¿Qué es la gestión por excepción?

Administración por excepción es un enfoque que a veces hace uso de métodos y procedimientos fuera de la política normal y para lograr cierto propósito. Este enfoque puede utilizarse como parte de la respuesta a un problema que se presenta durante un proyecto específico o durante el curso de algún tipo de función continua dentro de la estructura de la empresa. Esta aparición de algún tipo de desviación de las llamadas de resultado esperada o presupuestada para la adaptación y en algunos casos abandono de los procesos de gestión normal a favor de un enfoque que es susceptible de producir una respuesta positiva a los resultados anormales.
En muchos casos, la gestión por excepción o (MBE) requiere que el administrador delegar funciones específicas a los demás que forman parte del equipo o grupo afectado por los resultados anormales. En el ámbito de los derechos de los empleados, él o ella probablemente utilizará procesos diseñados para abordar específicamente esa desviación, mientras que el resto del equipo continúa utilizar procedimientos operativos normalizados y prácticas para gestionar otras funciones de la empresa.
El grado de participación que el administrador conserva en este proceso variará dependiendo de la cultura corporativa y la naturaleza de la excepción. En algunos casos, la gestión por excepción se centran en el desarrollo de un procedimiento alternativo para tratar el tema, luego entregar la responsabilidad de aplicar este procedimiento a un miembro de su equipo. Este enfoque tiene algún mérito, en que la excepción se dirige sin crear excesivas demandas en tiempo del administrador. Esto ayuda a garantizar que otras funciones bajo el cuidado del manager no sufren debido a la falta de atención, permitiendo a la empresa seguir funcionando a una velocidad superior de eficiencia.
Con una gestión con enfoque de excepción, el administrador sigue a rendir cuentas a los superiores en la cadena de mando de la compañía, pero evita el peligro de obsesivamente las actividades de cada miembro del equipo. Suponiendo que los miembros del equipo son seleccionados con cuidado y son fortalecidos por el tipo de entrenamiento, el director pasa menos tiempo mirando sobre el hombro de cada empleado y más tiempo funciona como un facilitador y un recurso a cada uno de los miembros de su equipo. El resultado final de la gestión por excepción puede ser el desarrollo incremental de empleados para cargos de responsabilidad que pueden estar disponibles en años venideros, así como la oportunidad para los empleados a desarrollar y demostrar los talentos y habilidades que pueden haber sido menos evidentes en un ambiente más restrictivo.