Puntos Sobresalientes de Números 14, 15, 16

Puntos sobresalientes de la Biblia: Números 14, 15, 16

Descargue las referencias adaptadas para Laptops, Móviles y Tabletas

Descargue las referencias adaptadas para Laptops, Móviles y Tabletas

Puntos sobresalientes del libro de Números 14 a 16

25 de ag. Lectura de la Biblia: Números 14 a 16

Lecciones para nosotros:

14:24. A fin de resistir la presión del mundo para que hagamos lo que está mal, es fundamental cultivar “un espíritu diferente”, esto es, una actitud mental distinta a la del mundo.
15:37-41. Los peculiares flecos de la indumentaria de los israelitas tenían el propósito de recordarles que eran un pueblo separado para adorar a Dios y obedecer sus mandamientos. ¿No deberíamos nosotros también vivir en conformidad con las normas divinas y sobresalir por ser diferentes del mundo?

*** w13 15/8 pág. 11 párr. 7 Nunca se enoje con Jehová ***
7 Los comentarios negativos de otros pueden afectarnos (lea Deuteronomio 1:26-28). El pueblo de Dios había sido liberado de la esclavitud que sufría en Egipto. Jehová había traído 10 plagas milagrosas sobre esa nación opresora y había acabado con el faraón y su ejército en el mar Rojo (Éx. 12:29-32, 51; 14:29-31; Sal. 136:15). Ahora que los israelitas al fin estaban listos para entrar en la Tierra Prometida, justo en ese momento tan crucial, se pusieron a quejarse de Jehová. ¿A qué se debió esa falta de fe? Su corazón tembló al oír el desalentador informe de algunos que habían sido enviados a espiar la tierra (Núm. 14:1-4). ¿Cuál fue el resultado? A toda aquella generación se le impidió entrar en esa “buena tierra” (Deut. 1:34, 35). ¿Y nosotros? ¿Dejamos a veces que los comentarios negativos de otros nos debiliten la fe y nos lleven a quejarnos de la manera en que Jehová nos trata?

*** w13 15/8 pág. 14 Nunca se enoje con Jehová ***
TENGA EN ALTA ESTIMA SU VALIOSA RELACIÓN CON JEHOVÁ
22 Cuando atraviese penurias y dificultades, recuerde el ejemplo de Josué y Caleb. A diferencia de los otros 10 espías, estos dos hombres fieles volvieron con un informe animador (Núm. 14:6-9). Demostraron una fe sobresaliente. Aun así, tuvieron que vagar cuarenta años por el desierto junto con los demás israelitas. ¿Se quejaron o amargaron pensando que aquello era injusto? Al contrario, confiaron en Jehová. Y él los bendijo por ello: mientras que toda una generación murió en el desierto, estos dos hombres fieles llegaron a entrar en la Tierra Prometida (Núm. 14:30). A nosotros también nos bendecirá Jehová “si no nos cansamos” de hacer su voluntad (Gál. 6:9; Heb. 6:10).
23 Si se siente desanimado por los problemas, o por sus propias faltas o las de otras personas, ¿qué debería hacer? Piense en las maravillosas cualidades de Jehová y en la esperanza que él le ha dado. Y pregúntese: “¿Dónde estaría yo si no fuera por Jehová?”. Manténgase siempre a su lado y jamás se enoje con él en su corazón.

*** w11 15/1 págs. 27-28 Poder para superar todas las dificultades ***
Poder para resistir la presión de quienes nos rodean
8 Los cristianos sufrimos un tipo de ataque menos directo: la presión de quienes nos rodean. No obstante, contamos con el espíritu de Jehová, el cual es mucho más poderoso que el del mundo. Gracias a ello podemos hacer frente a la gente que se burla de nosotros, nos calumnia o trata de imponernos su forma de vivir. Pensemos en el caso de Josué y Caleb. ¿Qué les permitió expresar su desacuerdo con los otros diez espías que habían explorado Canaán? La fuerza activa de Dios, la cual había despertado en ellos un “espíritu”, o disposición de ánimo, diferente (léanse Números 13:30 y 14:6-10, 24).

*** w11 15/3 pág. 27 párr. 15 Demostremos que estamos listos ***
15 Por los siguientes cuarenta años, de 1513 a 1473 antes de nuestra era, Moisés sufrió una decepción tras otra. Aun así, aprovechaba cualquier oportunidad que se le presentaba para dar gloria a Jehová, y exhortaba a sus hermanos israelitas a hacer lo mismo (Deu. 31:1-8). ¿Por qué actuaba de ese modo? Porque amaba la soberanía divina. Amaba más el nombre y prestigio de Dios que el suyo propio (Éxo. 32:10-13; Núm. 14:11-16). Hoy nosotros también debemos apoyar fielmente a Jehová y su gobierno a pesar de los reveses y las decepciones, con la confianza absoluta de que nadie hace las cosas de manera tan sabia y justa como él (Isa. 55:8-11; Jer. 10:23). ¿Es así como nos sentimos?

*** w11 15/7 pág. 12 ¿Seguiremos la amorosa guía de Jehová? ***
“No deben andar siguiendo sus corazones y sus ojos”
9 La segunda influencia peligrosa es interna. Volvamos a la comparación del viaje. ¿Qué ocurrirá si dejamos a un lado los mapas y actuamos por impulso, quizás eligiendo cierto camino porque nos gusta más el paisaje? Muy probablemente no lleguemos a nuestro destino. Este ejemplo nos ayuda a entender otro principio divino. Se encuentra en un mandamiento que Jehová les dio a los israelitas: su ropa tenía que llevar flecos y un cordón azul (léase Números 15:37-39). Hoy esta ley pudiera parecer un tanto extraña, pero cumplía un importante objetivo. Les recordaba a los israelitas que eran diferentes de las naciones paganas que los rodeaban, algo imprescindible para disfrutar de la aprobación de Dios (Lev. 18:24, 25). Por otro lado, ese mandato nos muestra que dentro de nosotros tenemos una peligrosa influencia que puede sacarnos del camino de la vida. ¿A qué nos referimos?

*** w11 15/7 pág. 12 párr. 11 ¿Seguiremos la amorosa guía de Jehová? ***
11 Hoy es aún más fácil que nuestro corazón se deje engañar por los sentidos. Vivimos en un mundo que se aprovecha de las malas inclinaciones de la gente. Entonces, ¿cómo podemos aplicar el principio de Números 15:39? Quizás hayamos notado que en la escuela, en el trabajo o en la comunidad en general la gente se viste de forma cada vez más provocativa. ¿Cómo influye esto en nosotros? Al fijarnos en sus modas, ¿dejamos que nos entren por los ojos? ¿Nos sentimos tentados a copiarlas y rebajar así nuestras normas? (Rom. 12:1, 2.)

*** w98 1/9 págs. 19-20 Dé prioridad a lo más importante ***
¿Qué debe ocupar el primer lugar?
Poco después de recibir Israel los Diez Mandamientos, se encontró a un hombre recogiendo leña en sábado, lo cual estaba estrictamente prohibido en la Ley (Números 15:32-34; Deuteronomio 5:12-15). ¿Cómo hubiera juzgado usted el caso? ¿Hubiera excusado al hombre, concluyendo que, al fin y al cabo no estaba trabajando para mantener un estilo de vida lujoso, sino para satisfacer las necesidades de su familia? ¿Hubiera señalado que tendría muchas otras oportunidades durante el año para observar el sábado, y que el no observar uno, quizás por falta de previsión, podría perdonarse fácilmente?
Jehová vio el caso con mayor seriedad. “Con el tiempo —dice la Biblia— Jehová dijo a Moisés: ‘Sin falta el hombre debe ser muerto’.” (Números 15:35.) ¿Por qué le pareció a Jehová tan grave la acción de aquel hombre?
El pueblo tenía seis días para recoger leña y encargarse de las necesidades relacionadas con el alimento, la ropa y el cobijo. El séptimo día había de dedicarse a sus necesidades espirituales. Aunque no era incorrecto recoger leña, era impropio hacerlo durante el tiempo que debía apartarse para adorar a Jehová. Si bien los cristianos no están bajo la Ley de Moisés, ¿no nos enseña este incidente una lección sobre lo necesario de establecer bien nuestras prioridades? (Filipenses 1:10.)

*** w12 15/10 pág. 13 párrs. 5-7 ¿Qué clase de espíritu manifiesta usted? ***
5 Esta actitud no es nueva. En tiempos de Moisés, Coré se rebeló contra quienes habían recibido autoridad en la congregación de Israel. Atacó particularmente a Aarón y sus hijos, quienes servían de sacerdotes. Tal vez se fijó en sus defectos o concluyó que Moisés les había concedido los privilegios solo por ser parientes suyos. Lo que está claro es que empezó a mirar las cosas desde una óptica humana y criticó a los hombres que Jehová había nombrado. Tuvo el descaro de decirles: “Ya basta de ustedes [...]. ¿Por qué, pues, deben ustedes alzarse por encima de la congregación de Jehová?” (Núm. 16:3). De forma similar, Datán y Abiram le presentaron esta queja a Moisés: “Procuras hacerte príncipe sobre nosotros hasta el límite”. Y cuando él los mandó llamar, replicaron de malos modos: “¡No vamos a subir!” (Núm. 16:12-14). Está claro que a Jehová no le agradó esa actitud, pues ejecutó a todos los rebeldes (Núm. 16:28-35).
7 No hace falta decir que esa actitud está fuera de lugar en la congregación cristiana. Así pues, tenemos que estar alerta. Los ancianos de la actualidad no son perfectos, como tampoco lo eran los contemporáneos de Moisés o del apóstol Juan. Pueden cometer errores que nos afecten personalmente. Si eso ocurriera, jamás debemos adoptar el espíritu del mundo, exigiendo que se haga “justicia” o que el hermano reciba “su merecido”. Si Jehová decide pasar por alto ciertos errores de relativamente poca importancia, ¿no podemos hacer lo mismo nosotros? Algunos cristianos que han cometido un pecado grave se han negado a comparecer ante el comité designado para ayudarles. ¿Por qué razón? Porque se han concentrado en los supuestos defectos de los ancianos del comité. Pero eso es como negarse a aceptar un tratamiento médico solo porque no nos agrada algo del doctor.

*** w11 1/12 pág. 3 ¿Serán castigos de Dios? ***
“¿Está empleando Dios desastres naturales con ese objetivo? ¿Son castigos suyos las recientes tragedias que ha sufrido la humanidad?”.
Hay quienes se apresuran a culpar a Dios. Para ello, señalan relatos bíblicos que declaran que él usó las fuerzas de la naturaleza con fines destructivos (Génesis 7:17-22; 18:20; 19:24, 25; Números 16:31-35). Sin embargo, un examen de todos estos relatos revela tres factores distintivos de las intervenciones divinas. Primero, hubo un aviso previo. Segundo, a diferencia de los desastres naturales —que acaban con buenos y malos por igual—, la destrucción no fue indiscriminada. Solo perecieron los malvados incorregibles y quienes desoyeron las advertencias. Y tercero, Dios siempre hizo posible que se salvaran los inocentes (Génesis 7:1, 23; 19:15-17; Números 16:23-27).

*** km 9/04 pág. 3 Debemos respetar la autoridad de Jehová ***
Debemos respetar la autoridad de Jehová
¿Con qué asocia los antiguos nombres de Coré, Datán y Abiram? Seguramente con una rebelión. ¿Recuerda contra qué se rebelaron? Contra la autoridad divina. Los detalles de esta trágica historia se encuentran en el capítulo 16 de Números, y el artículo titulado “Sumisión leal a la autoridad divina”, de La Atalaya del 1 de agosto de 2002, ofrece una perspectiva general de aquel episodio. Sería conveniente leer toda esta información antes de ver la aleccionadora escenificación del video Respetemos la autoridad de Jehová. En ella notará el conflicto que surgió entre los fieles hijos de Coré y su rebelde padre, quien se estaba poniendo en contra del Soberano del universo (Núm. 26:9-11). Este drama de la vida real debería impulsarnos a todos a desarrollar una lealtad todavía más profunda a Jehová.
Mientras ve el video, trate de reconocer las escenas en las que Coré y sus compañeros rebeldes demostraron falta de lealtad en los siguientes asuntos fundamentales: 1) ¿Cómo demostraron falta de respeto a la autoridad divina? 2) ¿De qué manera permitieron que el orgullo, la ambición y los celos influyeran en ellos? 3) ¿De qué modo se centraron en las imperfecciones de los hombres nombrados por Jehová? 4) ¿Qué actitud de queja habían adoptado? 5) ¿Por qué se sintieron descontentos con sus privilegios de servicio? 6) ¿Cómo antepusieron la amistad y las relaciones familiares a su lealtad a Dios?
Examine cómo repercuten las lecciones que enseña este drama bíblico en nuestra visión personal de la autoridad divina hoy día: 1) ¿Cómo deberíamos reaccionar ante las decisiones de los ancianos de la congregación, y por qué? 2) ¿Cómo podemos neutralizar cualquier motivación impropia que surja en nosotros? 3) ¿Cómo deberíamos responder ante las imperfecciones de quienes han sido nombrados para dirigirnos? 4) ¿Qué tendríamos que hacer si nuestro corazón empezara a evidenciar un espíritu de queja? 5) ¿Cómo deberíamos sentirnos con respecto a cualquier privilegio que hayamos recibido? 6) ¿Quiénes no deben tener nunca prioridad sobre nuestra lealtad a Dios, y cuándo podría esto convertirse en una dura prueba para nosotros?
Después de analizar esta información en la congregación, ¿por qué no ve el video de nuevo? Así quedarán bien grabadas en su mente las razones por las que siempre debemos respetar la autoridad de Jehová (Sal. 18:25; 37:28).

*** w06 15/7 pág. 15 párrs. 6-7 ‘Hagamos todas las cosas sin murmurar’ ***
6 Poco después se dio otro caso de murmuración. Moisés había enviado a doce hombres a espiar la Tierra Prometida, diez de los cuales regresaron con un informe desalentador. ¿Qué sucedió? Pues bien, “todos los hijos de Israel empezaron a murmurar contra Moisés y Aarón, y toda la asamblea empezó a decir contra ellos: ‘¡Si siquiera hubiéramos muerto en la tierra de Egipto, o si siquiera hubiéramos muerto en este desierto! ¿Y por qué está Jehová llevándonos a esta tierra [de Canaán] para caer a espada? Nuestras esposas y nuestros pequeñuelos llegarán a ser botín. ¿No es mejor volvernos a Egipto?’” (Números 14:1-3).
7 ¡Cómo había cambiado la actitud de los israelitas! La gratitud que sintieron al principio, cuando salieron de Egipto y cruzaron el mar Rojo, los había impulsado a cantar alabanzas a Jehová (Éxodo 15:1-21). Pero, debido a las incomodidades del desierto y el miedo a los cananeos, sustituyeron la gratitud por el descontento. En lugar de estar agradecidos a Dios por haberlos liberado, lo culparon de lo que, equivocadamente, consideraban una privación. Sus murmuraciones demostraron que no agradecían como era debido lo que Jehová les estaba dando. No extraña que él preguntara: “¿Hasta cuándo tendrá esta mala asamblea esta murmuración que está llevando a cabo contra mí?” (Números 14:27; 21:5).

*** w11 15/7 págs. 25-26 párrs. 9-10 ¿Qué es el descanso de Dios? ***
9 Actuar en conformidad con el propósito divino era un honor inmenso que les habría reportado grandes beneficios a ellos y, con el tiempo, a todas las naciones (Gén. 22:18). Por desgracia, la mayor parte de aquella generación despreció el privilegio de ser el único pueblo gobernado directamente por Dios y un modelo para las demás naciones. ¡Hasta pretendieron regresar a Egipto! (Léase Números 14:2-4.) Pero ¿de qué les habría servido volver allí? ¿Acaso les habría ayudado a trabajar mejor a favor del propósito de Jehová? Todo lo contrario. Se habrían convertido de nuevo en esclavos de los paganos y jamás habrían podido obedecer la Ley mosaica ni recibir el perdón de sus pecados. Su obstinación con volver a Egipto demostraba lo ciegos que estaban y lo egoístas que eran. Con toda razón, Jehová recordó más tarde: “Quedé asqueado de esta generación y dije: ‘Siempre se descarrían en su corazón, y ellos mismos no han llegado a conocer mis caminos’. De modo que juré en mi cólera: ‘No entrarán en mi descanso’” (Heb. 3:10, 11; Sal. 95:10, 11).
10 Con su necia actitud, demostraron que valoraban muy poco las cosas espirituales. Lo único que les importaba eran los puerros, las cebollas y los ajos de Egipto (Núm. 11:5). Fueron tan ingratos como Esaú, quien no dudó en renunciar a su valiosa herencia espiritual por un plato de lentejas (Gén. 25:30-32; Heb. 12:16).

*** w06 1/10 pág. 17 párr. 5 La fe y el temor de Dios nos infunden valor ***
5 Sin embargo, los otros dos espías, Josué y Caleb, estaban deseosos de entrar en la Tierra Prometida, de modo que dijeron: “[Los cananeos] son pan para nosotros. Su amparo se ha apartado de sobre ellos, y Jehová está con nosotros. No los teman” (Números 14:9). ¿Se trataba acaso de ciego optimismo? Ni mucho menos. Al igual que el resto de la nación, ellos habían visto cómo Jehová humillaba con las diez plagas al poderoso Egipto y sus dioses; y luego habían contemplado cómo ahogaba a Faraón y sus ejércitos en el mar Rojo (Salmo 136:15). Es obvio que el miedo de los diez espías y de quienes les hicieron caso carecía de justificación. De ahí que Jehová expresara cuánto le dolía esa actitud: “¿Hasta cuándo me tratará sin respeto este pueblo, y hasta cuándo no pondrán fe en mí por todas las señales que he ejecutado en medio de ellos?” (Números 14:11).

*** it-1 p. 705 Eleazar ***
Eleazar was one of those above 20 years of age who had left Egypt and who also entered the Promised Land. Being of the tribe of Levi, he was not included in God’s condemnation expressed against the other 12 tribes, that none of them from 20 years old upward would enter the Promised Land, with the exception of Joshua and Caleb. Levi had no representative among the 12 spies, 10 of whom brought back bad reports, and the Levites apparently were not included in the faithless, rebellious murmuring against Jehovah.—Nu 13:4-16; 14:26-30.

*** it-1 pág. 788 Eleazar ***
Eleazar fue uno de aquellos que tenían más de veinte años de edad cuando salieron de Egipto y que llegaron a entrar en la Tierra Prometida. Como era de la tribu de Leví, no estaba incluido en la condenación de Dios contra las otras doce tribus, a saber, que ninguno que tuviera veinte años o más entraría en la Tierra Prometida, con la excepción de Josué y Caleb. La tribu de Leví no tenía ningún representante entre los doce espías, diez de los cuales trajeron malos informes, y no hay indicios de que hubiera levitas entre los rebeldes faltos de fe que murmuraron contra Jehová. (Nú 13:4-16; 14:26-30.)

*** it-2 pág. 1120 Tiempos señalados de las naciones ***
El hecho de que un número específico de días puede utilizarse en el registro bíblico para representar proféticamente una cantidad igual de años, se puede observar al leer los registros de Números 14:34 y Ezequiel 4:6. Solo aplicando la fórmula “un día por un año” a los “siete tiempos” de esta profecía, puede tener la visión del capítulo 4 de Daniel un cumplimiento significativo que trascienda de los tiempos ya pasados de Nabucodonosor, cumplimiento que cabe esperar según las pruebas hasta ahora presentadas. Por lo tanto, los “siete tiempos” representan 2.520 años.

*** it-1 pág. 127 Amorreo ***
Una tribu dominante en Canaán. Algunos comentaristas opinan que el término “amorreo” que aparece en Génesis 15:16 y 48:22 se refiere al conjunto de los pueblos cananeos. De hecho, parece que para el tiempo del éxodo israelita de Egipto, los amorreos eran la tribu dominante en Canaán. (Compárese con Dt 1:6-8, 19-21, 27; Jos 24:15, 18; Jue 6:10.) Resultaría lógico, entonces, que a veces se hiciese referencia a otras tribus subordinadas y de algún modo vinculadas a los amorreos por el nombre de esta tribu dominante. Por consiguiente, aunque en Números 14:44, 45 se informa que los “amalequitas” y los “cananeos” le ocasionaron a Israel su primera derrota militar, cuando en Deuteronomio, capítulo 1, Moisés hace una recapitulación de aquellos acontecimientos, dice que fueron “los amorreos” quienes lo hicieron. (Dt 1:44.) De manera similar, en Josué 10:5 (compárese con Eze 16:3, 45) se dice que un rey amorreo gobernaba Jerusalén, mientras que en las restantes referencias al mismo dato se afirma que Jerusalén estaba habitada por los jebuseos. (Jos 15:8, 63; Jue 1:21; compárese con también el caso de Gabaón en Jos 9:7 y 2Sa 21:2.) Ocurre algo semejante con el apelativo “judío”, patronímico de Judá, una de las tribus de Israel, con el que se designó a todos los miembros de la nación.

*** it-1 pág. 360 Blasfemia ***
Aun cuando no hubiera ninguna expresión verbal contra Dios, las acciones contra las leyes de Su pacto podían equivaler a “hablar injuriosamente de Jehová” o blasfemar contra él. Así, aunque se trataba con misericordia al violador involuntario de la ley de Dios, la persona que cometía ofensas deliberadas y voluntarias, ya fuera israelita o residente forastero, tenía que ser muerto por haber hablado abusivamente de Jehová y haber despreciado su palabra y mandamiento. (Nú 15:27-31; compárese con Dt 31:20; Ne 9:18, 26.)

*** it-1 pág. 618 Custodia ***
En algunas ocasiones la Biblia emplea el término “custodia” con referencia a la detención de una persona. Un ejemplo es el caso del medio israelita que injurió el nombre de Jehová en el campamento de Israel. Después que transgredió la Ley, el relato dice: “Entonces lo pusieron en custodia hasta que se les hiciera una declaración precisa conforme al dicho de Jehová”. (Le 24:10-16, 23.) Israel no acostumbraba a mantener en custodia a los delincuentes durante mucho tiempo, porque la justicia debía ejecutarse con prontitud. (Jos 7:20, 22-25.) Sin embargo, en este caso, como en el del hombre que violó el sábado (Nú 15:32-36), se esperaba una aclaración de la Ley, pero tan pronto como se conoció el dicho de Jehová al respecto, se ejecutó la sentencia sin dilación.

*** w03 15/7 pág. 13 párr. 15 ¿Tenemos “una actitud de espera”? ***
15 Los israelitas tenían que poner “flecos en las faldas de sus prendas de vestir” y “una cuerdecita azul más arriba de la orilla con flecos de la falda”. ¿Por qué razón? Para que recordaran los mandamientos de Jehová, los obedecieran y “result[aran] santos a su Dios” (Números 15:38-40). Los siervos de Jehová de la actualidad diferimos del mundo en que observamos las leyes y principios divinos. Por ejemplo, preservamos nuestra pureza moral, respetamos la santidad de la sangre y evitamos todo tipo de idolatría (Hechos 15:28, 29). De hecho, muchas personas admiran nuestra firme determinación de no contaminarnos con nada (Santiago 1:27).

*** w00 1/8 pág. 10 La presunción conduce a la deshonra ***
Coré: rebelde envidioso
4 Coré era levita qohatita y primo de Moisés y Aarón. Este hombre, al parecer, fue leal a Jehová por décadas. Tuvo el privilegio de contarse entre aquellos a quienes Dios libró milagrosamente a través del mar Rojo, y puede que participara en la ejecución de la sentencia divina contra los israelitas que adoraron al becerro en el monte Sinaí (Éxodo 32:26). Sin embargo, con el tiempo, se erigió en cabecilla de una revuelta contra Moisés y Aarón que incluyó a los rubenitas Datán, Abiram y On, además de otros 250 principales de Israel. “Ya basta de ustedes —dijeron a Moisés y Aarón—, porque la entera asamblea son todos santos, y Jehová está en medio de ellos. ¿Por qué, pues, deben ustedes alzarse por encima de la congregación de Jehová?” (Números 16:1-3.)

*** it-1 pág. 26 Abiram ***
Abiram y su hermano Datán apoyaron al levita Coré en su rebelión contra la autoridad de Moisés y Aarón. En la etapa inicial de la rebelión también se incluye a un tercer rubenita llamado On, pero después no se le vuelve a mencionar. (Nú 16:1.) Después que estos hombres reunieron un grupo de 250 “principales de la asamblea”, “hombres de fama”, acusaron a Moisés y a Aarón de alzarse arbitrariamente por encima del resto de la congregación. (Nú 16:1-3.) Las palabras de Moisés a Coré indican con claridad que este y sus seguidores levitas intentaban conseguir el sacerdocio conferido a Aarón (Nú 16:4-11); pero este no era el caso de los rubenitas Abiram y Datán. Moisés trató con ellos por separado, y su negativa a comparecer delante de él contiene acusaciones dirigidas solo contra Moisés, sin hacer mención de Aarón. Ellos criticaron el acaudillamiento de Moisés y dijeron que estaba ‘procurando hacerse príncipe sobre ellos hasta el límite’, y que no había cumplido la promesa de dirigirlos a una tierra que manara leche y miel. De igual modo, la oración de Moisés a Jehová en respuesta a estas acusaciones contiene una defensa de sus acciones, sin mencionar las de Aarón. (Nú 16:12-15.)
De esto se deduce que la rebelión tenía una doble vertiente, no solo contra el sacerdocio aarónico, sino también contra el puesto de Moisés como ejecutor de las instrucciones de Dios. (Sl 106:16.) Puesto que poco antes el pueblo se había quejado de Moisés en términos muy duros, había hablado de nombrar a un nuevo cabeza que condujera a la nación de regreso a Egipto y hasta había hablado de apedrear a Josué y Caleb por apoyar a Moisés y Aarón, la situación tal vez parecía oportuna para organizar el sentimiento popular en pro de un cambio. (Nú 14:1-10.) Rubén era el hijo primogénito de Jacob, pero perdió su derecho a la herencia como primogénito debido a su mal proceder. (1Cr 5:1.) Así pues, Datán y Abiram quizás hayan expresado resentimiento por el hecho de que fuera un levita, Moisés, quien ejerciera autoridad sobre ellos, ya que posiblemente deseaban recobrar la primacía perdida de su antepasado. Sin embargo, Números 26:9 muestra que su lucha no fue solo contra Moisés y Aarón, sino también “contra Jehová”, quien había comisionado a Moisés y Aarón para que ocuparan posiciones de autoridad.

*** w00 1/8 págs. 10-11 párr. 6 La presunción conduce a la deshonra ***
6 Es muy probable que parte del problema de Coré consistiera en no apreciar lo suficiente sus propios privilegios en el pueblo de Dios. Es cierto que los levitas qohatitas no eran sacerdotes, pero eran maestros de la Ley divina. También llevaban el mobiliario y los utensilios del tabernáculo cuando tenían que transportarse. Esa no era una tarea sin importancia, pues los santos utensilios solo podían llevarlos personas que estuvieran limpias religiosa y moralmente (Isaías 52:11). De modo que cuando Moisés se enfrentó a Coré, le dijo de hecho: ¿Piensas que tu comisión es algo tan insignificante que además quieres conseguir el sacerdocio? (Números 16:9, 10). Coré no entendió que el mayor honor era servir a Jehová fielmente según Su voluntad, y no conseguir alguna categoría o posición especial (Salmo 84:10).

*** w02 1/8 págs. 11-12 Sumisión leal a la autoridad divina ***
El Juez de Israel interviene
12 Cuando Jehová entregó la Ley a los israelitas, les dijo que si eran obedientes, se convertirían en “una nación santa”, y que esta podría conservar su santidad mientras aceptaran Sus disposiciones (Éxodo 19:5, 6). Ahora que aquellos hombres estaban en franca rebeldía, había llegado el momento de que interviniera el Juez y Dador de estatutos de Israel. Moisés le dijo a Coré: “Tú y toda tu asamblea, estén presentes delante de Jehová, tú y ellos y Aarón, mañana. Y tome cada uno su braserillo, y ustedes tienen que poner incienso sobre ellos y presentar cada cual su braserillo delante de Jehová, doscientos cincuenta braserillos, y tú y Aarón cada uno su braserillo” (Números 16:16, 17).
13 Según la Ley de Dios, los sacerdotes eran los únicos que podían ofrecer incienso. La sola idea de que un levita no perteneciente al sacerdocio ofreciera incienso delante de Jehová debería haber hecho que aquellos rebeldes se dieran cuenta de la locura que estaban por cometer (Éxodo 30:7; Números 4:16). Pero Coré y sus adeptos no recapacitaron. Al día siguiente, él “tenía a toda la asamblea reunida contra [Moisés y Aarón] a la entrada de la tienda de reunión”. El relato prosigue así: “Jehová ahora habló a Moisés y Aarón, y dijo: ‘Sepárense de en medio de esta asamblea, para que extermine a estos en un instante’”. Pero Moisés y Aarón suplicaron a Jehová que perdonara la vida al pueblo, y él escuchó su ruego. En cuanto a Coré y quienes lo apoyaban, “un fuego salió de Jehová y procedió a consumir a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso” (Números 16:19-22, 35).

*** w02 1/8 pág. 12 párrs. 14-15 Sumisión leal a la autoridad divina ***
14 Sorprendente como parezca, lo que Jehová hizo con los rebeldes no sirvió de escarmiento a los israelitas. “Al día siguiente la entera asamblea de los hijos de Israel se puso a murmurar contra Moisés y Aarón, diciendo: ‘Ustedes han dado muerte al pueblo de Jehová’.” ¡Estaban poniéndose de parte de los conspiradores! Por fin, la paciencia divina se agotó. Nadie, ni siquiera Moisés o Aarón, podría interceder ya por el pueblo. Jehová envió un azote sobre los desobedientes, “y los muertos del azote ascendieron a catorce mil setecientos, aparte de los muertos a causa de Coré” (Números 16:41-49).
15 Todas aquellas personas podrían haberse salvado si tan solo hubieran razonado un poco. Podrían haberse preguntado: “¿Quiénes arriesgaron la vida compareciendo ante Faraón? ¿Quiénes exigieron la liberación de los israelitas? ¿Quién fue el único invitado a subir al monte Horeb para hablar cara a cara con un ángel de Jehová tras la liberación de Israel?”. El notable historial de Moisés y Aarón demostraba sin lugar a dudas su lealtad a Dios y su amor por el pueblo (Éxodo 10:28; 19:24; 24:12-15). Aunque Jehová no disfrutó dando muerte a los rebeldes, actuó con decisión cuando se hizo patente que el pueblo iba a seguir sublevándose (Ezequiel 33:11). Todo lo que sucedió tiene gran importancia para nosotros. ¿Por qué?

Referencias consultadas en: Watchtower Library 2013 CD‒ROM

Descargue las referencias adaptadas para Laptops, Móviles y Tabletas

Descargue las referencias adaptadas para Laptops, Móviles y Tabletas