El efecto de las noticias en los niños

El efecto de las noticias en los niños

El efecto de las noticias en los niños

“A mi hija, de 11 años, no le gusta ver las noticias; cuando lo hace, tiene pesadillas. En cierta ocasión vio un informe de un hombre que había decapitado a un familiar, y esa noche soñó que a ella también le cortaban la cabeza.” (Quinn)

“Mi sobrina de 6 años vio en el noticiario los tornados que barrieron varios estados del país; quedó aterrorizada durante semanas. Me llamaba por teléfono porque creía que iba a llegar un tornado y la iba a matar.” (Paige)

¿SE ASUSTAN sus hijos con las noticias? En una encuesta, casi el 40% de los padres respondió que sus hijos habían visto una noticia que los había dejado muy perturbados y les había hecho creer que algo similar les ocurriría a ellos o a su familia.

¿Por qué reaccionan así los niños? Para empezar, debido a que suelen interpretar las noticias de manera distinta a los adultos. Por ejemplo, cada vez que un niño pequeño ve que se repite la noticia de un desastre, cree que el desastre realmente está sucediendo de nuevo.

Un segundo factor es que la cobertura diaria de sucesos alarmantes puede distorsionar la visión que un niño tiene del mundo. Es cierto que vivimos en “tiempos críticos, difíciles de manejar” (2 Timoteo 3: 1). Pero la exposición continua a noticias perturbadoras puede producir un miedo paralizante en los pequeños. “Los niños que ven muchas noticias tienden a exagerar el alcance de la criminalidad y a creer que el mundo es un lugar más peligroso de lo que en realidad es”, señala la Fundación de la Familia Kaiser.

¿Qué puede hacer usted si sus hijos se alteran al ver noticias alarmantes? He aquí algunas sugerencias.

Protéjalos.


Establezca un límite a la cantidad de noticias que les permite ver en función de su edad, grado de madurez y constitución emocional. Claro, en esta era de la información, no hay manera de evitar que se enteren de lo que acontece en el mundo. Hasta los niños pequeños miran y escuchan más de lo que uno se imagina. Así que manténgase atento a cualquier señal de miedo o angustia que manifiesten sus hijos.

Instrúyalos.

Una madre instruyendo a su hija después de ver las noticias

Cuando tengan suficiente edad, vea las noticias junto con ellos y aproveche la oportunidad para instruirlos. Destaque los aspectos positivos de los informes; por ejemplo, los trabajos de rescate que se están realizando para ayudar a las víctimas de un desastre.

Tranquilícelos.


Cuando tenga lugar un acontecimiento grave, hágales preguntas a sus hijos para averiguar cómo se sienten. Un padre llamado Michael dice: “Si Nathaniel ve alguna desgracia en las noticias, mi esposa y yo le explicamos lo sucedido, así como las medidas que hemos tomado para que no nos ocurra algo similar a nosotros. Un día vio una casa envuelta en llamas y comenzó a imaginarse que a la nuestra le pasaría lo mismo, de modo que lo tranquilizamos mostrándole las alarmas de fuego que tenemos instaladas. Ahora sabe dónde están y para qué sirven, y se siente más seguro”.

Padres tranquilizando a su hijo

Sea objetivo.


Según investigaciones, las personas tienden a juzgar las probabilidades que tienen de sufrir cierto incidente basándose en la facilidad con la que recuerdan incidentes similares. Por ejemplo, si un padre ha oído que un niño fue secuestrado recientemente, es fácil que exagere el riesgo de que a su hijo le pase lo mismo. Es cierto que uno debe mantenerse alerta a los peligros, pero los especialistas en la materia afirman que los noticieros pueden exacerbar el miedo a una desgracia que probablemente nunca llegará a materializarse (Proverbios 22:​3, 13).

Si los padres sacan de proporción las noticias, podrían llevar sus miedos al extremo, y sus hijos también. Tomemos el caso de un niño de 11 años que se perdió en las montañas de Utah (Estados Unidos) en 2005. Le tenía tal terror a ser secuestrado que se escondió por cuatro días de sus rescatadores. Cuando finalmente dieron con él, estaba débil y deshidratado. Aunque las probabilidades de que fuera raptado eran de 1 en 350.000, sus miedos le impidieron recibir la ayuda, poniéndolo en peligro de morir de hambre.

“A los niños de 3 a 7 años los impresionan en particular las noticias de desastres naturales y accidentes, mientras que los de 8 a 12 años se asustan más con noticias sobre delito y violencia.” (Fundación de la Familia Kaiser)

¿Cuál es la lección? Ponga las noticias en su justa perspectiva y asegúrese de que sus hijos hagan lo mismo. El hecho es que muchas desgracias se convierten en noticia por lo raro del suceso, no porque sea común.

El delito, la violencia y los desastres naturales son terribles realidades de nuestros tiempos. Sin embargo, como hemos visto, sus esfuerzos por proteger, instruir y tranquilizar a sus hijos y por crear en ellos una visión objetiva los ayudarán a responder como es debido ante las noticias alarmantes.