Biografía de Graziella campaña

La expectativa de la justicia

03 de julio de 1968 12 de diciembre de 1985 Graziella campaña fue sólo diecisiete años cuando fue asesinado en Fort Campone, colina cerca de la ciudad de Messina. Nacido el día 03 de julio de 1968, trabajado como un prensatelas en una lavandería en Villafranca Tirrena. Obtuvo 150.000 liras al mes y con que dinero contribuido a ayudar a su familia, compuesta por padre, madre y siete hermanos y hermanas.
Su joven vida fue truncada en la tarde del 12 de diciembre de 1985: mientras espera el autobús que llevaría a su casa a Saadi, a alrededor 20:00 fue subido en un coche. Estaba lloviendo. Después de unos kilómetros se encontrará a lo largo de un camino de tierra lejos de las luces brillantes del país. En un prado, lleva una chaqueta roja, una camisa a rayas, un par de pantalones negros y botas, cinco tiros de una escopeta la masacrada frontalmente, a una distancia de menos de dos metros. Inútil tratar de cubrirse con el brazo; destrozados fueron la extremidad, la cara y el estómago. A pesar de ser en la tierra terminó un último disparo a la cabeza. Fue una ejecución real y nadie sabe por qué ese delito era tan violento, cuáles fueron las preguntas que vienen debajo y duraron hasta la agonía. Cadáver de Graziella fue encontrado dos días más tarde por un joven médico. Junto con la policía llegó para la campaña, su reconocimiento formal hermano Piero carabinero. El reloj amarillo por Graziella era firme en 21:12, la hora de la muerte. El médico forense habría asegurado la ausencia de violencia y golpes y la falta de alcohol y drogas.
Unos días antes de su muerte, Graziella en el trabajo él había obtenido de una camisa sucia un cuaderno de bitácora de un jefe de la mafia. En las manos de Graziella pasan los secretos que nadie debía saber. Después de 19 años después del crimen, la corte de Assizes de vida Messina oración dos fugitivos ex: Gerlando Alberti, Jr., nieto de Gerlando Alberti "U paccarè", dijo el SR., jefe de la mafia siciliana y John Sutera, ya acusado de asesinato e intento de robo. Junto a ellos, por cargos de complicidad, fue condenado a dos años el dueño de la lavandería y campaña del compañero de trabajo Graziella: Frank Federico y Agata Caldwell. Cuatro años más tarde, en 1989, el juez tiene la acusación contra dos fugitivos: Gali Aaron jr. y John Sutera. Nueve días después de que la corte de Assizes en Messina declara la invalidez de los actos como el auto de acusación debido a la falta de notificar a los acusados de la comunicación judicial.
Después de que la Fiscalía habría avanzado solicitar absolución, 28 de marzo de 1990 es declarado no a proceder contra Sutera y Aaron, porque no habría hecho la escritura. Seis años más tarde, en febrero de 1996 el programa de tv de Raitre "Chi l visto" plantea el caso campaña gracias a una carta de un profesor que exigieron la reapertura de la investigación. La letra obtiene el efecto deseado. De las prisiones italianas comenzaron a recibir testimonios de colaboradores de la justicia que acusan a los ex fugitivos otra vez Alberti y Sutera. La Fiscalía de Messina reabre el caso. En 1998, al final de la investigación, hay seis acusaciones: Gali y Sutera son acusados de asesinato, Frank Frederick (dueño de la lavandería donde trabajaba Graziella), su esposo Francis Romano, la cuñada y el hermano José Federico ágata de Caldwell, acusado de complicidad.
Seis años después del inicio del proceso, a finales de 2004, viene la sentencia a cadena perpetua para los dos ex fugitivos. El 29 de julio de 2006 el Parlamento italiano aprobó con gran mayoría una medida de perdón por los crímenes cometidos hasta el 2 de mayo del mismo año. El 04 de noviembre de 2006 gracias a perdón a Gerlando Alberti junior fuera de la cárcel de la cárcel de Parma, donde está cumpliendo otras condenas (pero no una condena a cadena perpetua por el asesinato de Graziella). La orden de prisión preventiva que dejaría la prisión Sutera y Alberti por lo menos hasta apelaciones proceso ya había sido cancelado en 23 de septiembre de 2006 inicio de términos. Los jueces, casi dos años después de la sentencia y veintiún años desde el asesinato de Graziella, no aún depositó las razones para el juicio. La historia de la campaña de Graziella (también habrá un drama de televisión en 2008 a contarla) es un triste pedazo de crimen nacional y un claro indicador de los límites de la liquidación judicial italiano de la máquina.
Artículo aportado por el equipo de colaboradores.