La Economía Provincial en Venezuela durante el Siglo XVIII


Guanines por espejitos.


Mal que bien, los primeros actos de comercio entre los españoles y los indígenas de América se realizaron desde el momento mismo del encuentro: los espejitos, baratijas y otras tonterías que traían los descubridores fueron cambiados por cuentas de perlas y guanines de los inocentes naturales.

Se tiene como el primer "negocio" en Venezuela el que hicieron los hermanos Luis y Cristóbal Guerra, integrantes de la expedición de Per Alonso Niño, cuando llegaron en 1499 a las costas de Paria y recorrieron las islas de Margarita, Coche y Cubagua. Allí aplicaron por primera vez la modalidad del trueque con los indígenas, dándoles a éstos sortijas, agujas, cascabeles, paños. etc., a cambio de preciosas perlas. Ya en tierra firme se detuvieron veinte días entre Puerto Cabello y Ocumare de la Costa, haciendo comercio a placer con los entusiasmados nativos.

La Minería


Perlas como avellanas.


Dícese que Cristóbal Colón no descubrió a Venezuela en 1498, como él mismo lo aseguró, sino en 1494, es decir, cuatro años antes, pero que ocultó el descubrimiento a los reyes y a todo el mundo para explotar a sus anchas las perlas que había encontrado.

El caso es que desde que descubrieron las perlas comenzó en Venezuela la producción como actividad económica. Cubagua llegó a tener un auge extraordinario, hasta convertirse en la "República" de Nueva Cádiz, con ayuntamiento y todo. El florecimiento de esta ciudad continuó sin detenerse hasta que el agotamiento de los ostiales y el terremoto marcaron la decadencia y el despoblamiento.

Los indígenas eran explotados despiadadamente para que sacaran las perlas del fondo del mar. Luego utilizaron los españoles algunos esclavos negros y con esta explotación hicieron grandes fortunas, que en principio eran destinadas a las arcas reales, pero también contribuyeron a enriquecer el patrimonio de particulares. Se sabe, por ejemplo, que en los inicios de dicha explotación, sólo los hermanos Guerra se llevaron a España en 1500 unos 150 marcos de perlas, "unas tan grandes como avellanas". Por cierto, que Per Alonso Niño, como responsable de la expedición en que iban de mercaderes los hermanos Guerra, fue acusado y enjuiciado por suponer que llevaban más perlas de las declaradas, declararon sólo 96 marcos de los 150). Salió ileso del juicio porque no se le comprobó nada irregular. Casi nunca se comprueba nada.


Oro y cobre.


Venezuela es un país minero. Oro, diamantes, hierro, carbón, etc. Pero ni estos productos ni el petróleo habían aflorado en la época provincial, de modo que España llegó a restarle importancia a este territorio. El Perú, México y Nueva Granada, en cambio, adquirieron categoría de virreinato, porque allí se descubrieron ricas minas de oro y plata.

No fue mucho el oro que pudieron explotar los españoles en Venezuela. El metal precioso se hallaba principalmente en los ríos en forma de pepitas. Los indígenas lo trabajaban haciendo diversas figuras de animales. Estas piezas de oro eran llamadas guanines, es decir, trozos de baja calidad.

Juan de Villegas descubrió en 1551 las minas de oro de San Felipe de Buria, en Yaracuy. Al principio sobrepasó las estimaciones de producción, pero luego ésta fue bajando notablemente. La mina dejó de ser generosa, a pesar de tener más de cien esclavos trabajando en ella. De todas maneras, como consecuencia de esta explotación surgió la ciudad de Barquisimeto.

Francisco Fajardo -primer criollo venezolano, hijo de una indígena guaiquerí y de un español- descubrió una mina en Los Teques, en 1560; pero hubo de abandonarla porque Guacaipuro atacó la explotación y dio muerte a cuantos se encontraban trabajando allí.

En realidad, la explotación de oro fue muy escasa, en parte porque las minas descubiertas no produjeron mucho, y también porque los conquistadores no se sentían estimulados, ya que debían pagar un impuesto de un quinto de la producción al rey.

El oro se fundía todo en Borburata. Luego pasó a hacerse este trabajo en Caracas. Para que se tenga una idea de la baja producción del oro, véase que de 8.914 pesos del valor de la fundición en 1564, bajó a 814 pesos en 1600.

Entre las minas de cobre merecen citarse las de Cocorote, en Yaracuy, en las que en un momento llegaron a trabajar 122 esclavos negros, con sus mujeres y sus hijos. Empezaron a funcionar en 1625, con un rendimiento no muy alto. En 1631 se sacaron 500 quintales de cobre para Santo Domingo. Entre 1646 y 1649 se enviaron a España más de 1900 quintales. En Venezuela el poco cobre que quedaba se utilizaba para fabricar campanas para las iglesias y diversos utensilios. Las minas de Cocorote quedaron desiertas en 1680.

"Según la lista de esclavos que aparecen al final de este informe (sobre las minas de Cocorote, 1635-1654) los españoles ponían a los negros nombres burlescos o de acuerdo con sus características; así tenemos: Julio Mulato, Diego Moreno, Domingo Mandinga, Manuel Descalabrado, Diego Largo, Juan Capillejo, Gregorio Cortesano, María Macho, Gonzalo Mondongo, Domingo Bufón y Juan Espera en Dios. Otros nombres atendían al oficio que desempeñaba el esclavo: Juan Campanero, Gonzalo Carpintero, Antonio Bollero y otros a su procedencia: Francisco Delamar, Gabriel Caracas, etc.(Eduardo Arcila Farías, Economía colonial de Venezuela, Tomo I, pág. 183)