El hombre que devolvía las estrellas al océano - Educar Valores y el Valor de Educar. Parábolas

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Bajo los zarpazos de una tormenta formidable el océano se agigantó y durante toda la noche estuvo estrellando su furia contra la playa. Olas de más de cuatro metros arrojaron sus entrañas de caracolas, peces, algas y mil otros elementos.
Cuando al amanecer se calmó la tormenta, la playa estaba totalmente cubierta de estrellas de mar, que palpitaban levemente a la luz tibia de la mañana. Una caminante madrugadora empezó a devolverlas al océano en una empresa que, de ante mano, parecía condenada al fracaso dada la enorme cantidad de estrellas en la arena.
-Buenos días, señora -le dijo un turista que la miraba con asombro- ¿Puede usted decirme qué es lo que está haciendo?
-Devuelvo estas estrellas de mar al océano. Si no las devuelvo pronto, morirán por la falta de oxígeno.
-¿Pero no le parece inútil y descabellado su esfuerzo?
Hay millones de ellas y es imposible agarrarlas a todas. Además, posiblemente haya cientos de playas cubiertas también de estrellas de mar que irreme­diablemente van a morir. ¿No se da cuenta de que no cambia nada?
La mujer sonrió dulcemente, se agachó, agarró otra estrella de mar y antes de arrojarla al agua dijo:
- ¡Para esta sí cambió algo!
Es cierto que tú no vas a poder cambiar la educación ni vas a resolver los problemas de los millones de alumnos en el país y el mundo. A pesar de tus esfuerzos, millones de niños están condenados al fracaso. Pero esto no puede ser una ex­cusa para que no te entregues con entusiasmo a cumplir tu misión de genuino educador. Que los muchos problemas y las enormes difi­cultades que siempre vas a encontrar no sean una excusa para no entregarte con pasión a intentar el cambio educativo. No salvarás a todos los alumnos, pero sería imperdonable perder a los que pudiste salvar. Vive tu misión de educador de tal modo que tus alumnos experimenten como una verdadera gracia el haberte tenido como su maestro. Que cada uno de ellos sienta que, para ti, él sí es alguien realmente importante.

Recuperado para fines educativos del libro:
Educar Valores y el Valor de Educar. Parábolas
Autor: Antonio Pérez Esclarin