Poblamiento y actividades económicas

El Poblamiento puede definirse en forma sencilla como el proceso de asentamiento de un grupo humano en una determinada región geográfica, proceso que transcurre a lo largo del tiempo y en el cual cada grupo humano va dejando su huella en el paisaje físico, modificándolo; el poblamiento como fenómeno es estudiado por diversas ramas de la geografía, que van desde Geografía económica hasta la Geografía Histórica; en el estudio del proceso de Poblamiento convergen además de la geografía, otras disciplinas como la Historia, la Demografía, la etnología.
Para todas ellas existe un especial interés por determinar los principales patrones o modalidades a través de los cuales cada grupo humano se ha ido desenvolviendo en el espacio geográfico.
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Barrio en pobreza extrema
En el campo de la Geografía económica posee gran importancia el establecimiento de la relación existente entre el poblamiento y la actividad económica. Al analizar el impacto de los cambios económicos en el proceso de poblamiento resulta claro que muchas veces la necesidades económicas condicionan la forma en que cada sociedad se desarrolla en su espacio geográfico; además de ello incide también enormemente en el proceso de poblamiento las características físicas del propio espacio geográfico los recursos que posee o en algunos casos la carencia de ellos.

El proceso de poblamiento en Venezuela:

Para comprender la interrelación existente entre las actividades económicas y el proceso de poblamiento venezolano es necesario tener en cuenta dos elementos fundamentales: primero, la continuidad existente en el tiempo en cuanto al patrón de distribución espacial de la población en el territorio y, segundo, el papel jugado por el petróleo en la modificación de la estructura económica tradicional de Venezuela.
De manera general puede decirse que el proceso poblador del territorio que hoy día conforma Venezuela se inició desde los remotos tiempos de la aparición del hombre en el Noroeste (NO) del subcontinente suramericano. En ese prolongado proceso, que tuvo su inicio hace más de 12.000 años, se distingue claramente la etapa del predominio absoluto de los Indígenas en la ocupación del espacio geográfico venezolano, de aquélla que comenzó la penetración de la población hispánica.
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Durante los milenios en que el poblamiento indígena fue el único que se extendió sobre la superficie del país, quedó determinado el patrón que hasta ahora ha regido la distribución espacial de los habitantes. La presencia indígena antes de la llegada de los españoles se mostraba, en primer lugar, en el arco costero montañoso que bordea de Noreste (NE) a Noroeste (NO) la extensa cuenca orinoquense, en segundo lugar, en la amplia región de los Llanos y en tercer lugar, en las riberas de los principales ríos de la Guayana. Es entonces sobre esta base espacial prefijada por las poblaciones prehispánicas que se desenvolverá luego el proceso de poblamiento, inclusive hasta el presente.
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Indigenas cazando
Economía y poblamiento en el periodo prehispánico: El manejo simultáneo de evidencias arqueológicas, lingüísticas y etnohistóricas para analizar las características del poblamiento prehispánico de Venezuela, muestra la presencia de influencias culturales de múltiple procedencia que se aglutinaron dentro del actual territorio nacional.
Con la evidencia arqueológica, Venezuela deja de ser una simple zona de tránsito de las oleadas migratorias, y se convierte en un centro de agrupación de un significativo número de grupos humanos, los cuales, por los procesos de
adaptación a los nuevos ambientes donde se asentaban, y el mestizaje de culturas, produjeron formas económicas y sociales nuevas que sirvieron de arquetipos a otras poblaciones de territorios vecinos.
Al estudiar las modalidades y evolución del proceso de poblamiento en la Venezuela prehispánica, se han establecido 3 grandes períodos para el análisis de las corrientes de población que contribuyeron a conformar la sociedad precolombina venezolana:

Período 1

Migraciones de cazadores: Las evidencias arqueológicas más antiguas revelan que las primeras oleadas de población que ingresaron el territorio venezolano por lo menos 15.000 años a. C., estuvieron constituidas por grupos humanos que derivaban su subsistencia de la caza de mamíferos y de la recolección de frutos y raíces silvestres. clip_image004
Indigena venezolano
Los cazadores de ese período formaron parte de la oleada migratoria que vino de Norteamérica, adonde habían llegado desde Asia atravesando el estrecho de Behring en una fecha que podría estimarse entre 28.000 y 40.000 años a. C. de los cazadores del NE de Venezuela.

Período 2

Migraciones de recolectores: El fin de la sociedad de cazadores, parece haber sido simultáneo con la culminación de los grandes cambios climáticos que marcaron el desarrollo del Cuaternario. Estos cambios produjeron, por una parte, la desaparición de la megafauna que hasta entonces parece haber estado asociada con los cazadores y por la otra, que tuviera lugar una redistribución general de la fauna terrestre, la cual pudo haber influido para que aquellas poblaciones o parte de las mismas, buscaran su subsistencia en la fauna marina. La abundancia y relativa estabilidad de los recursos marinos le dieron tanto a los recolectores venezolanos como a los del resto del continente, la oportunidad de formar comunidades más sedentarias. Hasta el presente, las evidencias arqueológicas indican que el área de mayor concentración de estos grupos recolectores era en el N de Venezuela, donde habitaron alrededor de los 4.000 a 5.000 años a. C.. Es interesante destacar que ciertos hallazgos arqueológicos permiten suponer el desarrollo de una sociedad especializada en la explotación del ámbito marino.

Período 3

Migraciones de agricultores: Los dos milenios finales antes del inicio de la era cristiana constituyeron para los indígenas de Suramérica la fase final de la experimentación con el cultivo de plantas el cual fue fundamento del desarrollo subsiguiente de la agricultura. Este período fue asimismo de reajuste y consolidación social para muchas etnias; el paso de una economía recolectora a una economía agrícola implicaba igualmente la búsqueda de nuevas tierras que permitiesen desplegar las tecnologías de una nueva forma de vida social. Fue posiblemente en este contexto cuando tuvieron lugar los movimientos migratorios en Suramérica que iban a determinar las características finales del poblamiento prehispánico venezolano. Antes del llamado “Descubrimiento” ocurría en Venezuela que las áreas con una relativa densidad demográfica pero con aldeas estables, fueron aquéllas cuya actividad económica primordial era la agricultura. Las áreas con escasa densidad demográfica se vinculaban con una economía basada en la recolección, caza y pesca y se localizaban en la periferia. La agricultura de los timoto-cuicas es la actividad económica más avanzada de los primitivos pobladores en el país. Los pobladores andinos mantenían comercio con las poblaciones del llano y del lago de Maracaibo, y la agricultura del área andina influyó de manera significativa en la concentración y estabilidad de la población indígena; posteriormente, estas peculiares condiciones demográficas se ponen de manifiesto, en el período colonial, ya que las primitivas aldeas indígenas facilitaron la fundación de pueblos hispanos, como es el caso de los Aborígenes tostós, tomoni, jajáes y tiranjá, los cuales fueron la base para el establecimiento de las poblaciones de Tostós, Niquitao, Jajó y Tirandá.
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Cristobal Colón

La actividad económica agrícola y ganadera y sus modalidades de poblamiento en el período Colonial:

A finales del siglo XV, al momento de producirse el llamado “descubrimiento” de América, el territorio actual de Venezuela se encontraba ocupado por una gran variedad de pueblos, con disímiles grados de cultura y formas de vida.
Estos pueblos comprendían desde el nomadismo recolector hasta una organización social bajo un jefe y una agricultura experimentada.
El poblamiento al inicio del período colonial estuvo íntimamente relacionado con ciertos factores naturales, como la altitud, a fin de establecerse en sitios con temperaturas más bajas y soportables, y la ubicación en relación al mar o algún río.
Asimismo, este proceso estuvo muy vinculado a las actividades económicas. La economía de Venezuela a partir del arribo a sus costas y territorios insulares de los primeros navegantes y exploradores europeos, tuvo un desarrollo en extremo lento, por lo que el proceso de ocupación fue difícil. Los conquistadores debieron luchar contra los diferentes grupos aborígenes. A fines del siglo XVI, todavía había vastas extensiones del territorio sin colonizar.
La economía de Venezuela a partir del arribo a sus costas y territorios insulares de los primeros navegantes y exploradores europeos, tuvo un desarrollo en extremo lento, por lo que el proceso de ocupación fue difícil. Los conquistadores debieron luchar contra los diferentes grupos aborígenes. A fines del siglo XVI, todavía había vastas extensiones del territorio sin colonizar.

La etapa iniciada por la incorporación del elemento demográfico hispánico en el poblamiento de Venezuela estuvo fuertemente determinada por el diseño geográfico que trazaron los pobladores prehispánicos.
No obstante, impusieron los europeos sobre ese diseño formas novedosas de ocupación del espacio, las cuales respondían al modo de vida que con ellos trajeron. Dos características fundamentales reflejó desde sus comienzos ese nuevo hábitat.
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Casa colonial San Isidro
  • En primer lugar, los conquistadores implantaron unidades de poblamiento que se constituyeron en centros de toda la vida social y por supuesto, en núcleos necesariamente estables.
  • En segundo lugar, esas unidades sólo podían funcionar y desarrollarse en estrecha y continua conexión, lo cual inició la formación de una verdadera red de asentamientos humanos.
Los primeros contactos hispánicos con el territorio que más tarde sería Venezuela, hicieron surgir pequeñas manchas de poblamiento europeo muy periféricas. Este periferismo respondió, por un lado, a la necesidad de fundar establecimientos de posición, que sirvieran de bases para explorar los espacios desconocidos del interior, y por otro, al carácter comercial y expoliador de las expediciones que realizaron, con la autorización de la Corona, empresas españolas particulares. Este último rasgo predominó en los móviles de la creación y en las características del funcionamiento de todos los núcleos que los conquistadores establecieron durante las 4 décadas iniciales del siglo XVI.

Siglo XVI

En este mismo siglo comienza a llegar al territorio venezolano la población de origen africano para trabajar en la explotación de perlas y oro y posteriormente, para las actividades agropecuarias, tales como el cultivo de cacao y la ganadería. Las plantaciones de cacao dieron origen a la población negra en 4 zonas principalmente: en la costa Caribe entre Paraguaná y el golfo de Paria; en los valles centrales del Tuy, de Aragua y Barlovento; en la depresión de Yaracuy y en el S del lago de Maracaibo. Las actividades ganaderas en los llanos permitieron la formación de numerosos poblados, bien sea en los mismos hatos o alrededor de éstos. clip_image007
Plantación de Cacao
La escasa capacidad para generar excedentes de las actividades agrícolas del siglo XVI sólo amplió en forma limitada la presencia humana europea, puesto que era difícil impulsar a través del comercio, el funcionamiento hacia afuera de la economía que exigía la condición colonial. Esta situación adquirió en el siglo XVII nuevas perspectivas con el desarrollo de la ganadería y los cultivos de tabaco y cacao. Las exportaciones de los productos que provenían de esas labores empezaron a constituir una base sólida para la acumulación de riquezas que estimuló la explotación de nuevas tierras y estimuló el traslado de españoles a la, hasta ese momento, poco atractiva colonia venezolana.

Siglo XVII

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Plantación de Azúcar
En la primera mitad del siglo XVII el proceso poblador se concentró todavía, casi exclusivamente, en las áreas montañoso-costeras, donde la cría de ganado mayor y menor, los cultivos de tabaco, algodón y caña de azúcar estimularon las exportaciones de productos como cueros, tabaco, azúcar, lienzo de algodón, los cuales procedían, principalmente, de las zonas de la costa, los valles de Aragua, las feraces tierras regadas por los ríos Tocuyo, Turbio y Yaracuy, y los alrededores de Maracaibo. En los Andes, el cultivo del trigo jugó en ese lapso un gran papel en la expansión de su poblamiento.
En la segunda mitad del siglo XVII se amplió el esfuerzo poblador de los españoles, particularmente a través de los misioneros franciscanos. Ese dinamismo fue el efecto del apogeo de las exportaciones de cueros, cacao y tabaco. El nuevo impulso de las actividades agropecuarias exigido por esas exportaciones impulsó necesariamente el poblamiento de las zonas más aptas para tales labores. Los llanos altos, sobre todo los occidentales y los centrales, vieron nacer numerosos pueblos donde con cierta frecuencia coincidían la cría de ganados y el cultivo del tabaco como fuentes económicas fundamentales. clip_image009
Ganadería
Pese a que en el siglo XVII se fundaron más de 120 pueblos y ciudades, la intensidad del poblamiento venezolano en ese siglo no revistió caracteres sorprendentes, lo cual se explica porque el crecimiento demográfico fue muy lento y la inmigración española se mantuvo en niveles muy moderados. Caracas, por ejemplo, que en 1696 tenía más de medio siglo como capital de la gobernación de su nombre, apenas presentaba unos 6.000 habitantes. Ninguna de las demás ciudades venezolanas alcanzaba esa cifra. En esos núcleos de escasas magnitudes poblacionales emergió, no obstante, un nuevo impulso económico cuyo efecto poblador se haría sentir primordialmente entre 1700 y 1810. 

Siglo XVIII

El aumento de la actividad comercial exportadora que el cultivo del cacao había venido estimulando el impuso en el siglo XVIII, en Venezuela de las formas de producción directamente ligadas con las actividades económicas internacionales. En ese siglo el valor retornado de las exportaciones de cacao a Nueva España bastaba para garantizar la formación de fortunas capaces de movilizar nuevas fuerzas productivas. En los centros poblados las transacciones comerciales se volvieron más complejas y variadas gracias a la mayor capacidad de importación adquirida. La población creció en esos núcleos a un ritmo levemente más acelerado que los vistos anteriormente por la influencia de la dinámica demográfica interna y de la inmigración española y africana.


El aliento adquirido por el quehacer económico de las ciudades del siglo XVIII, amplió sus funciones administrativas políticas, culturales, religiosas y militares, hasta el punto que la mayoría de los núcleos urbanos se convirtieron en centros dominantes de las zonas vecinas. Aquel conjunto de circunstancias volcó nuevamente hacia la región montañoso costera la energía pobladora, al propiciar el aumento del número de habitantes de casi todas sus ciudades y al hacer emerger numerosas localidades en las tierras cuyo aliento económico provenía directamente del cacao (costa de Caracas, valles del Tuy, entrada de los llanos), el algodón, el añil y el azúcar (valles de Aragua), el ganado y el contrabando (valles y serranías de Coro). Por ello en el período del predominio del cacao, sobre todo después de 1750, muchos núcleos urbanos de aquella zona sobrepasaron los 5.000 habitantes y algunos llegaron por primera vez a tener más de 10.000, como por ejemplo, la ciudad de Maracaibo, que en 1802 alcanzó la cifra de 22.000 habitantes.


En ese período que va desde la segunda mitad XVIII e inicios del XIX, quedó decisivamente estructurado el poblamiento de la faja montañoso costera. Los pueblos costeromontañosos formados bajo la nueva dimensión agroexportadora venezolana se ubicaron fundamentalmente en las áreas que hoy corresponden al Distrito Capital y a los estados Miranda, Vargas, Carabobo, Falcón, Trujillo, Lara y Zulia. El cultivo del cacao estimuló en esos sitios, directa o indirectamente, la formación entre 1750 y 1810, de asentamientos. Desde entonces, serán los cambios en las dimensiones de las localidades ya existentes los que reflejarán las nuevas realidades socioeconómicas.

La aparición del petróleo y su influencia en los cambios en las modalidades de poblamiento:

Durante los 3 siglos del período colonial y bajo la influencia de las actividades económicas, se constituyó la población venezolana, producto del intenso proceso de mestizaje étnico-cultural de europeos, indígenas y esclavos africanos; ese proceso formativo ha incidido en la concentración, distribución e integración de áreas demográficas hasta la Venezuela contemporánea.
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Sin embargo, luego de 1925, cuando por vez primera el valor de las exportaciones de petróleo sobrepasó el de las agropecuarias, se inicia en Venezuela una modalidad de poblamiento opuesto en muchos sentidos a las que prevalecieron en las etapas precedentes.
Esa modalidad, por responder a condiciones de producción basadas en el trabajo no agrícola, reflejó fundamentalmente el ensanchamiento enorme de la vida urbana a través de la expansión rápida de un gran número de pueblos y ciudades. El mecanismo de ese proceso ha consistido en la orientación hacia los principales centros poblados de los recursos económicos y financieros que se derivan de la exportación petrolera.
En esa evolución de las modalidades de poblamiento posterior a 1925, se pueden distinguir 2 fases que se extienden antes y después de 1945: Fase 1,  Fase 2.

Fase 1

En los primeros 20 años de amplio dominio de la renta petrolera, el nuevo esquema de ocupación del espacio geográfico comenzó a operar tímidamente, pues seguían actuando diversos obstáculos de la Venezuela anterior. En general, el cuadro epidemiológico desfavorable persistía, al igual que la crónica ausencia de medidas concretas para atraer la inmigración extranjera, por lo que el incremento demográfico antes de 1945 se mantuvo en niveles modestos.

Fase 2

En la fase posterior a 1945 se profundizó la formación de grandes ciudades, pero al mismo tiempo se multiplicaron las medianas y pequeñas, como consecuencia de la elevación del crecimiento demográfico que fue consecuencia de la desaparición del paludismo y otras endemias y epidemias, y de un aporte significativo de inmigración europea y latinoamericana. El constante aumento de los ingresos petroleros y la permanencia de altas tasas de natalidad, terminaron por formar en este período un poblamiento bastante denso en algunas áreas de la faja costero-montañosa, como la pequeña zona del centro-norte, la parte noroccidental y la costa oriental del lago de Maracaibo, los Andes, la zona costero-oriental y los valles de los ríos Tocuyo, Turbio y Yaracuy. En las demás zonas del país la población se ha inclinado también a concentrarse en grandes centros urbanos, sobre todo después de 1960.
La Venezuela petrolera, al concentrar sus grandes recursos en las ciudades, inauguró y consolidó la preponderancia de las modalidades de poblamiento urbano por sobre la tradicional modalidad rural. Durante todas las etapas económicas anteriores, el poblamiento rural ejerció un dominio absoluto en todo el territorio, hasta el punto que todavía en 1926, cuando comenzó a prevalecer el ingreso petrolero, los pobladores rurales representaban el 85% de la población total.
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Aquellas nuevas situaciones no han logrado, sin embargo, introducir cambios substanciales en la distribución geográfica del poblamiento, ya que la tendencia tradicional de los habitantes a concentrarse en la franja costero-montañosa se ha profundizado, lo cual tiene como consecuencia que, todavía hoy, vastas regiones de Venezuela se encuentren casi despobladas. La evolución más reciente observada en el tamaño de los centros urbanos de los llanos y la Guayana, parece indicar que aquella tendencia en la ubicación del poblamiento venezolano se modificará, si se intensifican las acciones económicas que están cambiando en esas regiones las dimensiones de las ciudades.

REFERENCIAS:
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socioeconómica y geográfica. Caracas: Universidad
Central de Venezuela, 2ª ed.
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Caracas: Editorial Salesiana.
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