¿Por qué Sucre estaba en el Sur de América?


Desde 1814 Bolívar está pensando en la libertad de América; no sólo de su patria. Tiene alma grande, concepciones gigantescas. Pero que no se le considere un conquistador que intenta sojuzgar a los pueblos. ¡No!

En Venezuela la lucha es horrorosa. El Decreto de guerra a muerte está en plena vigencia. Desastres por todas partes. Boves, victorioso, cubre de sangre los suelos del país.

Y he aquí lo asombroso de este paladín de la Libertad. El 5 de diciembre de 1814, en la batalla de Urica, ha muerto Boves; pero también muere la patria. Los realistas se hacen más fuertes. Y sin embargo, a sólo tres días de este desastre, Bolívar se levanta por encima de las miserias humanas y le escribe al Presidente de Cundinamarca: "El cielo me ha destinado para ser libertador de los pueblos oprimidos, y así jamás seré el conquistador de una sola aldea. Los héroes de Venezuela, que han triunfado en centenares de combates siempre por la libertad, no habrían atravesado los desiertos, los páramos y los montes, por venir a imponer cadenas a sus compatriotas los hijos de la América. Nuestro objeto es unir la masa bajo una misma dirección, para que nuestros elementos se dirijan todos al fin único de restablecer el Nuevo Mundo en sus derechos de libertad e independencia".

Y todavía más, en el mismo diciembre de 1814. A García Robira escribe. "Crea usted, amigo, que si deseo el que se me autorice de un modo amplio en lo relativo a la guerra, es porque estoy determinado a tomar a Santa Marta, Maracaibo, Coro y volver por Cúcuta, a libertar el Sur hasta Lima, si es posible".

El Sur de nuestra América lo obsesionaba. Pensaba, con toda razón, que de nada serviría libertar a Venezuela o la Nueva Granada, si permanecían subyugadas por los realistas las otras naciones del Sur.

Por esto, aprovechando el Armisticio firmado entre patriotas y realistas para disfrutar de una tregua y regularizar la guerra, envía a Sucre primero hacia Pasto y Popayán, y luego a Guayaquil, que se había pronunciado por la independencia el 9 de octubre de 1820, a fin de que esta ciudad se incorporara a la República de Colombia, fundada por Bolívar en 1819, con las provincias de Venezuela, Nueva Granada y Quito.

Anticipándose, como sabía hacerlo con alcance de visionario, llega prácticamente a predecir, casi a nombrar, las batallas de Junín y Ayacucho. Veamos. En carta a Santander, del 16 de agosto de 1821, le dice: "luego sigo a Cúcuta, y a mediados de septiembre estaré en Bogotá de paso para Quito. Pero cuidado, amigo, que me tenga usted adelante cuatro o cinco mil hombres para que el Perú me dé dos hermanas de Boyacá y Carabobo."

Podríamos citar muchas cartas de Bolívar en que habla de su viaje al Sur, específicamente a hacer la guerra en el Perú, pero escaparían a los límites de este trabajo. Sin embargo, recordemos esta carta suya a San Martín, el 23 de agosto de 1821: "Mi primer pensamiento en el Campo de Carabobo, cuando vi mi patria libre, fue V.E., el Perú y su ejército libertador."

¡Sucre es el hombre!


Indudablemente que Bolívar tenía planeado dirigir él, en persona, la Campaña del Sur, y llegarse hasta el Perú, como tantas veces lo anunciara. Pero la atención de la guerra en Venezuela, primero, y luego los problemas internos del Sur de Colombia (Pasto y Popayán), le retenían en suelo colombiano.

Entonces, había que destinar a alguien. La sabiduría del estratega está en designar con acierto a la persona más idónea para el delicado cometido. Y por la mente del Libertador iban pasando los nombres de los más ilustres generales de su Ejército. Hasta que, al fin se dijo: ¡Sucre es el hombre!

Si se trataba de un asunto delicado, en el que se necesitaba no sólo la pericia militar, sino el talento en los manejos políticos, ¿por qué no enviar a quien había logrado, al culminar el Armisticio y el Tratado de Regularización de la Guerra, "el más bello monumento de la piedad aplicado a la guerra...", tal como lo entendía el propio Bolívar ?

De modo que así quedó investido Sucre, en 1821, de suprema autoridad para combatir en Pasto y Popayán, donde los realistas se hacían fuertes. Tiene el apuesto cumanés 26 años, es General de Brigada y ostenta el empleo de Jefe del Estado Mayor General del Ejército.