Gobernación y Capitanía General



Coquibacoa: La primera gobernación. En el territorio de la actual Venezuela hubo varias gobernaciones primitivas que no llegaron a cuajar, tales como la Pariana, la Curiana, etc. La gobernación concedida a Alonso de Ojeda, en cambio, sí tuvo vigencia, aunque no mucha.

Esta primera gobernación, llamada Coquibacoa, tiene límites específicos, desde el Cabo de La Vela (hoy en la República de Colombia) hasta el Cabo de Chichiriviche. A Ojeda, que había descubierto el Lago de Maracaibo en 1499, se le concedió el título de gobernador el 10 de junio de 1501. Ejercería su gobierno en la parte occidental de lo que luego sería la provincia de Venezuela.

De hecho, Ojeda toma posesión de la gobernación, por lo que se le puede considerar, en cierto modo, el primer gobernador que tuvo Venezuela, aunque en un mínimo territorio, como también va a ocurrir con Ambrosio Alfínger.

Al ocupar su cargo, Alonso de Ojeda fundó la ciudad de Santa Cruz, el 3 de mayo de 1502. Esta fue la primera ciudad de tierra firme, ubicada al lado de la Laguna de Cosinetas, en la Bahía de Castilletes, Península de La Guajira. Hoy en Castilletes está fijado el límite entre Venezuela y Colombia.

La ciudad de Santa Cruz desapareció prontamente por pleitos de Ojeda con quienes habían sido sus socios en la segunda expedición, García de Ocampo y Juan de Vergara. Desplobada la ciudad, se esfumó también la Gobernación de Ojeda, Coquibacoa.

Las Provincias empiezan a aparecer


a) La Provincia de Margarita fue la primera que como tal se estableció en Venezuela. La Reina Juana La Loca, que en verdad era demente, pero estaba en todo, y con particular interés en lo que concernía al Nuevo Mundo, estuvo muy cerca de su hijo, el Rey Carlos V, cuando se firmó la capitulación que concedía a Marcelo Villalobos, por dos vidas, la Gobernación de la Provincia primogénita, el 18 de mayo de 1525.

Marcelo Villalobos era hombre de bien, muy distinguido en España. Había llegado a Santo Domingo en 1511, con el cargo de Juez de Apelación de la Real Audiencia de esa isla.

Al dársele en 1525 la Gobernación de Margarita, se le nombra Capitán por dos vidas y se le obliga a fundar un pueblo con un mínimo de veinte vecinos, en un plazo de ocho meses. Después se ratificará que los vecinos los debía llevar expresamente de España. Villalobos murió en 1526 sin haber tomado posesión y sin conocer la bella isla margariteña, descubierta por Cristóbal Colón en 1498.

Muerto don Marcelo, como la Gobernación era por dos vidas, le sucede su hija, Aldonza Villalobos Manrique. El 13 de junio de 1527 se le expide el nombramiento, mas por ser menor de edad es su madre, doña Isabel Manrique de Villalobos la que asume el Gobierno. El 1528 nombra los Tenientes de Gobernador que van desde Santo Domingo a Margarita.

Aldonza se casa al cumplir los 16 años, con Pedro Ortiz Sandoval. Gobierna hasta el último día de su vida, en 1575, por espacio de 33 años. Pero tampoco hay constancia de que haya estado en la Isla de Margarita. El poder lo ejercen sus Tenientes.

Hija de doña Aldonza y de don Pedro Ortiz, es Marcela Manrique. Ella contrajo matrimonio con Juan Sarmiento Villandrando, hijo del Presidente del Consejo de Indias, hombre, naturalmente de poderosas influencias. Por esta razón, y porque doña Aldonza era mujer de temple, se obtuvo para el nieto, Juan Villandrando Villalobos la concesión de la Gobernación por una vida más, ya que según la Real Cédula de 1525, el poder de los Villalobos llegaba hasta doña Aldonza.

De manera que don Juan -el nieto- gobierna primero a través de su padrastro, Miguel Maza de Lizana, segundo esposo de Marcela; en 1583, cuando el mozo ha cumplido 25 años, y por tanto la edad legal para mandar, gobierna por sí mismo. Gobernó sólo 10 años, hasta el 13 de noviembre de 1593, cuando murió en el combate naval contra el invasor inglés. Se acababa así la dinastía de los Villalobos en Margarita.

b) La Provincia de Venezuela. Como se sabe, Carlos V era hijo de Juana La Loca y nieto, por tanto, de los reyes católicos. Había nacido en Gantes, Bélgica, y fue el primero de los reyes de la Casa de Austria. Pero no sólo fue rey de España, con el nombre de Carlos I, sino también Emperador de Alemania, de casi la mitad de Italia, de los Países Bajos y de parte de la actual Francia. Era un poderoso señor que gobernaba lo que se llamó el Sacro Imperio Romano, es decir, España y Alemania unidas en torno a un solo monarca.

Con estos antecedentes es fácil observar que Carlos V favorecía a los Welser, grandes comerciantes alemanes que contribuyeron con unos 143.000 florines a la campaña electoral de Carlos V para poder llegar al trono, frente a sus adversarios Francisco I de Francia y Enrique VII de Inglaterra.

Pese al temor de que los alemanes pudieran contaminar con las ideas luteranas a la católica España, Carlos V abrió las fronteras de la Península española a todos los extranjeros. Por allí se colaron los Welser, entre otros comerciantes poderosos. Ambrosio Alfínger y Fedderman, dos de los representantes Welser, eran nacidos en Ulm, ciudad alemana partidaria por excelencia de las reformas propuestas por Martín Lutero.

Cuando Carlos V observa el impulso que está tomando el Nuevo Mundo con la Conquista, crea la Provincia de Venezuela y concede a Ambrosio Alfínger la Gobernación y Capitanía General de dicha provincia, por capitulación extendida el 27 de marzo de 1528. Esta fecha marca el nacimiento orgánico de Venezuela, aunque su territorio no será todavía el mismo que hoy conforma nuestro país. Es también la fecha de creación de la Capitanía General.

Alfínger, alemán, convertido en primer Gobernador de Venezuela, llega a Coro en 1529 y establece allí la capital. El Tocuyo también compartirá la capitalidad de la Provincia. Años después Caracas se hizo el centro principal de todo este territorio, y por tanto, su capital.

Ya se ha visto que Margarita fue la primera Provincia; Venezuela es la segunda, y los límites de ésta iban desde el Cabo de la Vela hasta Maracapana, ocupando el territorio de los actuales Estados Miranda, Guárico, Aragua, Carabobo, Yaracuy, Cojedes, Portuguesa, Lara, Falcón, Trujillo y Distrito Federal (hoy desaparecido con la creación del Distrito Capital). Maracaibo fue separada de esta provincia para agregarla a Mérida, en 1676. La Provincia de Venezuela perteneció, en forma alternada, a las Audiencias de Santo Domingo y Santa Fe, hasta 1786, cuando se creó la Real Audiencia de Caracas.

c) La Provincia de Trinidad. Hubo varios intentos de poblar esta isla, que perteneció a Venezuela desde su descubrimiento por Cristóbal Colón, en 1498, hasta 1797 en que fue tomada por los ingleses. El primer intento fue el de Rodrigo de Bastidas, en 1521; el segundo fue el de Antonio Sedeño, entre 1530-1535; el tercero, el de Juan Sedano, en 1553; el cuarto fue el de Juan Ponce de León, en 1571.

Finalmente, Antonio de Berrío vence todas las dificultades, pero no fácilmente. Llega a la isla de Trinidad el 1 de septiembre de 1591, cuando se crea la provincia de Trinidad-Guayana. Se había comprendido que para poblar la isla y para conquistar a Guayana era necesaria la unión de estos dos territorios. Así, durante 140 años -de 1591 a 1731-, Trinidad estuvo pegada a Guayana en una sola Gobernación.

El 19 de mayo de 1592 se funda la ciudad de San José de Oruña, que vino a ser la capital de Trinidad. Berrío logra consolidar la gobernación el 12 de octubre de 1595. La provincia pasó a depender de la Audiencia de Bogotá.

Para completar el binomio y tratar de conquistar la impenetrable Guayana, se funda la ciudad de Santo Tomé de Guayana, el 21 de diciembre de 1595. Esta población y San José de Oruña se convierten en ejes de la nueva provincia. Trinidad se mantuvo integrada a Venezuela hasta que la voracidad inglesa nos la arrebató, en 1797.

d) La Provincia de Guayana constituyó el centro de atención de todos los conquistadores que buscaban El Dorado. Los indios, hábilmente, confundían a los españoles dándoles falsas orientaciones acerca de una supuesta Laguna y un supuesto lugar donde todo era oro: El Dorado. Coincidían los conquistadores en que ese lugar estaba en Guayana.

Como se ha visto, Guayana formó Gobernación unida a Trinidad entre 1591 y 1731, año este último en que pasó a ser jurisdicción de la provincia de Cumaná o Nueva Andalucía.

En 1762 se crea la comandancia de Guayana, con rango de gobernación. Se le desprende de Bogotá y pasa a depender de la Audiencia de Santo Domingo.

e) La Provincia de Cumaná. A partir de la fundación de Nueva Córdoba, el 1 de febrero de 1562, comienza a cobrar verdadera vida de ciudad la que hoy se conoce con el nombre de Cumaná.

La provincia de Nueva Andalucía o Cumaná la creó el rey Felipe II y puso la Gobernación y Capitanía General en manos de Diego Fernández de Serpa. Este refundó a Nueva Córdoba el 24 de noviembre de 1569, dándole el nombre de Cumaná, por el río que corre a su lado.

Esta provincia comprendió los territorios de los actuales Estados Anzoátegui, Monagas y Sucre. Estuvo dependiendo de la Audiencia de Santo Domingo hasta 1739 y a Santa Fe de Bogotá hasta 1777.

f) La Provincia de Maracaibo, aunque no existió con ese nombre propiamente dicho, el arraigo de capitalidad y la fuerza de la costumbre terminaron por definirla así, como veremos.

Al agregársele los territorios de Mérida, Táchira y Barinas al Corregimiento de La Grita, éste es elevado a la categoría de Provincia y el 3 de noviembre de 1622 se le expide el título de Gobernador y Capitán General al trujillano Juan Pacheco Maldonado. Debía, entre otros deberes, pacificar a los fieros motilones y garantizar la seguridad de navegación a través del río Zulia, en un plazo de seis años.

Ahora bien, andando el tiempo, el rey ordenó, con fecha 31 de diciembre de 1676, que Maracaibo fuese separada de la Provincia de Venezuela y se agregara a la de La Grita-Mérida. El Cabildo y los vecinos maracuchos se opusieron tenazmente a que se les separara de Caracas, alegando que no podían ser auxiliados por Mérida.

Esta oposición fue sostenida hasta el 13 de mayo de 1678, en que el Cabildo reconoció al Gobernador Jorge Madureira, ante el inminente ataque del pirata Grammonta las costas de Maracaibo.

Así nace de hecho la Gobernación de La Grita-Mérida-Maracaibo. Al asentarse el Gobernador Madureira en Maracaibo, en 1678, se convierte ésta en capital de la Provincia y absorbió totalmente el nombre.

El gobernador Zuloaga se alza. Hubo dos importantes pasos dados antes de la unificación político-militar de 1777: la creación de la Comandancia General y la Real Cédula de 1742. Veamos estos hechos.

El Virreinato de Nueva Granada existió desde 1717, y había visto ligada su supervivencia a las riquezas de la tierra venezolana. En 1723 se extinguió el Virreinato; pero al restablecerse por Real Cédula del 20 de agosto de 1739, el Rey comunicaba al Gobernador y Capitán General de Venezuela, don Gabriel de Zuloaga, que el Virrey de Nueva Granada sería al mismo tiempo Presidente de la Audiencia y Gobernador y Capitán General de las provincias que ya le pertenecían, más las agregadas ahora, que son esas de Caracas con el territorio de la Capitanía General, y las otras cinco provincias de Maracaibo, Cumaná, Guayana, Margarita y Trinidad.

Quiere decir que los gobernadores dejaban de ser Capitanes Generales de sus respectivas Provincias, pero conservaban intacto el poder político. Ahora pasaban a conducirse como Comandantes Militares de sus Distritos. En cambio, el gobernador de Venezuela, es decir, de Caracas, sería a su vez Comandante General de los Distritos de Maracaibo, Cumaná, Guayana, Trinidad y Margarita; pero desde su puesto de Comandante General sólo podrá actuar militarmente para combatir el comercio ilícito, el contrabando. Se le da, pues, una función específica. Algunos gobernadores de provincias siguieron, por costumbre, utilizando el título de Capitán General, pero se les regañó por tal arbitrariedad.

En este punto fue donde el gobernador Zuloaga se opuso a la disposición del rey. Su rechazo fue razonado: él no se comprometía a encargarse de la defensa de las demás provincias, desde Caracas, en primer lugar por la distancia entre esta ciudad y las de "tierra adentro"; además, los asuntos propios de su Provincia no le permiten distraer su atención; la lucha contra el comercio ilícito podían llevarla muy bien, por lo tanto, los Gobernadores de cada Provincia; por último, Zuloaga quería evitar los celos de los demás Gobernadores, al verse subordinados a Caracas.

Para complacer, pues, a Zuloaga, que era un buen funcionario, el rey dicta otra real cédula, la del 12 de febrero de 1742, mediante la cual decide "relevar y eximir al Gobernador y Capitán General de la Provincia de Venezuela de toda dependencia del Virreinato del Nuevo reino de Granada", con lo cual dejaría ya de quejarse Zuloaga de la enorme distancia entre Caracas y Bogotá para los efectos administrativos y judiciales.

Es de advertirse que la única provincia que logró el privilegio de independizarse de Nueva Granada fue Venezuela. Las demás quedaban sujetas a Bogotá. Al disminuir el poder de los otros gobernadores, se estaba dando primacía a Caracas, donde empezaba desde entonces a fijarse opinión, y hasta ahora así ha seguido.

Estas dos cédulas, la de 1739 y la de 1742, fueron señalados antecedentes para lograr luego, bajo el reinado de Carlos III, la unificación del territorio, tal como lo heredaron los próceres que hicieron la Independencia.

1777: Todas las Provincias en un solo puño. Una mentira repetida hasta la saciedad puede, con el tiempo, convertirse en "verdad". Es lo que ha ocurrido con el error tradicional de considerar la Real Cédula del 8 de septiembre de 1777 como el origen de la Capitanía General de Venezuela.

La Capitanía General de Venezuela existe desde el 27 de marzo de 1528, fecha en que Juana La Loca y su hijo Carlos V firmaron las capitulaciones que convirtieron a Ambrosio Alfínger en el primer Gobernador y Capitán General de Venezuela, tal como lo hemos visto.

Por la mencionada Cédula de 1777 el rey Carlos III, que es un borbón reformista, tuvo a bien "resolver la absoluta separación de las mencionadas Provincias de Cumaná, Guayana y Maracaibo, e islas de Trinidad y Margarita, del Virreinato y Capitanía General del Nuevo Reino de Granada, y agregarlas en lo gubernativo y militar a la Capitanía General de Venezuela, del mismo modo que lo están, por lo respectivo al manejo de mi Real Hacienda, a la nueva Intendencia erigida en dicha Provincia, y ciudad de Caracas, su capital..."

Así mismo, mandaba el rey que Maracaibo y Guayana se separaban en lo jurídico de la Audiencia de Santa Fe, y pasaran junto con el resto de las provincias venezolanas a depender de Santo Domingo.

De este modo el territorio quedaba unificado en torno a un mismo Gobernador y Capitán General, un mismo Intendente y una misma Audiencia. El gobernador de Caracas mandaba en lo político en su sola provincia, pero en lo militar tenía en su puño a todas las demás, es decir, a Cumaná, Guayana, Maracaibo, Trinidad y margarita, como Capitán General que era, ampliado ahora su poder.

Queda claro, pues, que en el resto de las Provincias los Gobernadores continuaban con el mando político, pero no eran Capitanes Generales, sino Comandantes subordinados al Gobernador y capitán General caraqueño. No eran autónomos desde el punto de vista militar.

Ahora bien: como se ha enraizado mucho el error de creer que la Capitanía General de Venezuela nació con la Real Cédula del 8 de setiembre de 1777, y no, como se ha visto, el 27 de marzo de 1528, es bueno repetir que en 1777 no se "creaba" nada, sino que como la misma cédula lo dice, "he tenido a bien resolver... agregarlas en lo gubernativo y militar a la Capitanía General de Venezuela". Más claro no puede ser; se agregaba a algo que ya existía desde 1528.

Este error se sigue cometiendo en textos y manuales escolares. Es bueno revisar lo dicho. Dejo dos expresiones elocuentes, entre las muchas que hay. La primera, la del ilustre historiador don Tulio Febres Cordero, quien en 1931 explicó detalladamente, refiriéndose a la creación de nuestra Capitanía General, "que la verdadera fecha es 27 de marzo de 1528 que es la fecha de la célebre capitulación o contrata hecha en Madrid por los agentes de los Belzares (o Welser), Enrique Ehinguer y Gerónimo Sailer con la Reina Gobernadora Doña Juana, la que por aquel tiempo encabezaba todavía los despachos reales, sola o asociada a su augusto hijo el emperador Carlos V. A virtud de aquella capitulación quedó erigido por autoridad real el Gobierno y Capitanía General de Venezuela".

El otro testimonio es de un notable historiador de nuestros días, Guillermo Morón: "No se ha creado, pues, una Capitanía General de Venezuela, que ya existía desde 1528, como existían las de cada una de las Provincias desde sus respectivas creaciones. Sencillamente se ha unificado en la Capitanía de Venezuela el comando de las Capitanías de Cumaná, Maracaibo, Guayana, Margarita y Trinidad, las cuales -aunque no se dice en la Cédula- pasan a ser Comandancias, el rango militar inmediatamente subalterno".