Tratamiento de la espondilitis anquilosante

No existe cura para la espondilitis anquilosante, pero hay varias maneras de administrar los síntomas que la progresión de la enfermedad y el dolor en las articulaciones son controlados y la deformidad espinal minimizado.

Cabe señalar que, a diferencia de muchas otras formas de artritis — con espondilitis anquilosante algunos pacientes experimentan una disminución de los síntomas como envejecen, y algunos han tenido síntomas desaparecer por completo. Sin embargo, espondilitis progresa espondilitis diferente entre los pacientes, así que es aconsejable desarrollar y llevar a cabo un plan de tratamiento integral para aliviar tanto el dolor y minimizar el riesgo de deformidad.

Descanso y modificación de la actividad


Resto o modificar sus actividades diarias puede desempeñar un papel en ayudar a minimizar el dolor y otros síntomas de los pacientes. Muchos médicos le recetará un período de descanso si el dolor es demasiado severo y se agrava por el movimiento. Resto puede acoplarse con aplicaciones de calor o calor para aliviar la rigidez, hielo o compresas frías por hinchazón local, según sea necesario.

Además de abstenerse de la actividad, cambiando la intensidad o el tipo de actividad o ejercicio puede prevenir más tensión en las articulaciones afectadas.

Algunas modificaciones de actividad directa en algunas actividades diarias pueden hacer una diferencia significativa en qué tan gravemente espondilitis anquilosante afecta la vida del paciente.

Por ejemplo:

  • Minimizando el peso de un paciente puede recoger los artículos (por ejemplo, menos de 20 libras)
  • Cambio de ejercicio de alto impacto (como correr) a un ejercicio de bajo impacto (como terapia de natación o piscina)
  • Ajustar el ambiente de trabajo (por ejemplo usando una tabla de redacción en lugar de un escritorio estándar o tomar descansos frecuentes).

Los pacientes deben trabajar con sus médicos y terapeutas para revisar las actividades que deben ser modificadas o eliminadas.

Generalmente no se recomienda reposo absoluto. Ejercicio y continua actividad moderada generalmente se recomienda para las personas con espondilitis anquilosante para ayudar a mantener la flexibilidad conjunta y la movilidad general.