Crisis en la metrópoli
Capítulo III. La ruptura independentista 1780 / 1821
Unidad 6. Crisis del orden hispánico 1780 / 1810
Complejos acontecimientos europeos derivados de la política napoleónica, repercuten en la España de Carlos IV. Su gobierno no resiste al avasallante emperador, a quien cede sus derechos sobre España y las Indias. Prisionero Fernando VII en Francia, es sustituido por el hermano de Napoleón, José Bonaparte.
El pueblo español insurge contra el nuevo monarca en apoyo de Fernando VII. Se forman en España juntas conservadoras de los derechos del rey depuesto. Particular importancia adquiere la de Sevilla debido a su estratégica ubicación. Los americanos aceptan la legitimidad de dicha junta, al igual que sus actos administrativos.
La disolución de la Junta de Sevilla y su reemplazo por un Consejo Supremo de Regencia, los induce a presionar al capitán general Juan de Casas, para que en Caracas se funde una junta conservadora de los derechos del destronado rey Fernando VII. En realidad fraguaban la constitución de un gobierno propio.
El cautiverio de Fernando VII deja acéfala la Corona. Con este motivo, los criollos de Venezuela y de las demás colonias hispanoamericanas apelan a las antiguas libertades de los pueblos españoles para establecer gobiernos que “les garanticen el ejercicio de la soberanía y de la libertad”. Según los criollos, a causa de la abdicación se rompe el pacto entre el rey de España y los descendientes de los descubridores, conquistadores y pobladores de América. El alegato que desata los lazos con España es la invasión napoleónica a la Península Ibérica; pero de antes vienen otras causas, como el poder arbitrario ejercido por virreyes y capitanes generales, los desmanes de las audiencias integradas por europeos, la imposibilidad de ejercer el poder político y la administración más allá de las restringidas funciones de los ayuntamientos, las prohibiciones que afectan los cultivos y el desarrollo de manufacturas, y las discriminaciones frente a los nativos de España.