La Aclamación
Capítulo 5. El guzmancismo: Un proyecto de país 1870 / 1899
Unidad 13. Autocracia y progreso 1877 / 1888
Para gloria de Guzmán y orgullo de la ciudad, con la representación de El trovador, de Verdi, abre sus puertas el nuevo teatro.
Entre 1884 y 1886, en el segundo interregno, gobierna el general Joaquín Crespo. Como es de esperar, comienzan los ataques violentos de la prensa contra Guzmán, pero la crítica más célebre, pacífica y refinada, es la parodia burlona sobre la adulación guzmancista, presentada por unos jóvenes de Caracas el 14 de marzo de 1885 en el Teatro Caracas. El acto se conoce como La Delpiniada por el nombre de un poeta de pueblo –Francisco Antonio Delpino y Lamas– que es el personaje central de la burla. Crespo, sin embargo, es diligente en la defensa de la obra del Ilustre Americano; sabe que su papel es de sustituto, por más que haya sido debidamente electo. Próximo a terminar el mandato de Crespo, Guzmán sugiere candidatos desde Francia, aunque espera su elección; los incondicionales guzmancistas le hacen llegar a París un libro lujosamente editado, El voto de Venezuela, que contiene expresiones de apoyo y elogio. En febrero de 1886 es electo por unanimidad, pero demora unos meses el regreso. Lo retiene en Francia una buena razón: el matrimonio de su hija Carlota con Charles, duque de Morny, el 30 de junio. Guzmán prepara con cuidado la unión y hace redactar un contrato de separación de bienes, aunque con gran frecuencia auxilia financieramente al matrimonio. A su llegada con su familia a Venezuela, el 27 de agosto de 1886, lo reciben Crespo, ministros, congresistas y funcionarios. Ya en Caracas es aclamado y agasajado en una memorable recepción, pero pese a la aclamación el entusiasmo por Guzmán es menos genuino. En 1887 la oposición boicotea la temporada de ópera que organiza Teresa Carreño, quien dirige la orquesta en el Teatro Guzmán Blanco en reemplazo del director regular.
Continúan las obras modernizadoras: el servicio telefónico, que ya funciona en Caracas desde 1883, se extiende hasta La Guaira, Puerto Cabello y Valencia; se contrata el cable submarino entre Venezuela y Estados Unidos, y comienzan en 1886 los trabajos del puerto de La Guaira, otra gran inversión de los capitales británicos atraído por las condiciones de Venezuela. En 1887 el conflicto territorial en Guayana provoca la ruptura diplomática con Gran Bretaña, aunque no afecta los proyectos en marcha. El interés de Guzmán por el país ya no es el de antes. Suele retirarse a su casa de descanso en Antímano. Al año de iniciada su gestión, la Aclamación, pide permiso y el 10 de agosto de 1887 se embarca por última vez hacia Francia.
