Puntos Sobresalientes de Éxodo 34-37

Puntos sobresalientes de la lectura de la Biblia: Éxodo 34-37

Éxodo Éxodo 34-37

Capítulo 34:


w05 15/8 pág. 24 párr. 3 La ley del amor escrita en el corazón
3. ¿Qué utilizó Jehová para dar los Diez Mandamientos a Israel, y qué comprendió la nación?
3 Jehová, hablando al pueblo mediante un ángel, les dio lo que se conoce como los Diez Mandamientos (Éxodo 20:1-17). En vista de lo sucedido, no podía quedar ninguna duda de que aquellas leyes procedían del Todopoderoso. Jehová escribió esos mandamientos en tablas de piedra, las mismas que Moisés quebró cuando vio a los israelitas adorando un becerro de oro. Por eso, Dios volvió a inscribir los mandamientos sobre piedra. Esta vez, cuando Moisés bajó con las tablas, de su rostro salían rayos. Con tales señales, de seguro todos comprendieron que aquellas leyes tenían una enorme importancia (Éxodo 32:15-19; 34:1, 4, 29, 30).

w13 15/10 pág. 29 párrs. 10-11 Actuemos en armonía con la conmovedora oración de Jesús
10, 11. a) ¿Qué hizo Jesús para dar a conocer el nombre de su Padre a sus discípulos? b) ¿Con qué fin debemos trabajar arduamente hoy día?
10 “He puesto tu nombre de manifiesto a los hombres que me diste del mundo —oró Jesús—. Tuyos eran, y me los diste, y han observado tu palabra.” Luego añadió: “Además, yo ya no estoy en el mundo, pero ellos están en el mundo y yo voy a ti. Padre santo, vigílalos por causa de tu propio nombre que me has dado, para que sean uno así como lo somos nosotros” (Juan 17:6, 11).
11 Cuando Jesús dio a conocer a sus discípulos el nombre de su Padre, hizo mucho más que pronunciarlo. También los ayudó a entender lo que representaba ese nombre: las extraordinarias cualidades de Dios y su manera de tratar a la humanidad (Éx. 34:5-7). Y ahora, desde su elevada posición celestial, Jesús nos ayuda a nosotros a dar a conocer el nombre de Jehová por toda la Tierra. ¿Con qué fin? Con el de reunir a la mayor cantidad posible de discípulos antes de que acabe este mundo malvado. Entonces, cuando llegue ese momento, Jehová liberará a sus Testigos leales y su magnífico nombre será glorificado (Ezeq. 36:23).

w13 15/3 págs. 26-27 párrs. 9-10 Honremos el gran nombre de Jehová
9, 10. En su relación con Israel, ¿cómo fue añadiendo Jehová significado a su nombre, y con qué resultado?
9 Poco después del éxodo de Israel, Jehová llegó a ser algo nuevo para su pueblo. Mediante el pacto de la Ley, se convirtió en “su dueño marital” y asumió con gusto todas las obligaciones que ello suponía (Jer. 3:14). Los israelitas, por su parte, llegaron a ser su “esposa”, el pueblo que él eligió para que llevara su nombre (Is. 54:5, 6). Cuando ellos se sometían a Dios de buena gana y guardaban sus mandamientos, él resultaba ser el “Esposo” perfecto. Los bendecía, los protegía y les daba paz (Núm. 6:22-27). Como consecuencia, su gran nombre era glorificado entre las naciones (lea Deuteronomio 4:5-8 y Salmo 86:7-10). De hecho, durante toda la historia de Israel hubo muchos extranjeros que abrazaron la adoración verdadera. Su decisión fue la misma que Rut la moabita le expresó a Noemí: “Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Rut 1:16).
10 Durante unos mil quinientos años, la relación de Jehová con Israel reveló muchas facetas de la personalidad divina. A pesar de la rebeldía de la nación, vez tras vez él fue “un Dios misericordioso” y “tardo para la cólera”, de extraordinaria paciencia (Éx. 34:5-7). Sin embargo, su paciencia tenía un límite, y la nación judía lo sobrepasó cuando rechazó y mató a Jesús (Mat. 23:37, 38). Los descendientes naturales de Israel dejaron de ser el pueblo del nombre de Dios. En su mayoría murieron espiritualmente, como un árbol marchito (Luc. 23:31). ¿Qué efecto tuvo esto en su actitud para con el nombre divino?

w03 1/4 págs. 15-16 párr. 6 La apacibilidad, virtud cristiana esencial
6. ¿Cómo demostró Dios apacibilidad en su manera de tratar a Caín?
6 Mucho antes de que Jesús viniera a la Tierra, Jehová trató apaciblemente a Caín y Abel, los hijos de Adán, cuando le ofrecieron sacrificios. Sabedor de lo que tenían en sus corazones, “mir[ó] con favor” a Abel y su ofrenda, pero rechazó lo que le presentó Caín. Este reaccionó mal al notar que Dios daba su beneplácito a Abel y su sacrificio. El pasaje bíblico revela que “se enardeció de gran cólera, y empezó a decaérsele el semblante”. Pero ¿cuál fue la reacción de Jehová? ¿Se ofendió por su mala actitud? No. Con espíritu apacible le preguntó por qué estaba tan enojado y hasta le explicó lo que debía hacer para recibir “ensalzamiento” (Génesis 4:3-7). Ciertamente, Jehová es la apacibilidad en persona (Éxodo 34:6).

w10 15/8 pág. 22 párr. 6 Sigamos siempre “la ley de bondad amorosa” al hablar
6. ¿Por qué deberíamos meditar sobre las muestras de bondad amorosa que ha dado Jehová?
6 Un pasaje bíblico señala que Jehová es “abundante en bondad amorosa” (Éxo. 34:6). Y uno de los salmos dice que su “bondad amorosa [...] ha llenado la tierra” (Sal. 119:64). Además, en las Escrituras hay muchos relatos que ilustran cómo demostró Dios esta cualidad con sus siervos. Si sacamos tiempo para meditar en sus tratos, o acciones, crecerán en nosotros la gratitud y el deseo de imitar su ejemplo (léase Salmo 77:12).

w13 15/8 pág. 22 párr. 15 Piense en sus hermanos y anímelos
15. ¿Cómo podemos imitar a Jehová en nuestro modo de tratar a los deprimidos?
15 Ahora bien, nuestros esfuerzos por animar a alguien no siempre tendrán un efecto inmediato en la persona. Tal vez debamos seguir apoyándola. Pablo dijo: “Sostengan a los débiles y sean pacientes con todos” (1 Tes. 5:14, Nueva Biblia de los Hispanos). En vez de rendirnos enseguida, tenemos que seguir sosteniendo a los débiles. En la antigüedad, Jehová fue paciente con sus siervos cuando estos se desanimaban. Estuvo muy al tanto de los sentimientos de Elías y le dio lo que necesitaba para seguir cumpliendo su comisión (1 Rey. 19:1-18). Perdonó a David al ver que estaba sinceramente arrepentido (Sal. 51:7, 17). Y ayudó al salmista cuando este estuvo a punto de dejar de servirle (Sal. 73:13, 16, 17). Hoy día, Jehová también nos trata con bondad y ternura, especialmente cuando estamos decaídos (Éx. 34:6). “Sus misericordias ciertamente no terminan. Son nuevas cada mañana.” (Lam. 3:22, 23.) Él espera que imitemos su ejemplo y tratemos con cariño a los deprimidos.

w01 1/12 págs. 15-16 párr. 6 Desarrollemos el corazón para temer a Jehová
6. ¿Por qué debemos tener sano miedo a desagradar a Jehová?
6 Además de admiración y reverencia, el temor piadoso incluye un sano miedo a desagradar a Jehová o desobedecerle. ¿Por qué? Pues bien, aunque él es “tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa”, no olvidemos que “de ninguna manera dará exención de castigo” (Éxodo 34:6, 7). Es amoroso y misericordioso, pero no tolera la injusticia ni el pecado intencional (Salmo 5:4, 5; Habacuc 1:13). No dejará impunes a quienes se oponen a él y practican de forma deliberada e impenitente lo que es malo a Sus ojos. Como dijo el apóstol Pablo, “es cosa horrenda caer en las manos del Dios vivo”. En definitiva, el sano miedo a hallarnos en esta situación constituye una protección para nosotros (Hebreos 10:31).

w08 15/10 pág. 5 párr. 12 Los “ojos radiantes” de Jehová examinan a todos
12. ¿Cómo reacciona Jehová ante los pecados?
12 Hay quienes piensan que, si logran que nadie los vea, sus malas acciones quedarán impunes (Sal. 19:12). Pero, en cierto sentido, no existen los pecados ocultos, ya que “todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (Heb. 4:13). Jehová es un Juez que examina nuestros motivos más profundos y reacciona ante nuestros pecados con perfecta justicia. Si nos arrepentimos nos perdona, pues es “un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad”. Por el contrario, si “voluntariosamente practicamos el pecado” o manifestamos una actitud engañosa y calculadora, no obtendremos “de ninguna manera [...] exención de castigo” (Éxo. 34:6, 7; Heb. 10:26). Este hecho se destaca en la forma en que Jehová trató a Acán y también a Ananías y Safira.

w08 15/1 pág. 11 párrs. 14-15 Prestemos atención a nuestro “arte de enseñar”
14, 15. a) ¿Qué puede aprender el estudiante acerca de Jehová? b) ¿Cómo le beneficiará al estudiante conocer la personalidad de Dios?
14 Uno de los principales beneficios que los estudiantes obtendrán al aprender lo que dice la Biblia y aplicar sus principios es que conocerán cómo es Jehová realmente y llegarán a amarlo (Isa. 42:8). Jehová es un Padre amoroso y el Creador y Dueño del universo. Además, a quienes lo aman y le sirven, él les da a conocer más detalles de su personalidad y de lo que puede hacer (léase Éxodo 34:6, 7). Poco antes de que Moisés sacara a los israelitas de Egipto, Jehová se identificó a sí mismo con la expresión: “Yo resultaré ser lo que resultaré ser” (Éxo. 3:13-15). Con estas palabras, Jehová dio a entender que llegaría a ser todo lo que fuera necesario a fin de llevar a cabo sus propósitos con respecto a su pueblo escogido. De este modo los israelitas llegaron a conocer a Jehová en su papel de Salvador, Guerrero, Proveedor y Cumplidor de promesas, así como en otras funciones (Éxo. 15:2, 3; 16:2-5; Jos. 23:14).
15 Tal vez nuestros estudiantes no experimenten personalmente una intervención divina tan espectacular como la que vivió Moisés. De cualquier manera, cuando su fe y su aprecio los motiven a poner en práctica lo que están aprendiendo, verán la necesidad de pedirle a Jehová que les dé valor, sabiduría y guía. Y al ver cómo él les responde, llegarán a conocerlo en su papel de Protector, Proveedor generoso y Consejero sabio y confiable (Sal. 55:22; 63:7; Pro. 3:5, 6).

w10 15/12 pág. 13 párr. 9 “Ahora es el tiempo especialmente acepto”
9. ¿Cómo demostró Pablo su agradecimiento por la misericordia divina?
9 Al suministrar el sacrificio redentor, Jehová hizo posible que las personas que tuvieran fe recibieran el perdón de los pecados y recobraran su amistad. Además, envió a sus representantes por todo el mundo para que exhortaran a la gente a hacer las paces con él mientras hubiera tiempo (léase 1 Timoteo 2:3-6). Una vez que Pablo comprendió cuál era la voluntad divina, así como la relevancia de la época en la que vivía, se entregó de toda alma al “ministerio de la reconciliación”. Dios no ha cambiado su propósito. No ha dejado de tender su mano a la humanidad. Siguen siendo muy ciertas las palabras del apóstol: “Ahora es el tiempo especialmente acepto. [...] Ahora es el día de salvación”. ¡Qué compasivo y misericordioso es Jehová! (Éxo. 34:6, 7.)

w01 1/10 pág. 15 párrs. 9-10 ¿Cómo ayudar a un hijo “pródigo”?
9, 10. ¿Qué ejemplo de gran paciencia dio Jehová al tratar con los rebeldes israelitas?
9 Cuando un joven empieza a descarriarse, quizá intente aislarse y obstaculizar los empeños de sus padres de hablar con él sobre asuntos espirituales. ¿Qué hacer ante una situación tan difícil? Veamos cómo actuó Jehová con el antiguo Israel. Soportó la “dura cerviz” de los israelitas por más de novecientos años hasta que al final los dejó que siguieran su derrotero rebelde (Éxodo 34:9; 2 Crónicas 36:17-21; Romanos 10:21). Aunque repetidamente ‘lo ponían a prueba’, “era misericordioso” con ellos. “Muchas veces hizo que su cólera se volviera atrás, y no despertaba toda su furia.” (Salmo 78:38-42.) El trato con su pueblo fue impecable. Los padres amorosos han de imitar a Jehová y ser pacientes cuando su afán de ayudar a los hijos no recibe una respuesta inmediata.
10 La gran paciencia es la virtud de no renunciar a la esperanza de que mejore la relación turbada. Jehová, modelo de esta cualidad, tomó la iniciativa y “vez tras vez” envió sus representantes a los israelitas. “Sentía compasión por su pueblo”, aun cuando “ellos continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios verdadero y despreciando sus palabras” (2 Crónicas 36:15, 16). Apeló a su corazón diciéndoles: “Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo” (Jeremías 25:4, 5). Con todo, no claudicó de sus principios justos, sino que les pidió que ‘volvieran’ a él y aceptaran sus normas.

w02 15/4 pág. 30 ¿Recuerda usted?
¿Por qué es mejor evitar decir que Jehová templa su justicia con misericordia?
En algunos idiomas, templar significa moderar o refrenar. Jehová es un Dios tanto de justicia como de misericordia, y cuando él manifiesta estas cualidades, ambas funcionan en armonía (Éxodo 34:6, 7; Deuteronomio 32:4; Salmo 116:5; 145:9). La justicia de Jehová no necesita ser suavizada o templada por la misericordia.—1/3, página 30.
w07 15/9 pág. 24 párrs. 13-14 “Su Padre es misericordioso”
13, 14. ¿Puede decirse que la misericordia templa la justicia de Dios? Explique.
13 Ahora bien, aunque la misericordia de Jehová no viola su justicia, ¿la altera de algún modo, tal vez templándola para moderar sus efectos? De ninguna manera.
14 Mediante el profeta Oseas, Jehová dijo a la nación de Israel: “Te comprometeré conmigo para tiempo indefinido, y de veras te comprometeré conmigo en justicia y en derecho y en bondad amorosa y en misericordias” (Oseas 2:19). Estas palabras no dejan lugar a dudas: Jehová siempre ejerce su misericordia en armonía con el resto de sus cualidades, entre ellas la justicia. Él es “un Dios misericordioso y benévolo, [...] que perdona error y transgresión y pecado, pero [que] de ninguna manera dará exención de castigo” (Éxodo 34:6, 7). Así pues, Jehová es un Dios de misericordia y justicia. Refiriéndose a él, la Biblia declara: “La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia” (Deuteronomio 32:4). Ciertamente, tanto la justicia como la misericordia de Dios son perfectas. Ninguna de estas cualidades es superior ni templa a la otra para moderar sus efectos. Más bien, ambas cualidades funcionan en perfecta armonía.

w05 15/5 pág. 24 párr. 18 Conozcamos los caminos de Jehová
18. ¿Qué aprendemos de las limitaciones que Jehová puso a Israel respecto a las prácticas de la gente de otras naciones?
18 Sin embargo, el interés bondadoso por las personas de otras naciones no debía eclipsar el amor de Israel por Jehová y por sus normas morales. Así pues, se enseñó a los israelitas a no adoptar prácticas de las naciones vecinas, como sus costumbres religiosas y estilos de vida inmorales (Éxodo 34:11-16; Deuteronomio 7:1-4). Eso también es aplicable en nuestro caso. Debemos ser un pueblo santo, tal como nuestro Dios, Jehová, es santo (1 Pedro 1:15, 16).

w11 15/12 pág. 10 párrs. 12-13 ¿Imitaremos sus virtudes y evitaremos sus errores?
12, 13. ¿Qué mala decisión tomó Salomón al principio de su reinado, y cómo pudo haber tratado de justificarla?
12 La situación tomó un rumbo decididamente malo tras la coronación. “Salomón procedió a formar una alianza matrimonial con Faraón el rey de Egipto y a tomar la hija de Faraón y traerla a la Ciudad de David.” (1 Rey. 3:1.) ¿Abrazó ella en algún momento la religión verdadera, como Rut? La Biblia no indica que obrara así. Lo que sí indica es que cuando Salomón le edificó una casa (quizás también para sus doncellas egipcias), la hizo fuera de la Ciudad de David. ¿Por qué? Las Escrituras señalan que tomó esta medida porque era inapropiado que los paganos vivieran junto al arca del pacto (2 Cró. 8:11).
13 Salomón tal vez contrajo matrimonio con la princesa egipcia pensando en las posibles ventajas políticas. Pero ¿se justificaba su decisión? No. Siglos antes, Dios había prohibido a sus siervos casarse con las mujeres de Canaán, enumerando específicamente varios pueblos de aquella tierra pagana (Éxo. 34:11-16). ¿Razonó Salomón que, como Egipto no aparecía en la lista, su conducta no era censurable? Si lo hizo, no tenía excusa. Estaba pasando por alto un peligro que Jehová había mencionado expresamente: ser desviado a la religión falsa (léase Deuteronomio 7:1-4).

w10 15/12 pág. 9 párr. 10 Demostremos celo por la adoración verdadera
10. ¿Con qué sentido se usan las palabras celo y celoso en la Biblia?
10 El término hebreo que se vierte “celo” en el salmo de David se deriva de otro que en muchos pasajes se traduce “celoso” o “celos”. En ocasiones, la Traducción del Nuevo Mundo expresa esa idea con la frase “que exige devoción exclusiva” (léanse Éxodo 20:5; 34:14 y Josué 24:19). Un diccionario bíblico señala lo siguiente sobre el término original: “Se emplea con frecuencia al hablar del matrimonio [...]. Cuando los cónyuges se ponen celosos, están exigiendo de forma tajante el derecho a la exclusividad en su relación. De igual modo, Dios exige o reivindica el derecho que tiene sobre quienes son su posesión exclusiva”. Por consiguiente, el celo del que habla la Biblia va más allá del simple entusiasmo, como el que sienten algunos aficionados por su equipo deportivo. El celo al que se refería David es el sentimiento que no tolera rivalidad ni ofensas, el ardiente deseo de proteger una reputación o de remediar un agravio.

w13 15/3 pág. 27 párr. 11 Honremos el gran nombre de Jehová
11. ¿A qué se debió que la nación judía dejara de usar el nombre de Dios?
11 La historia indica que, con el tiempo, los judíos llegaron a tener supersticiones respecto al nombre de Dios, hasta el punto de creer que no debían pronunciarlo (Éx. 20:7). De manera gradual dejaron de usarlo. A Jehová sin duda le dolió mucho esa enorme falta de respeto (Sal. 78:40, 41). Está claro que el Dios “cuyo nombre es Celoso” no iba a permitir que su nombre siguiera vinculado a unas personas que, por haberlo rechazado a él, ya no contaban con su favor (Éx. 34:14). Este hecho debe grabar en nuestra mente la importancia de tratar con sumo respeto el nombre del Creador.

w10 15/6 pág. 26 párr. 6 Las actividades espirituales nos reaniman
6. ¿Cuál es una manera de recuperar las energías espirituales durante las vacaciones?
6 Los israelitas viajaban a Jerusalén para las tres fiestas religiosas que se celebraban cada año (Éxo. 34:23). En muchos casos tenían que dejar de atender sus campos y negocios y recorrer a pie caminos polvorientos durante días. Pero valía la pena, pues en el templo sentían “gran regocijo” al unirse a quienes “estaban ofreciendo alabanza a Jehová” (2 Cró. 30:21). Así mismo, muchos siervos de Dios de tiempos modernos descubren que también es muy agradable viajar con la familia para visitar Betel, como se conoce a las sucursales de los testigos de Jehová. ¿Podría incluir usted en sus próximas vacaciones una visita al Betel más cercano?

w12 15/5 págs. 23-24 párr. 3 ¿Refleja usted la gloria de Jehová?
3. ¿Qué podemos sentir al servir a Jehová?
3 Los cristianos ungidos reflejan la gloria de Jehová. Uno de ellos, el apóstol Pablo, escribió: “Todos nosotros, mientras con rostros descubiertos reflejamos como espejos la gloria de Jehová, somos transformados en la misma imagen de gloria en gloria” (2 Cor. 3:18). Cuando el profeta Moisés bajó del monte Sinaí con los Diez Mandamientos, su rostro emitía rayos de luz porque Jehová había hablado con él (Éxo. 34:29, 30). Por supuesto, los cristianos no hemos vivido esa experiencia, y nuestra cara no resplandece literalmente. No obstante, sí irradiamos gozo cuando hablamos con el prójimo acerca de Jehová, sus cualidades y su maravilloso propósito para la humanidad. Al igual que los espejos de metal pulido de la antigüedad, los ungidos y los demás cristianos reflejamos la gloria de Dios en nuestra vida y nuestro ministerio (2 Cor. 4:1). Por eso, cada uno de nosotros hace bien en preguntarse: “¿Estoy reflejando la gloria de Jehová con mi conducta cristiana y mi constancia en la predicación del Reino?”.

Capítulo 35:


w05 15/5 pág. 23 párr. 14 Conozcamos los caminos de Jehová
14. ¿Cómo le recalcó Dios a Israel la importancia de dar prioridad a los asuntos espirituales?
14 Demos prioridad a los asuntos espirituales. Los israelitas no debían dejar que la preocupación por satisfacer las necesidades físicas los llevara a descuidar las actividades espirituales. No debían ocupar su vida exclusivamente con los quehaceres cotidianos. De hecho, Jehová había designado cierto tiempo cada semana para utilizarlo con fines sagrados. En este período solo podían realizarse actividades relacionadas con la adoración del Dios verdadero (Éxodo 35:1-3; Números 15:32-36). Además, todos los años había que apartar algún tiempo para acudir a asambleas santas (Levítico 23:4-44). Estas proporcionarían oportunidades para relatar los hechos poderosos de Jehová, recordar Sus caminos y darle gracias por toda su bondad. Al expresar su devoción a Jehová, el pueblo crecería en temor piadoso y amor, y recibiría ayuda para andar en Sus caminos (Deuteronomio 10:12, 13). Los sanos principios que hay tras aquellas instrucciones también son beneficiosos para los siervos de Dios de hoy día (Hebreos 10:24, 25).

Capítulo 36:


w11 15/12 pág. 19 párrs. 6-8 Fieles de la antigüedad guiados por el espíritu de Dios
6-8. a) ¿Qué labores acometieron Bezalel y Oholiab con la ayuda de la fuerza activa de Dios? b) ¿Qué indicaciones tenemos de que el espíritu santo guió a Bezalel y Oholiab? c) ¿Por qué es tan alentador el caso de Bezalel?
6 Aprendemos otra forma en la que nos ayuda el espíritu santo repasando la historia de un contemporáneo de Moisés llamado Bezalel (léase Éxodo 35:30-35). Este hombre recibió el encargo de fabricar el mobiliario del tabernáculo. ¿Dominaba él las técnicas necesarias para un proyecto de tal magnitud? Tal vez. Con todo, es muy probable que su ocupación anterior no fuera otra que elaborar ladrillos para los egipcios (Éxo. 1:13, 14). Entonces, ¿cómo logró acometer un proyecto tan complicado? Gracias a que se le llenó “del espíritu de Dios en sabiduría, en entendimiento y en conocimiento y en habilidad para toda clase de artesanía y para diseñar medios útiles, [...] para hacer ingeniosos productos de toda clase”. Fuera cual fuese su talento natural, Dios lo potenció con su fuerza activa, y lo mismo hizo con Oholiab. Ambos debieron de hacerse muy buenos en su oficio: no solo lo supieron realizar, sino que prepararon aprendices, pues Jehová había “puesto en su corazón [...] enseñar”.
7 ¿Qué otra indicación encontramos de que Bezalel y Oholiab fueron guiados por el espíritu de Dios? La impresionante calidad y durabilidad de sus creaciones, que quinientos años después aún seguían en uso (2 Cró. 1:2-6). Y es significativo que estos humildes artistas, a diferencia de los actuales, no se preocuparon por firmar su obra, pues su deseo era que Jehová recibiera todo el reconocimiento (Éxo. 36:1, 2).
8 Hoy día también hay quienes realizan a favor de sus hermanos tareas difíciles que requieren formación especializada, como construir edificios, imprimir publicaciones, organizar asambleas, coordinar operaciones de socorro y explicarles a los médicos nuestra postura bíblica sobre la sangre. A veces se trata de profesionales, pero normalmente son voluntarios sin una gran experiencia. Aun así, gracias al espíritu santo, llevan su trabajo a buen puerto. ¿Qué puede decirse de nosotros? ¿Dudamos en aceptar alguna labor en la organización pensando que otros cristianos están mejor preparados? Si así es, recordemos que el espíritu santo puede potenciar nuestras habilidades y capacitarnos para desempeñar cualquier misión que recibamos de Jehová.

Referencias consultadas en: Watchtower Library 2013 CD‒ROM

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