Puntos Sobresalientes de Génesis 43 a 46

Puntos sobresalientes de la lectura de la Biblia: 43 - 44 - 5 - 46

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GÉNESIS 43 a 46


Para el repaso oral: de la Escuela del Ministerio Teocrático de Marzo y Abril de 2014

3ª Pregunta.-

¿Qué base tuvo José para mostrar misericordia a sus hermanos?
[17 de Marzo., w99 1/1 pág. 30 párrs.6, 7.]
w99 1/1 pág. 30 El perdón abre el camino a la salvación
José no habría mostrado misericordia si no hubiera tenido base para ello. Ya había observado prueba de su arrepentimiento. Por ejemplo, cuando los acusó de ser espías, los oyó decir entre sí: “Indisputablemente somos culpables tocante a nuestro hermano [...]. Por eso nos ha sobrevenido esta angustia” (Génesis 42:21). Además, Judá había ofrecido quedarse como esclavo en lugar de Benjamín a fin de que este regresara a su padre (Génesis 44:33, 34).
De modo que José tenía razón para mostrar misericordia. Es más, sabía que hacerlo redundaría en la salvación de toda su familia. Por eso dijo a sus medio hermanos que volvieran a su padre, Jacob, y le dijeran: “Esto es lo que ha dicho tu hijo José: ‘Dios me ha nombrado señor de todo Egipto. Baja a mí. No vayas a tardar. Y tendrás que morar en la tierra de Gosén, y tendrás que continuar cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos y tus rebaños y tus vacadas y todo cuanto tienes. Y yo ciertamente te proveeré de alimento allí’” (Génesis 45:9-11).

Capítulo 43:

w87 1/6 págs. 16-17 párrs. 14-15 Practicando la devoción piadosa para con los padres en su vejez
14, 15. ¿Cómo pueden ayudar a ‘edificar’ a la familia en estas circunstancias “la sabiduría” y “el discernimiento”?
14 Salomón dijo que “con sabiduría se edifica la casa, y con discernimiento resulta firmemente establecida”. (Proverbios 24:3.) Por ejemplo, Ann ha tratado de ser más comprensiva con relación a la enfermedad de su suegra. “Recuerdo que está enferma y no hace cosas raras adrede.” Con todo, “todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, éste es varón perfecto”. (Santiago 3:2.) Pero cuando surgen conflictos, despliegue sabiduría negándole entrada al resentimiento y evitando estallidos de ira. (Efesios 4:31, 32.) Consideren las cosas como familia, y procuren hallar maneras de llegar a un entendido o hacer ajustes.
15 El discernimiento también es útil para comunicarse con eficacia. (Proverbios 20:5.) Puede que al padre o la madre se le haga difícil ajustarse a la rutina del nuevo hogar. O puede ser que, porque tal persona no pueda juzgar bien, tienda a negarse a cooperar. En algunas circunstancias, quizás lo único que se pueda hacer sea hablar con gran firmeza. (Compárese con Génesis 43:6-11.) “Si yo no le presentara una firme negativa a mi madre —dice una hermana—, ella gastaría todo su dinero.” Pero cierto superintendente a veces puede recurrir al cariño que su madre le tiene. “Muchas veces, cuando no he podido razonar con ella, simplemente digo: ‘Mamá, ¿puedes hacerlo solo porque yo te lo pido?’, y ella escucha.”

w82 15/5 pág. 13 párr. 4 Criando hijos felices en un mundo turbulento
4. (a) ¿Qué aprendían los hijos de padres temerosos de Dios? (b) ¿Quiénes efectuaban esta enseñanza, y cómo lo hacían?
4 La Biblia muestra que los hijos de padres temerosos de Dios fueron criados en seguridad, por familias que se preocupaban por las debilidades de sus hijos y la necesidad de protección de éstos. (Génesis 33:14; 43:8) Se enseñaba a los hijos un modo de ganarse la vida... David fue un joven pastor, y Jesús fue carpintero. (1 Samuel 16:11; Marcos 6:3) También aprendían algo mucho más importante... los maravillosos caminos del gran Dios JEHOVÁ. No se les daba esta instrucción en clases de catecismo ni en escuelas dominicales, sino que la recibían de las personas que tenían el mayor interés en los hijos... sus propios padres. Jehová esperaba que los israelitas dieran a conocer los caminos de él a sus hijos y a sus nietos. (Deuteronomio 4:9, 10) Los padres habrían de enseñar a sus hijos en toda ocasión... en el hogar o fuera de él, cuando se acostaran o cuando se levantaran. Habrían de enseñar por palabra y por ejemplo, y estarían transmitiendo maravillosas verdades a las generaciones sucesivas.—Deuteronomio 11:18-21.

w87 1/5 págs. 18-19 párrs. 12-13 Conservación de la vida en tiempo de hambre
12, 13. a) ¿Cómo impuso José una prueba para revelar la condición de corazón de sus hermanos? b) Como resultado de la prueba, ¿qué base tuvo José para mostrar misericordia?
12 Cuando José vio que Benjamín había venido con los hermanos, los invitó a entrar en su casa, donde les hizo un banquete. Para Benjamín suministró una porción cinco veces mayor que la de cada uno de los demás. Entonces José sometió a sus hermanos a una prueba final. De nuevo les devolvió todo su dinero en sus costales individuales, pero hizo que su propia copa especial de plata fuera colocada en la boca del costal de Benjamín. Después de partir ellos, José envió al administrador de su casa a acusarlos de robo y a buscar la copa en los costales. Cuando se halló la copa en el costal de Benjamín, los hermanos rasgaron sus mantos. Fueron conducidos de regreso a José, para enfrentarse con él. Judá hizo una súplica conmovedora por misericordia y se ofreció como esclavo en lugar de Benjamín, para que el muchacho pudiera ser devuelto a su padre. (Génesis 43:15–44:34.)
13 Convencido ahora de que la actitud de sus hermanos había cambiado, José ya no pudo controlar sus emociones. Después de hacer que todos los demás salieran de ante él, declaró: “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron para Egipto. Pero ahora no se sientan heridos y no se encolericen contra ustedes mismos por haberme vendido acá; porque para la conservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes [...] a fin de colocarles un resto en la tierra y para mantenerlos vivos mediante un gran escape”. Entonces dijo a sus hermanos: “Suban apresuradamente a mi padre, y tienen que decirle: ‘[...] Baja a mí. No vayas a tardar. Y tendrás que morar en la tierra de Gosén, y [...] yo ciertamente te proveeré de alimento allí, porque todavía hay cinco años de hambre; por temor de que queden reducidos a pobreza tú y tu casa y todo lo que tienes’”. (Génesis 45:4-15.)

w12 15/12 págs. 9-10 párrs. 4-5 Somos mayordomos de confianza
4, 5. ¿Qué deberes tenían los mayordomos de la antigüedad? Dé ejemplos.
4 En la antigüedad, el mayordomo era un esclavo de confianza que atendía la casa o los negocios de su dueño. Por lo general gozaba de considerable autoridad, pues se le ponía al cargo de los bienes, el dinero y los demás siervos de la casa. Un ejemplo de ello fue Eliezer, al que Abrahán le confió sus muchas posesiones. Quizás fue a él a quien su amo envió a Mesopotamia con la misión trascendental de encontrarle esposa a su hijo Isaac (Gén. 13:2; 15:2; 24:2-4).
5 José, bisnieto de Abrahán, fue mayordomo de la casa de Potifar (Gén. 39:1, 2). Con el tiempo, él mismo llegó a tener un mayordomo que cuidaba de toda su casa y que, en cierta ocasión, se encargó de acoger hospitalariamente a diez hermanos de José. Y por mandato de su amo, organizó todo lo relacionado con la copa de plata supuestamente robada. Es obvio que los mayordomos ocupaban puestos de mucha confianza (Gén. 43:19-25; 44:1-12).

w86 15/6 pág. 21 ¿Cómo puede usted controlar sus emociones?
Es interesante el hecho de que la Palabra de Dios menciona toda clase de sentimientos humanos, por ejemplo, amor, odio, gozo, pesar, valor y temor. Quizás usted recuerde que en una ocasión “Jesús cedió a las lágrimas”, mostrando sus emociones por la muerte de un amigo. (Juan 11:35.) José luchó por aguantar las lágrimas “porque se le habían excitado sus emociones internas para con su hermano”, a quien no había visto hacía años. (Génesis 43:30.)

Capítulo 44:

w04 15/1 pág. 29 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2)
Respuestas a preguntas bíblicas:
Génesis 44:5. ¿Utilizó realmente José una copa para leer agüeros? La copa de plata y lo que se dijo de ella eran evidentemente parte de una estratagema. Como fiel siervo de Jehová, José no empleó la copa pa-ra leer agüeros, tal como tampoco la hurtó Benjamín.

w06 1/2 pág. 31 Preguntas de los lectores
¿Puede decirse que José, fiel siervo de Jehová, practicaba la adivinación con una copa especial de plata, como parece indicar Génesis 44:5?
No hay motivo para creer que José en realidad haya practicado ninguna forma de adivinación.
La Biblia muestra que él sabía la verdad sobre el uso de las artes mágicas para conocer el futuro. Anteriormente, cuando se le pidió que interpretara los sueños del Faraón, repitió varias veces que solo Dios puede anunciar el porvenir. De ahí que el propio Faraón reconociera que había sido el Dios de José —el verdadero Dios, y no poderes ocultos— quien le había revelado a este acontecimientos futuros (Génesis 41:16, 25, 28, 32, 39). Más tarde, en la Ley que dio a Moisés, Jehová prohibió el uso de la magia o la adivinación, confirmando así que solo Él tiene la capacidad de predecir el futuro (Deuteronomio 18:10-12).
Entonces, ¿por qué dijo José mediante su mayordomo que él “con pericia le[ía] agüeros” valiéndose de una copa de plata? (Génesis 44:5.) A fin de aclarar el asunto es preciso analizar las circunstancias que rodearon dicha afirmación.
Obligados por el hambre que asolaba la región, los hermanos de José viajaron a Egipto para comprar víveres. Años atrás, ellos mismos habían vendido a José como esclavo. Ahora, sin que lo supieran, era a su hermano a quien debían solicitar ayuda, pues se había convertido en el administrador de alimentos del país. José no les reveló su identidad, sino que decidió ponerlos a prueba para determinar la autenticidad de su arrepentimiento y la profundidad de su afecto hacia su padre, Jacob, y hacia su hermano Benjamín, el hijo predilecto de Jacob. Para ello recurrió a una estratagema (Génesis 41:55–44:3).
José ordenó a uno de sus siervos que llenara de provisiones los sacos de sus hermanos, colocara dentro el dinero de cada uno y metiera su copa de plata en el saco de Benjamín. Durante todo este tiempo, José estuvo representando el papel de administrador de un país pagano, por lo cual adaptó su manera de comportarse y de hablar delante de sus hermanos, que no sospechaban nada.
Cuando sus hermanos comparecieron ante él, José prosiguió con su simulación y les preguntó: “¿No sabían que un hombre como yo puede leer con pericia los agüeros?” (Génesis 44:15). Como vemos, la copa fue obviamente parte de la estratagema. Que José la usaba para adivinar es tan falso como que Benjamín la había hurtado.

w04 15/1 pág. 29 Puntos sobresalientes del libro de Génesis (parte 2
Respuestas a preguntas bíblicas:
Génesis 43:32. ¿Por qué era detestable para los egipcios comer con los hebreos? Tal vez se debiera principalmente al orgullo racial y al prejuicio religioso. Además, los egipcios detestaban a los pastores (Génesis 46:34). ¿Por qué razón? Posiblemente porque el sistema de castas egipcio colocaba a los pastores en uno de los últimos lugares, o quizás porque sintieran un fuerte rechazo hacia quienes buscaban pastos para los rebaños, pues escaseaba la tierra de cultivo.

w99 1/1 pág. 30 El perdón abre el camino a la salvación
José no habría mostrado misericordia si no hubiera tenido base para ello. Ya había observado prueba de su arrepentimiento. Por ejemplo, cuando los acusó de ser espías, los oyó decir entre sí: “Indisputablemente somos culpables tocante a nuestro hermano [...]. Por eso nos ha sobrevenido esta angustia” (Génesis 42:21). Además, Judá había ofrecido quedarse como esclavo en lugar de Benjamín a fin de que este regresara a su padre (Génesis 44:33, 34).

Capítulo 45:

w01 1/12 pág. 22 párr. 14 Temamos a Jehová y guardemos sus mandamientos
14. ¿Cómo reflejó verdadero temor de Dios la misericordia de José?
14 Años después, José se vio cara a cara con sus hermanos, quienes sin piedad alguna lo habían vendido como esclavo. Pudo haber aprovechado la gran necesidad de alimento que tenían para vengarse de lo que le habían hecho. Pero el trato tiránico no refleja temor de Dios (Levítico 25:43). Por consiguiente, cuando obtuvo suficientes pruebas de que habían cambiado de actitud, fue misericordioso y los perdonó. Como en el caso de José, el temor piadoso nos impulsará a vencer el mal con el bien y nos impedirá ceder a la tentación (Génesis 45:1-11; Salmo 130:3, 4; Romanos 12:17-21).
Génesis 45:3. José nos dio un extraordinario ejemplo de misericordia. La justicia estricta habría exigido que castigara a quienes lo habían vendido como esclavo. Por otra parte, el sentimentalismo pudiera haberlo llevado a simplemente pasar por alto su transgresión. José no se fue ni a un extremo ni al otro. Más bien, puso a prueba el arrepentimiento de sus medio hermanos. Y cuando observó que su pesar era sincero, los perdonó.

w04 15/5 pág. 16 párr. 5 El cuidado de los mayores es un deber cristiano
5. a) ¿Cómo sabemos que José no había olvidado sus obligaciones para con su padre? b) ¿Qué abarca honrar a nuestros padres, y qué buen ejemplo dio José al respecto?
5 José llevaba más de veinte años sin ver a su anciano padre, el patriarca Jacob. Sin embargo, es obvio que su amor filial seguía vivo. De hecho, cuando reveló a sus hermanos su verdadera identidad, les preguntó: “¿Todavía está vivo mi padre?” (Génesis 43:7, 27; 45:3). Y a continuación, dado que en aquel tiempo el hambre azotaba la tierra de Canaán, José mandó decir a su padre: “Baja a mí. No vayas a tardar. Y tendrás que morar en la tierra de Gosén, y tendrás que continuar cerca de mí [...]. Y yo ciertamente te proveeré de alimento allí” (Génesis 45:9-11; 47:12). Como vemos, honrar a los padres ancianos abarca protegerlos y mantenerlos cuando no están en condiciones de cuidar de sí mismos (1 Samuel 22:1-4; Juan 19:25-27). José asumió con gusto esta responsabilidad.
w91 15/5 pág. 14 párr. 16 Consideremos dechados de gran paciencia
16. ¿Cómo muestran las Escrituras que José, hijo de Jacob, tuvo gran paciencia?
16 Hasta humanos imperfectos y pecaminosos pueden desplegar gran paciencia. Las Escrituras Hebreas contienen ejemplos de personas imperfectas que han aguantado pacientemente males cometidos contra ellas. Por ejemplo, tenemos el caso de José, hijo del patriarca hebreo Jacob. ¡Con cuánta paciencia aguantó las injusticias que cometieron contra él sus medio hermanos y la esposa de Potifar! (Génesis 37:18-28; 39:1-20.) José no dejó que aquellas pruebas lo amargaran. Esto se hizo patente cuando dijo a sus hermanos: “No se sientan heridos y no se encolericen contra ustedes mismos por haberme vendido acá; porque para la conservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes”. (Génesis 45:4, 5.) ¡Qué excelente ejemplo de gran paciencia dio José!
w99 1/1 pág. 30 El perdón abre el camino a la salvación - Clemencia y liberación
“¿Todavía está vivo mi padre?”, preguntó José a sus medio hermanos. Nadie respondió. Ninguno de ellos sabía qué decir. ¿Deberían extasiarse o aterrorizarse? Después de todo, veinte años atrás habían vendido a este hombre como esclavo. José tenía la autoridad para encarcelarlos, enviarlos a casa sin alimento o, peor aún, ¡ejecutarlos! Con buena razón, sus medio hermanos “no pudieron contestarle en absoluto, porque quedaron perturbados a causa de él” (Génesis 45:3).
José los tranquilizó enseguida. “Acérquense a mí, por favor”, dijo. Ellos obedecieron. Entonces añadió: “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron en manos de Egipto. Pero ahora no se sientan heridos y no se encolericen contra ustedes mismos por haberme vendido acá; porque para la conservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes” (Génesis 45:4, 5).
José no habría mostrado misericordia si no hubiera tenido base para ello. Ya había observado prueba de su arrepentimiento. Por ejemplo, cuando los acusó de ser espías, los oyó decir entre sí: “Indisputablemente somos culpables tocante a nuestro hermano [...]. Por eso nos ha sobrevenido esta angustia” (Génesis 42:21). Además, Judá había ofrecido quedarse como esclavo en lugar de Benjamín a fin de que este regresara a su padre (Génesis 44:33, 34).
De modo que José tenía razón para mostrar misericordia. Es más, sabía que hacerlo redundaría en la salvación de toda su familia. Por eso dijo a sus medio hermanos que volvieran a su padre, Jacob, y le dijeran: “Esto es lo que ha dicho tu hijo José: ‘Dios me ha nombrado señor de todo Egipto. Baja a mí. No vayas a tardar. Y tendrás que morar en la tierra de Gosén, y tendrás que continuar cerca de mí, tú y tus hijos y los hijos de tus hijos y tus rebaños y tus vacadas y todo cuanto tienes. Y yo ciertamente te proveeré de alimento allí’” (Génesis 45:9-11).

w94 1/11 págs. 19-20 párrs. 12-13 Sean tiernamente compasivos
12, 13. ¿Qué debemos hacer cuando los celos entran en nuestro corazón?
12 Vendieron cruelmente a José como esclavo. A fin de ocultar su mal, engañaron a su padre diciéndole que una fiera había matado a José. Años más tarde, su pecado salió a la luz cuando el hambre los obligó a ir a Egipto para comprar comida. El administrador de alimentos, José, a quien no reconocieron, los acusó de ser espías y les dijo que no volvieran a pedirle ayuda a menos que trajeran a su hermano menor, Benjamín. Puesto que en ese tiempo Benjamín era el hijo favorito de Jacob, sabían que su padre no lo dejaría ir.
13 Estando de pie frente a José, su conciencia los impulsó a confesar: “Indisputablemente somos culpables tocante a nuestro hermano [José], porque vimos la angustia de su alma cuando suplicaba de nosotros que tuviéramos compasión, pero no escuchamos. Por eso nos ha sobrevenido esta angustia”. (Génesis 42:21.) La forma compasiva, y a la vez firme, en que José trató a sus hermanos les ayudó a demostrar que estaban arrepentidos de verdad. Luego reveló su identidad y los perdonó generosamente. El resultado fue que volvieron a gozar de unidad familiar. (Génesis 45:4-8.) Los cristianos debemos aprender una lección de este relato. Sabiendo cuáles son las malas consecuencias de la envidia, debemos pedir a Jehová que nos ayude a sustituir los celos por el ‘tierno cariño de la compasión’.
w04 15/8 pág. 15 párr. 15 Odiados sin causa
15. ¿Qué nos ayudará a no amargarnos ni guardar resentimiento cuando suframos?
15 ¿Qué nos ayudará a no amargarnos ni guardar resentimiento hacia quienes nos odian sin causa? Recuerde que nuestros principales adversarios son Satanás y los demonios (Efesios 6:12). Aunque hay seres humanos que nos persiguen intencional y deliberadamente, muchos de los que se oponen al pueblo de Dios lo hacen por ignorancia o manipulados por otros (Daniel 6:4-16; 1 Timoteo 1:12, 13). Jehová desea dar a “hombres de toda clase” la oportunidad de que “se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad” (1 Timoteo 2:4). De hecho, algunos que en un tiempo se opusieron a la verdad son ahora nuestros hermanos cristianos por haber observado nuestra conducta intachable (1 Pedro 2:12). Además, podemos aprender una lección del ejemplo de José, hijo de Jacob. Aunque sufrió mucho por culpa de sus medio hermanos, no les guardó rencor. ¿Por qué no? Porque vio la mano de Jehová en lo sucedido, cómo Él dirigía los acontecimientos para llevar a cabo Su propósito (Génesis 45:4-8). De igual modo, Jehová puede hacer que cualquier sufrimiento injusto que estemos pasando sirva para dar gloria a su nombre (1 Pedro 4:16).

w07 15/8 pág. 18 Aprenda a afrontar las injusticias
¿Indican estos ejemplos que Jehová es indiferente a la injusticia? ¡De ningún modo! Lo que ocurre es que no consideró aquellos sucesos desde la simple óptica humana (Isaías 55:8, 9). Pensemos en José. Gracias a que fue vendido como esclavo, pudo salvar a su familia, pues se había convertido en el administrador de alimentos de Egipto antes de que el hambre azotara la región. Si Jehová no hubiera permitido aquella injusticia, José no habría ido a prisión, ni habría interpretado los sueños de dos presos, ni tampoco uno de ellos le habría hablado de él al Faraón. Así fue como José llegó a ser el administrador de alimentos (Génesis 40:1; 41:9-14; 45:4-8).

w87 1/5 págs. 18-19 párrs. 12-13 Conservación de la vida en tiempo de hambre
12, 13. a) ¿Cómo impuso José una prueba para revelar la condición de corazón de sus hermanos? b) Como resultado de la prueba, ¿qué base tuvo José para mostrar misericordia?
12 Cuando José vio que Benjamín había venido con los hermanos, los invitó a entrar en su casa, donde les hizo un banquete. Para Benjamín suministró una porción cinco veces mayor que la de cada uno de los demás. Entonces José sometió a sus hermanos a una prueba final. De nuevo les devolvió todo su dinero en sus costales individuales, pero hizo que su propia copa especial de plata fuera colocada en la boca del costal de Benjamín. Después de partir ellos, José envió al administrador de su casa a acusarlos de robo y a buscar la copa en los costales. Cuando se halló la copa en el costal de Benjamín, los hermanos rasgaron sus mantos. Fueron conducidos de regreso a José, para enfrentarse con él. Judá hizo una súplica conmovedora por misericordia y se ofreció como esclavo en lugar de Benjamín, para que el muchacho pudiera ser devuelto a su padre. (Génesis 43:15–44:34.)
13 Convencido ahora de que la actitud de sus hermanos había cambiado, José ya no pudo controlar sus emociones. Después de hacer que todos los demás salieran de ante él, declaró: “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron para Egipto. Pero ahora no se sientan heridos y no se encolericen contra ustedes mismos por haberme vendido acá; porque para la conservación de vida me ha enviado Dios delante de ustedes [...] a fin de colocarles un resto en la tierra y para mantenerlos vivos mediante un gran escape”. Entonces dijo a sus hermanos: “Suban apresuradamente a mi padre, y tienen que decirle: ‘[...] Baja a mí. No vayas a tardar. Y tendrás que morar en la tierra de Gosén, y [...] yo ciertamente te proveeré de alimento allí, porque todavía hay cinco años de hambre; por temor de que queden reducidos a pobreza tú y tu casa y todo lo que tienes’”. (Génesis 45:4-15.)

w91 15/6 pág. 8 párrs. 2-3 Salvación de la vida mediante sangre... ¿cómo?
2, 3. ¿Por qué debemos tomar en cuenta a Dios con respecto a la sangre? (Hechos 17:25, 28.)
2 Nuestra vida depende de la sangre, que transporta oxígeno por todo nuestro cuerpo, elimina el anhídrido carbónico, nos permite adaptarnos a cambios de temperatura y nos ayuda a combatir enfermedades. Aquel que nos dio la vida también diseñó y suministró el maravilloso tejido líquido sustentador de la vida llamado la sangre. Esto refleja su interés continuo en conservar la vida humana. (Génesis 45:5; Deuteronomio 28:66; 30:15, 16.)
3 Tanto los cristianos como la gente en general deberían preguntarse: ‘¿Puede la sangre salvarme la vida únicamente mediante sus funciones naturales, o pudiera la sangre salvar la vida de modo más trascendental?’. Aunque la mayoría de la gente reconoce el enlace que existe entre la vida y las funciones normales de la sangre, en realidad hay mucho más que eso implicado. Tanto la ética de los cristianos como la de los musulmanes y los judíos gira en torno a un Dador de Vida que se expresó en cuanto a la vida y la sangre. Sí, nuestro Creador dice mucho acerca de la sangre.
w95 15/6 pág. 11 La paciencia: por qué es tan poco común
Una persona que podía haber tenido muchas razones para enojarse, amargarse o incluso vengarse fue José, el hijo de Jacob. Sus hermanos lo habían tratado injustamente, pues tramaron su muerte y acabaron vendiéndolo como esclavo. En Egipto, a pesar de su servicio concienzudo y leal a Potifar, lo acusaron falsamente y lo encarcelaron. José aguantó con paciencia todas sus tribulaciones, probablemente porque entendía que esas pruebas podían contribuir al cumplimiento del propósito de Jehová. (Génesis 45:5.) Pudo mostrar paciencia aun ante circunstancias muy difíciles debido a la fe y la esperanza en Jehová que cultivó junto con humildad y comprensión.
w04 1/6 pág. 22 ¿Nos condicionan las circunstancias? - Confiemos en Jehová
La tercera lección es que, en lugar de recurrir a algún medio contrario a las Escrituras para cambiar nuestra situación, debemos confiar en Jehová. El discípulo Santiago escribió: “Que el aguante tenga completa su obra, para que sean completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada” (Santiago 1:4). Para que el aguante pueda tener “completa su obra”, hemos de permitir que la prueba siga su curso sin ponerle fin rápidamente por medios antibíblicos. Entonces nuestra fe habrá sido probada y refinada, y su poder sustentador, puesto de manifiesto. José y David demostraron esta clase de aguante. No buscaron una solución que pudiera desagradar a Jehová, sino que se esforzaron por aprovechar al máximo la situación. Confiaron en Jehová, y él los bendijo en abundancia. Los utilizó para liberar y guiar a Su pueblo (Génesis 41:39-41; 45:5; 2 Samuel 5:4, 5).
w87 1/5 pág. 19 párr. 14 Conservación de la vida en tiempo de hambre
14. ¿Qué noticias gozosas le comunicaron a Jacob?
14 Cuando Faraón supo de los hermanos de José, le dijo a José que enviara carruajes de la tierra de Egipto para que trajeran a su padre y a toda su familia a Egipto, porque lo mejor de la tierra sería de ellos. Al oír todo lo que había sucedido, Jacob se sintió revivificado en espíritu y exclamó: “¡Basta! ¡Todavía está vivo José mi hijo! ¡Ah, permítaseme ir y verlo antes de morir!”. (Génesis 45:16-28.)

w04 1/6 pág. 21 ¿Nos condicionan las circunstancias? - No guardemos rencor ni sintamos amargura
En primer lugar, estos hombres fieles no se dejaron entrampar por la amargura y el resentimiento. Mientras estuvo en prisión, José fácilmente pudo haberse concentrado en la traición de sus hermanos y quizás planear cómo se vengaría si alguna vez los volvía a ver. ¿Cómo sabemos que José no cedió a esta forma de pensar negativa? Observemos su reacción cuando se le presentó la oportunidad de vengarse de sus hermanos, quienes habían viajado a Egipto para comprar grano. El relato dice: “[José] se apartó de ellos y empezó a llorar. [...] Después de eso José dio el mandato, y [sus siervos] se pusieron a [llenar] de grano [los] receptáculos [de sus hermanos]. Además, habían de devolver el dinero de los hombres al saco individual de cada uno y darles provisiones para el viaje”. Más tarde, cuando envió a sus hermanos para que llevaran a su padre a Egipto, José los animó con las siguientes palabras: “No se exasperen unos con otros en el camino”. José demostró de palabra y obra que no había permitido que el rencor le amargara la vida (Génesis 42:24, 25; 45:24).

Capítulo 46:


w93 1/9 pág. 21 párr. 3 La familia cristiana ayuda a los de edad avanzada
3. ¿Cómo mostró José compasión por su padre de edad avanzada?
3 Había que mostrar respeto no solo de palabra, sino también obrando con consideración. José mostró gran compasión por su anciano padre. Cuando quiso que Jacob viajara desde Canaán hasta Egipto —una distancia de más de 300 kilómetros—, le envió “diez asnos que llevaban buenas cosas de Egipto y diez asnas que llevaban grano y pan y sustento para su padre para el camino”. Cuando Jacob llegó a Gosén, José se le acercó y “cayó al instante sobre su cuello y cedió a las lágrimas sobre su cuello vez tras vez”. José le expresó a su padre todo el cariño que sentía por él. ¡Qué ejemplo más conmovedor sobre el interés que debemos mostrar por los mayores! (Génesis 45:23; 46:5, 29.)

Génesis 46:8-10. Sin embargo, no todos los hebreos se mantuvieron firmemente separados de los que no adoraban a Jehová. Por ejemplo, Dina se asoció con vecinos jóvenes que no servían al Dios verdadero. ¿Y qué resultado tuvo aquello? Un joven se encendió de pasión y la violó. Parece que por un tiempo Judá se separó de su familia y se casó con una cananea. ¿En qué resultó eso? Pues bien, de aquella unión desigual nacieron tres hijos, pero Jehová tuvo que destruir a dos de ellos debido a la maldad que manifestaron. Simeón también tuvo un hijo con una cananea. Evidentemente aquello se consideraba tan fuera de lo común o tan indeseable que se llamó atención a ese hecho en la lista de los descendientes de Jacob.—Génesis 34:1, 2; 38:1-10; 46:8-10.

w04 15/5 pág. 16 párr. 6 El cuidado de los mayores es un deber cristiano
6. ¿De qué manera demostró José el profundo amor que sentía por su padre, y cómo podemos imitar su ejemplo?
6 Con la bendición de Jehová, José se había convertido en uno de los hombres más ricos y poderosos de Egipto (Génesis 41:40). Pero no pensaba que era demasiado importante o que estaba demasiado ocupado para honrar a su padre, quien para entonces tenía 130 años. Al enterarse de que Jacob (o Israel) se estaba acercando, “José hizo alistar su carro y subió al encuentro de Israel su padre en Gosén. Cuando se le apareció, cayó al instante sobre su cuello y cedió a las lágrimas sobre su cuello vez tras vez” (Génesis 46:28, 29). Esta bienvenida era mucho más que una muestra formal de respeto. José amaba a su anciano padre con toda su alma y no sentía vergüenza de manifestárselo. Si tenemos padres mayores, ¿les prodigamos también muestras de cariño?

w05 15/10 pág. 10 Jehová nunca nos dejará - No descuide sus necesidades espirituales
Un despido repentino puede turbar en un primer momento al cristiano más equilibrado, pero jamás debemos desatender nuestras necesidades espirituales. Piense, por ejemplo, en Moisés, cuya vida dio un vuelco cuando a la edad de 40 años perdió su posición entre la aristocracia para convertirse en pastor, un trabajo que los egipcios despreciaban (Génesis 46:34). Moisés tuvo que adaptarse a su nueva situación. Durante los siguientes cuarenta años dejó que Jehová lo fuera moldeando y preparando para el papel que habría de cumplir (Éxodo 2:11-22; Hechos 7:29, 30; Hebreos 11:24-26). A pesar de las dificultades, se centró en las cosas espirituales y aceptó de buena gana la educación divina. La lección es clara: nunca permitamos que las adversidades resten importancia a nuestros valores espirituales.

w05 15/2 págs. 13-14 párrs. 8-9 Orgullosos de ser cristianos
8, 9. a) ¿Cómo expresó Moisés falta de confianza en sí mismo? b) ¿Cómo respondió Jehová a los reparos de Moisés? c) ¿Cómo nos sentimos ante las tranquilizadoras promesas de Jehová?
8 ¿Deben los cristianos que a veces pasan por momentos de inseguridad sentir que han fallado? ¡Claro que no! Es más, puede resultarles consolador saber que no son los primeros en sentirse así, sino que fieles testigos de Dios de la antigüedad también experimentaron la misma sensación. Tomemos por ejemplo a Moisés, quien manifestó fe, lealtad y devoción extraordinarias. Cuando se le encargó una misión a su juicio muy difícil, preguntó titubeante: “¿Quién soy yo [...]?” (Éxodo 3:11). Es posible que Moisés estuviera pensando: “Yo soy un don nadie” o “Soy un inepto”. Quizás le hicieron pensar de ese modo algunos aspectos de su pasado, como pertenecer a una nación de esclavos o haber sido rechazado por los israelitas; por otra parte, no se expresaba con soltura (Éxodo 1:13, 14; 2:11-14; 4:10). Además, era pastor, una labor que detestaban los egipcios (Génesis 46:34). No es de extrañar que se sintiera incapaz de liberar de la esclavitud al pueblo de Dios.
9 Jehová tranquilizó a Moisés formulando dos grandes promesas: “Yo resultaré estar contigo, y esta es la señal para ti de que soy yo quien te ha enviado: Después que hayas sacado de Egipto al pueblo, ustedes servirán al Dios verdadero sobre esta montaña” (Éxodo 3:12). Dios le aseguró a su vacilante siervo que siempre lo respaldaría y que sin falta libertaría a Su pueblo. A lo largo de los siglos, Dios ha hecho promesas de apoyo similares. Por ejemplo, justo antes de que los israelitas entraran en la Tierra Prometida, se valió de Moisés para decirles: “Sean animosos y fuertes. [...] Jehová tu Dios es el que marcha contigo. No te desamparará ni te dejará enteramente” (Deuteronomio 31:6). Jehová también le aseguró a Josué: “Nadie se plantará con firmeza delante de ti en todos los días de tu vida [...;] resultaré estar contigo. No te desampararé ni te dejaré enteramente” (Josué 1:5). Y a los cristianos promete: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé” (Hebreos 13:5). Contar con tal respaldo debe hacernos sentir orgullosos de ser cristianos.

Referencias obtenidas en WOL.JW.org y JW.org