucas 8:15). ‘Todo lo que hacemos tiene éxito’, porque nuestro objetivo es efectuar la voluntad de Jehová. Como su propósito siempre triunfa y nos deleitamos en sus mandamientos, prosperamos espiritualmente (Génesis 39:23; Josué 1:7, 8; Isaías 55:11). Todo ello es así aun cuando nos enfrentamos a adversidades (Salmo 112:1-3; 3 Juan 2).