Puntos Sobresalientes de Éxodo 27-29

Puntos sobresalientes de la lectura de la Biblia: Éxodo 27-29

Lecciones para nosotros

Éxodo 28:2, 40.
El que los sacerdotes israelitas se cubrieran la cabeza no era asunto de selección personal; lo había mandado Dios. El sumo sacerdote tenia que ponerse un turbante especial. Se aseguraba a la parte delantera del turbante una pequefia lámina de oro con las palabras "La santidad pertenece a Jehová" grabadas en ella y así llegaba a estar sobre la frente del sumo sacerdote. (Exo. 28:4, 36.38) Las prendas para la cabeza servían de señal de sumísión a Jehová, y a la vez eran "para gloria y hermosura." (Exo. 28:2, 40) Por lo tanto los sacerdotes se cubrían la cabeza por obediencia a su Dios y Legislador. Sin embargo, al describir lo que era apropiado en la congregación cristiana, el apóstol Pablo mostró que las mujeres que oraran o pro fetizaran en la congregación, donde un varón normalmente lo haría, deberían cubrirse la cabeza. Para el siervo ministerial varón en la congregación, el cubrirse la cabeza sería incorrecto; avergonzaría a su cabeza, Cristo. (1 Coro 11:3-16) En el templo o tabernáculo bajo el arreglo judio, ninguna mujer llevaba a cabo deberes sacerdotales, de modo que no habla necesidad de hacer una distinción entre varón y hembra. En ambos casos, bajo el arreglo sacerdotal judío y bajo el arreglo cristiano, el cubrirse la cabeza servía como señal de sumisión.

Éxodo 28:30.
En Israel el sumo sacerdote era la figura principal en el sacerdocio. Era el que hacía expiación por toda la nación una vez al año, en el día de expiación. (Lev., cap. 16) Era el que hacía petición a Dios a favor de la nación y el que presentaba a Dios las cuestiones de importancia nacional Dios daba la respuesta por medio de las suertes sagradas, el Urim y el Tummim (que significan “luces,” es decir, “la luz” y “perfecciones,” es decir, “la perfección”). También era el principal instructor de la ley de Dios.—Éxo. 28:30; Núm. 27:21; Neh. 7:65. Aunque el sumo sacerdote del anti-guo Israel le era de mucha ayuda a la gen-te, él mismo no era perfecto o libre de pecado.

Éxodo 28:36-38.
El turbante del sumo sacer-dote de Israel tenía en la parte que queda-ba sobre su frente una lámina de oro —“la santa señal de dedicación”—, sobre la que estaba inscrita “con los grabados de un sello” la expresión: “La santidad pertenece a Jehová”. (Éx 28:36-38; 39:30.) Ya que el sumo sacerdote era el representante principal de la adoración a Jehová, se espera-ba que mantuviese santo el puesto que ocupaba. Por otra parte, la inscripción que llevaba sobre la frente le recordaría a todo Israel que a Jehová siempre se le habría de servir en santidad. Esta imagen del sumo sacerdote sería también una repre-sentación apropiada del gran sumo sacer-dote, Jesucristo, y del hecho de que este gran sumo sacerdote haya sido dedicado por Dios a un servicio sacerdotal que sos-tendría la santidad divina. (Heb 7:26.)

Capítulo 27

Éxodo 27:1-8
El altar: ¿qué lugar ocupa en el culto?
Los altares y la adoración verdadera en Israel
Cuando Dios entregó su Ley a Israel, les encargó la construcción del tabernáculo, una tienda portátil llamada también “la tienda de reunión”, que constituía la figura central en el acercamiento de la nación a Dios (Éxodo 39:32, 40). El tabernáculo, o tienda, contaba con dos altares. El de las ofrendas quemadas, de madera de acacia y revestido de cobre, estaba situado delante de la entrada, y en él se sacrificaban animales (Éxodo 27:1-8; 39:39; 40:6, 29). El altar del incienso, también de madera de acacia pero revestido de oro, se hallaba dentro del tabernáculo, delante de la cortina del Santísimo (Éxodo 30:1-6; 39:38; 40:5, 26, 27). En él se quemaba un incienso especial dos veces al día, por la mañana y por la tarde (Éxodo 30:7-9). Al igual que el tabernáculo, el templo que construyó el rey Salomón también contaba con dos altares.

Éxodo 27:19
Construimos unidamente para la alabanza de Dios
Construcción del tabernáculo y el templo
Hace más de tres mil quinientos años, Jehová mandó a los israelitas por medio de Moisés: “Tienen que hacerme un santuario” (Éxodo 25:8). Refiriéndose a la forma que tendría, señaló: “Conforme a todo lo que te voy a mostrar como modelo del tabernáculo y como modelo de todos sus enseres, así lo han de hacer” (Éxodo 25:9). A continuación, Jehová describió detalladamente el tabernáculo con sus muebles y accesorios (Éxodo 25:10–27:19). Esta tienda sería el centro de la adoración verdadera para todo Israel.

Éxodo 27:20
¿Lo sabía?
¿Por qué eran tan valorados los olivos en tiempos bíblicos?
▪ Entre las bendiciones que Dios prometió a su pueblo si se mantenía fiel estaban las viñas y los olivares (Deuteronomio 6:10, 11). En nuestros días, el olivo sigue siendo un árbol muy apreciado allí donde se cultiva. Sin necesidad de muchos cuidados, puede producir fruto abundante durante cientos de años. Además, crece incluso en suelos rocosos y es muy resistente a las sequías. Y si por alguna razón se corta el árbol, enseguida salen rebrotes que pueden convertirse en troncos.
El olivo tenía muchos usos en tiempos bíblicos. La corteza y las hojas se utilizaban como remedio contra la fiebre. Y la resina con olor a vainilla de las ramas viejas se empleaba para hacer perfumes. Sin embargo, este árbol se valoraba sobre todo por las aceitunas y, en especial, por su aceite. Se dice que casi la mitad de la pulpa de una aceituna madura es aceite.
Un buen árbol puede producir 57 litros (15 galones) de aceite al año. El aceite de oliva también se empleaba como combustible para las lámparas, en ceremonias religiosas o de otro tipo y como cosmético para el cuerpo y el cabello, así como para tratar heridas y magulladuras (Éxodo 27:20; Levítico 2:1-7; 8:1-12; Rut 3:3; Lucas 10:33, 34).

Capítulo 28

Éxodo 28:1
¿Qué significa para usted la Cena del Señor?
Por qué se han equivocado algunos
12. ¿En qué circunstancias debe alguien dejar de participar de los emblemas de la Conmemoración, y por qué razón?
12 Los cristianos ungidos saben con total certeza que tienen el llamamiento celestial. Pero ¿qué pasa si alguien que no lo tiene ha participado de los emblemas de la Conmemoración? Ahora que comprende que nunca poseyó la esperanza celestial, su conciencia sin duda lo moverá a no seguir haciéndolo. Dios no aprobaría a nadie que se hiciera pasar por una persona llamada para ser rey y sacerdote celestial a sabiendas de que no lo es (Romanos 9:16; Revelación 20:6). Jehová ejecutó al levita Coré por su presunción al ambicionar el sacerdocio aarónico (Éxodo 28:1; Números 16:4-11, 31-35). Si un cristiano se da cuenta de que ha participado impropiamente de los emblemas de la Conmemoración, debe dejar de hacerlo y pedir con humildad a Jehová que lo perdone (Salmo 19:13).

Éxodo 28:1
Sumisión leal a la autoridad divina
Cómo fue gobernado el Israel antiguo
5. Además de establecer jueces, ¿qué otras disposiciones dictó Jehová para cuidar de su pueblo?
5 Jehová dictó otras disposiciones para satisfacer las necesidades espirituales de su pueblo. Aun antes de que este llegara a la Tierra Prometida, Dios ordenó la construcción de un tabernáculo que constituiría el centro de la adoración verdadera. También instituyó un sacerdocio para enseñar la Ley, ofrecer sacrificios animales y quemar el incienso de la mañana y de la tarde. Dios nombró sumo sacerdote de Israel al hermano mayor de Moisés, Aarón, y designó a los hijos de este para ayudar a su padre en sus funciones (Éxodo 28:1; Números 3:10; 2 Crónicas 13:10, 11).

Éxodo 28:3
El espíritu santo: ¿qué es realmente?
Por qué no puede ser una persona
Ahora bien, ¿puede ‘derramarse’ una persona sobre otras? ¿O puede un grupo de personas ‘llenarse’ de alguien? No tiene ninguna lógica, ¿verdad? Según la Biblia, uno se puede llenar de sabiduría, de entendimiento e incluso de conocimiento exacto, pero nunca se menciona que alguien se llene de otra persona (Éxodo 28:3; 1 Reyes 7:14; Lucas 2:40; Colosenses 1:9).
La palabra espíritu se traduce del término griego pnéuma, que transmite la idea de una fuerza invisible. De acuerdo con un diccionario especializado, esta palabra “denota en primer lugar el viento [...]; también aliento; luego, de forma especial, el espíritu, que, a semejanza del viento, es invisible, inmaterial y poderoso” (Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo, de W. E. Vine).
Está claro, entonces, que el espíritu santo no puede ser una persona.

Éxodo 28:1-6
¿Lo sabía?
¿Qué es la “fibra escarlata carmesí” que tanto se menciona en el libro de Éxodo?
▪ Según el registro bíblico, las cubiertas que formaban las paredes y la puerta de entrada de la tienda del tabernáculo —el antiguo centro de adoración de Israel— estaban hechas “de lino fino retorcido e hilo azul y lana teñida de púrpura rojiza y fibra escarlata carmesí” (Éxodo 26:1; 38:18). “Las prendas de vestir santas” de los sacerdotes también se confeccionaban con “fibra escarlata carmesí” (Éxodo 28:1-6).

Éxodo 28:15-21
¿Lo sabía?
¿De dónde obtuvieron los israelitas las piedras preciosas para el pectoral del sumo sacerdote?
▪ Cuando los israelitas estaban en el desierto, tras haber salido de Egipto, Dios les indicó cómo debían confeccionar dicho pectoral (Éxodo 28:15-21). Tenían que emplear las siguientes gemas: rubí, topacio, esmeralda, turquesa, zafiro, jaspe, piedra léschem, ágata, amatista, crisólito, ónice y jade.* ¿Cómo consiguieron estas piedras preciosas?
Ya en tiempos bíblicos, las gemas eran valoradas y se usaban en el comercio. Los egipcios las obtenían de países tan distantes como los actuales Irán y Afganistán, o quizás hasta de la India. Además, se extraían diversas piedras preciosas de las propias minas egipcias. Los faraones tenían el monopolio de la extracción de minerales en sus dominios. El patriarca Job habló de los pozos y las galerías subterráneas que sus contemporáneos usaban para buscar materiales valiosos, y mencionó por nombre los zafiros y los topacios (Job 28:1-11, 19).
El relato de Éxodo señala que los israelitas “despojaron a los egipcios” de sus objetos de valor antes de abandonar el país (Éxodo 12:35, 36). Así que es posible que obtuvieran de los egipcios las piedras preciosas que adornaban el pectoral del sumo sacerdote.

Éxodo 28:30
Sacerdocio de Israel
En Israel el sumo sacerdote era la figura principal en el sacerdocio. Era el que hacía expiación por toda la nación una vez al año, en el día de expiación. (Lev., cap. 16) Era el que hacía petición a Dios a favor de la nación y el que presentaba a Dios las cuestiones de importancia nacional Dios daba la respuesta por medio de las suertes sagradas, el Urim y el Tummim (que significan "luces," es decir, "la luz" y "perfecciones," es decir, "la perfección"). También era el principal instructor de la ley de Dios.—Éxo. 28:30; Núm. 27:21; Neh. 7:65.

Éxodo 28:30
¿Cómo tomar buenas decisiones?
Necesitamos guía
No obstante, existe Alguien del todo confiable que a lo largo de la historia ha ayudado a los seres humanos a tomar decisiones acertadas. Este no es otro que Jehová Dios. Por ejemplo, en tiempos antiguos dio a su nación, Israel, el Urim y el Tumim, probablemente suertes sagradas que se consultaban cuando el pueblo afrontaba situaciones graves. Valiéndose de este método, Jehová facilitó respuestas directas y dio a los líderes de la nación la certeza de que las decisiones que tomaban armonizaban con Su voluntad (Éxodo 28:30; Levítico 8:8; Números 27:21).

Éxodo 28:36
"La santidad pertenece a Jehová"
Jehová es el "Santísimo," superior a todos los demás en santidad. (Pro. 30:3) Jesucristo reconoció que la cualidad de santidad pertenece a Jehová, y se dirigió a él llamándolo "Padre santo." (Juan 17:11) También, en cuanto a los que están en los cielos se muestra que éstos declaran: "Santo, santo, santo es Jehová de los ejércitos," atribuyéndole santidad, limpieza en el grado superlativo.—Isa. 6:3; Rev. 4:8.
En tiempos antiguos se les recordó con frecuencia a los israelitas que Jehová es santo. (Lev. 11:44; 19:2) Por ejemplo, podían observar las palabras "La santidad pertenece a Jehová" que estaban grabadas en la lámina resplandeciente de oro del turbante del sumo sacerdote. A esta lámina se le llamaba "la santa señal de dedicación," mostrando que el sumo sacerdote estaba apartado para un servicio de santidad especial.—Éxo. 28:36; 29:6.

Éxodo 28:36
Mantengámonos castos salvaguardando el corazón
Salvaguardemos el corazón
6, 7. a) ¿En qué consiste la santidad, y por qué es importante para los siervos de Jehová? b) ¿Por qué podemos estar seguros de que los seres humanos imperfectos podemos reflejar la santidad de Jehová?
6 El corazón no nos inclinará hacia la castidad de un modo natural, sino que debemos dirigirlo en esa dirección. Una forma de hacerlo es reflexionar en el auténtico valor de la castidad. Es una virtud muy relacionada con la santidad, la cual, a su vez, significa pureza, separación del pecado. La santidad es una cualidad preciosa que forma parte de la naturaleza misma de Jehová Dios. Cientos de versículos bíblicos la atribuyen al Creador. De hecho, las Escrituras enseñan que “la santidad pertenece a Jehová” (Éxodo 28:36). Pero ¿qué tiene que ver esta excelsa cualidad con nosotros, que somos seres humanos imperfectos?
7 Jehová nos manda en su Palabra: “Tienen que ser santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:16). En efecto, podemos imitar la santidad de Dios; podemos ser puros ante él, mantenernos castos. De forma que cuando nos abstenemos de cometer actos impuros y deshonrosos, procuramos alcanzar un privilegio preciado y emocionante: el de reflejar una hermosa característica del Dios Altísimo (Efesios 5:1). No supongamos que eso está fuera de nuestras posibilidades, pues Jehová es un Amo sabio y razonable, que nunca nos pide más de lo que podemos dar (Salmo 103:13, 14; Santiago 3:17). Claro, conservar la pureza moral y espiritual requiere esfuerzo. Sin embargo, el apóstol Pablo indicó que “la sinceridad y castidad [...] se deben al Cristo” (2 Corintios 11:3). ¿Acaso no les debemos a Cristo y a su Padre todo esfuerzo por mantener la castidad? Al fin y al cabo, ellos nos han mostrado más amor del que jamás podremos darles a cambio (Juan 3:16; 15:13). Tenemos el privilegio de expresar nuestra gratitud llevando vidas que manifiesten moralidad y pureza. Ver la castidad de esta manera nos permitirá valorarla y salvaguardar el corazón.

Éxodo 28:36
Pronto acabará todo el sufrimiento
Resaltemos las cualidades de Jehová
11, 12. a) ¿Por qué no hubo lugar para el perdón cuando Adán y Eva pecaron? b) ¿Por qué no tolerará Jehová el pecado para siempre?
11 ¿Podía Jehová sencillamente haber perdonado a Adán y Eva? En este caso no cabía el perdón. Al ser perfectos, eligieron deliberadamente rechazar la soberanía de Jehová y aceptar la guía de Satanás. Por eso no hubo ninguna señal de arrepentimiento de parte de los rebeldes. Sin embargo, cuando alguien plantea esta cuestión del perdón, en realidad se pregunta por qué no rebajó Jehová su norma y toleró el pecado y la rebelión. Para hallar la respuesta, es preciso tomar en cuenta un rasgo esencial de su naturaleza: su santidad (Éxodo 28:36; 39:30).
12 En la Biblia se recalca la santidad de Jehová cientos de veces, aunque, lamentablemente, pocas personas en este mundo corrupto entienden lo que implica. Jehová es limpio y puro, y está separado de todo pecado (Isaías 6:3; 59:2). En cuanto al pecado, él ha dispuesto un medio para expiarlo, o eliminarlo, y no lo tolerará para siempre. Si Jehová estuviera dispuesto a tolerarlo por la eternidad, no nos quedaría ninguna esperanza para el futuro (Proverbios 14:12). Al debido tiempo, restaurará toda la creación a un estado de santidad. Y así habrá de ser, pues es la voluntad del Santísimo.

Éxodo 28:36, 37
¿Nos adherimos al criterio de Jehová sobre las cosas sagradas?
2, 3. a) ¿De qué formas ponen de relieve las Escrituras que Jehová es santo? b) ¿Qué implica tratar el nombre de Jehová como algo santo?
2 En el hebreo bíblico, la palabra santo expresa la idea de separación, y en el ámbito religioso se aplica a todo aquello que es apartado del uso corriente o es tenido por sagrado. Jehová es santo en sentido absoluto, y por eso se le llama el “Santísimo” (Proverbios 9:10; 30:3). En el antiguo Israel, el sumo sacerdote llevaba en el turbante una placa de oro con la inscripción “La santidad pertenece a Jehová” (Éxodo 28:36, 37). Además, las Escrituras indican que los querubines y los serafines que rodean el trono de Jehová claman: “Santo, santo, santo es Jehová” (Isaías 6:2, 3; Revelación [Apocalipsis] 4:6-8). Esta repetición pone de relieve que Jehová es santo, limpio y puro en grado superlativo. Él es, de hecho, el Origen de toda santidad.
3 El nombre divino, Jehová, es sagrado. El salmista exclamó: “Elogien ellos tu nombre. Grande e inspirador de temor, santo es este” (Salmo 99:3). Jesús nos enseñó a orar diciendo: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea [o: “sea tenido por sagrado; sea tratado como santo”] tu nombre” (Mateo 6:9, nota). María, la madre terrenal de Jesús, cantó: “Mi alma engrandece a Jehová, [...] grandes obras me ha hecho el Poderoso, y santo es su nombre” (Lucas 1:46, 49). Del mismo modo, los siervos de Jehová de la actualidad tratamos su nombre como algo santo y evitamos hacer cualquier cosa que pueda mancharlo. Además, lo que es sagrado para Jehová, también lo es para nosotros (Amós 5:14, 15).

Éxodo 28:42, 43
Honremos a Jehová actuando con dignidad
Comportémonos con dignidad al adorar a Dios
17. ¿Cómo muestra la Biblia que debemos comportarnos con dignidad al adorar a Dios?
17 Cuando estamos adorando a Jehová, debemos comportarnos con la dignidad que merece la ocasión. “Guarda tus pies siempre que vayas a la casa del Dios verdadero”, nos recuerda Eclesiastés 5:1. Moisés y Josué debían mostrar respeto y reverencia a Dios quitándose las sandalias antes de pisar suelo santo (Éxo. 3:5; Jos. 5:15). Y los sacerdotes israelitas tenían que usar calzoncillos de lino “para cubrir la carne desnuda” (Éxo. 28:42, 43). Dicho mandato impedía que se dieran situaciones indecorosas mientras estos servían en el altar. Además, la familia de un sacerdote debía conducirse de acuerdo con las elevadas normas sagradas y la dignidad del puesto sacerdotal.


Capítulo 29

Éxodo 29:5-7
Esperaban al Mesías
2. ¿Qué significa “Mesías”, y cómo se podría saber quién había sido elegido para serlo?
2 Como judíos que eran, los pastores sabían que la palabra “Mesías”, o “Cristo”, se refería al “Ungido”, es decir, a la persona escogida por Jehová para desempeñar una función especial (Éxo. 29:5-7). Ahora bien, ¿cómo podría cualquiera de ellos aprender más sobre el Mesías y convencer a otras personas de que aquel niño era el elegido para serlo, tal como señaló el ángel? Examinando las profecías de las Escrituras Hebreas que hablaban del Mesías y observando cómo se cumplían durante la vida del niño.

Éxodo 29:6
¿Cumplimos con nuestra dedicación?
2¿Qué significa dedicación en la Biblia? Ilústrelo.
Ahora bien, ¿qué significa dedicación en el sentido bíblico? Dedicar traduce un verbo hebreo que significa “mantener separado; estar separado; retirar”.* En el antiguo Israel, el sumo sacerdote Aarón llevaba en el turbante “la santa señal de dedicación”, una lámina resplandeciente de oro puro en la que figuraba en hebreo la inscripción “La santidad pertenece a Jehová”. Esa señal recordaba al sumo sacerdote que debía evitar todo lo que profanara el santuario, “porque la señal de la dedicación, el aceite de la unción de su Dios, [estaba] sobre él” (Éxodo 29:6; 39:30; Levítico 21:12).

Éxodo 29:32, 33
“Comparemos un texto bíblico con otro”
Una tradición basada en las Escrituras
Sin embargo, ni Russell ni Storrs ni Grew fueron los primeros en dejar que las Escrituras se interpretaran a sí mismas. Esa tradición se remonta al propio Fundador del cristianismo, Jesucristo, quien a menudo empleó distintos textos para aclarar el significado de algún pasaje bíblico. En una ocasión en que los fariseos criticaron a los discípulos por arrancar espigas en sábado, Jesús aludió al episodio registrado en 1 Samuel 21:6 para demostrarles cómo debía aplicarse la ley sabática. Los líderes religiosos conocían este relato, el cual narra cómo David y sus hombres comieron los panes de la presentación. A continuación, Jesús se refirió a la parte de la Ley que decía que únicamente los sacerdotes descendientes de Aarón podían comer esos panes (Éxodo 29:32, 33; Levítico 24:9). A pesar de esta restricción, a David se le autorizó a hacerlo. Jesús concluyó su convincente argumento citando del libro de Oseas: “Si hubieran entendido qué significa esto: ‘Quiero misericordia, y no sacrificio’, no habrían condenado a los inculpables” (Mateo 12:1-8). Sin duda, este es un magnífico ejemplo de cómo se llega a la conclusión correcta comparando un texto bíblico con otros.

Éxodo 29:38, 39
¿Por qué debemos ser puntuales?
La puntualidad es esencial para servir a Dios
A fin de celebrar “las fiestas periódicas de Jehová”, los varones israelitas tenían que estar a tiempo en el lugar designado (Lev. 23:2, 4). Además, Dios estableció las horas a las que debían realizarse ciertos sacrificios (Éxo. 29:38, 39; Lev. 23:37, 38). ¿No indica esto que Jehová desea que sus siervos le sirvan con puntualidad?

Éxodo 29:38
La clase de sacrificios que agradan a Dios
Las ofrendas y los sacrificios en la adoración verdadera
Cuando se formó la nación de Israel, Jehová dio instrucciones explícitas sobre cómo quería que le adoraran los israelitas, y entre las cosas que les mandó figuraban las ofrendas y los sacrificios (Números, capítulos 28 y 29). Algunas ofrendas consistían en frutos de la tierra, y otras requerían el sacrificio de ciertos animales: toros, ovejas, cabras, palomas y tórtolas (Levítico 1:3, 5, 10, 14; 23:10-18; Números 15:1-7; 28:7). Se hacían holocaustos, es decir, ofrendas quemadas que tenían que consumirse por completo en el fuego (Éxodo 29:38-42), y también sacrificios de comunión, en los que quien traía la ofrenda participaba comiendo algo de lo que se había sacrificado a Dios (Levítico 19:5-8)

Éxodo 29:38-42
Busquemos los tesoros “cuidadosamente ocultados” en Cristo
Tesoros ocultos en Cristo
14, 15. a) ¿Para qué utilizaban los siervos de Dios de la antigüedad ovejas y otros animales? b) ¿Por qué es “el Cordero de Dios” un tesoro incomparable?
14 Jesús es “el Cordero de Dios” (Juan 1:29, 36). En tiempos bíblicos, un medio importante para acercarse a Dios y obtener su perdón era sacrificar ovejas. Por ejemplo, al ver que Abrahán estaba dispuesto a sacrificar a su hijo, Jehová le dijo que no le hiciera daño y le dio un carnero (es decir, una oveja macho) para que lo ofreciera en lugar de Isaac (Gén. 22:12, 13). Antes de ser liberados de Egipto, los israelitas usaron ovejas para celebrar “la pascua de Jehová” (Éxo. 12:1-13). Y más tarde se estableció en la Ley mosaica el sacrificio de ovejas y cabras, entre otros animales (Éxo. 29:38-42; Lev. 5:6, 7).
15 Sin embargo, ninguno de estos sacrificios —ni ningún otro efectuado por seres humanos— podía expiar de manera permanente los pecados ni librar de la muerte a nadie (Heb. 10:1-4). En cambio, Jesús es “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. Por sí solo, este hecho convierte a Jesús en un tesoro superior a cualquier tesoro que se haya descubierto en la historia. Por eso debemos estudiar con detenimiento el tema del rescate y ejercer fe en ese maravilloso regalo. Si lo hacemos, tendremos la esperanza de recibir una gran recompensa: gloria y honra en el cielo con Jesucristo si somos miembros del “rebaño pequeño” o vida eterna en un paraíso terrestre si somos de las “otras ovejas” (Luc. 12:32; Juan 6:40, 47; 10:16).

Referencias consultadas en: Watchtower Library 2013

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