Dos santos venezolanos


Merecen un capítulo especial dos personalidades venezolanas que gozan de la veneración popular, y aunque no han sido canonizados, el pueblo venezolano los tiene como santos: la Beata María de San José y el Venerable José Gregorio Hernández.

Nace en Choroní, estado Aragua, el 25 de abril de 1875, Laura Evangelista Alvarado Cardozo, futura Beata María de San José, primera beata de Venezuela. A los 17 años, en 1892, hace voto perpetuo de virginidad en la iglesia de Maracay. Al año siguiente, conjuntamente con el presbítero Vicente López Aveledo, funda en Maracay el Hospital de "San José".

Por razones de fe y por cumplir una promesa, su alimentación era escasa y moderada. Su dieta consistía en una cucharada sopera de arroz, maicena, pan tostado y jugo de naranja amarga, permitiéndose de vez en cuando ciertos antojitos como mandarinas, casabe y tostones adobados con ajo, siempre en poca cantidad.

El 22 de enero de 1901 funda la Congregación religiosa de Agustinas y es consagrada como Hermana Hospitalaria Agustina, adoptando el nombre de sor María de San José.

Su actividad fundacional es impresionante. Funda numerosos hospitales y colegios en casi todo el país. Su incansable labor se detiene el 27 de febrero de 1960, cuando deja el gobierno general de las Hermanas Agustinas Recoletas, ya a punto de cumplir los 85 años.

Muere esta santa mujer en Maracay, el 2 de abril de 1967, a los 92 años de edad. El 28 de agosto de 1978 se inicia el proceso de canonización; a esto se añadió, en setiembre de 1982 el milagro de la curación de la hermana Teresa Silva. El 7 de marzo de 1992 se le declara Venerable; en diciembre de 1993 Juan Pablo II decreta la aprobación del milagro de la Madre María de San José en la Hermana Teresa.

El 19 de enero de 1994, después de 27 años de sepultura, al ser exhumados sus restos mortales estaban intactos. En setiembre de ese mismo año su cuerpo fue trasladado a un sarcófago de cristal para la veneración de los fieles y el 7 de mayo de 1995 fue beatificada por Juan Pablo II. A la ceremonia asistieron los obispos venezolanos, el presidente Rafael Caldera, y miles de venezolanos.

José Gregorio Hernández, eminente científico y médico de la caridad nació en Isnotú, estado Trujillo, el 26 de octubre de 1864. Estudió bachillerato en Caracas, y una vez concluido éste, ingresó a la Universidad Central donde obtuvo el título de médico en 1888.

Cuando se disponía a ejercer la profesión en Caracas, el gobierno le envió para que estudiara en Europa algunas materias de las que aquí no se tenía gran conocimiento. Fue así como José Gregorio Hernández se preparó con profundidad en microbiología, histología normal y patológica y fisiología experimental. Al regresar a Caracas fue nombrado director del Laboratorio Nacional, haciendo de éste "una copia exacta del de la Escuela de Medicina de la Universidad de París".

Todos los conocimientos adquiridos los vertió con alma de apóstol en sus alumnos de la Universidad Central, desde 1891 hasta 1916, año de su jubilación como profesor. Su cátedra más importante fue la de bacteriología.

Educador ejemplar, modelo de virtudes, querido por todos, murió arrollado por un automóvil, el 29 de junio de 1919, en una calle de La Pastora. La iglesia venezolana inició el proceso de beatificación y canonización de José Gregorio Hernández, teniendo a la vista las virtudes que adornaron a este sabio compatriota, que ya es Venerable por resolución del Vaticano en 1985.

Cuando se cumplió en centenario del nacimiento de José Gregorio Hernández, el cardenal José Humberto Quintero dijo en Roma que "la glorificación del doctor Hernández empezó desde el momento mismo de su muerte. A sus exequias concurrió una vasta e imponente concentración humana. Y cuando el cadáver salió de la catedral, la multitud se lanzó sobre la urna para impedir que fuera llevada en coche al cementerio, pues todos querían conducir esos restos mortales a hombros como en un triunfo. Insurgió del pueblo humilde, para reclamar ese honor este sencillo grito: <<El doctor Hernández es nuestro>>. Ese grito fue la primera palabra de glorificación."

Tres cardenales


Hasta el momento, en Venezuela ha habido tres cardenales. El primero fue José Humberto Quintero, nacido en el estado Mérida, el 22 de setiembre de 1902. El 16 de enero de 1961 el papa Juan XXIII lo eligió cardenal y fue a recibir el Capelo en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Murió el 8 de julio de 1984.

José Alí Lebrún nacido en Puerto Cabello, estado Carabobo, el 19 de marzo de 1919, pasa a ser el segundo cardenal en nuestra historia, elevado por el papa Juan Pablo II el 2 de febrero de 1983.

Rosalio Castillo Lara, quien nace en San Casimiro, estado Aragua, el 4 de setiembre de 1921 y es designado cardenal por el papa Juan Pablo II en 1985. En 1989 es nombrado Miembro del Consejo para Asuntos Públicos de la Iglesia y posteriormente gobernador del Vaticano. Es la primera vez que un prelado, no sólo venezolano sino latinoamericano, ejerce tan alto cargo en el Vaticano.