Tierra de Gracia | Historia de Venezuela
Diccionario de Historia
de Venezuela

Nombre con el cual bautizó Cristóbal Colón a la región más
oriental de Venezuela (península de Paria) al avistarla durante su
tercer viaje, a comienzos de agosto de 1498, cuando descubrió la Tierra
Firme continental. Fue este, por consiguiente, el primer nombre de
origen europeo que se dio a una parte del continente americano. En la
Carta-relación enviada por Colón a los Reyes Católicos, aquel mismo año
desde la isla de Española (Santo Domingo), dice: «Cuando yo llegué a
esta punta del Arenal [hoy punta Icacos, en la isla de Trinidad, allí se
hace una boca grande de dos leguas de Poniente a Levante, la isla de Trinidad con
la tierra de Gracia…» Más adelante repite la denominación: «…de la
tierra que dijo de Gracia…», y precisa que los nativos la llamaban
Paria. Colón llamó a esta costa Isla Santa, más tarde Isla de Gracia;
desembarcando algunos tripulantes 2 días más tarde en el punto hoy
llamado Macuro, según la tradición. Allí, el descubridor fue
informado por los naturales de la existencia de abundantes riquezas en
oro y perlas en toda la región. También da noticias, por vez primera, de
la existencia de maíz en el continente, el cual pudo Colón probar en varias de sus formas culinarias. La corriente del Orinoco,
cuyo volumen pudo percibir a pesar de hallarse a mucha distancia de
aquellos lugares, lo convenció de que estaba en presencia, no de una
isla, sino de un gran continente; esto, además de lo benigno del clima,
la mansedumbre de sus habitantes y las riquezas naturales, le hicieron
decir que parecía haber llegado al Paraíso Terrenal. El almirante
recorrió la costa desde allí hasta la península de Araya, descubriendo en el trayecto las islas de Margarita, Coche y Cubagua,
antes de seguir rumbo a La Española. El nombre de Tierra de Gracia,
aplicado a Venezuela o a una región de la misma, no perduró. Hoy suele
ser empleado como una referencia histórica o literaria. F.P.
Información recuperada de:
Diccionario de Historia de Venezuela. 2da Edición. Caracas: Fundación Polar, 1997.