Devociones Marianas

Cuando abrimos el Libro de Bautizos de la catedral de Caracas, correspondiente a 1783, encontramos una fe de bautismo en particular que conmueve a todos los venezolanos: la del 30 de julio que deja constancia del día en que Simón Bolívar fue bautizado. El encabezamiento de esta histórica fe de bautismo dice: En la ciudad Mariana de Caracas...Igual encabezamiento tienen su partida de confirmación (11 de abril de 1790) y la partida de matrimonio de sus padres, don Juan Vicente y María de la Concepción (1 de diciembre de 1773): En la ciudad Mariana de Caracas...

No se trataba de una rutina, sino del cumplimiento de una real orden, ya que Caracas estaba consagrada a la devoción de la Virgen María desde que el rey Carlos III le dio el título de Ciudad Mariana, por real cédula de 27 de enero de 1764.

La religiosidad popular del venezolano comienza con la llegada misma de los conquistadores. La conquista se hizo bajo el signo de la cruz y de la espada. Alonso de Ojeda, por ejemplo, descubridor del lago de Maracaibo, acostumbraba llevar consigo la imagen de María, por lo que se le llamaba el Caballero de la Virgen. Ambrosio Alfínger, alemán, fundador de Maracaibo (1529), bautiza el lago de Maracaibo con el nombre de Nuestra Señora de la Natividad, por ser 8 de setiembre el día en que lo vio por primera vez.

En las naves descubridoras de Colón se cumplían religiosamente las costumbres de los marineros españoles, entre las cuales figuraba la de encomendar el viaje a Dios y a la Virgen María. Se rezaba el Padre Nuestro y el Ave María, antes de que el mozo dijera a voz en cuello Dios nos dé buenos días; buen viaje; buen pasaje haga la nao, señor capitán y maestre y buena compañía, amén..."

A punto de la primera guardia de la noche, luego que el contramaestre apagaba el fuego, el mozo recitaba: Bendita sea la hora en que Dios nació, Santa María que lo parió, San Juan que lo bautizó. La guardia es tomada, la ampolleta muele, buen viaje haremos si Dios quiere". Los sábados se cantaba el Salve Regina.

Con estos antecedentes, fácil es entender cómo se iba sembrando en los pueblos de América el sentimiento religioso. Con los primeros misioneros empezó la cristianización, la construcción de iglesias y conventos. Y, como dijo Pablo VI, todo cristiano es esencialmente mariano.

El cabildo eclesiástico caraqueño ordenó en 1585 que los sábados, a la hora del alba, se cantara una misa a la Virgen María, y el mismo sábado, al ponerse el sol, se le dedicara una Salve. La Universidad de Caracas, inaugurada en 1725, establecía el juramento de los graduandos en defensa de la Inmaculada Concepción. Igual juramento prestaban los miembros del Colegio de Abogados de Caracas, fundado en 1788.

Fiestas religiosas tradicionales de Venezuela han sido y son las de San José, San Juan, San Pedro, San Antonio, Corpus Christi, entre otras.

Venezuela es un país católico; la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela consagra la libertad de religión y de culto (Art. 59) consciente de que aquí se practican las más variadas manifestaciones espirituales; pero mayoritariamente el pueblo encuentra soporte e inspiración en la figura universal de la Virgen María y de su hijo Jesús. El Nazareno de San Pablo, en Caracas y el Nazareno de Achaguas, en la población del mismo nombre del estado Apure son un ejemplo de veneración popular. Los diversos santos que la iglesia católica reconoce en el mundo son festejados como santos patronos de la gran mayoría de ciudades y pueblos venezolanos y en la catedral de Barcelona se venera el cuerpo de San Celestino.